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EL CIRCULO DE LAS GUARDIANAS DEL GRIAL

TERCER LIBRO

LAS REVELACIONES DE LA GUARDIANA

EL CIRCULO     DE LAS GUARDIANAS DEL GRIAL.

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INTRODUCCIÓN: EL MITO GRIALIANO.

PRIMER LIBRO:      LA  PORTADORA DEL SECRETO.   

PRÓLOGO

SEGUNDO LIBRO:  EL VIAJE.  INTRODUCCIÓN  Y PRÓLOGO.

TERCER  LIBRO: LAS REVELACIONES  DE LA GUARDIANA.

PRÓLOGO.

CICLOS

EL JARDÍN

LOS OTROS

LA MANSIÓN

ÍNDICE GENERAL

SINOPSIS/ PRESENTACIÓN

ENLACES WEBS

ENLACES A LOS SIGUIENTES LIBROS (Portal sin incorporar a la web)

 

 

 

IX.  CICLO DE LOS OTROS

 

 

 

 

 

 

 

 

5. LA MENTE / LA LLEGADA DEL MAL.

 

Tanit y yo volvíamos esa tarde de una excursión. Nos detuvimos en un bar considerablemente grande que había al pie de una gran sierra, en una zona rural próxima a una ciudad, para descansar un poco y tomar algo de beber. Aparcamos el coche y dejamos a los perros en su interior, con la portezuela trasera abierta. El sol pretendía ocultarse pronto tras las altas colinas del horizonte.

Entramos en el establecimiento, que tenía una luz algo tenue y estaba un poco destartalado. En la barra había bastante gente, pero sólo una cuarta parte de las mesas estaban ocupadas.  Pedimos unas bebidas y nos sentamos en una mesa alejada del mostrador. El salón era muy espacioso, de unos diez por quince metros o más. Al poco, Tanit se levantó para ir al baño. Cuando regresó se paró en la barra, esperando que la atendiera el camarero, para solicitar una nueva consumición. Yo la observaba a la distancia.

De pronto, entraron varios hombres jóvenes, con aspecto prepotente y avasallador. El que parecía liderar el grupo se fijó enseguida en Tanit y se dirigió a ella, con algún tipo de comentario que no entendí desde donde yo me encontraba. No recibió ninguna respuesta, pero insistió con sus palabras, acercando aún más su cuerpo hasta rozar el de ella. Los demás se mantenían a una media distancia, y lo observaban divertidos dejándolo hacer.

Ante la pasividad de mi amiga todos pronunciaron frases groseras y yo me levanté para aproximarme. Pude escuchar entonces las palabras del hombre que llevaba la iniciativa. Hizo un comentario soez y una proposición obscena. Tanit se le encaró despacio, lo miró fijamente y muy seria le respondió:

- Que te encuentres junto a mi es un error de la naturaleza. Regresa por donde viniste o te llevaré conmigo al Infierno.

Por un momento el hombre quedó desconcertado y en silencio, pero luego sonrió con descaro y, desafiante, la sujetó por el brazo izquierdo.

Entonces Tanit apoyó su mano derecha en el centro del tórax del hombre. Y éste, de inmediato, se estremeció como si hubiera recibido una sacudida eléctrica. Acto seguido salió despedido de forma increíble por el aire, cayendo ruidosamente al suelo a varios metros de distancia. Su cuerpo trazó un vuelo inverosímil, como si hubiera sido absorbido desde atrás por una fuerza invisible.

Pero en el mismo instante que cayó, Tanit estaba ya a su lado, tan rápido que fue imposible ver que caminara o se desplazase.

- ¿Te has hecho daño? -le preguntó con suave voz- Dame la mano y te ayudaré a levantarte.

El hombre la miró desconcertado y asombrado, como si no diera crédito a lo que había ocurrido. Luego sus ojos se abrieron desmesuradamente, y su rostro se crispó y se desfiguró, igual que si estuviera percibiendo una visión espantosa.

Arrastrándose deprisa y nervioso se levantó y salió corriendo, mientras compulsivamente volvía la mirada hacia atrás. Aconteció todo tan rápido, que no pude reaccionar ni intervenir. La insólita escena se desarrolló completa en menos de un minuto.

Los otros hombres, sin mediar palabra, se fueron deprisa tras su compañero, que se alejaba veloz dejando la puerta abierta.

- ¿Que ha pasado? -pregunté preocupado a Tanit.

- Nada importante. Sólo eran unas personas que no tenían que haber estado aquí y les he indicado el camino por donde debían marcharse. -repuso, recuperando su dulce mirada.

- Creo que lo han entendido muy bien, a juzgar por lo rápido que se han ido. Espero que no nos busquen después para darnos las gracias.

- Me temo que no lo harán, porque escogí la escena más terrorífica que encontré en el subconsciente del que me puso encima la mano, y creo que tardará en olvidarla.

- ¿Que quieres decir?

- Que, por un momento, ese hombre percibió lo que le rodeaba de una manera transfigurada, como en la peor de sus pesadillas infantiles.

- Desde luego no puso buena cara. -dije, mientras intentaba sonreír a mi sorprendente amiga.

Pero pensé que si ella era capaz de que alguien viera una imagen ilusoria, entonces ... ¿cómo podía estar seguro de todo lo que me había ocurrido a su lado? ¿Eran reales las cosas insólitas, y a veces increíbles, que había visto junto a Tanit? La duda me invadió.

Unos minutos después, al salir de aquel lugar, le pregunté:

- ¿Cómo hiciste para que el hombre que te importunó tuviera una visión horrible?

- Extraje la imagen de un archivo profundo de su subconsciente y la transferí a su mente consciente.-me explicó, como si fuera una cosa sencilla.

- ¿Pero como pudiste hacer eso en tan sólo una fracción de segundo? Ver todos los archivos de su mente, elegir una imagen y llevarla a la conciencia, para que él creyera que era real en ese momento.

- Busqué en su interior las vibraciones más negativas -dijo con naturalidad- y de allí seleccioné las que le podían producir a él mismo más terror. Explorar la mente no me supone un obstáculo, y además es algo que se hace fuera del espacio-tiempo. La parte de mí que realiza esa búsqueda, actúa fuera de las coordenadas ordinarias del tiempo de la materia, que son también las que condicionan la mente consciente asociada a ella.

Yo guardé silencio, no comprendiendo lo que quería decir. Ella prosiguió entonces, intentando aclarar lo que me explicaba.

- Es como los sueños, que a veces transcurren en un fugaz instante, pero que pueden ser percibidos como vivencias muy largas. La energía de la mente puede liberarse del tiempo convencional. -me aseguró.

En ese momento recordé el famoso sueño de Napoleón. El mismo cuenta como, durante una de sus campañas militares, se quedó despierto en su tienda de lona hasta altas horas de la noche, contemplando en su mesa el mapa donde transcurriría la batalla al día siguiente, e intentando planificar sin éxito la estrategia que debía desarrollar. De pronto, agotado, le venció el sueño y su cuerpo se desplomó sobre la mesa. Con el brazo inerte golpeó el tintero, que rodó hasta el borde, y pudo ver aún como se precipitaba hacia el suelo. Y en ese instante, el gran general se sumió en un profundo sueño.

Entonces vio con todo detalle el desarrollo de la batalla futura que estaba planificando, viviendo en tiempo real movimiento por movimiento de las tropas. Las cargas de la caballería, el avance de los batallones, la disposición de los regimientos, el castigo de la artillería, los muertos y el triunfo, a lo largo de un día completo. Era como si hubiera estado viviendo las operaciones militares lentamente, y comprobara su resultado.

De repente, un sonido brusco lo despertó. El tintero acababa de estrellarse contra el suelo y se derramaba su oscuro contenido. El largo sueño había transcurrido en un breve instante, sin duda fuera del tiempo. A la mañana siguiente, Napoleón movió con maestría las piezas de su ejército y ganó la batalla de Austerlitz, o quizá otra similar.

También yo recordaba haber tenido en algunas ocasiones intensos y prolongados sueños, pero que habían transcurrido en tan sólo unos segundos del reloj. El tiempo y la mente eran cosas misteriosas para el ser humano de nuestra cultura racional.

- ¿Cómo puedo saber si tú me has inducido, también a mí, determinada imagen en alguna ocasión, o todo ha sido siempre real? -le pregunté, sensiblemente desconfiado.

Pero ella no se inmutó y respondió:

- Cielo, todas las imágenes que tu conciencia ve son inducidas, pero por tu propia mente. El Universo es sólo energía sin forma, campos de fuerza que se entrecruzan e interaccionan. Las imágenes son creaciones automáticas en la mente del observador, que en realidad sólo percibe flujos y ondas de energía. Eres tú quien inventa las imágenes que constituyen tu mundo, aunque seas inconsciente del proceso.

- Pero todos vemos las mismas cosas cuando son reales. -protesté.

- Todos los que comparten los mismos sentidos de percepción, y similar estructura de mente y energía. -repuso tranquilamente- Lo que ves del mundo lo elaboras siempre en base a tu cultura, a tus órganos perceptivos y a la disposición de tu energía, que son las fronteras que limitan y definen tu realidad.

La miré en silencio y ella prosiguió.

- ¿Que importancia puede tener si yo te induzco también alguna imagen de vez en cuando? - dijo, acompañando el comentario con una sonrisa pícara.

- Pero cielo, -continuó de inmediato- tú deberías ya saber que ahora estoy bromeando y que eso no es así.

Pocos instantes más tarde yo conducía el vehículo todo terreno que nos transportaba a los cuatro: los dos perros en la parte trasera y Tanit a mi lado en la cabina. La observaba silenciosa y pensativa, con una especie de nube en su habitualmente brillante mirada. Preocupado le pregunté:

- ¿Que ocurre? Pareces ausente e intranquila.

- Es cierto. De pronto me he dado cuenta de la importancia de lo que ha ocurrido.

- ¿Por qué es tan importante? Nadie ha resultado dañado en realidad. Creo.

- He actuado usando la fuerza. Y además esa situación violenta y agresiva no debía haber acontecido nunca.

- La vida tiene esos azares. -repuse para animarla.

- Ese azar no estaba previsto.

- Los azares no se prevén, se introducen en nuestra vida. Simplemente debemos estar listos para solucionarlos lo mejor posible. -repliqué con una sonrisa.

- En mi paso por este mundo no caben esos azares. -dijo con una mirada seria.

- Pero ya ha sido solucionado. ¿Por qué te preocupas de algo que es sólo pasado? Eso creo que se contradice con lo que siempre tratas de enseñarme.

- No es pasado, cariño. Lo que ha sucedido significa que se ha abierto una puerta terrible que pondrá fin a nuestro encuentro en esta vida.

- ¿Porqué? No ha sido nada tan grave. No te entiendo.

- ¿Habías visto alguna vez que un hecho violento se cruzara a mi paso por este mundo y no se disolviera simplemente con mi presencia?

- Pero esta vez también se ha resuelto.

- Me he visto obligada a usar la fuerza. Cuando no reaccioné a las primeras palabras de ese hombre es porque trataba de revertir la situación, de alejarla sólo con el poder de mi mente. Sin embargo fui incapaz en ese momento de contactar con la armonía del mundo. Fue una realidad más poderosa que yo. Y eso sólo significa una cosa, me temo.

La preocupación comenzó a embargarme tras oír sus enigmáticas palabras. Tanit siempre había sido optimista en cualquier situación. Su contagiosa vitalidad atraía la luz del sol y el resplandor de la luna, y todo resultaba más bello a su lado. Por el contrario ahora parecía abatida. Era algo insólito tratándose de ella.

- Explicame con detalle lo que tratas de decirme, pues de lo contrario voy a quedar en la mayor inquietud, cielo.

- La realidad que nos rodea no existe por sí sola, sino que es el resultado de la interacción de energías externas con nuestra mente, tanto en su nivel consciente como inconsciente. Conoces mi maestría en el dominio de la mente, y eso quiere decir que controlo todo lo que habita en mis procesos mentales interiores, incluso en sus partes más profundas. Por ello puedo generar una realidad armoniosa allá donde me encuentre, en el fluir de cualquier mundo tetradimensional, pues la armonía del cosmos encuentra facilidad para irradiarse a través de mi.

- Claro que sé eso, cariño. Lo he podido comprobar numerosas veces. Pero aunque poseas de verdad esa maestría no significa que siempre puedas controlarlo íntegramente todo. A veces nos hallamos más débiles y somos incapaces de dominar situaciones que en otro momento no representarían un problema. - argumenté con mi habitual lógica racional, pues intentaba explicar lo acontecido desde los parámetros familiares de mi experiencia cotidiana, al tiempo que deseaba alentarla.

