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El Paso - Juárez. contraste de dos mundos

Mientras una se encuentra entre los sitios más peligrosos del mundo, la otra está entre las cuatro ciudades más seguras de Estados Unidos. Vistazo a una frontera extremadamente paradójica de todas las que hay en el mundo

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FEBRERO, 2010. Ambas ciudades se comparten no sólo geográficamente pues alrededor del 70 por ciento de los habitantes de El Paso son de origen mexicano, y de estos una cuarta parte lo son de Ciudad Juárez. Pero en este momento ambas poblaciones no podían ser más diferentes, un contraste que muchos equiparan al que existía con Berlín Occidental y Berlín Oriental en tiempos de la guerra fría. La balacera del último sábado de enero confirmó que la población del lado mexicano se encuentra en un virtual estado de guerra, "donde la percepción entre casi todos los habitantes es que el Estado mexicano está perdiendo y el crimen organizado se está saliendo con la suya", señala Arturo Reynoso, un residente juarense.

Hace rato que de Ciudad Juárez no han salido buenas noticias. Esta región es habitada por aproximadamente un millón 200 habitantes contra los 750 mil de su vecina. Pero mientras en la primera el área urbana crece amontonada y con evidente desorden, el perímetro urbano de El Paso es mucho más extenso y con su densidad poblacional mejor distribuida. Por años se conoció a Juárez como la cuna del cantante Juan Gabriel --en realidad nacido en Michoacán-- pero hoy el estigma de alcance mundial tiene que ver con las llamadas Muertas de Juárez, asunto del cual se han hecho películas, libros, documentales y reportajes que aparecieron en El País de Madrid, Corriere se la Serra de Roma, El Mercurio de Santiago, Le Monde de París y El Clarín de Buenos Aires, sin olvidar a The New York Times. Las organizaciones feministas han culpado, y aun acusan de cómplices, a los gobiernos municipales. Pero no es esa la razón suficiente para que ser edil de Ciudad Juárez sea uno de los puestos menos deseados dentro de la administración pública de ese estado, y aun de México.

Ciudad Juárez ejemplifica hasta dónde puede llegar la torpeza de una burocracia como la mexicana, en especial la hacendaria, que hace unos años aniquiló a la industria maquiladora, que era hasta entonces una actividad boyante que empleada a más de 150 mil personas en el área de Juárez. En 1998 la Secretaría de Hacienda cambió decidió que a las maquilas se aplicaría la doble tributación, una regla que cambió intempestivamente y que obligó a las maquilas a cambiar su estrategia de funcionamiento. La presión fiscal fue tal que muchas de estas empresas optaron por cerrar sus plantas en Juárez y llevarlas a sitios más lejanos de la frontera pero con irresistibles ventajas fiscales, como Honduras y El Salvador. De acuerdo a Anna Anastasia O'Grady, de The Wall Street Journal, en este segundo país "el auge de la industria maquiladora ha sido tal que el nuevo gobierno del FMLN considera absurdo pensar en modificar ese estatus fiscal", tontería cometida por el Estado mexicano y que tiene mucho qué ver con al caos y la violencia imperantes en la Ciudad Juárez de hoy.

Desde sus inicios, la frontera mexico-norteamericana ha presenciado continuos episodios de violencia. Se recuerda, por ejemplo, el caso de los "narcosatanicos" en Brownsville-Matamoros, y qué decir de las innumerables balaceras en Tijuana, donde inclusive un candidato presidencial fue asesinado en 1994. Pero en ningún momento se habían alcanzado un total de 3,334 muertes en lo que va de un sexenio, ni se habían arrojado datos que hacían de la Franja de Gaza una zona mucho más segura que Ciudad Juárez y sus alrededores. Según El Paso Times, Bagdad es hoy más segura pues en hasta septiembre del 2009 murieron ahí 178 personas por atentados terroristas mientras la "guerra contra el crimen" costó en el mismo lapso 286 vidas en Ciudad Juárez.

A ello se debe añadir el factor corrupción. El contrabando ha hecho de esta población una de las más corruptas del país, y ante esta práctica ninguna buena intención, aunque venga de Los mismísimos Pinos, puede fructificar. De hecho sin la corrupción de los altos mandos tanto aduaneros como policiacos no podría explicarse el auge del crimen organizado. Al respecto opina el abogado Julián Robledo, originario de Juárez "el error del gobierno mexicano, específicamente el de Felipe Calderón, fue haber decidido enfrentarse a las mafias sin antes haber realizado una limpia a los cuerpos policiacos, aduaneros, de la PGR, judiciales, etcétera. Es una situación idéntica a querer impulsar el desarrollo sin preocuparse en cambiar la legislación que obstruye la creación de empleo. En mi opinión, creo que Calderón no midió las consecuencias de algo que debió analizar profundamente antes de llevarlo a cabo. Desde la capital primero se castigó a Juárez quitándole las prerrogativas de la industria maquiladora y se le volvió a castigar con una ola de crímenes donde cada día mueren más inocentes y menos culpables".

