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INTERNACIONAL/Atentados en
París
El pianista de
París
La interpretación del
famoso tema de John Lennon por parte de un pianista callejero s un
bonito detalle pacifista, o al menos esa es la idea que se quiere
transmitir. pero lo cierto es que ni canciones, ni vigilias ni la
pasividad evitarán futuros ataques del terrorismo islámico, que busca
destruir a una civilización que considera hereje
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NOVIEMBRE, 2015. Muy temprano en la mañana posterior a los ataques a varios bares de París y una sala de conciertos, un pianista colocó su instrumento en una de las banquetas afuera del Bataclan para enseguida interpretar una versión instrumental de "Imagine", la canción que John Lennon compuso en 1971 y que fue su único hit solista de importancia en las
listas mientras estaba vivo. A las pocas horas el anónimo pianista de "Imagine"
ya era trending topic en Twitter y una celebridad mundial.
Conmovedor, sin duda. Un mensaje a través de la música que llama a la mesura, a un mundo donde, como reza la letra de "Imagine", "dirás que soy un soñador/pero no soy el único".
Solo un detalle: ante esta nueva guerra, interpretar "Imagine" en las calles no sirve de nada; es totalmente inútil y
tampoco evitará que Perís, o cualquier otra ciudad importante europea, vuelvan a ser blanco del extremismo islámico.
Tan inútil será que "Imagine" se convierta, como probablemente ocurrirá, como himno ante un ataque contra la población civil
parisina que no se veía desde la segunda guerra mundial, y quizá mucho más atrás. Su influencia para cambiar el curso de este conflicto será similar al de Michelle Obama y su hashtag
#bringbackourgirls --donde su semblante está claramente inspirado en el gatito de
Shrek-- y que no sirvió para nada. Absolutamente para nada.
Este tipo de detalles, conmovedores como ya se ha dicho, difieren poco en esconder la cabeza en la arena y pretender que nada sucede alrededor. Cierto, estas acciones dan confort a una población sumida en el
shock, pero difícilmente tendrán resultado alguno en estos grupos terroristas que, a diferencia de otros combatientes, no llevan insignias
ni uniformes y se mezclan entre la multitud, protegidos ante la posibilidad de ser señalados como sospechosos se esté cometiendo racismo o discriminación políticamente incorrecta.
A ISIS, Hamas, Al Kaheda y demás grupos fundamentalistas les importa un bledo la letra de una canción utópica escrita por un ex beatle. Lo que ellos buscan es la destrucción del mundo occidental, al que consideran "infiel" y "perdido", y al "peligro" de que se prolongue por más tiempo. ¿Por qué ningún medio ha enfatizado algo evidente, que la mayoría de las víctimas eran jóvenes menores de 40 años, es decir, el futuro inmediato de Francia? Difícilmente se trata de una coincidencia.
Por cierto, "Imagine" está lejos de ser un himno pacifista, como seguramente cree el pianista parisino. Su letra habla de la construcción de una sociedad comunista, "sin cielo ni infierno, ni religión". El mismo Lennon lo dejó en claro en una entrevista en 1972 con el desaparecido semanario londinense
The Left Times, según reporta el sitio americanthinker.com: "Es una canción sobre el triunfo final del proletariado en la lucha de clases" para más adelante puntualizar: "Yo alguna vez fui parte de esa maquinaria de la ideología burguesía pero ahora
quiero contribuir a destruirla".
La manera ideal de enfrentar a estos fundamentalistas no será dará únicamente mediante hashtags, canciones como "Imagine" ni reuniones en explanadas para honrar a los muertos. En primer lugar, Francia y el mundo occidental deberán reconocer que se encuentran frente a un enemigo que no solo opera afuera sino que está infiltrado y que cuenta con cómplices locales que, cada vez menos veladamente, también desean la destrucción de las libertades europeas.
En segundo lugar, urge desarmar el multiculturalismo y la opresión políticamente correcta: hacer ver a los inmigrantes que deberánadaptar y adaptarse a las costumbres y tradiciones de su nuevo país, aprender su lengua y ser tratados ante la ley como el resto de los ciudadanos franceses. Se trata de un reto enormemente complicado pero no le queda otra a Francia, finalmente, enfrentar al enemigo del mismo modo que se hizo con los nazis.
Lo del pianista es un bonito detalle, pero no detendrá la barbarie del fundamentalismo islámico. Si el asunto de detiene ahí, no
habrá avances serios para combatirlo y éste difícilmente será el último de esos ataques inmisericordes.
Por cierto: En el programa de George Stephanopulos, ex asesor de Bill Clinton, Barack Obama
afirmó categórico que "Mi gobierno ha logrado contener a ISIS y hoy se encuentra ya muy debilitado", pero hasta hoy la prensa no ha dicho
esa nota es mía en torno a esta declaración insensata. ¿Habríamos visto la misma indiferencia si eso lo hubiera dicho George W.
Bush?
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