ENERGÉTICA
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DE CRISTAL |
La propiedad
del cristal de cuarzo, de almacenar información y ser programable
para funciones concretas, pudiendo cargar y transmitir energía,
con deseos que, a través de visualizaciones, se le pueden proyectar,
hace de esta piedra una poderosa antena transmisora y receptora de vibraciones
que podemos utilizar para bien del planeta.
La campaña
Red Planetaria Energética de Cristal, consiste en la distribución
de cristales de cuarzo destinados a ser programados para intercambiar buenas
vibraciones entre quienes los reciban, y formar un campo de energía
positiva en el planeta.
Para realizar
la programación, aquí se ofrece una propuesta, entre las
tantas formas posibles de visualizar e imprimir un programa en el cristal,
que funcione en sintonía con los demás cristales de la red.
LIMPIEZA: Para descargar al cristal de posibles negatividades absorbidas, antes de utilizarlo conviene sumergirlo en agua y sal (marina preferentemente) durante unas 24 horas, o colocarlo en una corriente de agua (río o arroyo) o en el mar; también se lo puede enterrar por varios días, o completar la limpieza visualizando una luz purificando la piedra. Estos métodos también se utilizan para borrar un programa cuando ya se cumplió o no se necesita más; y dejar al cristal listo para una nueva programación.
ACTIVACIÓN: Después de la limpieza y antes de programarlo, se lo puede activar exponiéndolo a la luz del Sol y de la Luna Creciente o Llena, para cargarlo de energía. Humos aromáticos y perfumes otorgan buenas vibraciones, lo mismo que el contacto con plantas, maderas y fibras naturales (es mejor no guardar cristales en envoltorios sintéticos).
PROGRAMACIÓN: Sosteniendo
el cristal con la punta hacia arriba, colocarlo en el entrecejo (tercer
ojo) y proyectarle como un film, cuyas imágenes sean las de la situación
deseada que el cristal grabará, vista como si fuera en tiempo presente.
Para programar el cristal
como integrante de la red planetaria, se puede efectuar la siguiente visualización:
Imagínate fuera de
tu cuerpo, flotando en el espacio, lejos de la Tierra. Ves las estrellas,
la Luna. Te vas acercando al planeta. Vas a descender. Es de noche. Muchísimas
lucecitas blancas, muy blancas, brillan en la oscuridad. No son ciudades:
no se trata de luz eléctrica; es luz espiritual. No son almas humanas:
pertenecen a otra forma de vida. Desciendes a la Tierra. Vas directo hacia
una de las lucecitas. Llegas al suelo. Allí está tu cuerpo,
con esa lucecita en una mano: es el cristal que tienes.
Entras en tu cuerpo. Sientes
que la energía del cristal entra por tu mano, recorre tu cuerpo.
Te produce una sensación agradable. Esa sensación sale de
tu interior en forma de luz: una luz como la del cristal. Los demás
no podrán verla, pero la sentirán, percibirán que
estás con "buena onda". Esa energía tuya hará que
la gente se sienta bien estando contigo. Vas cargándote con el cristal
para llevar a los demás ese bienestar.
El cristal está
grabando esas imágenes; se está cargando positivamente con
tus sensaciones. Con eso aumentas la luz del cristal.
Recuerda todas las lucecitas
blancas que viste desde el espacio: todas son cristales. Todos ellos reciben
las vibraciones positivas del cristal que tienes. Cada cristal lo tiene
una persona. Cada una de esas personas recibe luz del cristal que tiene,
y se siente bien, muy bien. Cada uno de esos cristales recibe las vibraciones
de bienestar de cada una de esas personas, y transmite esas buenas vibraciones
a los demás cristales.
A través del cristal
que tiene, cada persona recibe las buenas ondas de todos los que tienen
esos cristales. Esa piedra es tu puente de luz con todos ellos, y todos
ellos reciben tu luz.
Sales de tu cuerpo. Vas
volviendo al espacio. Te alejas de la Tierra. Tu cuerpo quedó allá,
con el cristal en la mano. De la piedra salen miles y miles de finos rayos
de luz blanca iridiscente. Van hacia las lucecitas blancas de los cristales
que las demás personas tienen. Son como hilos luminosos que te conectan
con ellas. Ves que las lucecitas blancas están todas unidas con
todas, formando una red luminosa sobre el planeta. Ves un corazón
luminoso con cada lucecita: son las almas de quienes tienen los cristales.
Toda esa red transmite
una energía que aumenta las buenas vibraciones de la Tierra. La
naturaleza se va recuperando. La Humanidad se va tornando cada vez más
pacífica, unida, fraterna. La gente es más alegre, más
sana, con más ganas de vivir. Va creciendo la conciencia cósmica
en la gente; hay más espiritualidad, armonía con el Universo.
A través del cristal
que tienes, como por una planta transmisora de televisión, transmites
estas visualizaciones a la red energética de cristales. Y a través
de la red, con tu amor, transmites a todo el planeta tu visión y
tu deseo de un mundo mejor.
El cristal, así,
quedará programado, y estará trabajando junto con los otros
cristales, por una Humanidad y un planeta en amor. La
programación puede ser basada en esta idea, memorizando las imágenes
sugeridas, o bien grabando este texto en cassette o PC, y programando el
cristal escuchando la grabación (hay una versión del autor
de la campaña, con música especial para meditación
con cristales). El cristal puede ser llevado
o colocado en lugar seguro, no expuesto a fuerzas negativas, y la programación
no debe ser alterada con pensamientos o deseos ajenos a ella (utilizar
otro cristal en tal caso), pudiendo, sí, transmitirle progresivamente
a la piedra todo pensamiento y sentimiento de amor, alegría, bienestar,
que estén en correspondencia con el programa grabado.
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