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El PRI y la inflación, su gran compañera

Los primeros dos meses del regreso priísta a la presidencia parecen mostrar cierta cordura y el acuerdo de mantener la disciplina fiscal en el manejo del gasto público. Sin embargo hay que ertar advertidos que, para crear megainflaciones, los gobiernos tricolores han sido amos y maestros

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FEBRERO, 2013. Cada principio de mes los automovilistas suelen hacer corajes porque el precio del combustible aumenta 10 centavos, una carga relativamente pequeña para el resto de la población pero que ha resultado en que, desde que fue implantada en el gobierno de Felipe Calderón en el 2009, el "gasolinazo" lleva tras de sí una carga inflacionaria cercana al 4.3 por ciento, cantidad casi cercana al 5.3 por ciento que marcó el Índice de Precios al Consumidor al final del sexenio pasado. Sumemos ésta a la marca registrada en la primera parte del sexenio calderonista y los seis años correspondientes a Vicente Fox, extraídos del mismo IPC, y nos encontraremos con que en los dos gobiernos blanquiazules tuvimos una inflación totalizada del 46.6 por ciento. ¿Una monstruosidad, cierto?

Bueno, pues si realizamos un comparativo tenemos que tan solo en octubre de 1982, según refiere Gabriel Zaid en El Progreso Improductivo, la inflación dio un espectacular salto del 67 por ciento producto, entre otras gracejadas del entonces José López Portillo, de la "nacionalización" bancaria, la absoluta pérdida de la confianza entre los inversionistas y la emisión, ya sin control alguno, de papel moneda para financiar el gasto público en el último tramo de ese sexenio. Conviene recalcar que ese 67 por ciento se dio, en un mes, y no 12 años, así como es menester recordar que se trató de un gobierno priísta. Y como muestra de lo mal que estaban las cosas entonces, el "menos pior" de los sexenios echeverrista, lopezportillista y delamadridista fue éste último pese a que en toda esa gestión la inflación fue del 1,432 por ciento con todo y "pactos" para congelar precios, según el mismo Zaid. 

Para fortuna del quehacer priísta en torno al manejo económico, el sexenio de Ernesto Zedillo, que heredó el "error de diciembre", cerró con una inflación del 12.5 por ciento en su último año. Buenas noticias, excepto por un detalle: Zedillo no era precisamente un presidente priísta; de hecho el PAN pudo haberlo lanzado como candidato sin problema alguno

Y como decía Carlos Alberto Montaner, a los números nadie los puede engañar. Los priístas son expertos en crear burbujas inflacionarias y hacerlas estallar (y en endeudarnos hasta el cogote: solo preguntemos por Moreira en Coahuila y Ulises Ruiz en Oaxaca). El financiamiento para obras faraónicas e inútiles fue la constante desde que el PRI nació como tal, y jamás le preocupó gran cosa la repercusión en el bolsillo del consumidor por sus excesos. Siempre fue así durante las siete décadas en las que ostentó el poder, si bien durante los años del "milagro mexicano" y con una mejoría en el nivel de vida y cierta austeridad fiscal, la inflación se mantuvo en términos relativamente manejables.

El PRI necesita, para mantener su cohesión y la lealtad de líderes sindicales, erogar dinero, y en un país que produce tan poco la impresión sin medida de papel moneda es una tentación a la que los políticos difícilmente se pueden resistir. Obviamente el clientelismo también fue realizado por el PAN, el cual durante 12 año, y más en su segundo sexenio, realizó esta labor como alumno aventajado del PRI.

Otro factor que durante los gobiernos panistas a nivel federal que mantuvieron baja la inflación es que la iniciativa privada sabe que no realizarán atropellos descarados al estado de derecho ni a decretar nacionalizaciones arbitrarias. Ni Vicente Fox ni Felipe Calderón pudieron haber siquiera pensado en la posibilidad de querer prolongar sus gobiernos, como ocurrió, en casos recientes, con Luis Echeverría y Carlos Salinas. Asimismo, la Banca internacional considera más fiable a un gobierno panista que a un priísta; la deuda externa fue un tema que prácticamente no se abordó del 2000 al 2012, la cuesta de enero se convirtió en un brinco pasable en cada inicio de año ni tampoco hubo los escandalosos desfalcos que tan comunes eran en la dependencias públicas durante el priato. 

Y mucho más importante: sin esta disciplina en el gasto público --que pudo haber sido mayor de no ser por los compromisos burocráticos contraídos por gobiernos anteriores-- la crisis económica del 2008 que pegó a Estados Unidos y a Europa, habría sido devastadora en México. Quizá el ex secretario de Hacienda Ernesto Carstens minimizó el asunto al llamarle "un catarrito", pero al final quedó claro que tampoco se trató de una pulmonía.

En estos dos meses, el PRI ha dado indicios que se trata de seguir la ruta panista de disciplina fiscal que mantenga controlada la inflación. Aunque provoque corajes a los automovilistas, el aumento mensual de 10 centavos en los combustibles es preferible a eliminarlo y querer suplirlo con impuestos disfrazados mientras se enarbolan banderas populistas. La incertidumbre, sin embargo, se da por encontrarnos ante una situación inédita, la de un PRI que recupera el gobierno federal.

Aún es pronto para asegurar que el rumbo económico heredado del panismo, en lo esencial, se mantendrá o si dentro de unos meses comenzarán los timonazos populistas conforme se aproximen procesos electorales. Es entonces cuando veremos si realmente ese partido ha aprendido su lección; de lo contrario, la palabra inflación volverá a imponerse en nuestro vocabulario cotidiano.

 

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2 Comentarios

pelacas_moreno escribe 06.02.13

Yo todavia no termino de comprender como es que hubo mexicanos que votaron para traer de vuelta al PRI a la presidencia, en realidad somos tan costosa de memoria como para no recordar el desastre que fueron los gobiernos priístas? O peor aún, que con la tremenda endeudada que dejaron personajes como Humberto Moreira de todos modos hubiera quienes votaron por el PRI, yo vote por Gabriel Quadri, por lo menos tenía cara de payaso simpatico

ese_mi_pele escribe 07.02.13

Yo confio en que Peña Nieto serca capaz de reducir los indices de violencia en este pais pero a cambio nos va a dejar una economia desmadrada, ya lo veremos a su tiempo y es más, se aceptan apuestas

 

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