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Y DEMÁS/Ensayo
El
eurodisco, su primera etapa
Incluía violines electrónicos e importantes bases R&B
como su contraparte norteamericana, sin embargo su sabor
indiscutiblemente europeo dio al eurodisco una
personalidad muy particular hasta que el género terminó
exhausto y cayó al iniciar los 80. Un repaso a ese
curioso periodo en la historia musical del añejo
continente
Versión impresión
MAYO, 2018. Con
frecuencia los inventores o pioneros de un género musical
son los últimos en adivinar hasta dónde llegarán sus
alcances, y eso es precisamente lo que ocurrió con Kraftwerk
(Mano de obra, en alemán) organización surgida en Düsseldorf
y que fue de las primeros en crear canciones hechas
exclusivamente con sintetizadores y programas por
computadoras, muy diferentes, por supuesto, a las que
conocemos actualmente. Tras varios intentos interesantes y
que solo fueron apreciados en su país natal, Kraftwerk graba
Autobahn en 1974 y a partir de ahí habría de
desatarse una asombrosa influencia que luego llegaría a
otros géneros y crearía varios más. Ese sonido tan
particular y tan extraño para los oídos setenteros también
dio otros experimentos interesantes en manos del tema
instrumental
"Pop Corn" de Hot Butter
(1972) tan simpática como asombrosa composición que no
rebasa los 2 y medio minutos de duración.
Y si bien Kraftwerk se enfocaba más en experimentos que,
pensaban, muy pronto tendrían alguna repercusión social, los
autores de "Hot Butter" tenían en mente crear música
bailable sin necesidad de pagar altos sueldos a músicos de
sesión con frecuencia caprichosos que llegan tarde a las
sesiones, no están de humor, se enferman o simplemente se
niegan a seguir órdenes. En cambio, si a un par de sujetos
se les averiaban las computadoras, los sintetizadores o el
teclado electrónico, bastaba con llamar a un técnico y
listo, además que esas máquinas no protestaban si hubiera
que trabajar horas extras.
Y así, desde el centro de Europa por un lado y en unos
minúsculos estudios de grabación en Nueva York donde se
grabó "Pop Corn", se rastrean los orígenes del eurodisco al
cual con el transcurso de los meses se le fueron agregando
otros elementos, ya propios del género disco en sí, como
violines y el bajo como instrumento central de la canción.
Cuando hoy escuchamos aquellas composiciones eurodisco la
primera imagen que nos brota es la música de fondo de esas
películas porno de Edwige Fenech o de
Sylvia Krystel, lo cual
tiene cierta lógica pues el eurodisco tenía como propósito
central la fetichización de la mujer, algo manifiesto en la
ausencia casi total de intérpretes masculinos en el género
aunque, eso sí, los productores eran hombres en casi un
ciento por ciento.
El ser padrino del género, por llamarlo de algún modo, le
quedaría a Giorgio Moroder, un italiano que desde muy joven
optó por irse a vivir a Munich, ciudad que luego sería la
sede cuasioficial del eurodisco. Moroder había quedado
fascinado con las posibilidades que ofrecía un teclado
electrónico, sobre todo como un género bailable. En esas
estaba Moroder cuando a mediados d e1972 conoció a una chica
norteamericana que había llegado a Europa como parte del
elenco de Hair que se estaba presentando en el viejo
continente.
El fenómeno de
Jimi Hendrix, un estadounidense que hubo de
trasladarse a Europa para recibir el reconocimiento que se
le negaba en su país natal, se repitió en la figura de Donna LaGaines,
una bella muchacha bostoniana que ya en Europa, conoció y
se casó con Helmut Sommer, un alemán de quien adoptó su
apellido para americanizarlo por el de Summer. Desde un
principio Donna Summer y Moroder se compaginaron
perfectamente, él como productor y ella como intérprete
quienes darían al eurodisco un par de hits importantísimos:
uno, llamado "Love to Love You" y el otro
"I Feel Love", compuesto
casi en su totalidad con sintetizadores.