Tanit al fin sonrió. Se le fue de pronto la invisible nube de preocupación. ¿La había convencido?

- Eso es lo que pensé en un principio. -dijo, respirando profundamente.- Poseo una conexión con la divinidad del universo tan continua que me creía invulnerable.

La miré y en ese momento se me antojó tremendamente frágil y desvalida. Tanit, la viajera de mundos paralelos, el ser más libre que la imaginación pueda concebir, parecía ahora prisionera y resignada a un destino fatal que yo aún no comprendía ni intuía, pero que desde mi interior presentía.

- Ahora mi seguridad se ha roto. Algo ha abierto una grieta en mi escudo protector. Una grieta tan grande que parece una zanja, por la que se han colado ese grupo de personas violentas del bar.

- El mundo está lleno de personas violentas. ¿Que tiene eso de anómalo?

- Tu mundo no es mi mundo. Mi mundo carece de ese tipo de seres.

- Pero ahora estás en mi mundo.

- Te equivocas, siempre estoy en mi mundo. Pero al venir a esta realidad para encontrarme contigo sabía que corría un riesgo. Y ahora sé que el riesgo era real y auténtico, pues se ha materializado.

- Hablas de algo que no comprendo.

- En cualquier punto del universo donde me halle, mi mundo emana desde mi interior, fluye a través de mi y se encuentra dentro de mi. Creo la realidad armoniosa que me rodea momento a momento, pues la luz de mi alma interacciona con las energías exteriores, ya que tengo creadas las vías para ello. No obstante, en ese sombrío bar, un poder más poderoso violentó mi creación continua.

- ¿A qué poder te refieres?

- Aún no puedo identificarlo.

- ¿Y eso es lo que te preocupa?

- Lo que me preocupa es que a partir de ahora mi tiempo junto a ti será más limitado y peligroso.

Un escalofrío me recorrió. Sus ultimas palabras afectaron a mi corazón como si fueran un gélido cuchillo. Perder a Tanit y peligro eran conceptos a los que temía especialmente.

- Te he hablado en otras ocasiones de que este mundo en el que habitas está controlado por los Otros. Ellos se oponen a mi presencia aquí, pero yo me hallo camuflada y oculta ante su vigilancia. Genero mi propia realidad y por ese motivo ellos no pueden descubrirme, pues no les doy cabida. Su realidad y la mía no se cruzan, a pesar de que me halle en este mundo tretradimensional que controlan.

Conforme avanzaba su extravagante explicación mi preocupación ascendía. Los Otros eran según Tanit los Señores de la Oscuridad, una especie de Poder Maligno que domina amplias áreas del Universo. Hasta ahora ella los había esquivado con habilidad, pues quizá incluso ignoraban su presencia. Pero lo que ahora trataba de decirme era que los Otros la habían detectado en alguna forma y ya la buscaban.

- ¿Que tiene que ver el episodio del bar con los Otros?

- Mi invulnerabilidad consiste en mi poder para generar una benéfica realidad. Pero eso se ha roto por primera vez. Una Fuerza Mental de tremendo alcance ha detectado el campo vibratorio profundo de mi aura de pensamiento, que habitualmente es inaccesible al Poder de la Oscuridad.

Las abstractas palabras de Tanit lograban confundirme. Yo nunca había visto a los Otros. ¿Cómo serían? ¿De qué tipo de seres extraños se trataba? ¿Habría tal vez algo de la fantasía de mi amiga en esta singular historia?. Mi razón aún desconfiaba de que este mundo estuviera controlado y vigilado por inteligencias que no vemos e ignoramos incluso su mera existencia. La locura siempre parecía rozarme a pesar de las evidentes experiencias que en apariencia había vivido desde que conocí a Tanit.

- Ese poder que ha roto tu vulnerabilidad ... ¿procede de los Otros?

- Sin duda no se trata de los Otros tal cual, sino de Algo muy Alto en la jerarquía de la Oscuridad.

- ¿Pero no eres tú la hija de una Luz más poderosa que cualquier Foco de Oscuridad?.

- ¡Ay mi amor, la luz a veces es sacrificada a las Tinieblas!

Esa frase heló la sangre en mis venas.

Lug y Sansón, en la parte trasera del vehículo, emitieron un sonido largo y de bajo tono, similar a un lamento o aullido fúnebre y sordo, como si también presintieran un futuro lúgubre y peligroso acercarse. No quise dejarme arrastrar por pensamientos tristes. Excepcionalmente Tanit parecía ahora más débil que nunca.

A través del espejo retrovisor contemplé maravillado el bello horizonte que se dibujaba a nuestras espaldas. El cielo y las nubes se coloreaban con un resplandeciente y vivo reflejo rosado crepuscular. Conduje en ese momento por una pista de tierra reseca y el polvo levantado borró entonces la luminosa visión.

 

 

 

 

6. EL UNUS MUNDI : LA UNIDAD DEL MUNDO.

Fresca y fragante, la brisa nos acariciaba con suavidad. La luz del sol era intensa y me hallaba tumbado en la hierba, junto con mi amiga amada, bajo la dulce sombra de los árboles.

- Dime, amor, ¿cuánto tiempo más estarás conmigo?

Ella me miró cálida y profundamente, antes de responder con voz melodiosa cerca de mi oído.

- Aún lo suficiente, para enseñarte las claves y pistas necesarias en el camino que debes seguir. Pero no tanto tiempo como yo quisiera, porque las fuerzas del "Mundus Nigrum" están estrechando su cerco en torno mío.

Tanit ya me había hablado, en ocasiones anteriores, de las dos Fuerzas Cósmicas antagónicas, que se enfrentan eternamente, manteniendo en equilibrio titánico el universo entero.

- ¿Quieres decir que, si te llegan a localizar, impedirán que estemos juntos?

- Juntos estaremos siempre, amor mío -repuso con brillo en los ojos, mientras pasaba su mano con ternura por mi rostro-. Pero no podríamos vernos más en este mundo donde tú vives ahora.-agregó melancólica.

Me miró en silencio durante unos instantes y luego continuó.

- La energía de los campos de antimateria que los "Otros" emiten en mi busca, me aísla cada día más del "Unus Mundi"(1). Si me quedara más tiempo aquí, perdería todos los poderes que me permiten ser libre, y me convertiría en un ser humano casi tan limitado como cualquier otro.

Escuché sus tristes y extrañas palabras, mientras recordaba la primera vez que me habló del "Unus Mundi". Descubrí entonces que ella provenía de un universo paralelo (según aseguraba), creado por seres que a lo largo de millones de años habían ido alcanzado la original conexión y el retorno con la Fuerza Creadora Matriz del Cosmos. Esa Fuerza se expresa a través de dos Principios Eternos complementarios y paralelos: el Espíritu y la Materia. En el mundo que nosotros conocemos reina la percepción casi exclusiva de la Materia, y el Espíritu es tan sólo un ideal o una quimera de la mente humana. En cambio, en el mundo de donde Tanit procedía, en ese universo invisible desde nuestro plano de existencia (si acaso era creíble lo que contaba), los seres que lo habitan están conectados permanentemente con el "Unus Mundi", el Principio Creador del Universo, la Energía Virginal Primera, donde la Materia y el Espíritu son una sólo cosa, una unidad en la Mente de cada individuo. Y donde cada individuo es a la vez una sola cosa con la totalidad del Unus Mundi. Allí no existen como tales el Tiempo y el Espacio (tal como nosotros los entendemos), no existe en absoluto el ego personal (la estructura psíquica autónoma con la que nos identificamos y nos controla), ni existe la diferencia entre el individuo y el Todo, ni existe separación entre los deseos del corazón purificado y su cumplimiento inmediato, mediante una sincronía perfecta. El Unus Mundi es como el Cielo Primigenio, cuando el Infierno (los planos oscuros del subconsciente y del universo) aún no existía, donde la Energía del Cosmos Total es Una, donde la Materia y el Espíritu son una sola cosa. El Universo de Tanit estaba ligado estrechamente al Unus Mundi (muy próximo desde nuestra perspectiva evolutiva), pero en el planeta donde los humanos nos encontramos, y en la totalidad del universo perceptible por nuestros sentidos, el Unus Mundi se halla muy lejos. Aquí reina la guerra permanente. Aquí tiene poder el Mundus Nigrum, que controla a la especie humana como lo que aún somos, únicamente productores de energía psíquica de la que se alimentan aquellos que Tanit denominaba "Los Otros".

- Si existe Dios ... ¿por qué permite que exista también el poder del "Mundus Nigrum"?.-le pregunté, tal como millones de seres humanos han preguntado lo mismo desde el origen de nuestra especie.

- Porque la luz, para existir, tiene que tener también su sombra. -repuso, intentando cambiar el tono melancólico de su suave voz- El Universo es un equilibrio, y así será siempre, y así tiene que ser para que pueda existir. Día y Noche. Vida y Muerte. Felicidad y Sufrimiento. Fuerza y Debilidad. Todo pertenece al Todo. El Mundus Nigrum surgió del Unus Mundi. Las Sombras han salido de la Luz. Y Satanás (2) volverá a ser Uno con Dios el día que finalice el tiempo del Universo.

Sonrió cuando terminó de hablar, pues seguramente algo en mi expresión le pareció gracioso. Siempre me había dicho antes que el Diablo no existía. Y como ninguna palabra procedía de mi boca, ella continuó con su explicación sobre el Mal, o lo que yo entendía aún como tal.

Es necesario el Origen para que exista el Final, es necesario el Odio para que exista el Amor. Sólo si existen contrarios puede haber diferencia. El Unus Mundi necesitaba al Mundus Nigrum para crear el Universo. Son fuerzas antagónicas, pero en un cierto sentido son también fuerzas aliadas para mantener la creación del Cosmos, con toda su riqueza de energías, de formas y de seres vivos, que generan posibilidades infinitas de experiencias, emociones y conciencia. En un último extremo, podríamos decir que el Mal Absoluto no es más que la proyección de la Sombra del mismo Bien Absoluto, cuando éste decide manifestarse en el Universo de la Mente.

- ¿Qué és el Universo de la Mente? -pregunté al fin, de forma tan simple como lo haría un niño.

- El Universo de la Mente es todo.-se rió entonces con recobrada alegría- Todo lo que ves és en realidad el Universo de la Mente, pues Materia y Espíritu únicamente existen en la Mente.

- No entiendo nada. -repliqué totalmente confundido.

Tanit continuó de nuevo en tono divertido.

- La Mente es un Tapiz donde Dios despliega el Tiempo y el Espacio, donde Juegan eternamente el Espíritu y la Materia. Sin la Mente no existiría el Universo.

- Pero la Materia es la realidad auténtica que lo constituye, según dice la Ciencia. -argumenté en ese instante mecánicamente.

- Tú sabes tan bien como yo, que eso no es cierto. La Materia está condicionada por la Mente y la Mente por el Espíritu. Materia y Espíritu son dos extremos de una misma cosa y la Conciencia lo sabe, aunque a ti te hayan enseñado lo contrario. -repuso convencida, aunque yo me perdí en su explicación.

Recordé sin embargo que, según los últimos descubrimientos de la Física Moderna, la Materia no es en realidad más que un Espacio vacío poblado por átomos, que a su vez son un espacio vacío poblado por partículas subatómicas, que igualmente son un espacio vacío compuesto por algo infinitamente minúsculo llamado quarks, que a su vez son un espacio vacío ... y así indefinidamente. En último término, los científicos estaban llegando a la conclusión de que aquello que denominamos materia no es más que "campos de energía" dentro de un eterno e indescriptible espacio vacío. No existe ninguna substancia sólida real que componga el Universo. Lo que denominamos masa no es más que una propiedad circunstancial, condicionada y subjetiva de la misteriosa energía. No existen ladrillos materiales auténticos que constituyan el Universo, sólo límites de espacios vacíos que contienen dentro otros espacios vacíos siempre más pequeños. Al fin y al cabo, la materia parece ser tan sólo una ideación de la mente, construida por la sensación y la razón mediante los datos de la percepción de nuestros sentidos, que en definitiva y en realidad únicamente perciben "campos de energía". No obstante la materia es la única forma que nuestra razón tiene de entender y explicar la realidad.

