MEDIOS Las encuestas no amañadas muestran que sucede realmente en los Estados Unidos con Trump

Una reciente encuesta lo deja en claro: si bien Donald Trump está lejos de ser un presidente ejemplar, la percepión que los medios dan de él hacia el mundo no necesariamente refleja la realidad norteamericana; después de todo, muchos de quienes no llevaron a la Casa Blanca aún siguen confiando en su discurso

AGOSTO, 2017. Cualquiera que se guiara ciegamente por lo que los medios de comunicación norteamericanos dicen en contra de Donald Trump, rápido concluiría que ese país se encuentra en el peor momento de su historia, con ínfimos niveles de aprobación, con una economía estancada y con un desastre en todos sentidos que tiene a Estados Unidos a centímetros del abismo. La solución, claro, es echar fuera a Trump de la Casa Blanca, nos insisten esos medios. También se concluiría que la comunidad latina, aparte de estar alineada al 100 por ciento con los demócratas, reprueban enérgicamente cualquier cosa que haga y diga el mandatario, en especial respecto a su política migratoria.

La calificación negativa de los medios hacia Trump es escandalosa pues alcanza el 95 por ciento, según un estudio realizado por The New York Post. Pero según Rod Dreher, de la página American Conservative, "lo único que este golpeteo sistemático está logrando es convertir en víctima al presidente y, por tanto, al final le ayudará a fortalecer su presencia en buena parte de la opinión pública, sobre todo cuando ésta percibe que los ataques son meramente personales y poco tienen qué ver con su forma de gobernar".

Hace unos días la encuestadora PBD Marist junto con la National Públic Radio --dos entes que, si bien son financiados por el Estado norteamericano, mantienen posturas claramente de izquierda en su programación-- dieron a conocer los resultados de un sondeo donde algo queda en claro, que si bien los números no le son favorables a Donald Trump, tampoco son la catástrofe que diariamente y sin parar machacan los medios informativos. Por ejemplo, la encuesta señala que el índice de desaprobación del mandatario es del 51 por ciento, el cual, por cierto, no ha cambiado gran cosa a lo largo del año, ni siquiera tras los desmanes en Charlottesville, los cuales, creía la prensa liberal, habrían obligado a Trump a presentar su renuncia.

Otro aspecto ingente que manejan los medios es la remoción de las estatuas de héroes confederados con el argumento de que fueron personajes "racistas". El 86 por ciento de quienes se consideran republicanos mostraron su desacuerdo con la remoción contra un 61 por ciento de los independientes y un 57 por ciento de los "demócratas duros" y un 52 por ciento de los "demócratas moderados".

Como se ve, el asunto de las estatuas removidas no parece ser un asunto urgente tanto para simpatizantes republicanos y demócratas quienes prefieren dedicar su tiempo en cuestiones más útiles y provechosas para la sociedad.

El noroeste de los Estados Unidos es la región donde hasta un 53 por ciento exige que se retiren las estatuas "racistas" y es aquí donde la encuesta arrojó un resultado insólito: 44 por ciento de los afroamericanos están a favor de que las estatuas permanezcan en su lugar junto con un 65 por ciento de la comunidad latina la cual, en otra parte de la encuesta, mostró que 6 por ciento de aprueba al KKK e igualmente apoyan en un 13 por ciento a la llamada "derecha alterna (alt-right). Sin embargo la encuesta apunta que un 90 por ciento de todos quienes respondieron rechaza a los grupos supremacistas blancos.

¿Por qué semejante contraste con lo que dicen los medios y lo que expresa la opinión pública en esta encuesta?

La explicación más inmediata es que los encuestados no proporcionaron sus nombres y ello evitaron ser víctimas de represalias en sus centros de trabajo o de estudio y se sienten más libres de decir lo que realmente piensan mediante estos sondeos que les proporcionan cierto anonimato.

En ello tiene razón Frank Furedi, de la página libertaria inglesa spiked! al afirmar que "las encuestas en relación al brexit fueron abrumadoramente en contra cuando se tenía que proporcionar el nombre, y mayoritariamente a favor cuando los encuestados podían guardar cierto anonimato. La gente tiende a decir lo que realmente piensa cuando está segura que no habrán consecuencias o represalias".

Por ello, y pese a lo que refiere la izquierda norteamericana, agrega Furedi, "si esta misma semana se repitieran las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Donald Trump volvería a ganar, quizá con un margen menor, pero aún muy por delante del que podría obtener Hillary Clinton. La razón es simple: el desprestigio de los demócratas es todavía mayor, lo que sucede es que los medios norteamericanos no dan cuenta de ello a sus lectores y sus televidentes".

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