El estilo sensual de Summer
en ambas canciones dio lugar a inevitables rumores como, por
ejemplo, que en la primera la cantante estaba teniendo
relaciones sexuales al momento de grabarla, algo que la
misma Summer desmintió varias veces. Sin embargo no
pareció casual que, si se le quita la letra u a la
palabra eurodisco, lo que queda es otro término muy ad
hoc a las intenciones que Moroder tenía en mente durante las
sesiones de grabación.
|
Productor clave: Tras lograr que despegara la
carrera de Donna Summer, Giorgio Moroder siguió
coleccionando trofeos al componer los soundtracks
de Midnight Express y Top Gun.
Actualmente y casi octogenario, es un dj de renombre |
Casi al mismo tiempo el
eurodisco recibió un espaldarazo importante gracias a los
suecos de Abba quienes en 1975 ganaron el Festival Europop
con el tema "Waterloo" y al cual seguiría, con un campanazo
fenomenal en las listas, el sencillo "Dancing Queen",
canción esta última a la que se le ligaba directamente con
la música disco debido a la inclusión de violines
electrónicos. Abba no eran precisamente parte del eurodisco
pero ayudaron a la causa a la que también cooperaron
posteriormente dos productores de Munich llamados Michael
Kunze y Sylvester Levay. Este par se trasladó a Londres
cocinó un hit llamado "Save Me" con músicos se
sesión pero que ya incluía todas las pautas indispensables
del eurodisco, básicamente los coros femeninos y los
violines electrónicos. El éxito de "Save Me" fue tal que los
dos productores precisaron crear un grupo que le diera cara
al público, conformado por tres chicas cuyos nombres
artísticos fueron Linda Thompson, Ramona Wulf y Penny
McLean, la que eventualmente se convertiría en líder del
grupo, el cual recibiría el nombre de Silver Convention.
Estas tres chicas, alemanas de nacimiento pero dos de ellas
étnicamente mezcladas, dejaron atrás lo que parecía ser la
constante del eurodisco, que era en tener un solo hit y
desaparecer para siempre. Silver Convention incluso repitió
él éxito de Donna Summer en Norteamérica a raíz del
single "Fly Robin Fly", cuya letra es una de las más
cortas en la historia del pop. "Fly Robin Fly", aparte de
irse al número uno, estableció otra pauta fundamental del
eurodisco y el disco en general al anteponer, como ya se
dijo, al bajo como elemento de ritmo, incluso por encima de
la batería y el piano.
Vendrían otros hits, naturalmente, entre ellos "No No Joe",
"Dancing in the Halls", "San Franciso Hustle"
--evidentemente un descarado coqueteo con el mercado
norteamericano que nunca abrazó por completamente al
eurodisco-- y "Telegram", que representó a Alemania en el
Festival Eurodisco de 1977.
Y es que a diferencia de Kraftwerk y otros grupos eurodisco
que se abstuvieron de cantar en inglés y por ende limitaron
su trascendencia en el mercado, Silver Convention llevaba
clara esa consigna, al igual que sus colegas de Abba. Pero
para principios del 78 la terceta se desintegró y Penny
McLean quien ya había tenido un primer hit disco
solista llamado
"Lady Bump"
optó por retomar ese camino. El grupo siguió por su
cuenta pero ya no fue lo mismo: Silver Convention duró
apenas unos meses más y terminó por desintegrarse.
Mientras tanto el incansable Moroder seguía no solo
impulsando la carrera de Summer quien del eurodisco había
saltado de lleno a la música disco norteamericana a lo cual
agregó también la grabación de sus propios temas. Se le
encomendó grabar en 1977 el soundtrack del filme
Midnight Express,
el cual tuvo enorme éxito. Pero cuando Donna Summer vio que
el eurodisco comenzaba a manifestar cierto cansancio, hizo a
un lado a Moroder pues, en primer lugar, buscaba
reencontrarse con el rock --brevemente había sido vocalista
de un grupo que interpretaba covers de Janis Joplin antes de
lanzarse a la aventura a Europa-- y en segundo, hacer
click con el público afroamericano que hasta el momento
la había visto con cierto desdén. El resultado, por
supuesto, fue Bad Girls, un disco doble con el que
Donna Summer se despedía prácticamente del sonido eurodisco.
