Y DEMÁS: El tonto de esta semana: George Lucas

¿Cómo se da el caso de gente talentosa y brillante que de repente dice disparates? Este cineasta creó un universo análogo que cambió el cine y la cultura de masas pero su conexión con el mundo real indica que la Fuerza de la congruencia no está con George Lucas, nuestro tonto de la semana

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ENERO, 2015. Duele, en serio, cuando nos vemos obligados a traer a este estrado a uno de nuestros héroes, alguien que moldeó y marcó a millones que fuimos niños o púberes durante los setenta y quienes vimos, maravillados, el universo que se nos ofrecía en la trilogía original de Star Wars, un mundo creado por George Lucas, el genio que fue parte del tándem con Steven Spielberg, para reconformar lo que fue la industria del cine hollywoodense. Trate el lector de omitir a George Lucas de la pantalla grande las últimas tres décadas y le resultará imposible. Las películas ya no fueron lo mismo luego de conocer a Darth Vader, Han Solo, Luke Skwalker, la Princesa Leia; para bien o mal de Hollywood, tema que no entra directamente aquí.

A veces extrañamos los años en que los cineastas se dedicaban únicamente a hacer películas. Claro, tanto ellos como nosotros tenemos derecho a opinar, a votar... y a meter la pata. Y ello es precisamente lo que hizo nuestro admirado Lucas a propósito de la controversia surgida una vez que se dieron a conocer los nominados a los Óscares de este año pues ningún actor o director afroamericano fue escogido este año, a diferencia de la edición anterior cuando una mujer de esa etnia ganó la presea a Mejor Actriz.

"Todo mundo sabe que Hollywood mantiene una política racista", dijo Lucas. Con esa sola frase, nuestro invitado holgadamente se ha ganado el blasón como Tonto de la Semana.

Bueno, de hecho podríamos agregárselo a otra barbaridad que Lucas expresó hace un año: "Es muy cuestionable la idea de que el capitalismo crea prosperidad", esto después de haber vendido su emporio a Disney, una transacción superior al medio billón de dólares, y casi cuatro décadas después de haber buscado financiamiento hasta por debajo de las rocas (una modalidad totalmente capitalista, por cierto) para arriesgarse a financiar su magnum opus de las galaxias.

Los progres de la industria del entretenimiento norteamericano suelen ser muy desagradecidos con el sistema económico que los benefició. Pero al final es un acto-reflejo de hipocresía pura, como dice Ben Shapiro: Puede usted preguntarle a Lucas si está en contra de la acumulación de riqueza y sin duda le responderá con un "sí" rotundo y redondo, algo que no le impidió haber vendido LucasFilm por una cantidad que sus admiradores no ganarían ni aunque trabajaran por cinco mil años.

"Hágase tu voluntad en los bueyes de mi compadre", reza un acertadísimo refrán mexicano, que es más o menos lo mismo de ese acto-reflejo de hipocresía que refiere el periodista Shapiro.

La "controversia" en torno a Selma, por cierto, fue inventada por Oprah Winfrey, quien financió esa película junto con Brad Pitt y la cual apenas y fueron a verla sus familiares, no tanto por el protagonista en sí, una de las figuras más respetables en la historia de Estados Unidos, sino por el manejo tendencioso de la historia donde se pone como villano al ex presidente Lyndon B. Johnson, cuando en realidad fue un aliado clave de Martin Luther King en su plataforma de apoyo a los derechos humanos. Al público norteamericano no le interesó la propuesta, y esa fue la razón, más que el supuesto "racismo" que clama la señora Winfrey, lo que resultó en el fracaso de Selma. ¿Pero al final cual "discriminación" si Selma obtuvo dos nominaciones, entre ellas la más codiciada, la de Mejor Película, pese a ser un filme mediocre?

