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Porque Queen es tan popular hoy

Quizá con la sempiterna excepción de los Beatles, este grupo inglés disfruta de inusitada popularidad pese hace casi tres décadas grabó su último disco con el vocalista original. Hay una razón para ello, naturalmente, y que la reciente película no duda en destacar. Y ni modo, a seguir aguantando por otro rato los ya cansados mama mías del hit más importante (y trillado) de Queen

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FEBRERO, 2018. Tras su separación hace casi medio siglo, los Beatles siguen disfrutando de una envidiable popularidad que rara vez ha bajado, a diferencia de muchos contemporáneos suyos que alguien vuelve a exhumar, su música se disfruta un rato por las nuevas generaciones y vuelve a difuminarse al poco tiempo. En ocasiones ese regreso se da con una canción semiolvidada que algún director incluye en el soundtrack de su película, caso concreto el de "Unchained Melody" de los Righteous Brothers, incluida en Ghost, con Patrick Swayze y Demi Moore, o bien "Tiny Dancer" de Elton John, que escuchamos en Almost Famous, un tema del cual llegó a decir su intérprete Elton John, "hace tiempo lo había retirado de mi repertorio... la gente comenzó a pedirlo y tuve que conseguir las partituras para recordar las notas".

El momento cumbre de Queen se dio desde 1973 y continuó hasta la publicación de The Works (disco que contiene "Radio Gaga") en 1984. Luego de eso este grupo inglés se fue en picada, produciendo cosas tan lamentables como "Friends Will Be Friends" y "Las Palabras de Amor". Sin embargo ya cuando terminaban los setenta se consideraba a Queen un grupo interesante, sí, pero bastante presuntuoso, sobre todo por su "Bohemian Rhapsody", de la cual un crítico de la extinta revista Creem escribió: "A media canción se acaba el ingenio del grupo por lo que entonces recurre a casi dos minutos de mama mías para que sus fans, aun los más fervientes, no puedan darse cuenta de ello", declaración irónica pues la mayoría de quienes gustan de escuchar a Queen hoy consideran a "Bohemian Rhapsody" una de sus obras maestras.

Una obra maestra de la cual, por cierto, muchos ya estamos hartos (deshonor que comparte con "Stairway to Heaven", de Led Zeppelin). Es uno de los temas más trillados y sobreexplotados en la historia del rock. Y cada vez que la fama de Queen parecía difuminarse, los "mamma mías let me go" regresaban para obligar a muchos de nosotros a cambiar de difusora o apagar el radio. Y ello ha ocurrido con cada "resurrección" de Queen, las cuales aquí hemos contabilizado en tres.

La primera se dio en 1981 con la aparición de su Greatest Hits, un buen disco que los dio a conocer masivamente en muchos mercados, entre ellos el latinoamericano al cual el grupo al mando de Freddie Mercury ya había abonado terreno con varios conciertos el año anterior. El segundo regreso se dio, paradójicamente, tras la muerte de su cantante una década más tarde. El tercer retorno, por supuesto, lo tenemos con el estreno de Bohemian Rhapsody, película que se da varias licencias históricas como, por ejemplo, que el grupo estaba desintegrado al momento de presentarse en Live Aid cuando en realidad habían pasado ocho meses de su última presentación y jamás hubo un rompimiento formal como se nos insinúa en este filme.

En donde quiera que radique el lector se este artículo habrá notado cómo Queen nos ha estado rodeando por todos lados, ya sea a través de la radio, documentales, pósters, videojuegos, aplicaciones con trivias y, naturalmente, la película. Bien lo dijo Brian May en una entrevista reciente: "Hoy me encuentro más seguido con nosotros mismos en la radio, en la TV, en los libros, que cuando Freddie aún estaba vivo". ¿Pero por qué ese creciente interés en Queen, sobre todo en las generaciones más jóvenes? ¿Por qué ese fenómeno, quizá con la sempiterna excepción de los Beatles, no se ha repetido en otras leyendas del rock inglés, trátese de Led Zeppelin, The Who o los Rolling Stones?

La respuesta, o al menos parte de ella, se puede intuir en la reciente película donde Freddie aparece luchando para definir su identidad sexual hasta que finalmente confiesa a su novia Mary que "es bisexual" a lo que ella responde, "no, Freddie, eres gay", un mensaje sutil dado que, para la comunidad gay actual, se es o no se es, de ahí que este movimiento no apoya precisamente la bisexualidad ni, extrañamente, a aquellas mujeres que quieran convertirse en hombres, algo que sí formaba parte de su activismo hace 40 años.

En cuentas resumidas, esta cinta y buena parte del respaldo que ha recibido Queen, busca posicionarlo como un icono gay, quizá el más conocido; recordemos que otros intentos, ya fueran filmes sobre la vida de Rock Hudson o Harvey Milk --el que encarnó Sean Penn y que le valió el Óscar pese a que nadie fuera de San Francisco tiene idea de quién era Milk-- fracasaron en taquilla. Bohemian Rhapsody parece haber quebrado ese maleficio.

Sin embargo, Mercury nunca se sintió cómodo con sus inclinaciones sexuales, primeramente porque en la Gran Bretaña de los 70, el que una celebridad hablara abiertamente de ese tema podría costarle su carrera (recordemos cómo Elton John dio ese salto cuando estaba de gira en Estados Unidos) y, en segundo lugar, la fe religiosa del cantante, el zoroastrismo, no veía con mucha simpatía la homosexualidad. Si Mercury decidió probar ésta se debió a que se lo permitía su megafama que parecía convertirlo invencible ante las críticas o los ataques, sin olvidar por un momento que el rumor sobre la ambigüedad sexualidad de Mercury lo acompañó prácticamente desde el inicio de su carrera.

Mercury, por tanto, no se mostraba muy orgulloso de ser gay, tanto así que ocultó su condición hasta unas horas antes de su muerte. Hasta el final optó por el silencio antes de aceptar las consecuencias.

Ello explicaría la nueva ola de Queenmanía que está experimentando el mundo. La otra, por supuesto, es la calidad musical del grupo, si bien, como referimos líneas arriba, ya estemos hartos de muchas de sus canciones, en especial una cuyos mama mías ya nos resultan insoportables, al igual que otros mama mías de cierto cuarteto sueco que también ha visto renacer su popularidad, vaya cosas, con una película musical.

 

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2 opiniones

claudio_cortes-v opina 17.04.19

Me he topado casualmente con vuestro sitio y deseo felicitaros por el artículo de Queen. Sin embargo el autor ha olvidado otra "resurreción" de Queen la cual se dio con una cinta que en España conocimos como ¡Qué Desparrame! (Wayne's World) donde los protagonistas aparecen dentro de un compacto cantando  los mama mías de la Rapsodia Bohemia. Me molestó que al video tradicional de Queen de ese tema le hayan incluido escenas de la película. Es ese un detalle que quería compartir con vosotros. Me ha gustado mucho la fasenlinea. Saludos desde Cuenca, España

felipillovox opina 05.03.19

La razón de que Queen se haya vuelto tan popular hoy se debe como ustedes dicen a que lo quieren posicionar como un icono gay, lo que me llama la atención es que nadie haya objetado que su canción Fat Bottomed Girls (Muchachas Nalgonas) no haya sido tachado de "sexista" y otras estupideces

 

 

 
 

 

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