Queridos hermanos manifestados como humanos:

    Hace un año, cuando sus máximos representantes políticos de casi todos los países se reunían en la "Cumbre de la Tierra", transmití aquel mensaje que fuera enviado a las Naciones Unidas, con la finalidad de que se tomara conciencia del gran daño causado al planeta no sólo en lo físico, sino también en lo energético, lo espiritual. En medio de negociaciones en las que los intereses económicos estaban por encima de una purificación espiritual planetaria, era necesario que aquel llamado de atención que realicé sacudiera esas pobres conciencias que poco lograban ver más allá del aspecto material del problema ecológico. Allí se hablaba de cuestiones técnicas, no de amor.
    Mientras ellos se reunían para negociar, cientos de Organizaciones No Gubernamentales, instaladas en otro lugar de Río, eran la otra cara de la Humanidad: la gente con sensibilidad, espiritualidad y voluntad de acción concreta. Era la reunión de representantes de pueblos, de religiones, de grupos ecologistas, de artistas; el "Forum Global", que fue donde cada uno dijo presente a la convocatoria mundial, ofreciendo su participación en una lucha que necesita de todos. Y allí sí pudo sentirse la voz del amor. Ha pasado un año y mi energía, que tan bajas vibraciones venía recibiendo de la Humanidad, ha estado incorporando vibraciones positivas procedentes de numerosas acciones concretas que, desde entonces, se cumplen con ritmo creciente en favor del medio ambiente en muchos países.
    En el ámbito escolar, en el legislativo, en el industrial, en el periodístico y en otros, los problemas ecológicos están recibiendo una atención que años atrás, pocos hubieran imaginado.
    Si bien todo esto aún no alcanza para que cambie los conceptos de mi mensaje anterior por elogios al ser humano, es bueno que en esta fecha en la que el planeta atraviesa un nuevo portal hacia su evolución, tengan ustedes palabras de aliento; porque si una gran transformación está experimentando la Tierra con un aumento de positividad en su campo energético, ustedes los humanos tendrán cada vez mayores condiciones estimulantes para mejorar sus conciencias y obrar con el corazón libre de limitaciones materiales.
    Múltiples cristales como yo acompañaron mi mensaje escrito entregado a las Organizaciones No Gubernamentales y a organismos de la ONU en el Forum Global. La presencia de nosotros los cristales en aquel histórico momento del planeta no podía faltar. Y nuestra misión estará cada vez más a la vista de ustedes en los años venideros: libros cada vez más numerosos hablando de nuestras propiedades energéticas; filmes, programas televisivos, conferencias; y muchos de nosotros estaremos como guardianes del planeta y como antenas emisoras de energía y de conciencia, en plazas y otros lugares públicos de cada vez más ciudades donde haya humanos amigos nuestros dándonos un lugar para instalarnos y permitirnos que los ayudemos a sumar fuerzas positivas al mundo.
    A pesar de la negatividad que habrá de seguir interponiéndose, esta misión habrá de cumplirse. Porque los cristales somos magos transformadores del planeta, que sentimos como sienten los humanos que buscan el bien, y son magos los humanos que hacen el bien, que sienten como nosotros, con corazón de cristal.