Medios/Ayer
Cuando el Güero
Jacobo dominaba la nota
Durante un cuarto
de siglo fue el periodista más poderoso de México con un noticiero
transmitido por la TV privada. Hoy trabaja en prensa escrita y la radio,
pero muchos no olvidan cómo Jacobo Zabludovsky fue un hombre y de para el
sistema priísta
JULIO, 2012. Con más de ocho décadas de
vida a cuestas, Jacobo Zabludovsky sigue en activo. También conocido popularmente como "el Güero" Jacobo, este veterano periodista ya no trabaja en televisión pero lo sigue haciendo en radio y en la prensa como colaborador del diario capitalino
El Universal. Hay quienes han criticado que siga ejerciendo el periodismo a su edad, aunque en otros países se trate de una actividad desarrollada comúnmente por gente como Dan Rather (78 años) y Gerorge Wallace, quien al fallecer a los 86 años tenía su propio programa de televisión.
A las nuevas generaciones quizá resulte difícil concebir que durante más de dos decenios, Jacobo Zabludovsky fuera el periodista más poderoso de México. Provisto de esos enormes audífonos --que dejó de utilizar en 1988, cansado de los
chistes que decían que por ahí recibía órdenes de Gobernación-- el
"Güero" era la referencia obligada del mundillo político. Por supuesto que esa tarea incluía también la de tergiversar las cosas, acomodarlas a la versión oficial y ensalzar a la figura presidencial todo lo que fuera necesario hacerlo. Con
Zabludovsky se hizo costumbre el poner como nota del día las actividades del mandatario y minimizar lo que pasaba en el resto del mundo... o del mismo México, al menos la parte que Televisa siempre quiso perfumar para que no oliera tan mal.
Lo que muchos han reconocido, aun sus detractores, es que Jacobo Zabludovsky es un buen periodista pero que optó por una acomodaticia posición cercana al poder. Y cuando eso ocurre, sea de un reportero, un periodista o un intelectual, se pierde credibilidad. Todavía en los primeros años de su noticiero 24 Horas,
Zabludovsky perseguía la nota y peleaba las exclusivas, pero a mitad de los setenta quedó confinado a los audífonos. Conoció a todos los mandatarios de la época, desde Omar Torrijos y Nasser hasta Fidel Castro, de Kurt Waldheim a Richard Nixon, pero todas sus entrevistas
--compáremoslas con las que Oriana Fallaci le hizo a Kissinger o a Jadafi-- no se recuerda nada memorable. Y de las entrevistas a presidentes y a gobernadores ni se diga: más bien eran charlas diseñadas para dar lucimiento al funcionario, con guiones arreglados ex profeso.
Como se sabe, el mayor tropiezo de Zabludovsky no se dio en México sino en Estados Unidos. Emilio Azcárraga fundó la cadena ECO a manera de competir con CNN; su plan de expansión incluía el levantar el centro de operaciones de ECO en Miami y para ello envió a Zabludovsky como el titular que también se encargaría de cubrir el área de noticieros de la Spanish International Network --luego Galavisión-- pero al saberse la noticia más de la mitad de la plana de reporteros renunció en protesta argumentando que
Zabludovsky era "un títere" del gobierno mexicano que, asimismo, simpatizaba con Fidel Castro. El cambio nunca se concretó, y según Andrew Paxman y
Claudia Fernández escriben en El Tigre, Azcárraga nunca asimiló ese rechazo.
Por momentos Zabludovsky reverdeció su vena periodística. Tras el temblor de 1985 recorrió en motocicleta el centro de la capital y realizó una crónica de la devastación. Años más tarde transmitió en vivo desde la funeraria donde se velaba el cuerpo de Paco
Stanley, quien había sido empleado suyo en los años de ECO. Pero en 1997 falleció Emilio Azcárraga Milmo y Zabludovsky, quien jamás hizo química con el equipo del "heredero" quedó desplazado y poco después salió de Televisa. 24 Horas mantenía su elevado rating pero su credibilidad era poco menos que nula; la derrota del PRI en el 2000 terminó con la era de los noticiarios oficialistas como los habíamos conocido.
Durante mucho tiempo Jacobo Zabludovsky colaboró en Novedades, propiedad de Televisa y, por tanto, claramente progubernamenral. Cuando el diario cerró emigró a El Universal y a Radio Red, donde continúa hasta la fecha. Rara vez hace apariciones en TV aunque hace tres años fue invitado a un programa de la periodista Katia D'Artigues en donde proponía anular el voto en señal de protesta. La emisión se dio en TV Azteca, algo inconcebible en otros tiempos.
Lo paradójico, para muchos, es que actualmente Zabludovsky se considere un promotor de la democracia y la libertad de prensa cuando se sabe que durante décadas manipuló la información al gusto del PRI partido. De cualquier manera hoy se le reconoce como un periodista más bien capitalino, con un público cuyos padres y aun abuelos lo vieron como una autoridad en el periodismo mexicano. Para ellos, el
"Güero" Jacobo --amante del tango y experto en tauromaquia-- ha sido su manantial de información.
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