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LITERATURA/Libros

¡Crear o Morir! de Andrés Oppenheimer

Latinoamérica, la región que necesita solo un pequeño empujón para despegar, así como el gigantesco avance de las nuevas tecnologías, son los temas centrales de este libro del conocido periodista argentino. Pero aunque celebrado y todo, ¡Crear o Morir! incluye un elemento insólito en otros libroi de este autor. El más importante de ellos: una lectura tediosa

AGOSTO, 2014. Autor de varios de los mejores libros escritos sobre América latina y los países llamados emergentes, Andrés Oppenheimer se ha enfocado en sus últimos trabajos (a saber, Cuentos Chinos y Basta de Historias) a un tema que se complementa con ¡Crear o Morir!, este tercer volumen que abunda, como dice en la portada, "en la esperanza de América latina y las cinco claves de la innovación". Este ameno periodista, colaborador del Miami Herald y el Nuevo Herald, tiene además una columna semanal que es leída en casi todos los países del área y es uno de los críticos más certeros de las dictaduras o totalitarismos, sean de izquierda y de derecha.

Con libros que han sido éxitos editoriales, incluido éste, al que se suma ser uno de los más celebrados ¿por qué entonces nos parece que ¡Crear o Morir! es uno de los libros más tediosos e insípidos de Andrés Oppenheimer?

El tema, ciertamente, da para mucho. La potencial innovación en Latinoamérica es sencíllísima de detectar: nuestros países están llenos de gente capaz y de amplios conocimientos; personas que saben arreglar computadoras, escribir todo tipo de géneros, que pintan, que son técnicos, mecánicos, músicos, cocineros, arquitectos y una larga lista, todo en una carga de talento que no debe diferenciarse mucho a la existente en los países desarrollados. El contraste, claro, es que acá ese conocimiento es mucho más mal pagado, y para ello baste apuntar el conocido caso de los peluqueros que cobran hasta 25 dólares por un corte en Estados Unidos y en México apenas cobran ochenta pesos, cuando se trata del mismo trabajo.

Optimista, Oppenheimer ve a América latina como un territorio fértil para que todo ese potencial comience a desarrollarse. Y eso es bueno, indudablemente. Y es que, hasta hoy, para que ese talento realmente dé lo que se espera de sí, hay que emigrar a sitios como Estados Unidos, como ocurrió con Jordi Muñoz, un mexicano de Tijuana que llegó a Estados Unidos indocumentado y es hoy presidente de 3D Robotics, empresa que está también asociada con Jeff Bezos, el dueño de Amazon, con el fin de explotar pronto la industria de los drones y realizar entregas rápidas. (Muñoz no fue aceptado en el Politécnico de México, por cierto).

Otro caso, este sudamericano, se da con el chef Gastón Acurio, quien maneja su emporio desde Lima, Perú, la cual se ha convertido en capital gastronómica de Latinoamérica, esto en un país que todavía a mediados de los noventa ya muchos veían como caso perdido. Oppenheimer igualmente entrevista al técnico catalán Pep Gurdiola, a Bre Pettis (metido de lleno en las impresoras 3D, la revolución tecnológica que se avecina), a Richard Branson, empresario de la vieja guardia que hoy prepara viajes comerciales al espacio y varias personas más.

A todas ellas, explica Oppenheimer, las une el afán de la innovación, en cómo enfrentar los retos de un siglo que todavía es joven y quienes están dejando atrás esquemas otrora considerados claves, como Donald Trump, de quien el autor escribe: "Cuando lo entrevisté, en varias ocasiones reiteró que él no soportaba el fracaso cuando en los innovadores el fracaso es tomado como parte de un proceso de aprendizaje". Se trata, simplemente, de una forma diferente de acercarse a los negocios, y ambos resultan igualmente efectivas: por muchos que piensan como Trump (ahora tan cuestionado) ha habido otros que triunfan y fracasan, exactamente gual que en las "nuevas tecnologías" de Silicon Valley.

El decreto de amnistía de Obama, por cierto, parece haberle obnubilado las ideas a Oppenheimer. Su gobierno ha sido uno de los menores impulsores de la libertad de comercio en Estados Unidos, pero si juzgáramos las cosas como las ve Oppenheimer, se pensaría que Obama es un acólito de Adam Smith. Es cierto, Silicon Valley ha prosperado como nunca estos seis años, pero a costa de oscuras ligas con el gobierno norteamericano que, curiosamente, no menciona el autor, como son la virtual censura que se busca implementar con la Ley de Igualdad de Internet y el espionaje cibernético a los ciudadanos que comenzó denunciando Edward Snowden. Estados Unidos sigue siendo el paraíso de la innovación, cierto, pero no precisamente por Barack Obama, aunque Oppenheimer quiera convencernos de lo contrario.

Otro punto importante es que la mayoría de los casos expuestos en este libro se encuentran en fase experimental por lo que aún no hemos visto su desenlace o su éxito consumado. Al estar leyendo algunos capítulos se nos vino a la mente el Segway, creado por Dean Kamen y que se pensaba sustituiría al automóvil en las grandes ciudades cuando hoy está muy lejos de alcanzar ese propósito y lo utilizan mayoritariamente los turistas y los guardias. Es seguro que, de aquí a unos años, algunas innovaciones que menciona Oppenheimer tampoco habrán despegado.

El problema final con ¡Crear o Morir! es que es un libro tedioso, algo contrastante con, por ejemplo, Basta de Historias, uno de sus mejores libros. No sería periodísticamente ético reproducir o mencionar aquí las cinco claves de la innovación que menciona Oppenheimer, pero distan mucho de ser novedosas o discurso fresco.

A ratos parece ser éste un libro de superación personal versión tecnológica. Desafortunadamente, esa combinación nos provocó algo insólito en los libros de Andrés Openheimer: aburrición. Quizá cuando Barack Obama se vaya de la Casa Blanca --y esperamos no quede Trump como nuevo inquilino-- Andrés Oppenheimer volverá a ser el periodista de gran talento investigativo que tanta admiración nos ha causado.


Crear o Morir
Andrés Oppenheimer
Debate/2015

 

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