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INTERNACIONAL
Buena suerte,
Estados Unidos, la vas a necesitar
Barack Obama logró
reelegirse y con ello el futuro del país se antoja será muy distinto
en el 2016 al de un Estados Unidos como lo conocemos actualmente, eso si
el presidente no cambia el rumbo de su política económica, basada en
el asistencialismo keynesiano. El Tío Sam necesitará enormes dosis de
buena fortuna para recuperarse de el trance que se avecina
Por Roberto Rojas M.
Colaborador invitado
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NOVIEMBRE, 2012. Todavía a las 9 de la noche hora del centro parecía que la lucha por la presidencia de Estados Unidos se veía equilibrada pero una vez que dio a conocer el triunfo de Barack Obama en entidades clave como Ohio y Wisconsin, su ventaja se hizo clara e innegable. Las encuestas que auguraban un empate pasaban al olvido una vez que el presidente confirmaba su reelección al acercarse a los 300 electores, 30 más de los que
necesitaba para marcar su triunfo. Ahora las elecciones quedaron atrás y a partir del próximo enero
Barack Obama se convertirá en en el tercer mandatario demócrata que consigue la reelección en
un siglo (los otros dos, como se sabe, fueron Bill Clinton y Franklin D Roosevelt, quien conquistó tres
procesos).
Lo que sigue, y luego del júbilo de Hollyood, de los principales medios de prensa, de los sindicatos y, como veremos más adelante, de muchos inmigrantes, persiste la paradoja de saber quién es realmente Barack Obama: ¿se moverá al centro,
como lo hizo Bill Clinton al asegurar su reelección, o buscará acelerar sus reformas "progresistas" de la cual el
Obamacare fue apenas la primera probada? No se sabe. Lo cierto es que fueron varios elementos que jugaron a su favor en la pasada elección y que además nos dan oportunidad de ver cómo está cambiando el mapa político de los Estados Unidos, hasta qué grado ha influido el voto inmigrante en este
proceso y cómo será el país en el 2016, pues de seguir por el camino por el cual
Barack Obama lo ha llevado hasta hoy, su futuro se asemeja más al de un país europeo azotado por su propio dispendio,
que el de un país que por casi 235 años ha mostrado la superioridad de
un sistama que promueve las libertades individuales y la libre empresa. De eso hoy todavía queda algo en Estados Unidos. La interrogante es por cuánto tiempo.
Una señal de los tiempos cambiantes que la noche del martes ayudaron a Obama a cantar su
triunfo la tenemos con los inmigrantes que han llegado a Estados Unidos las últimas tres décadas. Anteriormente, la mayoría de ellos procedían de
Europa y algunas regiones de Asia, pero la inmigración llegada de América latina se ha remarcado en ese periodo. Los inmigrantes de hace un siglo tenían en mente una buena idea
o un proyecto personal para desarrollar en su nuevo país, ya fuera para abrir un negocio,
acumular un patrimonio familiar mediante el trabajo y así ayudar a sus familias que quedaron atrás.
Sin embargo, la mentalidad de los inmigrantes ha cambiado, algo que conlleva la idea
de considerar, como es común en sus países de origen, que el Estado tiene el deber
y la obligación de ayudarlos directamente ya sea a través créditos bajos,
welfare, servicios médicos gratuitos y educación igualmente con costos simbólicos, factor éste que mueve a los jóvenes estudiantes ilegales que estudian en los planteles en su mayoría públicos
y que exigen su pronta regularización.
La política asistencialista del gobierno de Obama también fue decisiva. Por primera
vez, y quizá desde la Gran Depresión, el gobierno norteamericano se ha enfocado mucho más en políticas asistencialistas y el desarrollo mediante el gasto
público, que al impulso a la actividad empresarial la cual ha ido disminuyendo significativamente desde que
Obama asumió el poder. Las política asistencialistas --algo que en Europa y en América latina
conocemos de sobra-- llevan, más que el noble propósito de ayudar a
quienes menos tienen pues terminan por convertirlos en material electoral para conseguir la permanencia en el poder. Tras el
New Deal el Estado se retractó y cedió su lugar a una nueva expansión financiera
que convirtió a Estados Unidos en superpotencia. Lo que ha hecho Obam es
el efecto contrario: hay más dinero en circulación por éste no es
utilizado en la producción de riqueza como había sido una constante en ese país, pero sí se ha empleado en actividades de consumo o que resultan
improductivas a mediano plazo y que no tardarán en crear peligrosas
burbujas inflacionarias.
Otra razón que llevó a muchos norteamericanos a votar por Obama para un
segundo mandato radica en la sensación de que las cosas están "a medias" y que haberlo sacado de la Casa Blanca en
este momento traería más desventajas que beneficios. Muchos electores
sienten que el presidente les "está debiendo" algo que les prometió o bien, el temor de que la llegada de
Mitt Romney pudiera cortar los subsidios que, aunque parezca increíble, hasta hace poco eran prácticamente inexistentes en la economía norteamericana.
Desafortunadamente muchas de estas promesas llevan implícito un mayor gasto público y una reducción en la producción privada. Estados Unidos
está lejos de tener todavía los niveles de bajo rendimiento en bienes de
producción de México o Argentina, pero es posible que empiece a experimentarlos a fines del 2012 si
Barack Obama se empeña en seguir son su política asistencialista y de presión al gasto
corriente.
Y al igual que courrió hace unas semanas en
Venezuela, Barack Obama logra una reelección dentro de un país profundamente dividido. Esta hecho ocurre en todos los países, sin ninguna excepción, donde el Estado comienza a
invadir áreas de la economía que antes respetaba. ¿Qué ejemplo se
acomoda aquí, España, México, Italia, Grecia? You name it...
En pocas palabras, Barack Obama logró la reelección en base a lo que promete y no a lo que logrado, como si su primer periodo de gobierno hubiera sido un mero ensayo. En ello ayudaron, qué duda
cabe, el apoyo de los medios que sistemáticamente han ocultado información que le
resulte perjudicial a sus propósitos --Benghazi, por ejemplo, una cloaca que no tarda
en destaparse--, de las celebridades hollywoodenses que piensan que una
economía en crisis se salva con un guión que tiene poco que ver con la realidad.
Ante este segundo periodo de gobierno de Barack Obama, Estados Unidos
necesitarán suerte, mucha buena suerte, para no imitar a sus colegas europeos y terminar
con desastres como Grecia o España. que siguieron las fórmulas que Barack Obama se
obstina en implantar en su país.
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menos norteamericano de Estados Unidos [Abril, 2012
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1
comentarios juana_bustillo
escribe 08.11.12 Esperemos
que Barack Obama sepa como hacer las cosas, recordemos que si a Estados
Unidos le pega la gripa a nosotros nos da pulmonía. Por el bien de los
dos países ojalá a este señor se le prenda el foco |