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CINE/Obituario

Joel Schumacher: adiós con honores a un director en grande

Su carrera detrás de las cámaras la inició tardíamente pero en poco tiempo este afamado y talentoso cineasta nos brindó varias de las mejores películas de los años 80 y 90. Lo recordaremos por mucho tiempo dándole nuestro mejor homenaje: evitando que sus películas acumulen polvo en nuestro estante fílmico

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JULIO, 2O20. Joel Schumacher, quien falleció el pasado 22 de junio a la edad de 80 años, es ampliamente respetado entre los libertarios por haber filmado una de las mejores películas de los 90 y por haber sido capaz de sacar una buena parte del talento que Michael Douglas trae en su ADN. La cinta en cuestión, como quizá ya lo adivinó el lector, fue Un Día de Furia (Falling Down), la cual fue estrenada en 1993 pese a las fuertes objeciones de los estudios Warner dado que los disturbios por la golpiza policial dada a Rodney King aún humeaban por todo Los Ángeles. Finalmente se impuso la tosudez de su director, Falling Down fue estrenada y se convirtió en película de culto y en un éxito en taquillas.

Claramente, lo que hizo de Falling Down un clásico instantáneo y un favorito para la causa libertaria es que le pega a todo y a todos, en especial a esa gente desagradable y petulante que huye acobardada cuando alguien que ya está harto de ellos les hace frente.

Falling Down narra la historia de un tal D-Fens (Douglas) a quien las frustraciones de toda su vida se convierten en una sola en apenas minutos tras horas de estar atorado en una autopista de Los Ángeles con un calor rostizante. De ahí D-Fens concluye en que nadie le impedirá ir a visitar a su hija de su cumpleaños, ni siquiera su esposa (la bella Barbara Hershey), de quien está separado. Ni mucho menos un tendero coreano cuyos precios están inflados y se niega a dar cambio si no hay una venta de por medio. Tampoco lo detendrán dos pandilleros mexicanos que le exigen "derecho de paso" por sentarse a descansar un momento en su territorio, ni tampoco una cadena de hamburguesas que rehúsa ofrecer desayuno después de las 11 de la mañana, ni un neonazi idiotizado, valga el pleonasmo. No por nada Michael Douglas ha dicho que esa fue "una de mis mejores caracterizaciones... disfruté trabajar con Joel Schumacher".

Este larguirucho director nacido en Nueva York y de ascendencia alemana, sueca e irlandesa no se ajustaba precisamente a los estándares de otros directores quienes comenzaron haciendo peliculitas en su infancia o se colaban a los estudios de grabación enfundados en elegantes trajes. De hecho Schumacher decidió convertirse en cineasta profesional pasados los 40 años, sobre todo porque sus empleos anteriores difícilmente le daban la satisfacción personal de compartir un producto que será adorado, y repudiado, por muchos, pero un producto del que se hablará por un buen tiempo.

La carrera de Schumacher comenzó en los años 70 pero recibió uno de sus primeros impulsos gracias a los videos promocionales que MTV transmitía con fruición en la siguiente década. El toque muy personal de Schumacher comenzó a verse en una cinta "juvenil" ochentera llamada St. Elmo's Fire. Otra cinta celebrada de ese momento fue The Lost Boys donde retrató la soledad que muchos adolescentes de esa década sentían por parte de sus padres, sus maestros, la misma autoridad y la vida en general. Asimismo dirigió más videos aunque destacó por las migas que hizo con el grupo INXS para el cual dirigió el de "Devil Inside". (Schumacher también estuvo detrás de cámaras en la elaboración de videos para Lenny Kravitz y un cantante hoy semiolvidado llamado Seal).

Este cineasta que rozaba los 1.90 metros de estatura recibió otro importante llamado para dirigir 9 mm, un thriller estelarizado por Nicholas Cage. Sin embargo los 90 serían aún mejores, por lo menos el primer lustro: además de la ya referida Falling Down, Schumacher fue llamado para dirigir la versión cinematográfica de El Fantasma de la Ópera a instancias de Andrew Lloyd Webber. El resultado positivo llevó a otra encomienda, dirigir una cinta de Batman donde Val Kilmer encarnaba al encapuchado.

"Val quedó encantado con el producto final de la película al punto que me dijo que ya no deseaba ser Batman nuevamente", recordó el director años después, "él pensaba que había llevado a ese personaje a su máxima capacidad", esto pese a que muchos fans del encapuchado no quedaran convencidos con que Kilmer --un actor tan versátil que la había hecho de cómico en Top Secret y luego encarnó a Jim Morrison en una película (mala) dirigida por Oliver Stone.

Pero tal vez Kilmer tenía razón: el personaje había llegado a su cúspide porque en la siguiente cinta del hombre murciélago (esta vez George Clooney) y donde se hace acompañar de Robin (Chris O'Donnell). El resultado es una cinta desastrosa, indigerible, donde El Señor Frío (Arnold Schwarzenegger) tiene uno de los peores papelees de su vida. De acuerdo a la leyenda, la película se le salió de las manos a Schumacher durante el rodaje al punto que hubo insultos personales entre los actores y en más de una ocasión el director estuvo a punto de renunciar. La cinta apenas y rebasó la inversión pero fue un fracaso artístico donde quedaban en claro dos cosas: una, que Joel Schumacher no estaba hecho para dirigir películas de acción y, dos, la constante interferencia de los estudios en el guión --el cineasta era un fanático del Batman diseñado por Tim Miller mientras Warner querían una historia "más familiar"-- habían terminado por entorpecer su reputación.

Luego de filmar otro video musical exitoso, esta vez para los Smashing Pumpkins, Schumacher se mantuvo en televisión, en especial la serie House of Cards de HBO. Por aquel tiempo se el director se realizó unos estudios médicos donde le detectaron cáncer el cual pudo ser controlado pero ya desde fines del año pasado éste regresó con mayor virulencia. Desde el 2014 Joel Schumacher se encontraba prácticamente retirado.

Otro gran talento de Hollywood quien no siempre acertó el tiro con sus propuestas. Pero cuando lo hizo, las películas de Joel Schumacher pasaron a convertirse en obras que no acumulan polvo en el estante. Y el repasar su filmografía es la mejor manera, de hecho una excelente, de recordar a Joel Schumacher.

 

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