Y es que hay un hecho incontrovertible que seguramente sabe George Lucas: los afroamericanos constituyen un sector minoritario del público que asiste a las salas cinematográficas en Estados Unidos. Así lo dejó en claro el crítico de cine Leonard Maltin, quien entrevistó a Lucas: "Los norteamericanos con raíces europeas, seguidos de cerca por la comunidad hispana, son quienes más asisten a las salas en Norteamérica", escribió Maltin en un artículo para Newsweek en 1998. Y nadie insultaría a Maltin llamándole "conservador".

Ello explicaría que filmes con temática mexico-americana como La Bamba y Selena fueron taquilleras en su momento, y que la biografía de Malcolm X, dirigida por Spike Lee, fuera un fracaso comercial.

Más aún, regresémosle la bolita a Lucas: Todo mundo sabe que Hollywood mantiene una política racista, incluyéndolo a él mismo. ¿Cuántos afroamericanos vemos en THX y American Graffiti, dos de sus películas anteriores a Star Wars? Qué rápido se le olvidó a Lucas cómo tuvo que incluir al último momento la voz del gran James Earl Jones como Darth Vader una vez que le advirtieron que no había actores negros en el Episodio IV. (Y alguien agregaría ¿por qué nomás se escucha la voz de Earl Jones y no se le ve el rostro, acaso no es esa otra forma de discriminación?)

El comentario tonto de Lucas levanta otra inquietud: la primera vez que aparece Lando Carlissian, personificado un actor afroamericano, es hasta la segunda película, y eso hasta que The Empire Strikes Back lleva más de hora y cuarto de empezada. No recordamos que Lucas haya protestado ante los estudios de esa "política racista"; peor aún, hasta podríamos llamarle cómplice de esa discriminación pues aparte de Carlissian no vemos ningún otro actor afroamericano en Return of the Jedi (quizá había algunos soldados del Imperio entre los extras pero, de nuevo ¿no sería un signo de discriminación tener sus rostros tapados con cascos?)

En la "precuela" el actor afroamericano que más destaca es Samuel L. Jackson, pero ya sin la presencia de Billy Dee "Lando Carlissian" Williams, y sin la voz de Earl Jones. lo que tenemos es una presencia mínima de afroamericanos en esta segunda trilogía por lo que sería muy fácil tacharlo de racista dentro de la torpe óptica políticamente correcta.

Por supuesto que Lucas no es racista. Nació en un estrato social donde consumió películas, música, literatura y sitios de reunión mayoritariamente para caucásicos, y ello se ha reflejado en su trabajo, en sus héroes, en sus personajes. Pero sí es un tonto de la semana al renegar de su mismo pasado y decir que "Hollywood siempre ha sido racista, eso lo sabe todo mundo"... incluso él, que nunca hizo nada al respecto.

Sin embargo aquí tenemos otra teoría respecto al porqué de la declaración de George Lucas: Ya vendió su emporio a Disney, la cual no lo llamó a dirigir, algo que ya también ha manifestado, sí bien discretamente, que no le pareció. Con este sencillo paso, un director de su saga al que no estará supervisando directamente (algo que sí hizo con Richard Marquand y con Irwin Kirchner), un argumento que él no autorizó y ganancias que serán mucho menores, máxime porque el solo hecho de ver nuevamente juntos a Harrison Ford, Carrie Fisher y Mark Hamill garantizarán a The Force Awakens, por lo menos 100 millones de dólares en la taquilla.

De alguna manera Lucas tiene que hacerse sentir vigente ¿y qué mejor de acusar a Hollywood de "racista", una acusación en la que seguramente él tampoco cree?

"Todo mundo sabe que Hollywood es racista..." hasta que lo dejaron fuera de una megaproducción de la que alguna vez poseyó los derechos. (Y una acusación ridícula además, manifestada por el hecho de que el mexicano Alejandro González Iñárritu, difícilmente un caucásico, es candidato a Mejor Director). Ante semejante sandez. dan ganas de hacer con Lucas lo que la princesa Leía cuando el androide C3PO no paraba de hablar: lo desactivó con un botón.

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