Hubo varios más, por supuesto, entre ellas una modelo nacida
en Vietnam emigrada a Francia años después de nombre Amanda
Lear la que tuvo un hit llamado
"Blood an Honey", auténtico
representante del eurodisco aunque también apareció en la
portada de un disco de Roxy Music (su líder Bryan Ferry fue
durante un tiempo novio de ella; por entonces corría el
rumor de que Lear se había realizado una operación para
convertirse en mujer).
Otros que habían brincado al vagón eurodisco fueron los
Boney M, quienes al igual que Silver Convention, fueron un
experimento fabricado en Alemania el cual, al tener
inesperado éxito, requirió la formación oficial de un grupo,
conformado por tres chicas y un cantante originarios de las
Antillas. Producido por Frank Farian --efectivamente, el
mismo que años después sería parte del escándalo donde los
miembros de
Milli Vanilli en realidad
no habían cantado en un disco ganador del Grammy-- Boney M
tuvo varios hits importantes no solo en Europa sino en buena
parte del mundo, entre ellos "Rivers of Babylon", "Ma Baker"
y "Rasputin", entre otros. Luego de varios albumes cuya
calidad iba decreciendo, al inicio de los 80 Boney M. ya
eran una mera anécdota dentro del eurodisco.
Y aunque un poquito tarde,
los franceses también entraron al festín eurodisco, algo
curioso si asumimos que el celebérrimo tema
"Je
t'aime... moi
non plus"
de Serge Gainsbourg y Jane Birkin a fines de los 60 y
algunos trabajos de Jean Michel Jarre habían sido, en muchos
sentidos, antecesores directo del género. Lo mismo hizo
Voyage,quienes con su
"Scots Machine"
introdujeron gaitas a todo ritmo y aun música country, tema
que se utilizó como himno no oficial del Mundial Argentina
78. También ahí entró otro francés hijo de un inmigrante
español y de una ciudadana australiana llamado Patrick
Hernández quien tuvo con su
"Born to Be Alive" un hit
que, contra una regla tácita del pop galo, era cantado en
inglés y, segundo, fue el tema más tocado en las discos del
mundo a lo largo de 1979. Por cierto, el efecto del "Born to
be Alive" en América latina fue tan grande que muchas
difusoras con formato estrictamente en español comenzaron a
programarla; luego se hicieron las inevitables versiones al
español de artistas locales pero ni de lejos igualaron la
popularidad del original.
Y como ocurrió durante la
primera invasión británica de los 60 cuando España se coló
inesperadamente al róster con su
"Black is Black"--aunque el
vocalista Mike Kennedy era irlandés-- Baccara, formado por
Mayte Mateos y Mary Mendiola tuvo la misma suerte con su
"Yes Sir I Can Boogie", un
remake no muy sutil de la inmortal
"Don´t Leave Me This Way"
de Thelma Houston y que llegó al número uno de las listas
europeas ese año, Baccara tendría otro hit eurodisco
importante con "Sorry I'm a Lady". En ambos casos la letra
narra un tema que fue constante en el eurodisco, la
seducción que implica un "usted me confunde/yo no soy de
ésas" como parte de un juego donde el tibio "no" viene a ser
al final un ardiente "sí".
Desde Bélgica llegó otro tema
eurodisco llamado "Moscow Disco" a cargo de Telex, quienes
lanzaron el tema con motivo de los Juegos Olímpicos de Moscú
celebrados en 1980. No había secreto alguno en ver cómo
Telex repetía, casi al carbón, los esquemas de Kraftwerk
solo que con ritmos bailables. Sin embargo, ya para entonces
los exponentes y los principales productores del eurodisco
ya comenzaban a sentirse exhaustos, aunado al hecho de que
en Estados Unidos, lugar de nacimiento de la música disco,
el género estaba siendo vilipendiado y repudiado como si
padeciera lepra. Pronto llegó el deceso aunque el eurodisco
resucitó y sigue vigente, con nuevos exponentes y estilos ya
muy lejanos de lo que llegó a ser durante los setenta.
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