Mientras Felipe Calderón presumía ante empresarios japoneses de los logros de su gobierno y publicaba en un diario de Tokio un extenso artículo sobre su lucha contra el crimen organizado (pagado, naturalmente, por el gobierno mexicano; aunque el diario Reforma afirma que el presidente percibe mensualmente 355 mil pesos, suena a chiste pensar que lo cubriría de su bolsillo) en territorio mexicano se realizaron veinte atentados donde murieron 35 personas. ¿Para eso peleó tanto Calderón la Presidencia?

El Paso. El contraste

Se cruza la frontera y es posible encontrarse en las tiendas con anuncios en español, idioma que se escucha en la mayoría de las tiendas, oficinas y centros de diversión. La gente con rasgos mexicanos se encuentra por todos lados y constituye un voto político bastante fuerte en el suroeste de Texas. Sin embargo el censo publicado el año pasado por el Departamento de Comercio de Estados Unidos arrojó que El Paso es la cuarta ciudad más segura de Estados Unidos, pese a que a unos cuantos metros de su frontera ocurre lo que muchos analistas no dudan en llamar guerra civil. Los hechos violentos más trascendentes el año pasado ocurridos en esta ciudad arrojaron menos de una veintena de muertos, y sólo en uno de ellos participaron habitantes de origen mexicano.

¿Cómo explicarlo? A la aplicación de la ley. Sería ingenuo suponer que el gobierno local es puro y exento de corrupción pero igualmente ingenuo sería ofrecerle un "moche" a un juez para que falle en determinado caso. Los testigos protegidos realmente están protegidos y los policías --hispanos en casi un 50 por ciento en al área de El Paso-- constantemente son sometidos a exámenes e investigaciones para evitar que se involucren con las redes criminales. 

Mientras en Juárez es evidente la decadencia de la ciudad, El Paso, que por muchos años asemejaba un enorme lote baldío y donde la actividad se concentraba al centro de la ciudad, las nuevas construcciones y negocios crecen pese a la recesión económica norteamericana. Se planea la apertura de otro mall para el 2012 y un centro de diversiones tipo Six Flags para el 2014. Y aunque la ciudad sigue dependiendo en gran parte de los consumidores mexicanos --los empleados de las grandes tiendas están obligados a ser bilingües-- cada vez son menos los que provienen de Juárez y más los que ya radican en Estados Unidos. La emigración procedente de México se incrementó como nunca antes desde el año 2000 y ello se demuestra con la aparición, hace cinco años, del primer diario de El Paso completamente en español. Sus editores han descubierto que al público hispano le gusta leer periódicos, algo que contrasta con la situación de los matutinos anglos en casi todo Estados Unidos que se encuentran al borde de la extinción ante sus pocos lectores y su falta de publicidad.

La nueva oleada de inmigrantes mexicanos llegados a El Paso también es distinta a la de otras décadas. El campesino está siendo desplazado por el habitante urbano, de clase media y con estudios universitarios. Casi en su totalidad se fueron de México a causa de la situación económica pero los últimos dos años lo hacen por la inseguridad. Pero muchos de ellos lo hacen de forma temporal y optan por vivir en ciudades más grandes. Y es que hay algo de lo que El Paso no ha podido escapar desde que era un villorrio, o quizá desde que aún era territorio mexicano: ser una de las ciudades más aburridas de la frontera. Pese al clima de inseguridad, los fines de semana una marabunta de automóviles cruza hacia el lado mexicano donde abundan los bares, los table dance y los "antros", todos con precios irrisorios comparados con lo que tales (escasas) diversiones tienen en El Paso. La ola de violencia también ha golpeado la asistencia a esos centros nocturnos, aunque no tanto como el temor a la epidemia del AH1N1 del pasado mayo, que bajó la afluencia a niveles cercanos al cero.

¿Piensan los habitantes de El Paso que la ola de violencia que padece su vecino podrá trasminarse a su modo de vida? "Si el gobierno mexicano pierde esta batalla los criminales buscarán extender su mercado a este lado. Estados Unidos no se encuentra exento a estos crímenes impunes y como muestra tenemos el Chicago de los años 20. Ahora sí que la respuesta depende del lado mexicano; aquí la autoridad está haciendo la labor que le corresponde", señala Timothy Ojeda, un habitante de la también conocida como Sun City.

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2 comentarios

hasidicomm opina 08.02.10

Ya resulta hasta ocioso mencionar que la violencia en ciudad Juárez se debe a que el "presidente" Calderón se enfrentó al crimen organizado sin medir las consecuencias, ¿por qué primero no mejoró las condiciones sociales del pueblo para luego combatir a los criminales? Se le hizo fácil al señor y ahora los juarenses estan pagando las consecuencias,  muchas familias dependen de este negocio y de no estar metidas hoy se estarían muriendo de hambre por la ineficiencia tanto de los gobiernos priistas como panistas, a cual más de ineptos y corruptos

raul_robledo opina 05.02.10

La violencia quizá sea el precio que Juárez tiene que pagar por ser involuntaria vecina de una ciudad gringa. ¿Y qué por qué El Paso es una ciudad tranquila? Mi conclusión es que del otro lado el gobierno local llegó a un acuerdo con los capos, pues la corrupción y el tráfico de drogas tienen dos extremos. Saludos por su sitio

 

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