Como pequeño homenaje a
nuestros maestros que nos enseñaron a leer, escribir,
pensar y
nos inculcaron a muchos la afición por el
estudio y a otros un medio más para abrirse camino en la
vida, que no fue tarea fácil para los nacidos en un
pueblo tan pequeño, va dedicado este sencilla reflexión
sobre nuestras primeras letras.
Paso a hacer una pequeña
exposición del sistema educativo de las décadas de lo 50
y 60, responsable de la enseñanza que recibimos por
aquellos años en Cabañas.
La Ley de Educación
Primaria de 1945, que implantaba la obligatoriedad de
enseñanza religiosa, con la celebración del mes de
María, y de “Formación del Espíritu Nacional, la
asignatura llamada Política, se extendía hasta los 12
años, momento en que una persona podía incorporarse al
mercado laboral.
Comprendía:
1) Período
de Iniciación: hasta los cuatro años
A) Maternales hasta los 4
años
B) Párvulos de 4 a 6 años
2) Período de Enseñanza
Elemental de 6 a 10 años
3) Período de
Perfeccionamiento: de 10 a 12 años
4) Período de
Iniciación Profesional: de 12 a 15 años.
Los períodos de Enseñanza
Elemental y de Perfeccionamiento eran los únicos
obligatorios, y por tanto fue la enseñanza que recibimos
todos en la escuela mixta de Cabañas al ser un pueblo
pequeño, aunque muchos alumnos continuaban la
escolaridad hasta los 15 años.
Ley de 1964 amplía la
obligatoriedad hasta los 14 años que tuvo
vigencia hasta 1970, año en que se implantó la Ley
General de Educación de Villar Palasí.
La escuela estaba en un
local situado encima del Ayuntamiento. Constaba de una
sola aula, con dos ventanales y el piso de madera, donde
se agrupan a todos los niños y niñas de 6 a 15 años en
mesas largas de un solo tablero inclinado y banco
corrido que ocupaban casi todo el ancho del aula.
En la parte delantera,
sobre un estrado elevado se situaba la mesa del
profesor, el encerado, los mapas, el ábaco para contar y
la estufa de carbón que los alumnos mayores, por
turnos, se encargaban de encender media hora antes del
comienzo de la jornada escolar.
Escribíamos cada uno en
nuestra pizarra con un pizarrín de manteca blanco,
pizarra a la que se sujetaba un borrador de trapo y nos
enseñaban a leer en el catón y más tarde en la cartilla
Rayas. Como el maestro o la maestra de turno no podía
atender a todos, la matrícula ascendía a los cincuenta
alumnos, labor ímproba, con escasos medios, pero suplida
con una entrega total del docente, él designaba a los
mayores y mejor preparados para que nos tomasen la
lección a los más pequeños. Un trabajo muy solidario
como os podéis dar cuenta. Todos los útiles escolares
los guardábamos en el cabás, especie de caja de madera
con asa. Años más tarde los cuadernos sustituyeron a la
Pizarra.
![](escuelas_contenido/caton3.jpg)
Catón:
portada y páginas
Cuando ya habíamos a
prendido a leer y escribir, nos pasaban a la
enciclopedia. Éstas fueron nuestros libros de estudio:
Enciclopedia
Dalmau Carles (desde 1949)
![](escuelas_contenido/image019.jpg)
Enciclopedia
Álvarez (1954 y 1966)
Los servicios, cada uno
utilizaba los de su casa, con el permiso del/la
maestro/a, y el patio de recreo era la calle.
La jornada escolar era
partida: por la mañana de 10 h. a 13 h. y la sesión de
la tarde de 15 h. a 17 h. Los jueves por la tarde era
vacación, que en buen tiempo se aprovechaba para ir de
excursión al campo.
Esta escuela mixta dejó
de funcionar en junio de 1957, cuando se habilitaron las
nuevas escuelas unitarias.
Maestros- as:
1948- 1956 Maestras: Doña
Juanita, Srta. Ester, Srta. Elena, don Apelio Martín,
Srta. Chiri, Srta. Vicentina, Srta. María Jesús
Hermosa, Doña Esperanza Chico. |