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MEDIOS/Televisión
Se va Azcárraga
Jean, pero desafortunadamente a Televisa aun le queda cuerda
Es el cambio más importante de
la TV mexicana en décadas, con lo cual se especula sobre el final
del emporio televisivo. Pero se trata, sin embargo, de cambios clave
en la empresa ante el desinfle de esos medios tradicionales que ya
huelen a obsoleto
OCTUBRE, 2017. Quizá sea una exageración
llamarle el fin del imperio Televisa, pero nadie renuncia a un puesto
tan poderoso, quizá igual o más importante como el de un secretario
de Estado --algo que el analista en Comunicaciones Raúl Trejo
Delarbre señaló hace años-- cuando las cosas andan bien. Es
definitivo: el nieto de El León e hijo de El Tigre Azcárraga ha
estado lejos de tener la misma habilidad que su padre y su abuelo en
la industria del entretenimiento mexicano y latinoamericano.
Tampoco es enteramente su culpa: desde que asumió el poder de
Televisa, Emilio Azcárraga Jean, el universo de las comunicaciones
como era conocido anteriormente cambió radicalmente. En 1997 el
Internet aún era un campo exclusivo para los nerds de los
campus, el streaming de audio y video todavía era
desesperadamente lento, los celulares servían solamente para hacer
llamadas telefónicas y enviarse mensajes, todo mundo apostaba por
los portales en la red y el Internet inalámbrico aún se encontraba a
unos años de distancia.
Ningún otro medio había representado un rival tan formidable e
indestructible para la TV como lo ha sido la red. Ya para los 90 la
televisión abierta estaba batallando ante el embate de la señal por
cable y ahora ambos están en el mismo proceso de extinción que
sufren los CDs y los DVDs. A ello debe agregarse que la TV
tradicional nunca estuvo preparada para enfrentar dignamente al
nuevo competidor; al tener en línea la interactividad, el que se
opine en forma directa y para de esa manera ahorrar miles de pesos
en encuestas que no siempre son fiables, ha sido una de las grandes
desventajas de la TV tradicional.
Del mismo modo y tras el auge de las redes sociales (a fines de los
90, época prehistórica para muchos, no existían ni
facebook, ni YouTube ni twitter), Televisa se fue rezagando con su logística
tradicional que igual está afectando a TV Azteca, su principal
rival. Ante esta situación, la salida de Azcárraga Jean pudiera
verse como un fracaso. Sería arriesgado considerarlo así, pues de
acuerdo con el columnista Pepe Yuste, "el valor en el mercado de
Televisa en 1997 era de cuatro mil 56 millones de dólares. Hoy es
13,670 millones de dólares (...) sin duda, hoy Televisa tiene más
valor".
El problema principal es que la que por décadas fue su plataforma
más productiva, la TV abierta, ha enfrentado una caída considerable
las dos últimas décadas; menos anunciantes se acercan a firmar
jugosos contratos, el último decenio no ha habido una telenovela de
éxito mundial que entre con igual fuerza en otros mercados; la barra
matutina de variedades sencillamente no "prende", su barra de
noticieros ha perdido la fuerza e influencia que llegó a tener en
otros tiempos; su barra infantil es patética y el área de
espectáculos y "nuevos talentos" ha sido tan pobre que los domingos
por la tarde se ha tenido que recurrir a transmitir éxitos de
Hollywood --algo insólito para un canal que rara vez transmitía
películas extranjeras-- con tal de ganar auditorio.
La barra deportiva, en especial el futbol de la NFL y el soccer
mexicano, además de algunos partidos de Ligas Mayores y carreras de
autos, han sufrido poca mella en este proceso; en este sector la
relación con los publicistas no se ha deteriorado gran cosa debido
al avance de las redes sociales.
La salida de Azcárraga Jean y la suplencia en su puesto por parte de
Bernardo Gómez y Alfonso de Aigotia es más bien un cambio de
estrategias desde posiciones diferentes, sobre todo con el fin de
ganarse al público millennial al cual opciones como la TV
abierta y Blim no le representan mayor interés. Si Televisa fracasa
en su intento por atraer a los millennials, en los próximos
años inmediatos sí podría ver su supervivencia amenazada en corto
plazo.
Eran recortes que ya se veían venir, entre ellos el de quitar la
"exclusividad" a buena parte de sus artistas quienes en consecuencia
han emigrado a plataformas como Netflix, con la cual, por cierto,
Televisa rompió una alianza hace meses.
Lo que se avizora también es sí dentro de un lustro, quizá menos, la
TV aérea seguirá siendo rentable. Además de Netflix, cada día hay
más vlogueros en Youtube que producen su propio material, en
ocasiones mucho más ingenioso aunque cuente con presupuestos mucho
menores.
A este hecho debe atribuirse la salida de Emilio Azcárraga Jean del
máximo puesto de Televisa. Malas noticias para los enemigos
acérrimos del que hasta hace unos días era el magnate más poderoso
de la televisión mexicana. Como sea, el peso de otrora de esa cadena
tampoco será el mismo. Es un cetro que ha perdido mucho peso lo
cual, necesariamente, deberá resultar en una mejoría en la calidad y
contenidos de la TV del futuro, sea cual sea el formato que ésta
presente.
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