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La paz perdida de La Laguna
Hasta hace poco considerada una de las regiones más tranquilas de México, hoy paga el precio de su estratégica situación geográfica combinada con la ineptitud en todos los niveles de gobierno y una escandalosa impunidad. Lo peor que temen sus habitantes es que pronto arrebate a Ciudad Juárez el título de zona sin ley
JUNIO, 2010. Fue un síntoma de la situación por la que atraviesa la región lagunera. La noche en que el equipo local de futbol goleó escandalosamente al Morelia los festejos en las calles fueron mínimos, un contraste con lo ocurrido en el 2008 cuando el Santos Laguna conquistó el campeonato y parecía que en la ciudad se estaba celebrando el carnaval de Río de
Janeiro. No era para menos: a menos de 24 horas del partido 8 jóvenes habían sido masacrados en un bar apenas inaugurado esa misma noche y más tarde tres cabezas fueron encontradas sobre el cofre de un auto estacionado a las afueras de una tienda de mayoreo en la vecina población de Lerdo, Dgo. A los pocos días se registró otra balacera frente al hotel
Holiday Inn y a cuyas espaldas se encuentra una zona residencial de clase alta, y dado que todo ocurrió a la 1:30 de la mañana, el enfrentamiento se escuchó en buena parte de la ciudad. "Parecía más bien que estaba en Irak, en Líbano o en Bosnia... ¡esto no puede ser la Laguna!", se queja, exasperado, el contador público Miguel Solís, quien vive a cuatro cuadras de donde ocurrieron los hechos,
"claramente sentía que los ráfagas y las granadas estaban ocurriendo en mi cochera".
Lo que más desespera a los habitantes de esta región conurbada es la ausencia de detenidos, de consignados, de cabecillas o de meros ejecutores. Solamente una vez fueron capturados dos asaltantes de una casa de empeño en el dentro de la ciudad donde otro más falleció y una agente de policía fue ultimada. Es una impunidad abrumadora que ha visto cómo el robo de vehículos se ha incrementado en un 50 por ciento en lo que va del año, y son despojos que ya no ocurren en la noche sino a mediodía. "Cuando quienes supuestamente deben protegernos son los primeros incompetentes se pierde todo asomo de vergüenza y respeto hacia lo ajeno", refiere el abogado Guillermo Quiroz, "estamos viendo un fenómeno claro de descomposición social insólito en nuestra región donde hasta hace apenas dos años podías caminar tranquilamente por las principales calles en la madrugada sin peligro que se alcanzara una bala y donde los bares y antros estaban a reventar los fines de semana; los asaltos y los robos se limitaban a las zonas periféricas pero hoy ocurren en todos lados sin importar si es colonia residencial o barriada... ni siquiera los sectores bardeados y con vigilancia privada están a salvo".
El abogado Quiroz ve con impotencia cómo la región se dirige a disputar uno de los sitios más indeseables a los que puede aspirar cualquier ciudad: "Nos estamos pareciendo cada vez más a Ciudad Juárez. Sólo que allá tienes la opción de irte a El Paso, pero ni modo que aquí emigres a Lerdo o a Gómez Palacio --las otras dos ciudades
colindantes con Torreón, pertenecientes al estado de Durango-- si las cosas están igual que aquí".
Previsiblemente, en la Laguna abunda un sentimiento anticalderonista cada vez más fuerte. "Este señor jamás nos prometió en su campaña que se enfrentaría a las bandas del crimen organizado ni que todo esto nos traería esta brutal ola de violencia", señala Solís y pregunta, exasperado "¿A quién se le ocurre este tipo de medidas en un país jodido como éste y con una policía infiltrada y corrupta? Cómo me arrepiento de haber votado por
Calderón". En esta región, donde el PRD nunca ha rebasado más del 2 por ciento en las elecciones para alcalde --aunque la votación en favor de López Obrador en el 2006 alcanzó un inusitado
12 por ciento--. el PRI logró recuperar la alcaldía de Torreón el año pasado con el argumento de que las cosas se habían salido de control debido a las administraciones panistas. Pero desde el pasado diciembre en que el nuevo gobierno municipal tomó posesión, la inseguridad se ha recrudecido. Para colmo, el pasado
marzo varios policías que exigían la remoción de su jefe se declararon en huelga y fueron despedidos por lo que la ciudad estuvo sin agentes por casi una semana. Contrario al esperado chiste al respecto en el sentido que la delincuencia bajaría, en esos días mostró un duro repunte.
