Kafka a sus
anchas en Coahuila
El estado norteño ha pasado por una ola de violencia, un
gobernador que le heredó una deuda que pagarán sus tataranietos y
otra administración con altas posibilidades de repetir esa dosis.
Ese es solo el principio de una entidad kafkiana donde el autor de
ese desfalco anda en busca de ser diputado plurinominal
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MAYO, 2017. Los últimos tres años han cambiado
la fisonomía de un sector de la Laguna coahuilense: la avenida
Morelos, una de las más emblemáticas, luce hoy diferente, con
decenas de nuevos restaurantes que por la noche se llenan lo mismo
que los antros, que se extienden por toda la avenida Colón y
que en meses han desbancado a Senderos, un sector de cerradas
residenciales de clase media alta ubicada al norte de la ciudad,
como la zona restaurantera preferida por los jóvenes.
El contraste es enorme: apenas un lustro
atrás, las avenidas Morelos y Colón parecían ciudades fantasmas
pasadas las 8 de la noche, llenas de locales cerrados y con basura
acumulada en las banquetas.
Otra atracción que se espera detone el tal necesitado turismo
lagunero lo constituye un teleférico que conectará a la zona centro
con el emblemático Cerro de las Noas. Asimismo, más al oriente se
construyó sobre una antigua vía del tren un corredor deportivo al
que se le instaló equipo de gimnasia, jardines y canchas para
practicar basquetbol. Todo ello se erigió durante la alcaldía del
hoy candidato priísta a gobernador Miguel Riquelme, quien "pidió
licencia" ocho meses antes de terminar su gestión para buscar la
"grande" del estado.
Dentro de esa perspectiva, se pensaría que la administración de
Riquelme fue un éxito. Por lo menos el ex alcalde hizo más obras que
su antecesor, a quien el gobierno de la ciudad se le deshizo de las
manos entre la incompetencia y el azote en toda la región por parte
del crimen organizado. Sin embargo y según los críticos de Riquelme,
entre ellos el torreonense Juan Luis Robelo, "no ha habido cuentas
claras de cuánto endeudamiento dejó Riquelme, esto en un estado que
de por sí está endeudado hasta las cachas".
Por otro lado, agrega, "¿quién necesita un
teleférico que costará millones y millones de pesos cuando hay otras
carencias?" Este supuesto "detonante", por cierto, iba a arrancar
operaciones el pasado marzo pero aún no se sabe cuándo entre en
funciones. Hoy la obra, ubicada a un lado del otrora lujoso Hotel
Río Nazas, se encuentra detenida.
La gestión de Riquelme no se distinguió por la mesura en el gasto
público. Según el diario local El Siglo de Torreón, la burocracia en
el ayuntamiento se incrementó hasta un 30 por ciento en sus dos años
de gobierno. "Hubo despidos al comienzo sobre todo de eventuales y
de quienes estaban por honorarios, pero de pronto comenzaron a
entrar cientos de nuevos empleados a los que se formalizó su
situación laboral, esto es, que con toda intención se logró
complicar un posible despido".
Si el punto de este artículo inicia en Torreón se debe a que el
principal contrincante de Riquelme en busca de la gubernatura es el
panista Guillermo Anaya, quien también fue alcalde y quien entre sus
principales obras se encuentra la remoción y embellecimiento de las
principales avenidas de la ciudad y el haber gestionado un boom
de empresas y franquicias. Será la primera vez, gane Riquelme o gane
Anaya, que Coahuila tendrá un gobernador lagunero, algo que no se ve
desde los años 80, esto si consideramos que se trataba de un
interino, un lagunero por adopción nacido en San Antonio, Texas. "El
último gobernador realmente lagunero fue Braulio Fernández, quien
nació en San Pedro", apunta Robelo, "sin embargo el último
torreonense que fue gobernador de Coahuila lo tuvimos en los años
50".
A diferencia de sus vecinos, Coahuila es el único estado que nunca
ha sido gobernado por un partido de oposición. La pregunta es si los
ciudadanos están dispuestos a darle la confianza nuevamente al PRI,
en especial ahora que hay un tercer jugador, alguien que
paradójicamente está haciendo campaña por el "Partido Joven" en
búsqueda de una diputación plurinominal. Para la opinión pública, lo
que busca Humberto Moreira es alcanzar la tierra prometida,
representada en el fuero constitucional que lo deje a salvo de
cualquier investigación.
En opinión del arquitecto Raúl Espinosa, "Moreira debe tener un
closet enorme de ropa sucia muy comprometedora. Eso de que se le
detenga en España porque hay una investigación en su contra y al día
siguiente lo dejan ir con un usted disculpe habla de hasta
dónde existen los nexos del ex gobernador con el gobierno federal".
Hace unas semanas el periódico Reforma publicó una nota donde
daba cuenta que la esposa, la hermana y un cuñado del ex gobernador
habían hecho transferencias bancarias a Mónaco y a las Islas Caimán
desde una institución en San Antonio, una cantidad cercana a los 60
millones de dólares, realizada entre el tiempo que las autoridades
de Texas iniciaron una investigación y poco después que Moreira
fuera detenido en España a donde, por cierto, ya no ha regresado.
"Si quedó libre de toda responsabilidad y si todo fue una
equivocación y por tanto ya anda tiene qué temer, yo no entiendo
porqué Moreira ya no ha vuelto a parar allá", dice Espinosa. A
propósito de lo que llamó "calumnias", Moreira y sus familiares
dijeron que "no conocían" Mónaco. "Esta gente de plano nos cree
idiotas", refiere Espinosa, "como si no supiéramos que es posible
transferir millones de dólares electrónicamente".
En esta guerra también surgieron acusaciones contra el candidato
panista aunque no han tenido la misma resonancia. "Es entendible",
dice Robelo. "Como alcalde Anaya dejó buenas cuentas en contraste
con el monstruoso endeudamiento que nos heredó Moreira, un
endeudamiento que, por cierto, no se ha perseguido dado que, el
último día de su gobierno, el Congreso estatal avaló en una sesión
relámpago.
"Ahora bien", agrega, "¿cuantos de esos 60 millones de dólares no
son parte del endeudamiento y que es dinero que se nos quitó a los
coahuilenses? ¿por qué las autoridades fiscales no indagan el
asunto?"
Dentro de unos días se sabrá si los coahuilenses dan una oportunidad
a la alternancia o siguen fieles al priísmo. "Los dos Moreiras nos
han dejado en la lona. Si se da esto último nos ganaremos a pulso el
título de estado kafkiano... o masoquista", finaliza Robelo.