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Otro efecto del brexit: quiénes son los verdaderos discriminadores

Al atacar a los viejos que votaron mayoritariamente a favor de salir de la Eurozona, los jóvenes progres ingleses, aparte de mostrar una abominable discriminación, desconocen escandalosamente la historia de las generaciones que les antecedieron y el valor de la democracia participativa la cual, como se ve, también desprecian claramente

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JULIO, 2016. El mes de junio cerró de manera infernal para los progres del mundo como no se veía en años. El jueves el resultado a favor del brexit en Gran Bretaña provocó que todos ellos enviaran miles de furiosos tuits contra los "estúpidos", "los viejos que no solo nos roban el oxígeno sino que votaron por el sí" y no pocas propuestas, como lo manifestara la página sp!ked, "de buscar a todos quienes dieron el sí el brexit para ponerlos en fila y fusilarlos".

Tres días después, en España, la coalición Podemos-Izquierda Unida sufrió una desastrosa derrota pese a que las encuestas y un sector de la prensa les daban amplia ventaja en las elecciones. Al saberse los resultados, la izquierda ibérica, cómo no, arremetió contra "los viejos que quieren desenterrar los huesos de Franco", "quienes, además de inútiles, son unos paranoicos temerosos de todo cambio" o simplemente, "ignorantes que aún no entran al siglo XXI".

Con frecuencia los progres del mundo exigen "que el pueblo sea el que decida" decisiones importantes pero cuando éste habla y el veredicto no es el que esperaban, la izquierda muestra su verdadero rostro, uno donde se destila odio, repudio y los peores deseos a quienes supuestamente dice defender y proteger. Para ellos, la democracia solo es válida y digna de respeto cuando avala sus posturas y planteamientos.

El sadismo en Gran Bretaña y España contra los "viejos" por parte de la izquierda refleja in claro desprecio absoluto. Y por supuesto que, como otras tantas veces, esos irrespetuosos ataques no tendrán repercusiones, tratándose de progres a quienes se les perdona todo. Pero imaginemos por un momento que los "viejos" hubieran optado por permanecer como miembros de la Comunidad Europea y se les echara esa condición en cara. Más de un tuitero hoy sería perseguido por la justicia o llevado ante los tribunales por sus aseveraciones claramente discriminatorias.

Con la incoherencia que le caracteriza --¿hace cuánto no exigía que Grecia saliera de la Eurozona, que Escocia se independizara y se asume partidaria de la secesión de Cataluña?-- la izquierda muestra lo que verdaderamente opina de aquellos cuyas causas dice apoyar siempre y cuando compartan sus opiniones. Se trata, por supuesto, de una mentalidad no solo desagradecida y cruel, sino egoísta, de sentir que es la única corriente histórica cuya opinión cuenta. Y con una inmadurez emocional pasmosa, incapaz de reconocer, siquiera una sola vez, que se ha equivocado.

Veamos el primer caso, el británico. Miles de jóvenes progres se manifestaron "traicionados" por los "viejos" que votaron por el sí. Pero como da cuenta un artículo de El País, fue este sector donde se registró la más baja votación, y si alguien no acude a votar, el principal motivo suele ser el desinterés. Durante semanas los medios ingleses hablaron abiertamente sobre los pros y contras del brexit y fue un tema abundante en las redes sociales. ¿Por qué entonces no acudieron a votar, dejando la decisión a "los viejos"?

Como muestra de esta repugnancia que la izquierda tiene a "los viejos" --¡qué rápido quedaron atrás para ellos términos políticamente correctos como "adultos en plenitud" y de "la tercera edad"-- la revista GQ versión británica publicó un texto donde propone "quitar el derecho al voto a los jubilados" pues, señala el autor, vomitando discriminación a lo largo del artículo, "se les debe prohibir participar en la política". Sin embargo hasta hoy los activistas gestapolíticamente correctos no han movido un dedo contra el autor de este artículo en cual, como señala Ella Wehman, de la página Sp!ked, "no existe ninguna diferencia en esta postura con la de los nazis que pedían llevar a los 'viejos inútiles' a las cámaras de gas".

Los "viejos" fueron más participativos y estaban mejor informados que los jóvenes progres, y ese factor fue el que decidió la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.

Este "antiviejismo" también comenzó a manifestarse a las pocas horas de la derrota de Podemos en España. Aparentemente quienes rechazaron la oferta de Pablo Iglesias no solo son unos "viejos" sino unos idiotas incapaces de razonar por su cuenta pues se dejan llevar como zombies por la propaganda de los medios conservadores. ¿No será, como en el caso inglés, que los "viejos" españoles son más experimentados y ya saben hacia dónde han llevado los experimentos socialistas que Podemos propone como panacea.

Gracias a esos "viejos", los jóvenes ingleses progres gozan de la libertad que hoy tienen. Fueron ellos y sus padres quienes lucharon contra la tiranía nazi, aguantaron durísimas jornadas de escasez de alimentos y en los setenta se unieron como un todo contra el terrorismo del Ejército Republicano Irlandés. 

Asimismo, los británicos "viejos" saben lo que es vivir dentro de un socialismo laborista de los setenta que solo trajo pobreza, desempleo, huelgas, inflación y tasas impositivas imposibles de cubrir. Ellos lo saben mejor que esos jovencitos que piensan que todo el mundo (y la historia) es únicamente la que ven a través de whatsapp y twitter donde solo "discuten" con quienes piensan igual que ellos y se niegan a todo debate con todo aquel que0 opina diferente.

Esos "viejos inútiles británicos" como les dice un tuitero, votaron por el en 1974 para que Gran Bretaña permaneciera en la Unión Europea. De no haber sido por esos "viejos", esos jóvenes progres egocéntricos jamás hubieran ingresado a la Eurozona.

Los ingleses que lucharon y murieron en la segunda guerra mundial enfrentando al nazismo, sacrificaron su propia generación en beneficio de las generaciones venideras. Los jóvenes progres, en cambio, solo piensan en ellos mismos y están demostrando una apatía letal ante el avance del fundamentalismo islámico.

Lo mismo puede decirse de España: esos "viejos" que hundieron las posibilidades electorales de Podemos son los mismos que sufrieron en carne propia al franquismo y finalmente lograron echarlo del poder mediante un acuerdo que milagrosamente evitó que se repitiera una guerra civil. Esos "viejos" se unieron como uno solo junto al Rey Juan Carlos para repudiar un golpe de Estado en 1981 que en momentos se veía como inevitable. Asimismo, esos "viejos" perdieron amigos y familiares a manos de la ETA pero ellos mismos arriesgaron sus vidas al participar en manifestaciones de rechazo hacia esa organización hasta que lograron derrotarla.

Sin la valentía de esos "viejos que no se quieren adaptar al siglo XXI", quizá esos jóvenes progres ególatras hoy vivirían bajo un régimen totalitario. Ni falta haría recalcar que esos "viejos" que en los sesenta eran veinteañeros provocaron una revolución musical, cultural y literaria tanto en Gran Bretaña como en España. Se ve difícil que la juventud de esos países, sumida en la apatía y la queja hacia todo y todos, logre igualarla en talento desarrollado.

Esos "viejos", pues, conscientes de que Europa está perdiendo mucho de su esencia no se irán al cementerio sin antes dar una batalla final. Eso debieran entenderlo los jóvenes progres que critican los "viejos" con epítetos claramente discriminatorios y quienes piensan que ellos son la primera y única generación valiosa de la historia humana.

 

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