JULIO, 2007. El reciente disco de covers de Rod Stewart es una absoluta delicia. Ya lo había hecho antes al grabar su propia versión de "When I Need You", de Leo Sayer, y con la cual compitió directamente en Billboard en 1976 mediante el tema "I Don't Want to Talk About It", que volvió a grabar para su box set Anthology, lanzado en 1991. Esta vez Stewart presentó, con su gran estilo, sus propias versiones de éxitos de Bob Seger, Bread y The Everly Brothers.

Independientemente de haber dejado de presentar material propio desde hace algunos años --y de acostumbrarse a que los críticos aún le increpen por no haber lanzado algo similar al Every Picture Tells a Story, de 1971-- y de dejar Warner por una disquera mucho menor, Rod Stewart, como el título de su disco, sigue siendo el mismo, un tipo que sabes aceptará gustoso le invites un whisky para que te cuente de sus aventuras y sus conquistas, algo que haría olvidar fácilmente su legendaria trayectoria, de la alguien que inició su carrera cuando los Beatles aún lanzaban álbumes, que fue, junto con Elton John, el cantante solista con más hits dentro del top ten de los setenta, o de una figura que tuvo un sonadísimo hit discotequero pero que escapó de la suerte que tuvieron la mayoría de quienes promovían el género.

Tampoco ha cambiado su irrefrenable gusto por las rubias. Luego de un prolongado matrimonio con la modelo australiana Rachel Hunter, Stewart se casó recientemente con Penny Lancaster una bellísima dama (rubia, claro), que bien podría ser su nieta ya que el artista pasa de los 60 años. Rod Stewart aparece en su portada inmutable pese a las inevitables arrugas en su rostro; basta ver cómo lucen hoy Keith Richards y Peter Gabriel, contemporáneos suyos, para sospechar que Rod Stewart podría tener más que coincidencias con Dorian Grey.

El otoño de las figuras principales del rock & roll ha tomado varias vertientes. En el caso de Billy Joel éste ha lanzado un par de discos de música clásica donde interpreta a Chopin. Elton John mantiene su alto nivel de gastos combinado con su innegable talento que se ha estancado relativamente mientras Paul McCartney acaba de poner en venta su primer disco a través de la cadena Starbucks. Todos ellos son vistos hoy con reverencia aunque ninguno de ellos ha tenido suerte en entrar al Top Ten con un álbum en lo que va de la década, algo que Rod Stewart ha hecho un par de ocasiones desde el 2001.

Hace alrededor de 15 años Rod Stewart lanzó su Anthology, una caja de 4 CDs que incluían su trayectoria musical, incluidas un par de las llamadas rarities, como su versión de "To Love Somebody" de los Bee Gees la cual, escribe Stewart en el amenísimo libro que acompaña la caja, encontró en un cassette que estaba dentro de una vieja gabardina. Por esos años se especulaba que el cantante, recién casado con Hunter, pensaba profundamente en el retiro. "Los ochenta también fueron bastante divertidos, y no quiero que la gente comience a decirme 'oh, tu eres ese que cantaba buenas canciones", comentó, con su característico humor escocés.

De hecho los críticos no han dejado de expresar precisamente eso, en espera que repitiera la estructura del clásico Every Picture Tell a Story. Lo irónico es que ese disco se encuentra muy lejos en ventas de su material posterior (las regalías del "Da ya Think I'm Sexy", por cierto, son recibidas por la UNICEF, algo que el cantante estableció en 1978). Pero al final el retiro no ocurrió, aunque Stewart sí redujo el ritmo: entre los álbumes suyos más conocidos de los 90 están el Unplugged --donde lo acompaña su ex comparsa Ron Wood-- y A Spanner in the Works, su último disco con Warner

La inesperada llegada de ese cover el Top Ten de las listas inglesas habría de dar a Stewart la dirección de su carrera. Atrás habían quedado "Maggie May" y "The Killing of Georgie". El de la voz rasposa se dedicaría a grabar nuevas versiones de sus temas favoritos, entre ellos "Missing You", de John Waite, intérprete ochentero fuertemente influido por Stewart. Quizá no sea casual que "Missing You" sea una de las canciones favoritas del rubiófilo veterano del pop británico.

¿Qué sigue? Es difícil determinarlo. Rod Stewart es a la vez meticuloso en su trabajo pero no le gusta sentirse atado a un proyecto por largo tiempo, de ahí su decisión por dejar The Faces cuando intuyó que lo limitaría individualmente. Mientras tanto, las cosas para él se mantienen en rubio. Rubia, mejor dicho.

Rod Stewart es como los viejos vinos, he sido su fan por más de 20 años cuando lo vi durante una presentación en directo. He adquirido su nuevo CD y me parece sensacional, creo que algunas canciones les da un aire que no tenían en un principio. La fotografía que acompaña al texto refleja el modo en que Rod Stewart ve la vida, esto es, de una manera tranquila y despreocupada