- Nuestras mentes están programadas para percibir de una determinada forma el Universo. -habló de nuevo Tanit- Nuestros cuerpos orgánicos son también el resultado de esa programación. Los códigos genéticos son algo así como los códigos de un programa informático. Pero en definitiva, el programa informático es tan sólo una ilusión en un mundo virtual que resulta relativamente operativo en un contexto determinado. En el Cosmos existen miles de millones de mundos virtuales que sólo son reales para quienes los habitan. Tú vives en uno de ellos. - aclaró mientras me contemplaba divertida- Pero existen muchos, muchos universos virtuales más, tan reales como éste. -aseveró al tiempo que me guiñaba un ojo y sonreía traviesa como una niña.

Después, esa tarde, hicimos el amor. Y le pregunté que cómo encuadraba ella el tema del sexo dentro de su concepción de la vida y del universo.

- ¿Que opinas tú? -repuso a su vez Tanit como respuesta- Dime primero cual es tu opinión.

- Pienso que el sexo puede ser algo maravilloso, pero a veces también creo que nos puede atar a nuestros instintos, e incluso esclavizarnos en determinadas perversiones.

- Sí, es cierto, tienes razón. Puede ser todo eso y también mucho más. El sexo es uno de los temas más controvertidos desde hace miles de años. Cuando las fuerzas del "Mundus Nigrum" recibieron permiso para dominar temporalmente este Planeta, se propusieron en primer lugar desvirtuar y controlar completamente la opinión, la visión y el pensamiento que las personas tenían sobre el sexo, pues en él radica precisamente una de las principales fuentes de energía del ser humano.

- Es un tema muy interesante. Explícamelo por favor.

Tanit se rió, me abrazó y nos recostamos sobre la hierba. Entonces comenzó.

- Hace mucho, mucho tiempo, los "Otros" establecieron un plan para dominar a la humanidad, mediante dos resortes psicológicos principales: el Miedo y el Sexo. Esas dos cadenas, funcionando como un parásito energético interno incrustado en la psique, permitirían tener prisionera y en servidumbre a la raza humana para siempre.

Se dedicaron primero a crear gran cantidad de tabúes sexuales, para así pervertir esa energía instintiva básica fundamental y conducirla a los perfiles vibratorios que a ellos les interesaba. Asimismo se afanaron en sembrar los miedos morales, psicológicos y religiosos por doquier, sobre éste y otros temas, de forma que las energías emocionales se desvirtuaran hacia sentimientos de culpabilidad, de inseguridad, de temor, de autodestrucción, de odio hacia uno mismo, y por tanto de odio hacia los demás, de codicia, de envidia, de agresividad, etc.

Dieron así origen a un cultivo de energías psíquicas con las que alimentar y perpetuar el poder del Mundus Nigrum. Crearon o bien desvirtuaron entonces las religiones, para que generaran sentimientos de culpa, tanto propia como hacia el prójimo, para que rechazaran u odiaran a los que son diferentes, para que se rodearan de tabúes como si fueran murallas de espinas. Manipularon las ideas religiosas mediante personas que las pervirtieron. Y por supuesto, se esmeraron con todo ardor y ahínco en una cuestión crucial y de máxima importancia: el sometimiento absoluto de la mujer, tanto moral como social y psicológico. Era imprescindible sojuzgar de forma total al género femenino para consolidar sus malvados planes.

- ¿Por qué? No entiendo cuál puede ser la finalidad de esto último.- Repliqué deseando una mayor aclaración, aunque algo en mí ya intuía la respuesta.

- La mujer es la clave secreta de la creación. -repuso mientras me miraba directamente a los ojos.- Le energía femenina está entre lo masculino y el Espíritu. Si eliminas la parte femenina de un ser humano, o eliminas esos valores de una sociedad, ésta no podrá conectar nunca verdaderamente con el Espíritu. Y, por tanto, estará fácilmente dominada por el Mundus Nigrum.

- Estás despertando mi interés cada vez más. -respondí sonriendo y depositando un beso muy suave en sus labios.

- Muy bien, ya que eres tan dulce, te mereces que termine mi explicación.-repuso mientras me pellizcaba en un punto donde yo era muy sensible.

- Los "Otros" tomaron entonces el control de las principales religiones, destruyeron las que no servían a sus fines y manipularon las demás para que se convirtieran en instrumentos con los que alcanzar sus objetivos. Utilizaron para ello las grandes religiones patriarcales y machistas que tú ya conoces muy bien. Las convirtieron en instrumentos de opresión psicológica, moral y física de las mujeres; para intentar cortar en el género femenino las raíces internas que, por su misma naturaleza energética y vibratoria, lo unen con la fuente del Espíritu. Y lo mismo hicieron también con otras religiones menores y formas culturales, con el fin siempre de oprimir y esclavizar a la mujer.

Todas esas doctrinas enseñaban de forma natural desde la infancia, que la mujer era un ser inferior que debía ser sometida a la autoridad del hombre. El poder supremo celestial era, por supuesto, un ser totalmente masculino, y desde su indiscutible jerarquía cósmica gobernaba como un Gran Patriarca o Gran Macho el Universo. Se creó el modelo de un Gran Padre Divino que Juzga severamente a todas las criaturas, en vez de una Gran Madre que las ama y no las juzga.

Para afianzar y hacer triunfar este plan trazado por el Mundus Nigrum y sus muchos seguidores, había que someter a la mujer desde niña, humillarla en su alma, apartarla del poder social, separarla del control de su propia vida , y sobre todo desvincularla de su verdadero espíritu. Únicamente los hombres detentarían el poder espiritual, moral y social, y toda la doctrina religiosa y cultural sometía al género femenino a un papel subordinado a los deseos y al dictamen del varón.

Los líderes de todas esas religiones se convirtieron en hombres con poder de dictadura moral y mortal, en autócratas y tiranos del espíritu religioso, en servidores de Satanás encubierto siempre como Dios por el Mundus Nigrum. Nadie que imponga a otro ser humano lo que debe pensar o creer o ser, puede servir al Unus Mundi, sino que en realidad és un servidor del plan perverso del Mundus Nigrum, aunque muchas veces él mismo lo ignore. -me explicó, mientras se humedecían y enrojecían sus bellos ojos.

Observé que se implicaba emocionalmente mucho más de lo que en ella era habitual. Se lo dije así y le pregunté el porqué.

- Porque en una vida anterior, hace más de siete siglos -habló con voz muy baja-, yo fuí una doncella que fue quemada viva por bruja. -me contestó, breve y seria.

Guardé silencio, pues en ese momento no sabía qué decirle o como reaccionar, y Tanit prosiguió.

- No son los hombres los únicos que se pueden conferir la capacidad de ser sacerdotes o líderes religiosos, sino que deberían serlo especialmente las mujeres. No son los hombres los que se tienen que atribuir la exclusividad de ser los Pontífices hacia Dios, sino que en realidad son las mujeres las que pueden ser las auténticas y verdaderas Pontífices hasta lo Divino. Sólo nosotras, el género femenino, poseemos la energía específica que permite unir y enlazar al ser humano con la genuina naturaleza de la Divinidad. -me explicó pausada pero vehemente Tanit. Tras lo cual nos mantuvimos en silencio durante un rato, hasta que al final me decidí de nuevo a preguntar.

- ¿Y cual es la finalidad del sexo en la raza humana? ¿Es sólo instinto o esconde también algún propósito espiritual?

- La energía del sexo puede estar pervertida o esclavizada, tal como pretende el Mundus Nigrum, pero también existe la posibilidad de que fluya libremente, e incluso ascender y transmutarse. Los tabúes y condicionamientos sexuales son el medio que utilizan los "Otros" para adulterar la naturaleza instintiva pura de esa energía.

- Todas las sociedades y religiones tienen normas y tabúes sobre esa materia. ¿Qué ocurriría si no los hubiera? ¿Nos pervertiríamos? -le pregunté, basándome en la opinión de nuestra moral convencional.

- Todo lo contrario. La perversión tiene su origen en la represión y en el ocultamiento. La perversión nace en la mente adulterada de los que sirven a los "Otros", de los que son sus instrumentos, casi siempre inconscientes, de los que están domesticados por el poder del Mundus Nigrum.

Muy seria continuó.

- Los dictadores morales, que gobiernan la sociedad y la religión, establecieron sus criterios de manipulación de la mente humana hace muchos siglos, milenios, y aún los mantienen. En realidad el sexo tiene distintas funciones (algunas son secretas y desconocidas), en diversos niveles, que utilizadas correctamente siempre resultan beneficiosas. Sin embargo -me aclaró Tanit- hay un requisito que se debe cumplir en todos los casos. Para que la energía sexual eleve la vibración energética del ser humano, es preciso que el acto que la implique se realice con una pareja a la que ames de verdad, que haya siempre un intercambio fluido de la emoción amorosa. El amor debe acompañar y prevalecer en el sexo en todo momento.

- ¿Y si no es así?

- Pues entonces la energía se mantiene neutra o incluso desciende, según los casos. Pero si se realiza con amor al otro, tanto si es un simple juego de placer con el amado como una danza espiritual, entonces se eleva en menor o mayor medida el perfil vibratorio del cuerpo y de la mente.

- ¿Y no puede el sexo ser desgastante si se abusa de él?

- Hay un principio en el Universo que enseña que todo se compone de una dualidad, como muchas veces hemos hablado ya. Sueño y vigilia, día y noche, flujo y reflujo, etc. Así al reposo debe seguir la actividad, y a la actividad el reposo, para que se cumpla la ley natural. Por ello el sexo se debe alternar con días de no practicarlo y viceversa. Si se abusa mucho se desgasta la salud, se debilita el organismo poco a poco. Y mejor que abusar es la abstinencia, aunque tampoco es buena. Pero mejor que la abstinencia es la práctica moderada, pues esa sí revitaliza el cuerpo. Un día de amor sexual, dos de abstinencia es lo ideal. -dijo y se rió, quizá por la rima.

- ¿Y una semana de sexo y dos semanas de abstinencia? -repuse.

- También es lo ideal. -y volvió a reírse. Pero enseguida añadió a continuación.

- Además de esos ciclos cortos de actividad y reposo, también es conveniente un periodo más largo de abstinencia total dentro del ciclo del año. Por ejemplo uno o dos meses, o incluso una estación completa.

- ¿Y si una mujer queda embarazada sin pretenderlo? ¿Debe o no debe abortar si no desea ese hijo? -inquirí entrando en el polémico y controvertido tema.

- Una mujer es la soberana absoluta de su cuerpo, y nadie debe obligarla nunca a que desarrolle dentro de sí un ser que ella no desea. Los dictadores de la moral sirven siempre al Mundus Nigrum. La voluntad de una mujer es suprema sobre sí misma y sobre lo que en ella pueda gestarse y nacer. Nadie más debe decidir moralmente por ella, ni mucho menos obligarla por ley a aceptar lo que su corazón no quiere. Tanto la mutilación del clítoris de las niñas en algunas partes del mundo, como la obligación por una mujer de aceptar un hijo en formación que ella rechaza, son prácticas igualmente bárbaras, impuestas por los déspotas morales masculinos, que se creen en posesión de la verdad y que en realidad son los servidores de los "Otros".

- Estoy de acuerdo, comparto todo lo que dices. -repuse, al tiempo que mi rostro asentía. Y ella continuó su apasionado argumento.

- Lo que está dentro del organismo de una mujer sólo le pertenece a ella. Su voluntad es definitiva y soberana en ese aspecto, y debe ser respetada siempre. Nadie puede juzgarla, ni decirle nunca lo que debe de hacer en esa cuestión, que afecta exclusivamente a la intimidad de su alma. No hay ningún código moral que sea auténtico, y menos si coarta la libertad de la mujer sobre su propio cuerpo. Los que las culpabilizan por abortar al hijo que no desean, son tan criminales como, en el caso inverso, los que extirpan el clítoris a las adolescentes en contra de su voluntad, pues también ahí las juzgan y obligan a esas niñas a asumir una condición que no aceptan libremente. Ninguna ley ni costumbre debe mandar sobre el cuerpo soberano de una mujer.

La escuchaba en silencio y Tanit prosiguió.

- Las religiones y las morales son casi siempre instrumentos desvirtuados y manipulados por el Mundus Nigrum. Tu propio cuerpo y tu propia alma, son el único camino auténtico hacia la Luz que los sabios de todas las épocas percibieron y denominaron el Unus Mundi, la Unidad del Mundo. El Grial es la clave que esconde arcanamente un poder, el poder secreto que reside oculto en la energía orgánica y espiritual de la mujer, el principio femenino divino. El verdadero puente que conduce más allá de este mundo que conoces.