"Sin duda la estrategia de Calderón fue errada, no porque era necesaria hacerla sino porque se llevó a cabo en un momento inadecuado. Pero aquí concurren otros factores: uno, que somos una zona de paso de la droga hacia Estados Unidos, dos, estamos en medio de una disputa territorial de esta zona por parte del crimen organizado; tres, el cierre de empresas ha enviado a cientos de personas al desempleo y de ahí a la delincuencia y cuarto, la respuesta del gobierno en los tres niveles ha sido brutalmente torpe", refiere el comerciante Luis Galván, quien ha sufrido dos asaltos en menos de dos meses, y critica lo que llama "un distractor digno de débiles mentales" por parte del gobierno estatal el cual anunció la construcción de una Gran Plaza que cubriría alrededor de 8 cuadras y uno de suyos propósitos es "reactivar" al comercio en la zona centro. "¡No necesitamos una macroplaza, necesitamos seguridad, señor gobernador! Y si se trae el Arco del Triunfo desde París las ventas no se van a levantar si existe un clima de temor, de que no sabes si vas a regresar a casa por la noche o si vas a terminar en la morgue por una bala perdida", reclama, desesperado.
Los días tranquilos, durante los cuales la Laguna era considerada entre las 10 ciudades más seguras de México parecen haber ocurrido en otra dimensión. La gente se enteraba de las muertas de Juárez, de las balaceras en Tijuana, de la presencia de los "zetas" en Tamaulipas y de los secuestros en el sur del país como algo remoto, doloroso sí, pero poco probable en su región. Pero había un antecedente sospechoso, indica Solís: "Súbitamente comenzaron a aparecer agencias de autos de lujo, como BMW, Mercedes y Porsche. Cualquier investigación de mercado te diría que quienes comprarían esos autos en la Laguna serían muy pocos por lo que la apertura de estas agencias sonaría absurda. Y efectivamente, eran contados los clientes y las agencias seguían abiertas; incluso se habló que había inversionistas interesados en abrir la primera Disneylandia para América Latina cerca de San Pedro, Coahuila. En unos cuantos meses de construyeron dos malls y se abrieron decenas de franquicias¿
De dónde estaba fluyendo tanto dinero? No hace falta meterle mucho seso para averiguarlo", expresa.
El optimismo comenzó a difuminarse una mañana de domingo de 1997 cuando el empresario Carlos Herrera fue objeto de un atentado en Torreón. Aunque resultó lesionado y logró sobrevivir, la población se preguntaba si todo tenía que ver con los supuestamente negocios turbios que manejaba el también ex alcalde de Gómez Palacio. "Nada se le ha comprobado a don Carlos, pero ese ataque fue para muchos ciudadanos esa una prueba concluyente", dice Solís. Dos días después tres cadáveres aparecieron en el lecho seco del Río Nazas. Presuntamente eran los cuerpos de los gatilleros, los que a su vez fueron interceptados. Los responsables no han sido capturados.
Pocos imaginaban que ese sería el inicio de la pesadilla actual. Al principio las balaceras se registraban al poniente, donde hay una gran cantidad de colonias periféricas y en Lerdo, hasta entonces una población tranquila y tradicionalista y en la que aparecieron varias cabezas humanas en sus parques. De hecho, ante la preocupación ciudadana el Ejército realizó retenes por laos principales bulevares y accesos a la ciudad con lo que se creía la tranquilidad retornaría a la región Poco después hubo enfrentamientos en casas de seguridad donde había secuestrados, con la novedad que éstas se encontraban en sectores residenciales como La Rosita, al oriente de Torreón. Hasta entonces la situación parecía controlada pero en la tarde del 24 de diciembre del 2008 se registró una
persecución-balacera en pleno centro de la ciudad, y a los días se registró otra emboscada.
Hay quienes responsabilizan a los casinos por la actividad del crimen organizado. "Son verdaderas
lavanderías que al estar ubicados en sectores exclusivos exponen a sus clientes. No es casualidad que a sus afueras se hayan registrado varias balaceras", comenta Galván. Fue ese temor, añade, el que hizo que cerrara uno de esos casinos que estaba ubicado en el interior de
Galerías, el mall más grande y concurrido de La Laguna, "pero donde han ocurrido ataques en sus alrededores por lo que
menos gente quiere arriesgarse a visitar esas tiendas".
La rumorología ganona
Inevitablemente, todo esto ha hecho de la rumorología una de las actividades más beneficiadas con el clima de paranoia que actualmente vive la región. Se dijo que los hijos de empresarios "coludidos con el narco" serían secuestrados al salir de sus escuelas y universidades, que se "llenaría de plomo" a todos los centros nocturnos que abrieran "sin permiso", que se encontraba en la ciudad "El Chapo" Guzmán y que por eso las balaceras de grupos rivales, que habían secuestrado a más hombres de negocios pero que la prensa no informaba, que se colocarían bombas a horas pico en centros comerciales concurridos y que incluso miembros de SWAT se encontraban en la región desarrollando una estrategia para combatir al crimen organizado.
