NACIONAL: ¿Será cambiada la inútil Ley Electoral?

Nunca antes en la corta vida que México ha tenido como democracia la opinión de los ciudadanos había valido tan poco, con un sistema electoral cada vez más costoso, cuestionado y autoritario, es decir, un reflejo de los verdaderos ganones de la reforma del 2007, los partidos políticos

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AGOSTO, 2013. En este momento se habla mucho de la reforma energética y de la reforma fiscal pero, si suponemos que toda reforma se hace con el fin de mejorar, resulta entonces inexplicable que ni siquiera haya pasado a consideración una nueva reforma electoral. Es cierto, la actual fue apenas aprobada en el 2007, pero en ese lapso ha demostrado una inutilidad monumental y, peor aún, ha bombardeado a la vida democrática de México, que durante un periodo muy corto llegó a tener un sistema electoral ejemplar. Hoy, tomar como confiable al organismo electoral o, más aún, concluir que el IFE es un organismo ciudadano, es un chiste de humor negro.

Los costos del IFE desde entonces se han disparado, no solo por su burocracia --calculada ya en más de 18 mil empleados-- sino por su abominable presencia en los medios electrónicos. Hasta el 2006, antes de la reforma, se pasaban un total de 18 minutos diarios de spots del IFE, pero para el 2012, año de las elecciones federales, la cantidad era ya de 38 minutos. No parece mucho, pero si asumimos que este tiempo se divide, obligatoriamente, en cada corte supuestamente comercial, con spots uno detrás del otro, el bombardeo resulta despiadado. El argumento de quienes redactaron esa reforma es que con ella se buscaría "aumentar la participación ciudadana".

Si bien no puede hablarse de una caída en el número de votantes como reacción, los niveles de abstencionismo tampoco se han reducido por la insaciable propaganda del IFE. Quienes redactaron la controvertida ley quizá jamás han oído hablar de unos aparatitos llamados controles remotos que permiten cambiar de canal en cuanto aparece uno de esos spots; otra gente los aguanta con estoicismo pero de ninguna manera parecen incitarlos a pararse a prrimera hora a las urnas a emitir su voto. "La indiferencia a los spots del IFE es total, simplemente porque nadie les cree", refiere el especialista en medios José Miguel Ramos. "Todo mundo sabe que la gente que aparece en ellos es falsa, que el 'compadrito', el que cabalga a caballo y los amigos en una carne asada que hablan de las bondades del IFE son actores, como en las telenovelas..."

Y quienes claramente tampoco creen en la ciudadanía que participa como funcionarios de casilla son los partidos políticos que cuando pierden exigen abrir los paquetes con la ya trillada cantaleta del "voto por voto" pero cuando ganan concluyen que el proceso fue limpio e impecable. Pero si al final los representantes de partido denuncian "irregularidades", al mismo tiempo están insinuando que los funcionarios de casilla, es decir, ciudadanos comunes el resto del año, desperdician un día de sus vidas revisando credenciales de elector, poniendo tinta en los pulgares, cotejando actas, contando los sufragios uno por uno y decenas de veces hasta que todos los representantes de partido estén de acuerdo, y luego llevar los paquetes al comité del IFE. ¿De que´sirven entonces tantas horas de capacitación si al final los partidos políticos se van a pasar toda esa labor ciudadana por el arco del triunfo?

"Lo congruente sería asumir como verídicos los resultados finales presentados en las actas", señala el abogado Luis Ángel de Luna, "máxime porque fueron aprobados con la firma de los representantes de todos los partidos políticos. Esa sería una prueba clara de la confianza de los partidos políticos en la ciudadanía". Y la exigencia de los partidos para abrir los paquetes de poco sirvió: en uno solo de los municipios en disputa las pasadas elecciones de julio, el, "recontrarequeteconteo" de votos no revirtió el resultado final. "Para lo único que ha servido la reforma electoral del 2007 es para exacerbar la desconfianza hacia un sistema electoral que alguna vez fue confiable", resume De Luna, y añade, "los ciudadanos nos hemos convertido en meros peones de los partidos políticos, los únicos a los que les ha convenido esta reforma electoral".

Otro asunto irritante de la citada reforma es la referente a los "partidos morralla", conformados por quienes alguna vez fueron priístas, panistas o perredistas pero que, al no tocarles hueso, utilizan éstos para seguir medrando del presupuesto público. Hubo casos en que "candidatos" postulados en facebook como "el perro Macario" obtuvieron mayor cantidad de sufragios que los candidatos registrados en las boletas. Pero la "morralla" es bastante apetitosa: varios de estos partidos obtuvieron hasta dos millones y medio de financiamiento federal para sus "gastos de campaña".

También la "morrala" es útil para dar "espaldarazos" a candidatos emproblemados, como fue el caso de Torreón, Coahuila, donde el aspirante priísta perdió en votos contra el panista aunque el primero logró triunfar dado que otros dos partiditos que lo tenían como su "candidato común" le dieron una ventaja, mínima pero decisiva, de 4 mil sufragios. "Por ello a los partidos políticos, en especial al que hoy está en el poder, les interesaría poco modificar la ley electoral". dice De Luna.

Otra ridiculez de la Ley Electoral es la prohibición de las dependencias públicas para entregar ayudas durante los tiempos de campaña para que no se interpreten como "proselitismo electoral". "Lo único que se logra con eso es que ene se tiempo los burócratas no trabajen y que los programas se atrasen", refiere De Luna.

A éste se le puede añadir otro absurdo, que es la prohibición de que cualquier mexicano pueda postularse independientemente a un puesto público: "En ninguna parte de la Constitución dice que el aspirante a un puesto público tiene que se lanzado por un partido político, lo que hoy ocurre es tremendamente antidemocrático. Las candidaturas independientes son un derecho que vemos en España, en Canadá, en Australia, incluso en Costa Rica. Rara vez estos candidatos ganan --Alberto Fujimori en Perú fue una de las grandes excepciones-- perio evitan que las elecciones terminen convirtiéndose en un botín de unos cuantos...", añade De Luna.

Y es precisamente eso, que un partido político se ha convertido en una manera rápida de enriquecerse a costa de los contribuyentes --baste preguntarle al Niño Verde-- por lo que no se vislumbran cambios en una Ley Electoral, deficiente, costosísima y que ha debilitado nuestra vida democrática. Ha sido un excelente pastel presupuestario", afirma

"Lo que era una labor sencillísima (que era ir una mañana a tu casilla a ejercer tu voto y escoger a quien consideras la mejor opción para que te gobierne) se ha convertido en un ente totalitario que somete a las televisoras, a las estaciones de radio, no te permite postularte libremente ni tampoco publicar que apoyas o desapruebas a equis candidato en estos medios", afirma Ramos, el especialista en medios.

La Ley Electoral, como existe hoy, ha servido de poco o nada, "y modificarla es una prioridad, de lo contrario, la gente participará menos en la vida democrática. Y sospecho que esa es la intención de los partidos políticos", concluye De Luna.

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_{1 Comentarios}

_{felipillovox
escribe 07.0813}

_{la
reforma al IFE debe ir más allá de quitar sus estúpidos y
aburridísimos spots que tenemos que tragarnos por los medios de
comunicación, debe ser más participativa y abierta para la sociedad,
ya estamos hartos de que al asunto nomás se le maquille y no se llegue
al fondo del asunto que es la corrupción y el burocratismo al interior
de ese instituto político. Ojalá se haga algo, aunque lo dudo}