Contemplaba los ojos de mi amiga, muy cálidos y profundos, y escuchaba sus palabras como una melodía traída por la brisa, susurrada por las flores, repetida por las briznas de hierba, cantada por los grandes árboles y corroborada por los pequeños insectos que corrían por sus ramas, por sus hojas y por todo el campo. Pasaban las nubes por el cielo azul, gorjeaban los pájaros con sus trinos de amor, y los rayos de luz solar se filtraban entre el follaje y danzaban delante de nosotros. Tanit habló de nuevo con su voz suave y serena como la noche.

- Por eso, amor mio-dijo-, yo soy para ti, en este instante, tu Santo Grial. Abrázame para abrazar tu propia alma femenina. Ámame si te amas a ti mismo, tanto en tu materia como en tu espíritu. Mírame y verás tu corazón reflejado.

La estreché entonces fuertemente entre mis brazos y contemplé el azul luminoso e intenso de sus bellos ojos. Supe entonces que lo masculino es tan sólo el amante de lo femenino en el mundo del espíritu. Descubrí, o tal vez únicamente recordé, que hay una Madre Creadora Primordial, la Energía Original, antes del Espacio y el Tiempo, la Gran Mater Creadora que reina en el Unus Mundi. Y de la que todos somos sus hijos en el Mundo de la Materia, sus múltiples reflejos. Su infinito Corazón se oculta dentro de cada uno de nuestros auténticos corazones. Su Amor se esconde tras cada uno de nuestros verdaderos amores.

Abracé a Tanit tan fuerte y profundamente que dejé de verla. Sólo la sentía, la percibía tan unida a mí, que por un instante creí que su piel se fundía con la mía, que su cuerpo y el mío se integraban en uno solo, que su alma danzaba con mi alma. Y que nuestros espíritus y corazones se extendían por todas las cosas y seres que nos rodeaban. Por los árboles con sus innumerables hojas verdes y sus dulces frutos, por las sólidas piedras, por los bellos pájaros, por las blancas nubes, por el fragante aire, por las perfumadas flores, por la fresca tierra.

No desapareció mi conciencia perdida en el Todo, sino que se expandieron enormemente sus límites ordinarios. Me fundí en el Todo y todo estaba fundido en mi. Me hallaba rozando el Grial con mis dedos, con mi piel. Sentía un calor embriagador que recorría mi espina dorsal, en una corriente ascendente hasta el cerebro y más allá de mi cabeza. Todo se iluminó con una luz que no cegaba, durante un instante, y luego sentí de nuevo los suaves brazos de Tanit y su cálido cuerpo, y nuevamente recobré mi identidad humana, en mitad del Universo. Mi vida era pequeña. Pero era un reflejo de una vida tan inmensa que la descripción resultaba imposible.

Tanit brillaba a mi lado, resplandecía su piel, refulgían sus ojos. Me sentía lleno de una energía poderosa que me revitalizaba interiormente. Pero mis sentidos volvieron a ser los de un humano. Mi mente volvió a sus límites. El Grial volvió de nuevo a su Reino. Regresé al mundo cotidiano donde el Mundus Nigrum es el antagonista permanente del Unus Mundi.

¿Que podía hacer yo, tan sólo un simple y condicionado ser humano lleno de limitaciones? ¿Qué haría yo cuándo Tanit se marchara? La abracé de nuevo con pasión, todo el tiempo que pude, ... hasta que el sol alargó tanto las sombras que el crepúsculo llegó y nos trajo su silencio impenetrable y su misterio.

1. Unus Mundi: Forma latina que empleaban los alquimistas europeos del Medievo para referirse al Mundo Puro, Uno y Virginal del que procede el Universo. La Realidad que subyace fuera del espacio y el tiempo.

2. Satanás: Principio personal que encarna el Mal según la religión cristiana, y que con distintos nombres es conocido también en otras religiones, sea o no concebido como ente personalizado. En realidad no existe como individuo o ente, sino que es el Arquetipo de una Fuerza Cósmica. Lo mismo es aplicable a los dioses y principios arquetípicos de todas las religiones, aunque, durante determinadas circunstancias, cabe la posibilidad de que las mentes humanas puedan percibirlos incluso personificados.

 

 

7. LOS PERSEGUIDORES.

Había viajado a través de mi propia mente. Un viaje hacia mi interior, hacia el mundo de sentimientos, pensamientos, ideas ... e ideas nacidas del nexo con otras ideas, profundidades inaccesibles desde la superficie del flujo mental rutinario. Estaba en el interior de mi conciencia, percibiendo, buceando, dando saltos en el nivel psíquico. Seguí una línea de pensamiento-sentimiento hasta alcanzar su estabilización, su luz, y me alimenté de su energía, recargando mi corazón de su poder. La meditación duró unos cuarenta minutos.

Retorné de nuevo al mundo cotidiano de los sentidos físicos, y vislumbré a Tanit sentada en la hierba, bajo las móviles sombras de las hojas de un árbol, un pequeño árbol cercano al que me cobijaba a mí. Me desconcertó su repentina presencia, sobresaltando mi tranquilo corazón, porque no había sido consciente de que estaba allí. No sabía que iba a venir ese día. Había llegado de improviso.

- ¡Mi amor ... , que maravillosa sorpresa verte de nuevo!. He estado muy preocupado. -le dije mientras me incorporaba y corría a su encuentro.

Ella me sonrió abiertamente, con cálida alegría, y repuso:

- ¿Temías por mi, cielo? Muchas gracias, pero he estado bien. Pude despistar a los que me perseguían, aunque no creas ... , esta vez ha resultado difícil. Cada día mejoran sus sistemas de búsqueda. -exclamó tratando de aparentar ingenuidad.

- ¿Quienes son esos malvados que te buscan? -le pregunté cariñosamente, como quien habla a una niña, mientras besaba su rostro y sus labios.

- Son los Otros ... , ya te lo he dicho varias veces, y también me buscan quienes trabajan para ellos, sus servidores humanos.

- ¿Pero de dónde vienen? ¿De qué mundo proceden?... ¿De qué planeta son?... ¿Cuánto tiempo llevan en la Tierra?

Tanit se rió por la avalancha de preguntas que le formulé, intercaladas por mis caricias, que también fueron abrumadoras.

- No vienen de ningún planeta -repuso con calma después de que nos besamos para calmar la sed de nuestra separación- Están aquí desde hace muchísimo tiempo. Su auténtica procedencia es otro universo: una realidad inaccesible para los humanos.

Sólo habían transcurrido dos semanas desde que Tanit tuvo que marcharse tan precipitadamente, pero para mí había sido casi una vida, pues en ese tiempo no había tenido ninguna noticia de ella, y había estado seriamente preocupado.

- ¿Qué ocurrió cuando te marchaste? ¿Quiénes eran esos hombres que llegaron de pronto en aquel extraño vehículo? ¿Qué querían de ti?

- Es mejor que no sepas lo que querían de mi ... , pero no era nada bueno. Ellos no desean que venga a este mundo que tú habitas ... , porque les altero sus propósitos ... , y pongo en peligro la realidad cotidiana que la gente conoce y en la que está habituada a vivir todos los días.

- ¿Cómo conseguiste escapar de ellos? ¿Conoces lo que llevaban en esos maletines metálicos plateados?

- Los maletines transportaban generadores de ondas de estabilidad cuántica. Es la única arma que les da poder verdadero para atraparme. -explicó mientras acompañaba sus palabras con un gesto teatral de su encantador rostro- Cuando están cerca no puedo cambiar mi patrón (1)de ubicación en el espacio-tiempo, y quedo casi tan indefensa como cualquier humano.

- ¿A qué distancia actúa esa poderosa arma?

- Los generadores que llevaban ese día tienen un campo de interferencia de sólo unos trescientos metros de radio. No es mucho y por eso pude escapar. Corrí muy deprisa, tan rápido que no pudieron seguirme, porque no me identificaban entre la gente.

- Cuando tú te marchaste pasó un helicóptero negro a mediana altura. ¿Tenía alguna relación con los Otros?

- También me perseguía. Desde el aire dirigía la búsqueda de los que estaban en tierra. En el helicóptero llevarían seguramente lectores de campos bioenergéticos. Me localizaban desde el aire. Pero había mucha gente ese día y no se atrevieron a descender (2).

- ¿Y al final como huiste? Te perdí de vista enseguida.

- Llegué hasta la playa, me adentré en el mar, nadé hasta alejarme de la orilla, y luego buceé profundamente. Cuando sentí que ninguna onda paralizante interfería en la energía de mi cuerpo ... me marché a otro universo paralelo. -dijo cándidamente, como si fuera Alicia relatando su tránsito a través de la madriguera del conejo.

- ¿No pudieron hacer tampoco nada los que te perseguían desde el helicóptero?

- No, porque bajo el agua las ondas del estabilizador cuántico se distorsionan y pierden todo su poder.

(En otra ocasión posterior Tanit explicó que el agua posee una capacidad secreta para almacenar información. La luz que se oculta en las moléculas del agua tiene la facultad de registrar ondas mentales y transformarlas en información energética. Tanit sabía dirigir su pensamiento, concentrado sumamente, para modificar la estructura de espacio-tiempo del agua y crear una densa barrera gravitatoria similar a la curva de las líneas espacio-temporales de un agujero negro. Por ello el agua era para ella un escudo y una puerta a otras realidades, y la preservó ese día de las armas de los que la perseguían)

- ¿Puede hacer eso el agua?

- El agua tiene la propiedad de absorber las energías. Por eso debajo del mar el campo de acción de esas finísimas ondas disminuye mucho. (Su aclaración fue parcialmente incorrecta ese día).

- ¿Cómo actúa ese estabilizador cuántico?

- Produce unas ondas de muy alta frecuencia, en resonancia exacta con el patrón energético que se necesita para cambiar la ubicación de las partículas de materia existentes en determinado espacio-tiempo. Cuando eso ocurre la energía elemental de mi cuerpo queda estabilizada en esta realidad y no puede acceder a las posibilidades virtuales de existir en otro lugar del cosmos.

(El Cosmos virtual es infinito, según decía Tanit.)

Tanit tenía el poder de trasladarse en el espacio sin que varíe el tiempo, de trasladarse en el tiempo (siempre hacia adelante, mediante bucles y rizos en el tiempo) sin que varíe el espacio, y también de salir totalmente de nuestro espacio-tiempo conocido y reubicarse en otra realidad. Era capaz de curvar la línea del tiempo de forma ajena a quienes la rodeaban. Y también de viajar a través de universos paralelos. El número de universos paralelos es infinito, según aseguraba, pues las posibilidades energéticas potenciales del todo cósmico también lo son. Cada universo de espacio-tiempo es una gota en el océano ilimitado del universo virtual absoluto.

Ella decía que podía dirigir con su conciencia, usando tan sólo el poder de su mente, la ubicación de cada una de las partículas elementales de su cuerpo, toda su energía biológica en conjunto, y trasladarla hasta otra posición potencial en el espacio-tiempo. Aseguraba que los límites de la materia no son tales, que la esencia de la realidad es ajena a la aparente solidez y fijeza de la materia de este mundo.

Ante el desconcierto que seguramente expresó mi rostro, ella continuó con su asombrosa explicación:

- Todo está en todas partes. El espacio-tiempo es la superficie del cosmos. En su interior no existen los parámetros espaciales ni temporales. El cosmos total es como un poliedro de infinitas caras, cada una de las cuales constituye un universo paralelo. Yo estoy aquí pero al mismo tiempo estoy en todas partes. Si compartimos la misma realidad es porque entre las infinitas posibilidades de existir hemos elegido ésta. Pero virtualmente todos estamos en todo el cosmos.

- Supongo que querrás decir estar con la imaginación.

- Quiero decir estar virtualmente. Cada partícula de energía de tu cuerpo está en todo el universo. Si la localizamos aquí y ahora es simplemente porque hacemos real una posibilidad entre todas las infinitas posibilidades de estar en cualquier lugar. El espacio y el tiempo son un juego de la conciencia. La realidad es un programa de existencia y manifestación de la materia. Pero los programas del universo son infinitos.

- ¿Es acaso el cosmos un super-ordenador?

- Es una supermente. -aseguró con mirada penetrante y transparente.

- ¿Y la materia?

- La realidad que crea un conjunto de programas.

- Sin embargo el mundo posee energía tangible, no es un sueño. -afirmé asido a la lógica que sostiene la realidad que conocemos.

- No he dicho que sea un sueño. Del vacío cuántico surge la energía necesaria para construir cada realidad del espacio-tiempo.

- ¿Y cómo surge esa creación desde el vacío cuántico que origina mundos de energía tangible? -pregunté intentando delinear alguna hipótesis racional.

