NACIONAL: Las broncas del PAN y las manos más que sucias de Calderón

Cuando se pensaba que se iría tranquilo e impune a Harvard, resultó que el ex presidente había dejado alfiles en puestos importantes que ahora son motivo de encontronazos dentro del PAN, situación que hace peligrar la estabilidad y credibilidad de ese partido ante la sociedad mexicana

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Por Roberto Rojas M.*

JULIO, 2013. De macabro sarcasmo se convirtió una de las frases de campaña de Felipe Calderón que decía "manos limpias". Conforme arreció la guerra contra las bandas del crimen organizado y se acumulaba el número de muertos, buena parte de ellos civiles que nada tenían qué ver con el ajo, aquello de las "manos limpias" fue retirado de la publicidad, como ocurrió con lo del "presidente del empleo", otra frase demagógica y hueca, a menos que se hubiera sido burócrata en el sexenio anterior.

Hace medio año que acabó el gobierno de Felipe Calderón, afortunadamente. Pero el ex mandatario sigue teniendo las manos sucias, esta vez metidas hasta el fondo del partido político que lo llevó a la presidencia en el 2006. Quizá en Harvard le pidieron que se lavara sus manitas, pero en México las ha tenido llenas de cochambre desde que dejó "alfiles" en varias posiciones que Acción Nacional ostenta en la vida pública, básicamente las Cámaras de Diputados y de Senadores.

¿El motivo? El michoacano debe protegerse ante cualquier posible embestida o intento de juicio político por su "guerra" que ningún votante le había solicitado. Si no se ha dado la andada es porque desde Los mismos Pinos se ha evitado entrar en ese terreno. Pero eso no quiere decir que los vientos se mantengan iguales dentro de un sexenio que aún se encuentra en pañales y al que todavía le resta un lustro. También cuenta el hecho que el chaparrito moreliano quiera volver a mover sus fichas para la elección del 2018 y la que se dará en el 2015 cuando sea renovada la Cámara Baja.

Y así como su sexenio provocó enorme daño a la sociedad, ya como ex mandatario a Calderón no parece importarle el daño que está provocando a la imagen de su partido. Todavía el pasado diciembre parecía que el plan funcionaría perfectamente. Calderón empacaba sus cosas rumbo a Harvard menos de una semana después de haber entregado la presidencia y lograba que uno de sus allegados más cercanos, el plurinominal Ernesto "Seis Mil Pesotes" Cordero, quedara al frente de la bancada panista en el Senado, factor sine qua non para eludir, o al menos retrasar, cualquier intento de llamarlo a cuentas. Otros pensaban, entre ellos el dirigente nacional del PAN, que ya alejado allá en la distante Boston, Calderón dejaría en paz al blanquiazul.

Los problemas comenzaron a darse desde el pasado abril cuando varios legisladores panistas, incluido Cordero, "tomaron" 300 millones de pesos que con parte de la dieta que el PAN recibe en la Cámara y luego se los repartieron entre un puñado. ¿Con qué razón? Misterio. Luego vino el encontronazo con Gustavo José Madero, líder del blanquiazul, quien como respuesta removió a Cordero de su puesto y colocó a otro legislador, más parco y por lo mismo más manejable, pero que no estaba alineado con las huestes calderonistas.

Ahí está lejos de cerrarse el asunto: el partido donde sus militantes se distinguieron durante mucho tiempo por su idealismo y sus esporádicas divisiones internas (algo que solían manejar y resolver muy discretamente) ahora han hecho foro público sus discrepancias, sus golpeteos, sus encontronazos entre quienes quieren que Acción Nacional retome sus ideales y los que desean seguir manteniendo al calderonismo con vida artificial.

Los golpeteos no se dan únicamente entre los legisladores blanquiazules y si partido. En Baja California apareció un video donde un candidato mantiene una "conversación romántica" con un joven de 15 años, en la Laguna, donde el 7 de julio habrá elecciones para alcalde, hay un grupo que pide "votar" por el ex embajador de México en España, Jorge Zermeño, pese a que no resultó ser el candidato oficial (Zermeño ha dicho que nada tiene que ver con tales "simpatizantes") y en Aguascalientes al ex gobernador panista Armando Reynoso Femat está a punto de entrar a prisión por presunto desvío de recursos y lavado de dinero.

Qué atrás han quedado los tiempos aquellos del idealismo "bronco" de Pancho Barrio, de "Maquío Clouthier" y de Carlos Castillo Peraza, quien de estar vivo no hallaría dónde esconderse de la vergüenza de quien presumía ser uno de sus alumnos más aventajados. Bastante ha perjudicado la dupla Calderón-Cordero a este país como para que, de ribete, ataquen al propio partido al cual alguna vez se afiliaron.

Lo ideal sería que Acción Nacional, o más bien las fuerzas íntegras de ese partido, deberán realizar una desparatización a fondo que en este momento amenaza la propia supervivencia de ese organismo. No hacerlo a tiempo implicará un declive muy serio para el país. Por lo pronto, lávenle con Wíndex las manos a Calderón, y si bien no es posible echar a Cordero dada su coraza legislativa, sería bueno aislarlo para evitar que siga haciendo más daño desde su curul.

*Abogado y analista apasionado de la política

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