MEDIOS: Televisoras mexicanas, o cambian o se hunden

Mientras TV Azteca acelera sus despidos masivos, Televisa buscará competir con otros gigantes del entretenimiento en línea, todo el tiempo que su programación abierta y la falta de anunciantes, están hundiendo lo que otrora fue un poderoso mercado

MARZO, 2016. Es lo que se llama un estruendoso secreto: las principales televisoras de México se desangran, sobre todo TV Azteca, mucho menos diversificada que su competidora; agreguemos a ello la compra de Blockbuster, una transacción que hasta hoy no ha tenido mayor repercusión frente al gigante NetFlix asociado con Televisa, Sumemos a ello el pleito que Azteca perdió con Dish Network al querer aplicar un cobro por retransmitir su señal y veremos que, a poco más de dos décadas de haber regresado a manos privadas, TV Azteca atraviesa por uno de sus momentos más complicados.

Muchos otros programas y segmentos también han recibido el hachazo del señor Ricardo Salinas Pliego al tiempo que Azteca 40, un proyecto más "serio", por decirlo de algún modo, aún no despega completamente y buena parte de su tiempo lo destina a la transmisión de informerciales.

Desde hace algunos años, el área de telenovelas de esa empresa no ha logrado una propuesta que haga frente a las telenovelas insípidas y ultrapredecibles que produce Televisa. Hubo intentos en asociación con Argos producciones par crear una especie de thriller-novela política, incluso una que reflejaba con unos días de retraso, lo que ocurría en el mundillo político real. Pero la relación de Argos con Salinas Pliego --quien ha mostrado tener una mecha muy corta con sus asociados-- terminó por quebrarse con lo que ese género fue sustituido por las telenovelas con argumentos manidos que buscaban competir con las producciones de Televisa igualmente malas.

Esto ha llevado, de acuerdo a Joaquín Gonzáles ("con S, por favor", recalca) "a que Televisión Azteca recurra a fórmulas más económicas, que paradójicamente viene a ser la importación de telenovelas". Gonzáles, un especialista en medios, afirma no ser "aficionado, para nada", de las telenovelas, pero dice que éstas representan "la tabla que podría salvar a esa empresa de la catástrofe, producto de malas decisiones mercantiles y el embate del Internet al cual TV Azteca no ha podido responder adecuadamente. Pero al final creo que los espectadores saldrán ganando con estas propuestas, todo eso si la televisora del Ajusco sabe mover sus fichas ya no para enfrentar directamente a Televisa, sino para sobrevivir".

--La importación de telenovelas no es asunto frecuente en México, que es más conocido como exportador. ¿Se trata de un fenómeno nuevo?
--La importación de telenovelas ya lleva muchos años. En los sesenta hubo producciones argentinas y de Puerto Rico que tuvieron bastante éxito, y qué decir de las telenovelas venezolanas que en los setenta hicieron furor en México. Durante los 90 la importación de telenovelas llegó a su punto más bajo y hoy, ante la crisis financiera de las televisoras, sobre todo TV Azteca, regresa esta modalidad, que esperamos refresque a ese género que desde hace años está hundido en la mediocridad, la cursilería y los guiones malisimos.

--¿No suena paradójico importar novelas para ahorrar costos en vez de producirlas localmente?
--Tras la devaluación de 1976 ocurrió algo similar, pero lo que sucede es que sale mucho más barato importar telenovelas que hacerlas en México. Aquí tienes que lidiar con sindicatos, guionistas, libretistas. transportación, logística, utilería y los pagos a los actores que suelen ser en dólares, todo eso con el riesgo que la novela fracase y se pierda toda la inversión. En cambio, al importar una novela te ahorras todo ese gasto y ofreces una fórmula que ya fue exitosa en otras latitudes.

--Fíjate que se dio un fenómeno curioso con la reciente novela Avenida Brasil, donde gente que rara vez se asoma a las telenovelas comenzó a seguirla, señal de que los espectadores ya están hartos de las simplemente marías o las muchachas italianas que vienen a casarse...
--Avenida Brasil ha tenido éxito enorme en varios países y esto podemos atribuirlo a que se trata de un excelente guión que te atrapa desde que te asomas a la historia. Y coincido contigo en que el público, que cada vez sintoniza menos a la TV abierta, ya está saturado de esas historias irreales de Televisa, como Simplemente María, que suenan totalmente absurdas en el México actual. Esto prueba el hambre de ver cosas nuevas en vez de remakes y nuevas versiones de telenovelas que ya desde los 80 estaban deshilachadas.

--Otra sorpresa han sido las telenovelas de Turquía por lo bien hechas y sus historias convincentes...
--México no ha producido buenas telenovelas desde hace casi dos décadas, ya sea por la inclusión forzada de actores y actrices "recomendados" que carecen en lo absoluto de talento. Independientemente que nos gusten las telenovelas o no, hay otro factor y es el retiro o el fallecimiento de los actores que impulsaron las novelas mexicanas por todo el mundo, un hueco que los recién llegados no han podido llenar. Por el otro está la ausencia de guiones ya no digamos buenos, sino frescos. Insisto, ya basta de la pueblerina ingenua de trenzas que llega a la gran ciudad como si fuera una civilización desconocida; en tiempos donde en las comunidades rurales los jóvenes ya tienen whatsapp y Facebook, esas historias son una necedad absoluta.

---Hace 20 años se veía como una apuesta segura tener una concesión de TV pero hoy el asunto ya no es tan claro, señal de cómo ha cambiado la tecnología desde entonces...
--Ello explica que la convocatoria para una nueva cadena hubiera sido tan desangelada. Claro que sigue siendo una mina de oro para los concesionarios, el problema es por cuánto tiempo, y la importación de telenovelas viene a ser una manera de retrasar lo que se antoja inevitable, que la red se coma a las televisoras.

--TV Azteca tuvo a todito.com, una página web, y Televisa aún tiene esmas.com, que se encuentra muy lejos de tener el éxito económico que se esperaba...
--El publico de la red es diferente al de la TV abierta. Y ahora que tu puedes ver tu programa o telenovela favorita a la hora que quieras en Internet, pues peor aún.

--¿Esto explicaría el reciente fracaso de Big Brother México?
--La única manera para que funcionen programas como ese es si metes celebridades, aunque la fórmula también ya está en picada en otros países. Big Brother siempre me pareció un tontería y me alegra que muchos otros televidentes estén llegando a la misma conclusión.

--Sin anunciantes la televisión comercial será incapaz de ofrecer buenos contenidos. ¿Terminarán convirtiéndose los principales canales en repetidoras de infomerciales o crees que sobrevivirán al reto?
--Veremos como se desarrolla el experimento de las telenovelas importadas. Si funciona tendremos más producciones de ese tipo, y si no, los recortes de personal continuarán y esos canales pasarán a ser meros lectores de noticias, de informerciales. partidos de futbol o programas de debate. Su panorama es difícil pero obligará a los concesionarios a utilizar su ingenio, ése que por tantos nos escamotearon a los espectadores con programas deplorables. Algo bueno habrá de salir de todo esto.

--Finalmente, es inevitable preguntarte sobre Blim, la nueva plataforma de Televisa para competir con Netflix y Youtube?
--Lo mismo que pasó com los "sitcoms" mexicanos de Adal Ramones y Facundo que quisieron competir con series gringas como Friends, es decir, un fracaso por adelantado. ¿Quién va a pagar para ver a Rosa Salvaje, El Premio Mayor o María la del Barrio en línea? Blim no es la respuesta para atraerse a los milennials... lo veremos muy pronto.

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