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Nacional/Lo cotidiano
Las pirámides,
un fraude más a la caza de incautos
En tiempos de
crisis, la tentación de ganar mucho dinero con poca inversión se
convierte en tentación imposible de despreciar. Quizá por ello, el
despelucamiento de las pirámides sigue cazando ingenuos pese
a las innumerables pruebas de que se trata de un vulgar fraude
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ABRIL, 2017. Silvia Hurtado (nombre cambiado)
pensó que había encontrado la solución a todos sus problemas
financieros al escuchar lo que le contaba su hermana Bertha. Según
está última, una amiga suya acababa de ganarse 44 mil pesos con
apenas una inversión de 2 mil pesos así como otros cuatro mil
aportados por dos conocidos más. "Incluso hay un video de la entrega
del dinero", dijo Bertha a Silvia, quien tuvo la precaución de pedir
una segunda opinión para ver si le "entraba o no" a lo que su
hermana llamaba "el negocio" y el cual, le advirtió alguien, en
realidad era una vulgar pirámide. Bertha no ocultó su molestia
cuando Silvia le dijo que declinaba la oferta; "entonces allá tu si
quieres seguir fregada de lana",le dijo. Esto fue el pasado febrero
y desde entonces Bertha sigue esperando su dinero --ella realizó su
inversión el pasado noviembre-- pues aparentemente el "negocio" está
detenido y ni ella ni sus dos amigos han recibido la cantidad
prometida.
Algo similar le sucedió a Olga Moreno, una madre soltera de 31 años.
Cuando alguien le contó el milagro de las pirámides, no dudó en
meter sus ahorros, que incluían un "guardadito" para cuando su única
hija llegara a la universidad, además de dinero que prestó a las
otras dos personas a las que logró convencer. Ya pasaron ocho meses
y ni Olga ni otros conocidos que le entraron a la pirámide han visto
un solo peso de su inversión. Peor aún, nadie sabe, ni siquiera la
persona que la invitó, quienes fueron los organizadores ni dónde se
encuentran. Las "oficinas" donde se hicieron unas cuantas entregas
de dinero el dinero llevan rato desiertas, con un candado a la
puerta.
Increíblemente, ni la hermana de Silvia ni Olga han interpuesto
todavía una demanda penal. "Yo sigo creyendo que pronto recibiré mi
pago", alega Olga. La mayoría de los otros "inversionistas"
sostienen una opinión similar.
La sicóloga Verónica Celis refiere que estas "inversionistas" son
víctimas de lo que llama "el síndrome de la pirita", es decir, el
también conocido como "oro de los tontos": "Cuando la víctima intuye
que ha sido esquilmada con pirita pagada como oro, se niega a
reconocerlo, a aceptar que le han visto la cara y usa frases como
'no es cierto', 'se veían tan buenas gentes', 'somos muchos los que
le entramos', etcétera. Nos cuesta mucho entender que pueda haber
estafadores con modales refinados..."
Por su parte, el abogado Rubén Aguirre ("sí, ya lo sé, pero no soy
el Profesor Jirafales") dice que encuentra difícil de creer que algo
tan viejo y denunciado en calidad de fraude como las pirámides aún
pueda atraer a tanta gente y cuenta que cuando estudiaba en la
ciudad de México aprovechó para desarrollar una de sus aficiones,
que es la de leer almanaques de periódicos viejos: "En uno de ellos,
creo que el Excélsior, había una nota donde decía que más de
60 personas habían interpuesto una demanda luego que se derrumbara
una de estas pirámides donde les prometían ganancias de ensueño con
una pequeña inversión. Esto ocurrió en 1926".
Durante los últimos meses, en el norte de México ha habido una
virtual explosión de pirámides y que rara vez son reportadas a los
medios cuando se derrumban o el fraude sale a relucir. El problema,
como bien dice Aguirre, "es que a quién y cómo lo van a denunciar si
se supone que las pirámides son inversiones entre amigos y conocidos
y por ello se va hasta irrespetuoso pedir comprobantes que
garanticen o respalden la transacción. Esto lo saben muy bien
quienes organizan estas pirámides, además de que gran parte de
quienes le entran no estan familiarizados con eso de andarse
moviendo en engorrosas cuestiones legales... son personas en su
mayoría clasemedieras, honradas, a las que les ganó una desmedida
ambición..."
En ello coincide la sicóloga Celis: "Es difícil que si a ti te
proponen invertir 4 mil pesos y a los dos meses recibirás 10 veces
más no sientas que una emoción te recorra la espina dorsal. Pero esa
ilusión de ganar mucho invirtiendo poquito solo existe en los juegos
de azar, en la vida cotidiana me parece una verdadera imprudencia,
máxime si estás arriesgando así el futuro de ti familia y de tus
hijos.
