Hoy nos parece increíble, pero cuando se dio a conocer a mediados del 2004 que Daniel Craig tomaría el sitio de Pierce Brosnan como el nuevo James Bond, las críticas fueron feroces. En primer lugar, era rubio, cualidad hasta entonces exclusiva de los villanos, ya fueran Auric Goldfinger y Zorin. Inclusive apareció el sitio boycottjamesbond.com donde se pedía a los productores que tuvieran una segunda opinión respecto a su prospecto. Pero Michael G. Wilson y Barbara Broccoli. heredera de la lucrativa franquicia, no se doblegaron a las súplicas. Dos años después queda confirmado el excelente olfato de ambos: Daniel Craig se encuentra hoy posicionado como el mejor segundo Bond, y no faltan quienes lo mande al primer sitio. "Las películas de Sean Connery son mis preferidas. Me gustan los otros, sin embargo Connery es fantástico", dijo Craig recientemente a la revista Playboy.

Craig nació en Chester, Inglaterra, aunque pasó su infancia en Liverpool. Trabajó varios años como mesero hasta que se inscribió en el Teatro Nacional de la Juventud de Londres, donde se graduó en 1991. Desde entonces la mayoría de sus roles han sido dramáticos hasta que Wilson y Broccoli se contactaron con él una vez que Brosnan fue descartado por sus exigencias desmedidas para continuar como el agente.

Este Bond, concluyeron los productores, sería diferente. Atrás quedaban los ingeniosos artilugios de Q, los coqueteos con Moneypenny y las escenas de acción donde nuestro héroe no se despeinaba ni acongojaba. En su lugar entregaba una historia previa a la que todos conocemos con un James Bond novato, con modales menos que ásperos y dispuesto a matar sin remordimiento alguno. Esa fue la premisa central de Casino Royale, la versión oficial de la cinta del que fuera la primera novela de Ian Fleming, escrita en 1953. Es una película cruda pero a la vez intensa, sobre todo cuando Bond se enamora de quien no debe, Vesper Lynd, quien terminará por traicionarlo y luego terminará ahogada en un viejo edificio de Venecia.

Casino Royale recaudó mundialmente 600 millones de dólares, con lo cual pasó a convertirse en uno de los mayores éxitos cinematográficos de la década (sobra decir que los ataques enmudecieron al poco tiempo de su estreno). Es un Bond que sangra, que sabe que debe cumplir lo ordenado por el M-16. ya sea evitar morir por un envenenamiento y soportar brutales golpes en sus partes más sensibles y de donde el torturador sólo recibe sonrisas.

La filmación de A Quantum of Solace, estuvo bastante accidentada. En Chile hubo grupos indígenas que se opusieron al rodaje por la "caracterización" de las que eran objeto mientras que en Italia uno de los vehículos cayó un río y su conductor estuvo cerca de morir ahogado

Y ahora que Craig ha mostrado su gran talento como un James Bond inigualable, el reto se antojaba mayor. Las expectativas de Casino Royale se llenaron pero se consiguieron gracias a la aceptación del público, que le otorgó una generosa taquilla. Su segunda película, titulada A Quantum of Solace, resultó decepcionante por presentar a un villano cuyo mayor delito consistía en vestir camisas de mal gusto así como por su excesiva e innecesaria violencia. Con Skyfall, su tercera interpretación como James Bond, Daniel Craig logró recuperar el éxito de la franquicia en una historia donde M, interpretada por la actriz Judy Dench y con su vista ya muy deteriorada, muere en brazos del espía al Servicio de su Majestad.

Spectre representa quizá el mayor reto para James Craig, quien ya insinuó estar cansado de seguir interpretando a James Bond aunque aún le quedan dos películas más en su contrato.