- El cosmos es una mente gigantesca que posee una información infinita. Esa mente se manifiesta en toda estructura del espacio-tiempo. Cada partícula de energía del universo lleva información codificada y según sean esos códigos se crea o se transforma la materia. La realidad no es sino un flujo de información, que puede ser modificada y reestructurada, programada y reprogramada.

- Pero entonces, eso quiere decir que somos prisioneros del programa en el que se desarrolla nuestra existencia. Estamos cautivos de la realidad en la que vivimos, aunque seguramente no podríamos existir sin ella.

- En principio el programa es absolutamente necesario. Sin programa alguno no existiría espacio-tiempo. Aunque la mente humana tiene la capacidad de producir modificaciones en el programa que configura la realidad, alterándolo para mejorar o empeorar. Incluso puede llegar un momento en que la conciencia de un ser humano se emancipe parcial o totalmente del programa.

- Pero para conseguir eso se necesitaría un cambio sumamente radical en nuestra conciencia y en nuestra mente. Un ser humano ordinario sólo puede alterar la realidad material mediante acciones físicas, aunque sean originadas por emociones o pensamientos. Creer acaso que podemos cambiar la realidad directamente con nuestra mente es un acto de fe. Habría que reprogramar a un ser humano para que alcanzara la facultad o la fuerza energética necesaria que le permitiera influir con la mente en el mundo que le rodea.

- Efectivamente. ¿Cómo crees que lo hago yo? Para liberarse hay que cambiar la conciencia, despertar tu verdadero ser dormido, y transformar también los programas individuales de nuestra mente. Después comienzas a poder alterar paulatinamente la realidad del programa en que vives.

Aunque mi misteriosa amiga era una muestra viviente de lo que decía, también era para mi un pozo profundo de infinitos interrogantes. Su encantadora personalidad en algunos momentos parecía perderse difuminada en una entidad mayor. Los límites de su individualidad se me antojaban a veces relativos, ya que su yo a veces afloraba y en otras ocasiones se perdía sustituido por una presencia más universal, más allá de los parámetros humanos ordinarios. Cuando intentaba reflexionar sobre esto dudaba si me hallaba ante la fuerza prístina de un ser ajeno a la condición humana o tal vez era precisamente el resultado del pleno desarrollo del alma humana.

Sin embargo Tanit estaba ahora de nuevo al alcance de mis brazos. Podía acariciarla y sentirla, ver otra vez sus bellos ojos y escuchar su deliciosa voz. Me sentía enormemente feliz.

De pronto retornaron Lug y Sansón, que se habían alejado hacía rato, abandonando la misión que se supone tienen los perros de vigilar y permanecer junto a sus dueños. Se abalanzaron sobre Tanit y la lamieron a placer. Después mi amiga cabalgó un rato sobre cada uno de ellos, pues pesaba quince kilos menos que el más pequeño de los canes.

- Ese estabilizador cuántico -explicó ante mi insistencia- es tan peligroso para mi porque actúa como si un campo de ondas barriera tu entorno e impidiera que utilizaras el mando a distancia para cambiar el programa de tu televisor.

No sabía por qué Tanit empleaba ese ejemplo, pues yo jamás he tenido televisión alguna. Quizá por la similitud de algo que crea una realidad (en este caso sólo visual y sonora) a través de bandas de programas.

- La interferencia bloquea la posibilidad de mi energía de situarse en otro lugar espacio-temporal. Me fija y me aprisiona contra mi voluntad en esta realidad concreta.

- Esta realidad concreta es el universo total para la humanidad.

- El universo total que mencionas es sólo una realidad posible en la mente infinita del cosmos. La humanidad está aquí recluida como un bebe dentro de su parque infantil.

- ¿Por qué?

- Los Otros consiguieron el dominio de una parte del cosmos hace mucho tiempo. Este hermoso mundo es uno de sus campos biológicos de explotación y experimentación. -aseguró sorprendiéndome de nuevo. Parecía el argumento de una película de fantasía.

- ¿Cuánto tiempo hace de eso?

- Mucho, muchísimo ... según la cronología de tu civilización. Pero su poder no es absoluto, porque los humanos no sólo existen en la superficie de la materia. Ellos buscan un equilibrio energético que modula la energía biológica dentro de los parámetros que les interesa explotar.

- Todo eso es muy abstracto.

- Tú ya has comprobado algunas cosas que en principio te hubieran parecido increíbles.

Efectivamente, decía la verdad. Había comprobado en ella y en carne propia la curvatura del tiempo, la reubicación en el espacio (el entorno es el que cambia no el sujeto, como tampoco cambia el telespectador cuando se pasa a otro canal de la televisión), y los agujeros a otros universos imperceptibles, situados en una realidad paralela. Los Otros, al igual que Tanit, no procedían de otros planetas, sino de algo más complejo y más allá de la física tradicional: venían de otras realidades, existían en universos que se comunicaban con el nuestro. No eran simples viajeros del espacio galáctico, sino del espacio-tiempo.

- ¿Y ahora estás ya segura? ¿No te encontrarán de nuevo los que te buscan? -quise saber para tratar de calmar la inquietud que me producía todo lo que ella me relataba. No me resultaba nada sugerente la idea de cruzarme un día directamente con esos supuestos seres de otras realidades que la perseguían.

- Pueden localizarme otra vez en cualquier momento. Mi tiempo junto a ti es limitado ... , pues estrecharán el cerco poco a poco ... hasta que me resulte imposible retornar más a este mundo.

- ¿Y que pasará conmigo entonces?

- No te preocupes por eso, cielo ..... Aún tienes que descubrir más cosas que están al otro lado del velo.

- Pero al final te marcharás definitivamente. ¿Verdad?

- Tú ... despertarás.

¿Qué quería decir con esa enigmática respuesta?. No me lo quiso explicar. Adujo que supiera tener paciencia, que todo se estaba desarrollando según un plan previsto y bien estudiado. Pensé que ella no estaba en poder de los Otros, simplemente jugaba con ellos como una presa sumamente hábil que huye de los cazadores que la acechan. Me aseguró que contaba con inimaginables ayudas que actuaban en su colaboración desde el otro lado de la realidad aparente. No estaba sola ... y decía que yo tampoco. Pero todo eso era algo que aún me resultaba inaccesible. Tendría que esperar todavía un tiempo ... hasta que nuevos sucesos y personajes se desplegaran en el escenario de mi extraño destino.

 

 

(1) Tanit se refería aquí a la matriz de espacio-tiempo en la que se halla situada cada entidad existente en el mundo de la forma. Todo lo que tiene presencia en el universo material debe estar dotado de parámetros espacio temporales que le acomodan y localizan en la red multidimensional del cosmos. En la red tetradimensional que soporta la realidad toda manifestación energética encuentra ubicación según determinados códigos vibratorios.

(2) Sin embargo en otras ocasiones donde los Otros han actuado directamente, y no a través de subordinados ejecutores, sí han intervenido alterando y modificando luego la memoria de los testigos.

 

 

 

 

 

 

 

8. LOS OTROS.

El oscuro manto de la noche se fue extendiendo lentamente por el despejado cielo, y las estrellas lo adornaron enseguida con sus infinitos puntos de luz.

Nos encontrábamos en una alta y dilatada sierra con abundante vegetación, a más de 30 kilómetros de cualquier ciudad. Tampoco había otros núcleos urbanos menores próximos. Era una zona agreste de montaña, sólo visitada por cazadores o excursionistas y también a veces por domingueros.

Habíamos estado esperando que el sol se ocultase y la luz diurna desapareciera para disfrutar la magia de la noche en la naturaleza. No teníamos prisa alguna, así que nos recreamos con la fragancia de la variada vegetación y con la espléndida visión de millones de estrellas que la atmósfera transparente y pura nos permitía descubrir. En esta amplia sierra, sin contaminación lumínica o polución, el cielo era espectacularmente hermoso, sobre todo comparado con la pobreza de estrellas que presenta casi siempre en las urbes, donde se concentra la gran mayoría de la población humana.

Pero la gente de la sociedad moderna prefiere ver las imágenes de la televisión antes que la belleza sensible del mundo natural. El hombre se degenera convirtiéndose cada vez más en una máquina que vive dentro de mundos virtuales, en vez de evolucionar hacia la percepción más profunda de la verdadera vida sin límites.

Una larga cresta de luz, una serpiente luminosa, compuesta de miríadas de diminutos puntos brillantes aparentemente juntos, se dibujaba sobre nuestras cabezas. Tanit tomaba mi mano. Los altos árboles nos rodeaban casi por todas partes, pero no se movían un milímetro sus hojas. Era una noche totalmente serena y apacible, sin brisa, sumamente tranquila y dulce. Escuchamos el grave canto de algunas misteriosas e invisibles aves nocturnas: "Uuu...uuu...uuu...Uú,uú,uú...Piuuú...piuuú...piuuú... Piú,piú,piú..".

Divisamos la salida lenta de la luna, que parecía un gigantesco adorno de plata colgado en el cielo. Todo estaba en paz y armonía. Era una preciosa noche. Una noche preciosa.

Salvo que de repente Tanit se sobresaltó. Sentí su temblor a través de mi mano. Y exclamó:

- ¡Los "Otros" están aquí!

Enseguida me alarmé en grado sumo. Mi corazón se puso a latir más deprisa. No sabía bien lo que ella quería decir. Ya me había hablado en otras ocasiones de los "Otros". Los seres que decía sirven al poder oscuro de la separación y potencian las energías negativas que esclavizan a la raza humana. ¿Pero se trataba sólo de una ficción de mi amiga? ¿Era una dramatización de algo abstracto que ella representaba y los personalizaba así para llamar mi atención? ¿O los misteriosos "Otros" eran de verdad reales, tan de carne y hueso como Tanit o yo?

- ¿Dónde están? -respondí- No veo nada a nuestro alrededor, salvo los árboles y la oscuridad. Todo está en silencio. No se agita ni una rama, ni siquiera una hoja.

Le sonreí, pero mi sonrisa pronto desapareció congelada, pues la expresión de Tanit reflejaba una tensión que parecía absolutamente sincera. Contemplé sus ojos, y supe que algo le causaba dolor, un dolor que yo también podía percibir al mirarla. Nunca ella había mostrado un rostro así, pues conservaba la calma en todas las circunstancias.

- ¿Dónde están? -volví a repetir, mientras recorría con la vista la oscuridad del bosque que nos circundaba y se extendía por las penumbrosas montañas.

- Están allí. -dijo, como en un susurro, al tiempo que levantaba su brazo y señalaba con un dedo hacia un punto del cielo negro, por encima de los árboles, hacia el horizonte.

Elevé la mirada, y entonces vi algo que en el instante previo no percibí, pues había obviado mirar hacia arriba y tan lejos.

Lo que contemplé me dejó estupefacto. Quizá no demasiado alto, pero a una distancia de varios kilómetros, se distinguía en el aire un conjunto de luces de vivos colores. Parecían gigantes luciérnagas policromas suspendidas en el cielo. Observándolas se percibía que su movimiento era relativamente lento. Avanzaban aproximándose a nosotros, pero en un sentido oblicuo, no directo, como si su trayecto las llevara a pasar de largo sin llegar a acercarse del todo.

Permanecimos inmóviles durante unos instantes, mientras las asombrosas luces multicolores se acercaban pausadamente. ¿Eso que se dibujaba brillando en el cielo nocturno era lo que Tanit denominaba los Otros?. Nunca hubiera imaginado que pudieran llegar de forma tan resplandeciente y bella. Pero sin embargo una sensación indefinible hacía que la sangre se helara en las venas. Un frío repentino recorrió mi piel, como si un aire gélido hubiera llegado de pronto. Pensé que quizá mi reacción sensorial la producía la actitud de Tanit, lo que ella personalmente sentía y lo que me había ido contando sobre ellos. ¿Y si mi querida amiga se equivocaba? ¿Y si lo que refería no era la verdad absoluta? Me serené un poco y volví a preguntar:

- ¿Que crees que hacen aquí?

- Me buscan. -respondió lacónicamente.

- ¿Por qué?

- Ya lo sabes. No tengo su permiso para permanecer aquí, para estar contigo, para hallarme en este mundo que consideran suyo y que hace mucho tiempo que controlan. Soy una intrusa para ellos.

- ¿Y que va a pasar si te localizan? -pregunté con preocupación.

- No podremos estar juntos como hasta ahora, porque te identificarían a ti e impedirían nuestro reencuentro. Nos aislarían físicamente. -respondió con tono triste.

- ¿Y que ocurriría contigo?

- Eso no te debe preocupar ahora. Sólo hemos de pensar que no me localicen y menos a tu lado.