Que es precisamente lo que le ha ocurrido a Olga. Y aunque se niega
a denunciar a los defraudadores ya comenzó a experimentar las
consecuencias: esperaba recibir sus 44 mil pesos el pasado marzo y
para entonces ya había hecho alegres cuentas que han chocado con la
realidad al ver que tiene que pagar la mensualidad de unos muebles
que compró el año pasado y de su auto, al cual ya se le atrasó un
mes, algo que nunca antes le había sucedido. "Gracias a ese
'guardadito' nunca había batallado con esos pagos pero ahora que
casi no tengo nada veo que mi sueldo apenas me está alcanzando para
sobrevivir. Para colmo, ya me atrasé en una colegiatura de mi
hija..."
¿Y cuándo "invirtió" en la pirámide? Le preguntamos.
"Yo invertí cuatro mil doscientos pesos y presté 1,800 para que otra
persona le entrara. Ahora esta persona está al mismo tiempo enojada
porque cree que la engañé cuando la invité a participar en la
priámide y alega que no puede pagarme los 1,800 que me debe porque
no tiene otros ingresos..."
¿Cómo surgen las pirámides?
De acuerdo con Aguirre, "suelen ser de cuatro a seis personas las
que las organizan; son iguales a las 'tandas' que se dan en las
oficinas entre amigos. Luego alguien tiene la idea de 'ampliar' el
círculo de modo que si la entran, digamos, cuatro personas
acompañadas de dos más cada una, las cuatro primeras personas
estarían recibiendo de sopetón, si cada una aportó dos mil pesos,
algo así como 32 mil pesos extras. Y hay que dejarlo en claro, en
teoría las pirámides pueden estar funcionando indefinidamente, pero
entre más crece la cadena es mayor el peligro que se rompa, y cuando
ello ocurre los otros miembros de la cadena, en especial los que le
siguen al incumplido, resultan altamente perjudicados".
Agrega al respecto la sicóloga Celis: "Las pirámides podrían
funcionar indefinidamente si la gente que participa en ellas no
fuera ambiciosa, pero la paradoja es que la ambición es la que hace
que la gente le entre a las pirámides. Por esa razón constituyen un
fraude mayúsculo".
Pero dado que se trata de una estructura exponencial, llega un
momento en que las pirámides por sí solas se caen con estrépito. Así
lo explica el abogado Aguirre: "Si en cada vuelta ocho personas
deben contribuir para que siga la pirámide, y en la segunda vuelta
deben entrarle ocho nuevas, estamos hablando de que para la décima
deberían haber entrado 80 personas nuevas adicionales a las otras 80
que ya estaban dentro y que se supone no debieron fallarle a un solo
pago para que todos recibieran su dinero. Tenemos entonces que para
la octava tanda deberán ser 160 personas en la pirámide. Y si le
siguen otra diez tandas serán 1,600 en total. A ese paso al rato
tendrían que estar metidos en la pirámide por lo menos el 30 por
ciento de los habitantes de una población de tamaño mediano. Lo digo
con todo respeto: se necesitaría ser un verdadero tonto para
entrarle a una inversión así si a ti te toca ser, digamos, el número
980 en la lista de quiene entraron antes que tu y esperan que los
previos 979 cumplirán con su pago, máxime si no hay documento alguno
que los force a hacerlo".
E insiste: "La mejor manera de prosperar es ganando tu dinero con tu
propio esfuerzo evitando endeudarte con dinero que, en principio, no
es tuyo y quizá jamás vayas a ver. Es más tardado, pero es más
seguro".
Al preguntarle si la ley tiene algo especificado al respecto,
Aguirre señala: "Aquí todo procede igual que con otro tipo de
fraudes. Pero repito, aquí cómo puedes denunciar a alguien si no
tienes evidencias a la mano, si no firmaste documento alguno, si ni
siquiera has visto la cara de la persona que te defraudó ni sabes su
nombre".
La mejor solución, agrega, "es declinar ese tipo de ofertas, aún si
se trata de tu mejor amigo, de tu comapdre del alma, de la hermana
que más quieres, de la comadrita.. quizá te hagan el feo o dejen de
hablarte, pero tu patrimonio y la seguridad financiera de tu familia
están en juego".
--¿Y qué diferencia existe entre las pirámides y los negocios
multinivel como Amway, que en cierto modo también son pirámides?
--En primer lugar, los negocios multinivel deben estar registrados
ante la ley además de que ahí tu recibes un producto palpable,
visible y hay recibos de venta de por medio. En estas pirámides, en
cambio, todo esta hablado, no se firma ningún papel, ningún
comprobante, y si se hace se trata de recibitos sin valor legal...
podría decirse que es un fraude perfecto pues no quedan rastros.
Concluye la sicóloga Celis: "Hay que rehuirle a todo negocio que
huela a dinero fácil. La ambición puede ser buena siempre y cuando
seamos realistas de nuestros alcances y de los riesgos".
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