Parte de esos rumores parecieron confirmarse cuando en la madrugada del 30 de enero una docena de jóvenes fue acribillada en el antro Ferries. Las autoridades prometieron investigar, llegaron a la región más efectivos del ejército y se incrementó el patrullaje de convoyes que llevan a soldados y agentes
encapuchados, "pero casualmente nunca están cerca de donde ocurren los atentados", señala Quiroz. Hasta hoy tampoco hay un solo detenido.
En protesta por el clima de inseguridad, a través de Facebook se convocó a una marcha por la paz y en repudio a la violencia. Y aunque entre los "amigos" de los organizadores había más de 1,500 registros, solamente unos 40 de ellos asistieron con sus camisetas blancas. De nuevo el rumor: alguien hizo circular la advertencia de que los delincuentes dispararían a los participantes.
"¡No queremos a esa gente indeseable, que ya se vaya de aquí!", dice indignada la químico bióloga Leticia Orrante, "queremos que se nos regrese la tranquilidad, los laguneros somos gente de bien, trabajadora, que nada tiene que ver con el narcotráfico. Yo no quiero vivir en un ambiente en el cual mis hijos crecerán entre el miedo, un miedo que hasta hace poco nos era desconocido". No descarta irse a vivir a otro país: "¡Vieras cómo me da envidia que en ciudades de Canadá y Australia las casas de los sectores residenciales no tienen rejas! Si sigue esta situación tendré que irme de aquí, me duele hacerlo, pero no me queda de otra..."
El comerciante Galván atribuye otro aspecto al boom delincuencial: "En el 2004 el gobierno de Vicente Fox eliminó la exclusión de doble tributación a las empresas maquiladoras por lo cual perdieron una importante ventaja competitiva y en el 2007 el gobierno de Felipe Calderón incrementó las tarifas por lo cual muchas dejaron de ser costeables y optaron por emigrar a Centroamérica, entre ellas Hanes, Wrangler y Pami. Dos de ellas se encontraban en Francisco I Madero y San Pedro, zonas azotadas por la pobreza durante décadas. Eran maquilas que empleaban a unas 4 mil personas, verdadera carne de reclutamiento para el crimen organizado. No es casualidad que en Ciudad Juárez, donde el cierre de maquilas producto de
esos estúpidos cambios fiscales también fue considerable, sea hoy presa de la violencia. Y lo peor es que jamás se contempló una alternativa de empleo para quienes se quedaron sin trabajo.
"Por ello pienso que los panistas son culpables de lo que hoy sufrimos en la Laguna: en vez de racionalizar el gasto público y promover la libre empresa (algo que supuestamente los haría diferentes del PRI y el PRD) han fomentado a un Estado más voraz y obeso que busca dinero hasta por debajo de las piedras. Por supuesto que también la culpa la tiene el gobierno del Estado, cuyo incremento al Impuesto Sobre Nóminas ahuyentó a muchos inversionistas, y si a eso le agregas la violencia, pues con más razón se van", agrega Galván.
Ante todo esto, ¿contemplan nuestros entrevistados alguna solución?
"Cuando ves que secuestran a un alto político panista te preguntas 'si eso le pasó al Jefe Diego qué puedo esperar yo', pero creo que podemos ver las cosas desde otro modo en el sentido que el gobierno federal deberá plantearse esta guerra contra el narcotráfico que ningún votante le pidió y que no consultó con el Congreso. Ya es hora de ver al presidente del empleo y no al presidente que nos trajo más violencia. Que por favor Calderón ya se ponga las pilas", dice Miguel Solís.
"Soy muy pesimista. Al gobierno de Calderón todavía le quedan dos años y no veo de qué manera disminuirá la violencia en nuestra comarca de aquí hasta el 2012. Creo que terminará cuando por fin se vaya y los que lleguen sepan pactar una tregua. Ni modo, así se hizo en el Chicago de los años 20 y creo que nos queda de otra...", señala Quiroz.
En ello coincide el comerciante Luis Galván: "Rezo para que ya termine este sexenio y Calderón por fin se vaya de Los Pinos, el problema es que el presidente abrió una caja de Pandora que va a estar muy canijo cerrar de nuevo".
Orrante ve otra peligrosa posibilidad: "Que los militares terminen por imponérsele a Calderón ante los magros y contraproducentes resultados en su lucha contra el crimen organizado, una posibilidad que sería apoyada por muchos mexicanos que exigen orden y disciplina. Sería terrible y lamentable".
Para colmo, uno de los pocos consuelos que quedaba a los laguneros se difuminó cuando el equipo Santos perdió la final del futbol mexicano contra el Toluca. "Un año para olvidar,
definitivamente, y eso que no vamos ni a la mitad", resume Galván.
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