- ¿Por qué no me llevas como otras veces a un universo paralelo y desaparecemos momentáneamente de este mundo? Ya he viajado así contigo y no me produce temor.

- Si hiciera eso en este instante ... entonces sí me descubrirían del todo, porque ahora sólo están rastreando las huellas y filamentos lumínicos abandonados por mi campo de energía, que es diferente al de un humano corriente (Tanit se refería aquí a las pequeñas pérdidas que sufre el capullo energético que nos constituye en la interacción con los campos energéticos del entorno, algo sólo perceptible bajo parámetros de visión profunda). Pero para abrir la puerta a un mundo paralelo necesitaría activar un tipo especial de fuerza que ellos detectarían enseguida e irremediablemente nos seguirían. No podríamos escapar así porque, hasta donde tú tienes capacidad de llegar en esa fuga que yo propiciaría, ellos lograrían alcanzarnos con facilidad.

- ¿Y si te marcharas tú sola? ¿Podrías viajar hasta donde ellos no serían capaces de seguirte?

- En ese caso iría al universo profundo, un lugar al que ellos no se pueden aproximar, pues su poder se limita únicamente a los mundos de materia más densa, donde la proporción de luz es baja. Pero en ese caso detectarían igualmente la energía brillante que surgiría a tu lado cuando yo me marchara hacia los mundos internos y te identificarían a ti para siempre. Te vigilarían el resto de tu vida e impedirían mi regreso.

- ¿Y entonces que solución podemos encontrar? -exclamé verdaderamente preocupado, pues divisaba ahora más cerca lo que en un principio parecía un compacto aglomerado de luces diversas flotando en el negro cielo.

Lo distinguía ya casi perfectamente. El cuerpo luminoso principal parecía una gigantesca y sobrenatural figura triangular, quizá de un tamaño superior a las dimensiones de un enorme campo de fútbol. Presentaba la forma aparente de un colosal triángulo alargado, similar a una inmensa punta de flecha. Pero no consistía en una masa única con una superficie compacta, sino que era más bien un complejo entramado formado por grandes tubos iluminados por cientos o tal vez miles de pequeñas luces. Semejaba una estructura metálica, aunque de diseño extrañamente complicado, como no había visto nunca.

(Todas estas apreciaciones son subjetivas y relativas a la distancia y el ángulo de visión limitado que yo tenía desde mi posición. Quizá la forma fuera otra observado desde distinta perspectiva)

Sin embargo el inquietante triángulo que parecía flotar en el cielo no era sino el núcleo central de un conjunto superior de luces. Flanqueandolo por todos lados había docenas de esferas luminosas de diversos colores, y de mucho menor tamaño, que parecían ser su escolta. Eran luces autónomas que volaban muy próximas, de forma similar a los peces piloto que preceden y rodean a los grandes escualos marinos. Delante, detrás, a los lados, arriba y abajo, multitud de esferas agrupadas en flotillas de tonos verdes, amarillos, naranjas, rojos, azules ... constituían una cohorte espectacular y fantasmal. Las flotillas de proa y popa eran las de mayor tamaño, pues concentraban un gran número de objetos luminosos. En cierta forma me recordaba también esa visión a una flota de barcos de guerra que escoltara a un gran portaviones central. Aunque en este caso las luces adyacentes iban prácticamente pegadas al gran triángulo que rodeaban.

El grupo completo se movía al unísono, trazando un vuelo lento, majestuoso y totalmente insonoro. Impresionaba ver aquella mole tan grande, fuera lo que fuese, deslizándose en el negro cielo nocturno. Era una visión imponente y sobrecogedora. Emanaba indescriptible poder y energía. Producía una sensación casi religiosa, de profundo temor y admiración.

- ¿Por qué no nos vamos? -rogué a mi amiga- Si nos quedamos más tiempo inmóviles pronto llegarán hasta aquí.

Pero ella no se movió en absoluto y respondió:

- Aunque alcanzáramos el coche no podríamos marcharnos más deprisa que ellos seguirnos. Y en unos instantes detectarán el punto exacto de donde proceden las emanaciones de mi campo energético.

Tras un breve silencio continuó.

- Cualquier emisión de energía anómala y diferente a la de un humano normal les indicaría las coordenadas de mi posición. En estos momentos aún no me han identificado del todo, pues de lo contrario ya estarían aquí. Siguen mi rastro.

Me embargó una sensación de impotencia. No se me ocurría ninguna solución y parecía que a Tanit ... tampoco. Irremediablemente llegarían enseguida a nuestro lado. Pensé que pronto localizarían la energía especial que irradiaba Tanit y que sin duda la delataría. Era difícil suponer que pasaran de largo cuando estaban ya tan cerca. Me sentí en esos instantes como un animal indefenso y acorralado al que irremediablemente los cazadores van a atrapar de un momento a otro.

¿No podía Tanit hacer algo con sus sorprendentes poderes? ¿De verdad se encontraba impotente frente a ellos? Argumentaba que el uso de su singular energía biomental descubriría inmediatamente nuestra presencia. Temía por mí. Ella podría marcharse si quisiera, pero eso mostraría que yo había estado a su lado, pues los Otros se hallaban tan cerca que detectarían en el acto la huella energética de su fuga de este espacio-tiempo. Y aunque yo fuera con ella hasta una realidad paralela, tampoco conseguiríamos evitar su persecución, pues hasta donde yo podía llegar ellos también llegarían. Esa era la justificación que mi amiga daba para no actuar.

La gran estructura triangular y su flotilla de luces de escolta se aproximaron hasta una distancia de menos de un kilómetro. Quedé casi hipnotizado. Todo el bosque guardó también absoluto silencio. La noche hermosa se convirtió en un espacio mágico pero asimismo aterrador, como si se hubieran abierto las puertas de una realidad ajena a este mundo. Y precisamente eso era lo que estaba aconteciendo.

Me atraía y fascinaba el vuelo majestuoso y sereno de aquella nave gigantesca flotando en el cielo nocturno. Hasta las estrellas palidecieron apagando su brillo. La luna desapareció, tal vez tras alguna cumbre de la sierra o quizá velada por una densa e invisible nube. Los pájaros callados se debieron apretujar en sus nidos y todos los animalillos del bosque detuvieron sus movimientos o se guarecieron asustados en sus madrigueras. Tanit permanecía impasible a mi lado, aparentemente impotente. No había ninguna escapatoria. Fuera lo que fuese aquel triángulo fabuloso y sobrenatural ya se hallaba casi delante de nosotros, a unos cien metros de altura sobre las pequeñas lomas de la sierra y a unos setecientos metros de distancia. Era casi seguro que ningún radar detectaría Aquello volando tan bajo, a pesar de su formidable tamaño. Su desplazamiento lento y rozando casi el suelo lo hacía con certeza invisible e imperceptible para todo el que se encontrara fuera de las ondulaciones de esta parte de la sierra.

¿Eran dioses? ¿Eran de verdad los Otros? ¿Era el Mundus Nigrum en persona? Para Tanit el Mundus Nigrum eran las Fuerzas Oscuras que dominaban una parte del Universo. ¿Nos hallábamos ante la presencia material de su auténtico poder real, llegados desde quién sabe qué universo paralelo o qué lejano confín del firmamento? ¿Se encontraban aquí mismo, en este lugar deshabitado, los verdaderos Señores de la Tierra, los legendarios Amos del Mundo?¿Qué podía hacer un simple e insignificante humano como yo? ¿Que podía hacer Tanit, que ahora parecía también desconcertada e indefensa? La miré a los ojos, esos preciosos ojos azules que brillaban siempre en la oscuridad. Apretó mi mano y dijo que tal vez había una escapatoria arriesgada. Argumentó que en un momento desesperado lo mejor es un recurso desconcertante.

- ¿Cual? - exclamé, en un tono que delataba mi escepticismo.

Estábamos atrapados ante un poder indescriptible que yo no comprendía, aunque mi asombrosa compañera parecía habérselas visto con ellos en anteriores ocasiones, a juzgar por los relatos que refería. La escuché hablar ahora.

- En esta circunstancia extrema sólo podemos intentar una estrategia.-dijo con seriedad.

- ¿Que estrategia? -exclamé en voz baja.

- Dis...fra...zar...nos. -silabeó con calma.

- ¿Qué? -repliqué sorprendido- ¿Disfrazarnos ahora? ¿Cómo? ¡Eso no tiene sentido! Aunque pudiéramos hacerlo, ellos seguirían localizándote a ti por tu campo de diferente energía.

- Pues de eso se trata, de disfrazar mi campo de energía, cielo. Pero me tienes que ayudar, necesito tu imprescindible cooperación.

- ¿Y qué puedo hacer? -pregunté totalmente desorientado.

- Lo que te voy a pedir te extrañará. Pero debes cumplir rápido todo lo que te indique sin preguntar demasiado, pues disponemos de muy poco tiempo. En unos breves minutos me habrán descubierto -respondió urgiéndome a escucharla.

Asentí sincero y le manifesté que estaba de acuerdo en hacer todo lo que me pidiera.

- ¿Seguro que harás cualquier cosa que te pida? -insistió.

- Sabes que sí, cualquier cosa.-le confirmé.

- ¿Sea lo que sea?

- Sí. - asentí impaciente.

- Pues entonces debes hacerme el amor en este mismo instante, y muy deprisa.

- ¿Qué? -exclamé incrédulo- Eso no tiene sentido -me repetí- Así no podremos huir ni tampoco evitarlos. Todo lo contrario. Nos pillarán como a los animales en su madriguera. ¿Que estrategia de locura es esa? ¿Has perdido el juicio?

Por fin Tanit se rió. E insistió de nuevo.

- Recuerda. Debes hacer todo lo que te pida, sin rechistar, sin dudar. Confía en mi. No nos queda ya más tiempo. ¡Desnúdate! ¡Rápido! - me exigió.

Lo hice y ella también se desnudó.

- ¿Como vamos a hacer el amor ahora? -repliqué una vez más- ¿Como se va a despertar el deseo en estas circunstancias?

- No te preocupes por eso -respondió- Yo te ayudaré.

Nos desnudamos totalmente y nos abrazamos. Me acarició y la acaricié. Nos besamos. E increíblemente algo se despertó en mi. Quizás ella lo propició de una forma desconocida para mí. Tal vez la excitación del peligro despertó la excitación del sexo, como una respuesta instintiva paralela. No lo supe. Tanit pasó la mano por mi espalda. Rozó y besó mi pecho. Me tumbó en el suelo y se sentó sobre mí.

Se levantó mi sexo. La acaricié. Entré en ella.

Tanit se hallaba de espaldas al gigantesco triángulo luminoso y su cohorte de luces de escolta. Yo en cambio las contemplaba echado en la hierba. Irradiaban una energía tan enorme y sobrenatural que para mí era una visión aterradora. Sentía que Tanit se mecía sobre mi sexo, su cuerpo subía y bajaba al tiempo que hacía un movimiento sinuoso. Cabalgó acelerando de forma creciente su ritmo. Sus ojos brillaban. Un torrente de energía líquida recorrió mi cuerpo con una potencia inusitada. Me dejé llevar. Me elevaba rápido sobre la ola de placer que se había levantado inundando mi cuerpo.

En ese instante me aterró ver que desde la flota de luces voladoras se apartaba una de ellas, de color verde intenso, y que alejándose de la compacta formación volaba rápido, descendiendo y acercándose hasta nosotros en un simple par de segundos. Era una esfera perfecta que ahora rozaba las copas altas de los árboles que nos rodeaban.

Mis ojos no podían apartar la mirada del impresionante globo de sólida luz verde que nos acechaba, una luz compacta y fantasmal, que se había detenido a unos treinta metros de distancia de nosotros y había luego levitado con sigilo hasta casi rozar el suelo. Su resplandor pulsaba ahora como si fuera un organismo vivo. Aparentaba ser algo sumamente denso y material, igual que si hubiera bajado del cielo una espectral luna esmeralda. Debía tener como mínimo tres o cuatro metros de diámetro. Pensé que quizá nos contemplaba vigilándonos.

Pero en ese preciso momento la ola del placer sexual rompió en nosotros dos. Tanit se agitó, gritó, chilló ... como no había echo nunca ante mi. Se convulsionó y curvó su elástico cuerpo hacia atrás formando un arco perfecto, mientras alcanzábamos al unísono un poderoso orgasmo. La energía estalló en nosotros de forma avasalladora, sincronizada en los dos, como si fuéramos un solo cuerpo. La sentí surgir desde mi interior más profundo, hasta llegar a la superficie y bañar toda mi piel y hasta los últimos rincones de mis miembros, incluso hasta el último de mis cabellos.

