La Madre: La
Paz del Señor es con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre: Ave
María purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
La Madre:
"Cuando el Sol, hijo
mío, tapa la luz de su alegría y el día oscurece, es el momento donde los
soldados del amor salen a combatir. En el pecho llevan el estandarte de
su Patrón, aquél que les enseñó a luchar por amor a Dios
y a luchar por el bien de las gentes. Y cuando la noche entra en su curso,
el llanto del mal acecha, su furia se esparce por la tierra, es hora de la
lucha, es la hora del (no se entiende).
Los soldados que no demuestran su miedo al enemigo, pero sí
demuestran tener temor a Dios.
Así deberían ser mis hijos.
Pero hijo mío, hoy es un día importante que en algunos lugares de
tu pais no saben reconocer. Ya se han
olvidado de Aquél que esparció la verdadera palabra de Cristo, punto por
punto de España.
- ¿Acaso no es Él, el causante de
que todos sepáis quién es Dios?
- ¿Por qué no se merece su respeto, el
vuestro propio?
Así sois los hombres.
¡Ay hijo mío! Con el tiempo, aún así, se irán perdiendo más
cosas. Luchad por ello hijos míos, también es vuestro.
Hoy no sería justo mirar hacia atrás y ver el pasado de un Apóstol
que sufrió, de un Apóstol que entregó su vida por Dios,
que no le importó morir, y ver ahora un presente donde tú estás siendo
abandonado poco a poco: Los que te dicen amar te abandonarán.
Pero el comienzo no es éste hijo mío, y tampoco es el final. Mientras los
hombres luchan por la materia, se olvidan de su Espíritu y se condenan.
Sois crueles con vosotros mismos hijos míos. Mientras aquel apóstol
anduvo y sufrió el rechazo de muchos, también tuvo el acogimiento de otros
y ante todo tuvo el amor de saber pedir por esta nación.
Y Dios recompensó a esta nación, a este pais. Les
dió su propio Apóstol y tantas cosas dadas, para después con el tiempo,
todo ser olvidado y ser solo un recuerdo vano que se pierde en el fondo
con las palabras.
"Por aquellos montes lejanos verás a
ese Jinete cabalgar hijo mío. ¡No preguntes quién
es, pues sabes bien quién es! El hombre debería de preguntar: ¿Quién es?
El hombre debería de preguntar quién es..., porque su angustia llega con
el Jinete, porque su dolor se esparce con el Jinete.
Pero el Jinete es justo
hijo mío, ama la justicia como Dios así. Hace el bien como Dios
le enseña..., reparte amor como Dios le
ordena. Y el Jinete no pregunta:
¿Porqué debo hacerlo?, solo cumple. No es un Jinete que hace daño, simplemente aquél que no
cumple, recibe la herida."
Así es Dios, el Dios que
tanto habéis olvidado. Este Dios
que apartáis como si nadie fuera. Este Dios
olvidado por los hombres va a volver a resurgir por medio de sus soldados,
los que ÉL ha mandado a la Tierra para luchar, para comenzar un camino...,
para comenzar un camino para todos. Aquél que quiera
que emprenda este camino, el que no, allá él.
¿Porqué olvidarse de alguien que esparció el bien?
De un hombre valiente hijo mío, que dejó su familia, su hogar y llegó
hasta un pais desconocido, pais que DIOS preparó para Él, y Él luchó
porque todos supiérais de JESÚS. Y aquél que trabaja con amor y aquél que
pone todo su interés en lo que hace, acaba por conseguir su propósito.
Pero aquél que hace las cosas por hacer, no tendrá objetivo final y
no será nada lo que haga.
Recordad vosotros hoy en vuestro interior...
PADRE ETERNO: A este Patrón...
LA MADRE: A este Apóstol...
PADRE ETERNO: El cual dió su vida....
LA MADRE:
Por todos a la vez, y por Dios. Recordadle vosotros, ya que son tantos y
tantos...
PADRE ETERNO: Los que lo han olvidado
LA MADRE: Pero ÉL está presente y su lucha no descansa. Adiós hijos
míos.
PUBLICO: Adiós Madre.
Padre
Eterno: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El Hermano:
Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano
El Maestro: Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
El Hermano:
Que la Paz del Señor, y la fuerza del
Patrón de España quede así con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Hermano.
El Hermano:
Ave maría
Purísima.
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Hermano:
Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.