La oleada duró unos segundos interminables, tal vez un largo minuto. Tanit había cabalgado todo el tiempo sobre mi, de espaldas a la luz que nos espiaba. Yo había sido su corcel y ella el jinete, pero nos habíamos mantenido unidos por la energía primaria y poderosa del sexo más instintivo. Un fuego líquido había recorrido nuestros cuerpos como una ola ardiente que arrasa todo a su paso, sin que nada la pueda detener. Y en el mismo instante que remitía el placer y regresaba despacio la calma, la luminosa esfera verde que había observado la escena se alejó, siguiendo la misma trayectoria por la que velozmente había llegado. En unos segundos se unió otra vez al resto de las luces que escoltaban el gran triángulo central, la enigmática estructura tubular en forma de punta de flecha que aún se desplazaba lenta y majestuosa sobre el bosque y la sierra. La formación continuó su vuelo sin inmutarse en ningún momento. Poco a poco se fueron alejando, siguiendo el rumbo oblicuo a nosotros que habían llevado desde el principio. Las inquietantes luces desaparecieron de nuevo en la oscuridad de la noche, de forma tan silenciosa y misteriosa como habían surgido.

- ¿Que ha pasado Tanit? -interrogué por fin a mi amiga, sintiendo todavía la reverberación del intenso placer que había recorrido mi cuerpo en tan extrañas circunstancias- ¿Por qué hacer el amor así ha servido para que se marcharan? No lo comprendo.

Ella se rió sonoramente y acto seguido me lo explicó con calma, mientras acariciaba mi cuerpo abrazado al suyo.

- Haber hecho el amor así, despertando el sexo primario e instintivo, activando la fuerza bruta que se oculta en la misma materia, en la Tierra, en nuestro organismo, en el interior de los seres vivos, ha propiciado que toda la energía que envuelve e irradian nuestros cuerpos se transformara y se tiñera de un intenso tono rojizo como el fuego. Eso es lo que les ha despistado. Para ellos no éramos en ese momento más que una pareja de humanos corrientes haciendo el amor con frenesí en el bosque.

Tanit hizo una pausa y continuó mientras sonreía.

- Me buscaban a mí, mi aura especial, pero sólo han hallado un campo de intensa energía rojiza fundido con otro igual. Han detectado puro instinto animal, nada que me pudiera diferenciar, nada que me pudiera delatar. Por eso se han marchado y han continuado su infructuosa búsqueda alejándose de aquí.

- ¿Pero cómo se pudo despertar en nosotros un deseo sexual tan fuerte en esa situación de peligro? No creí que pudiera excitarme siquiera lo más mínimo.

Tanit se rió sonora y cantarinamente de nuevo, mientras le brillaban los ojos con una expresión pícara.

- Cielo, yo he provocado eso. Avivé y activé tu energía sexual, la hice surgir en forma primaria de la misma tierra. Dinamicé tu centro energético del sexo. Lo abrí ampliamente para que la corriente de energía fluyera a raudales durante esos instantes.

- ¿Quieres decir que me has utilizado?

- Dijiste que harías cualquier cosa que te pidiera. Sólo ... te he facilitado una ayuda.

- Pero podrías volverlo a hacer en cualquier momento y yo no me enteraría. Eso me hace sentir manipulado.

- Bueno, entonces es mejor que te diga la verdad -repuso con la expresión de una niña que juega- Lo que ha pasado es que te ha excitado morbosamente el peligro. Ciertas personas se motivan mucho más así. ¿Sabes? ¿Has pensado que tal vez te ocurre lo mismo a ti?

- No te burles de mi ahora.-respondí serio.

- No me burlo. Sólo te amo. No desconfíes tampoco tú de mí.

- Lo siento. Perdona. -contesté sincero- No he querido decir nada que te pueda ofender. Sólo que me encuentro algo desconcertado.

Entonces ella me besó y dijo:

- No tengas miedo de amarme, pues cuanto más perfecto sea tu amor, menos temor habrá en ti.

La noche recobró entonces su belleza. La blanca luna volvió a surgir confiada tras la cresta de una montaña. Las estrellas resplandecieron de nuevo. Los pájaros nocturnos cantaron invisibles. Pero yo aún no comprendía bien que había sucedido. Me parecía un sueño. ¿Cuándo finaliza lo real y cuando empieza lo irreal? ¿Dónde se encontraba mi corriente mundo ordinario? ¿Había estado alguna vez aquí esa impresionante aeronave volando con mayestática pausa a muy baja altura? La compleja estructura tubular evidenciaba su carencia de aerodinamismo. Pero sus colosales dimensiones transmitían la sensación de que transportaba en su seno un poder inmenso. Es difícil describir algo que va más allá de lo conocido. Tantas luces en el cielo producían la visión de una realidad fantasmagórica. Sin embargo es posible que ningún radar detectara su presencia, pues se deslizaban casi a ras de superficie. Yo sabía que estos seres se manifiestan en nuestro mundo desde otros espacio-tiempos y por tanto no precisan desplazarse siempre por la atmósfera terrestre, ni siquiera por el espacio, pero permanentemente tienen acceso a lo que denominamos el mundo de nuestra realidad. La humanidad lo ignora, como parece ser lo ha ignorado siempre.

Tanit tomó mi mano y pidió que regresáramos.

De nuevo como una niña dijo:

- Volvamos a casa, cielo. Durante la noche acechan peligros desconocidos en la montaña. Y además, tengo ya mucho sueño.

 

 

 

 

 

 

 

 

9. LA VOZ Y LOS OJOS DE TANIT / LA LLEGADA DE LA LUZ.

Uno de los motivos por los que mi joven amiga me resultaba tan extraordinariamente atractiva y encantadora era su hermosa voz. Escucharla equivalía a oír la música más deliciosa. Todas sus palabras fluían armoniosas, con un ritmo equilibrado que no era nunca ni demasiado rápido ni demasiado lento, aunque a veces dejaba espacios de enigmático silencio entre sus frases.

Jugaba con distintos tonos de voz, a veces más suaves y a veces más graves, pero siempre impregnados de cálida dulzura. Cuando hablaba empleaba en todo momento el volumen de voz justo, según requería la situación o el estado de su ánimo, pero impregnando sus palabras de una propiedad mágica y hechizante.

Sin embargo desconozco si escuchar a Tanit les producía también a los demás la misma impresión, o tan sólo era mi forma personal de percibirla.

En una ocasión le dije, al principio de conocerla, cuando descansábamos una soleada mañana en la fina arena de una playa:

- Tienes una voz de verdad preciosa. Entre uno y diez, la calificaría sin dudar con un diez. -le confesé ese día junto a la orilla que acariciaban las olas- Aunque no sé si la belleza de tu voz se puede medir. ¿Se puede medir la belleza profunda del mar? ¿Se puede medir la transparente belleza del aire? Tu voz posee esa belleza espléndida y misteriosa que no se puede medir.

Tanit me miró con tiernos ojos chispeantes y sonriendo aplaudió divertida. Unía veloz y simétricamente sus manos, con los dedos arqueados hacia atrás, al igual que hacen los niños pequeños. De esa forma sólo chocaban las palmas y surgía un sonido rítmico y gracioso. Era una de sus formas habituales de festejar algo que la agradaba.

- ¡Que bonito, cariño!. -exclamó contenta, al tiempo que aplaudía infantilmente.

Y junto a su voz eran también extraordinarios sus hermosos ojos. De un color básicamente azul, podían mostrar sin embargo los más diversos matices. La luz parecía nacer de verdad en su interior y manifestar todas sus infinitas posibilidades a través de los insólitos iris de Tanit.

En apariencia sus ojos eran de un azul celeste intenso. Pero cuando los observaba largo tiempo y en distintas circunstancias, cambiando tanto el entorno del paisaje como los estados anímicos de Tanit, resultaba asombroso descubrir en ese azul de prístina pureza toda la gama del arco iris escondida en su luz misteriosa.

Lo que en principio parecía simple azul era en realidad mucho más, pues se convertía en una paleta de cambiantes reflejos. El azul aparente estaba compuesto en verdad de múltiples colores, cuya inexplicable y mutable combinación producía siempre el resultado final de algún tipo de variedad azulada. Semejaban a veces los transparentes mares tropicales, o al bello mar Mediterráneo, que nos obsequian cada día del año con múltiples tonos celestes y marinos, oscilando en una amplia gama, desde azul zafiro y turquesa hasta tonalidades metalizadas, índigos y cobaltos. Los ojos de Tanit alcanzaban además pinceladas de tonos morados, añiles y violetas, así como escondidos esmeraldas y dorados reflejos, destellos sutiles de ámbar y fugaces fondos de ferviente y apasionado escarlata. Pero todos esos cromatismos dinámicos eran únicamente el maravilloso lienzo que envolvía sus inquietantes y profundas pupilas, ventanas siempre de un mundo desconocido.

Los ojos de Tanit eran así enigmáticos e indefinidos. Sus iris poseían un azul misterioso y excepcional que parecía esconder los secretos de la luz del universo. ¿No fue el universo azul en un principio? ¿Será tal vez de nuevo azul cuando transcendamos las limitaciones de la materia, del espacio y del tiempo, y todo regrese al primitivo comienzo? El blanco no es ningún color, sino como bien sabemos la combinación de los siete colores visibles del arco iris. Y el negro es la ausencia de luz y también de color. Por tanto ... ¿cuál es el color original si es que hubo alguno?

Más allá del ultravioleta ... ¿qué es lo que hay? Las vibraciones ultrafinas y ultrarrápidas de los niveles altos de la energía conducen a algo que se encuentra más allá de la gama de azules y violetas. En ese lugar inaccesible para nuestra vista se halla la luz original del universo. Y yo pensaba ... a veces ... cuando contemplaba en silencio los ojos de Tanit... brillando en la magnífica oscuridad de la noche ... bajo el oscuro cielo adornado con la majestuosa y arcana belleza de la diosa luna y su manto de infinitas estrellas ... que esa luz prístina del universo, antigua y primigenia, pasada y futura, ajena a nuestra visión y al tiempo del mundo ... se manifestaba para mí a través de los mágicos iris de mi amiga.

En varias ocasiones llegué a pensar si Tanit no sería en realidad un ángel que había tomado carne y forma humana.

- ¿Crees que existen los ángeles? -le pregunté un día.

- Claro que existen cariño, pero esta humanidad ha perdido la capacidad de relacionarse con ellos. -repuso enseguida, con un tono de voz tan seguro que casi parecía infantil.

- ¿Y qué son para ti los ángeles?

- Son seres que habitan una dimensión del universo distinta a las que constituyen los mundos tetradimensionales.

- ¿Pero poseen cuerpos de materia?

- Sí, pero de una materia que alberga mucha más luz que la materia de la que están compuestos los seres vivos del universo que tú conoces.

- ¿Son seres constituidos de luz?

- Desde la perspectiva de la física ordinaria sí se les podría definir así, pero en realidad se trata tan sólo de una materia menos densa y más lumínica, pero que también se la puede calificar de materia.

- ¿Y quienes son esos ángeles que aseguras existen en otras dimensiones del universo?

- Son otra manifestación de la vida, otra rama evolutiva distinta a la humana. Poseen un tipo de inteligencia diferente a la que tú conoces y se hallan unidos a la luz original de la que procede el universo y todas las dimensiones que lo componen.

Tanit ya me había explicado en otra ocasión que la vida en la Tierra se halla sujeta a un parámetro físico de cuatro dimensiones familiares: las tres dimensiones convencionales del espacio tal como lo percibimos (largo, ancho y alto) y una cuarta dimensión no espacial que denominamos tiempo. Sostenido bajo esas básicas cuatro dimensiones existe el universo que nuestros sentidos físicos son capaces de registrar.

Ella defendía que existen otras muchas dimensiones adicionales, que aún no estamos preparados para percibir, y que tras esas dimensiones existen universos desconocidos y formas de vida e inteligencia que ni siquiera somos capaces de soñar o imaginar.

- ¿Cuantas dimensiones tiene el universo de los ángeles? - pregunté aventurándome a descubrir todas las fantasías o misterios que encerraba la inacabable imaginación o ciencia de Tanit.

Pero ella se echó a reír, inclinando su cabeza hacia atrás con deleite, como si yo hubiera dicho algo muy divertido. No sabía si Tanit hacía eso a veces porque mis preguntas encerraban algo gracioso que yo no era capaz de comprender, o tal vez como excusa para evadirse de una explicación seria que no le apetecía dar.

Cuando se calmó su risa me miró con ojos húmedos y brillantes, y sonriendo dulcemente respondió con su habitual ternura.

- Existen casi infinita variedad de ángeles. Existen infinidad de tipos de universos. Existe un tiempo infinito y eterno..... ¿Cuantas dimensiones? ... Existen infinitas dimensiones. Creo que ni siquiera soy capaz de explicarte una dimensión más allá de las cuatro dimensiones que el pensamiento de tu cultura humana conoce.

- Haz un esfuerzo. -le rogué, sabiendo que no lo intentaba por pereza, pues estaba seguro de que era posible algún tipo de planteamiento racional.

- Mira, si un insecto viviera en un universo plano de sólo dos dimensiones espaciales(1), y una pulga de ese mundo plano diera un salto en la tercera dimensión de la altura, entonces, aparecería en otro lugar del mundo plano. Los que vivieran allí pensarían que ha ocurrido un milagro inexplicable, que la pulga desapareció de su mundo y se reubicó en otro punto distinto sin que mediara desplazamiento alguno. Sin embargo visto desde la perspectiva de una tercera dimensión si existió desplazamiento. ¿Verdad?

- Por supuesto, claro que sí, hubo desplazamiento en el que intervino una tercera dimensión, la altura, que los habitantes de ese mundo plano no eran capaces de percibir. -expliqué, pues ese ejemplito ya lo conocía de la escuela.

- ¿Y cuantos mundos de tres dimensiones existen?

- El universo entero es un mundo de tres dimensiones espaciales.-repliqué.

- ¿Pero lo podrían percibir los habitantes del mundo plano?

- No, supongo que para ellos el universo debía de ser algo muy reducido, limitado y carente de verdadera belleza.

- Lo has comprendido muy bien, cielo. Pues algo así somos los de este mundo para los ángeles que viven en universos de muchas más dimensiones.

- ¿Pero qué sería una quinta dimensión? -inquirí aún insatisfecho.

- Un lugar donde caben muchos universos y seres de cuatro dimensiones. -aseguró.

- Eso no tiene sentido. -me quejé, pues no veía por ningún sitio esa quinta dimensión.

- Ya te he dicho que és difícil de explicar.

Sin embargo recapacité y me atreví a explorar la lógica de su paradójica respuesta. ¿Cuántos mundos planos caben en un mundo tridimensional? La contestación era que posiblemente incontables mundos planos que se curvarían y cruzarían en múltiples ocasiones. Entonces ... según el argumento de Tanit, en un mundo de cinco dimensiones cabrían muchos mundos como el nuestro. Y esos ángeles podrían viajar y acceder a todos ellos, como nosotros los seres tetradimensiones accedemos a distintos mundos de dos o tres dimensiones.

- ¿Están los ángeles más cerca de Dios que nosotros? - me atreví a continuar con la indagación.

- Desde luego, cuantas más dimensiones posee un ser vivo más próximo está de la totalidad. Dios es el Todo y el Uno del Universo Absoluto.

- ¿Cómo podemos relacionarnos con los ángeles?

- Con la mente. La mente no se encuentra en sí misma sujeta a las limitaciones de la materia.

- ¿Y el corazón?

- El corazón es lo que dota de fuerza a la mente. Sin corazón no hay poder ni cambio real.

- ¿Eres tú un ángel disfrazado de humano?

En esta ocasión Tanit no se rió. Permaneció seria y habló con tono grave y cálido.

- Desde una cierta perspectiva o forma de pensar sí lo sería. Pero no lo soy de verdad. Tan sólo soy un ser humano similar a lo que será esta humanidad en el futuro.

- ¿A qué futuro te refieres? ¿Va a ocurrir algún cambio evolutivo en la raza humana?

- Hace ahora noventa mil años la humanidad sufrió su última mutación evolutiva para convertirse en la raza actual que tú conoces. Antes existieron también otras humanidades, pero desaparecieron. La humanidad presente debe en este tiempo sufrir una nueva transformación o se extinguirá.

- ¿Te refieres a que el ser humano debe variar su comportamiento o nos autodestruiremos?

- Debe haber un cambio mental y físico tan grande que si no lo hubiera la humanidad concluirá su tiempo de permanencia en este planeta.

- ¿Y de qué plazo crees que disponemos? ¿Cómo puedes saber esas cosas?

- Puedo acceder a una dimensión desde donde contemplar la rueda del tiempo. En el centro de ese círculo temporal no existe diferencia entre pasado y futuro, pues todo se percibe como un continuo presente. - y muy seria continuó- El plazo de que dispone esta humanidad es un tiempo que oscila entre dos y tres siglos.

- ¿Puedes ver exactamente el futuro?

- Exactamente no lo puedo ver, pues mi capacidad sólo me permite vislumbrar el horizonte, pero no me resulta posible distinguir cuál va a ser la trayectoria de la humanidad entre todas las posibles, ya que todas están registradas en el tiempo fuera del tiempo.

- ¿No existe un sólo futuro? -repuse desconcertado.

- Existen múltiples posibles futuros virtuales. El futuro real sólo es real cuando se convierte en presente. Pues sólo el presente es verdaderamente real.

Lo que respondía Tanit no me parecía explicar nada. Así que continué con otro enfoque distinto.

- ¿Podríamos destruir la vida en la Tierra antes de conseguir la humanidad transformarse?

- Imagina que la Tierra es el cuerpo de una madre embarazada y la humanidad el niño aún no nacido que alberga su vientre. Si el parto va mal la madre puede morir, o sólo puede morir el niño, o ambos pueden morir. O incluso ... la madre puede abortar. Todo eso puede ocurrir.

- ¿ En los próximos siglos ?.

- O mañana mismo. En cualquier momento. La humanidad ha de nacer renovada hacia el horizonte de una nueva vida, o de lo contrario perecerá. Así debe ser para que evolucione la inteligencia en el universo.

- ¿ Existe vida en otros planetas ?

- Por supuesto. Casi todas las estrellas poseen un planeta donde germina la vida.

- ¿Nos visitan otras humanidades inteligentes?

- Nos visitan infinito tipo de seres. Tú ya lo sabes.

De repente me eché a reír. Durante un rato me reí con ganas. Obviamente mi última pregunta era una tontería.

Tanit me dio un beso en los labios, se levantó y caminó hacia los árboles próximos. Los dos perros se incorporaron como impulsados por un resorte y la siguieron. Enseguida los tres se perdieron en el bosque.

Me quedé pensando en que a esta humanidad le queda una etapa difícil que atravesar, donde se dirimirá su existencia y su futuro. Tanit había esbozado la metáfora de la mujer embarazada para describir los peligros de un parto. La Tierra es el cuerpo de nuestra madre y nosotros la agredimos todos los días. Somos seres inconscientes y si no alcanzamos pronto la consciencia es seguro que destruiremos la vida en este aún hermoso planeta.

Jesucristo y otros profetas dijeron que el reino de los cielos debería descender en el futuro a la Tierra. Y que sólo entonces el ser humano conocería la paz y la verdadera felicidad. Decían los visionarios que una civilización de luz vendrá en su momento desde las alturas e instaurará el Reino de Dios en la Tierra. Aunque quizá los seres humanos no lo merezcamos, pues nos matamos los unos a los otros por motivos egoístas y nos comportamos a veces peor que alimañas. Desde luego la humanidad aún no está preparada, pensé ensimismado. No obstante todos esos argumentos utópicos y proféticos me parecían quimeras y sueños.

- ¡Mira la luz! ¡Mira la luz, cielo! ¡Contempla la luz! -gritó de pronto la voz de Tanit desde algún lugar cercano en el interior del bosque.

Me volví y vi un resplandor que surgía de la foresta. En un frente de al menos veinte o treinta metros de ancho todo parecía envuelto en una luz sobrenatural, de un tono blanco azulado, que aparentaba penetrar dentro de las plantas y la vegetación. Tuve la percepción de que un sutil líquido luminoso lo impregnaba todo, lo envolvía todo, como una niebla finísima que se introdujera incluso en la misma materia de las cosas.

Lentamente me incorporé y caminé hacia esa área de luz blanquiazul. La voz de Tanit continuaba llamándome, casi implorando que acudiera.

- ¡Ven cielo, ven a la luz!

Oí perfectamente los ladridos de Lug y Sansón resonando desde el núcleo de donde procedía la luz misteriosa.

¿Qué habría ahí adentro? ¿Qué producía ese increíble y denso resplandor similar a una nube luminosa que se hubiera posado en la tierra? ¿De donde y como había surgido este cambio en la atmósfera de una forma tan veloz? Hace tan sólo unos instantes el bosque era un remanso de paz, colores y sonidos cotidianos. Sin embargo ahora hasta las escondidas aves de la floresta guardaban un respetuoso silencio. El corazón parecía haber crecido en mi pecho.

Al entrar en el campo luminoso, que aumentaba en extensión conforme me introducía en él, percibí que semejaba una bruma compacta, cuyas partículas resplandecieran. Todo difundía luz allí, incluso las plantas y la superficie del suelo, como si hubieran sido impregnadas y transmutadas por una sustancia de otro mundo. Las flores que encontraba a mi paso eran increíblemente bellas, pues emitían ahora su propia luz, otorgando a su color original un matiz más puro y brillante. Respiré profundamente aquel aire luminoso, que sentí ionizado y cálido.

El mundo se había transformado mágicamente en sólo unos segundos. Continué avanzando en aquella vasta luminosidad hasta que distinguí a lo lejos la silueta familiar de Tanit y mis perros. La llamada de la voz de mi amiga y el afán de ir en su búsqueda era lo que me había dotado de valor ante este fenómeno físico desconocido. En ningún momento me planteé en aquella ocasión si estaba despierto o soñando. Me hallaba tan impresionado que mi mente se abstuvo de razonar.

En un claro del bosque los dos canes se movían aparentemente normales y alegres, incluso parecían excitados y expectantes. Sin embargo, mi amada y enigmática amiga se mantenía completamente inmóvil, envuelta en un hermoso halo de luz blanca y violácea. Pensé que probablemente ella se iba a transformar de nuevo de un momento a otro, como en anteriores ocasiones.

Pero de pronto me paralicé. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo y sentí un escalofrío instantáneo que me heló la sangre. Advertí perfectamente varias figuras luminiscentes que desde el interior del bosque se aproximaban a Tanit. Eran siluetas gráciles y estilizadas que emitían también luz, como si estuvieran rodeadas por un fino y transparente capullo de nívea y brillante seda, con finas iriscencias áureas y moradas. Tuve un repentino temor. ¿Quiénes serían esos inquietantes personajes? Hacía tiempo que conocía las sorprendentes capacidades de mi amiga y sabía que era alguien totalmente excepcional y diferente a todos nosotros. Pero hasta ahora no me había enfrentado a la posibilidad de encontrar juntos a tantos seres similares a ella.

Me clavé en el suelo y esperé inmóvil. ¿Se había abierto aquí en este sitio una puerta dimensional? ¿De nuevo me hallaba cruzando a un universo paralelo? ¿Estaba ante las puertas de otro mundo? Intenté tranquilizarme y respirar lenta y profundamente. No debía temer nada. Todo emanaba belleza y armonía.

Las ligeras figuras luminosas rodearon a Tanit. El grupo, de cinco o seis individuos (no fui capaz de contarlos), se encontraba a unos cuarenta metros de distancia. Algunos eran de una estatura similar a mi amiga y otros de altura levemente superior. El resplandor que los envolvía y la separación no me permitía distinguir claramente sus rasgos y reconocer si eran hombres o mujeres, aunque todos parecían llevar cabellos largos. Vestían ropas extrañas, compuestas de tejidos igualmente refulgentes, con partes ceñidas al cuerpo y otras de amplio vuelo con formas extravagantes, un diseño jamas visto por mí, de reminiscencias antiguas y al mismo tiempo de estética futurista.

Tras la llegada de aquellos insólitos seres los dos canes se apartaron, y despacio trotaron acercándose en mi búsqueda. Sentí sus hocicos y sus poderosos cuerpos rozandome las piernas. Entretanto dos de aquellas enigmáticas figuras tomaron suavemente de ambas manos a Tanit. Ella me contempló en la distancia. Distinguí claramente su mirada que quedó fija en la mía. Observé sus ojos azules brillando a lo lejos, envuelto su cuerpo en una transparente aura de luz blanca y dorada sumamente pura.

Después todos aquellos seres se volvieron y caminaron hacia el interior del transmutado bosque. Uno de los desconocidos hizo un gesto con la palma de la mano dirigiéndose a mí, una especie de leve saludo amigable o tal vez un misterioso mudra, antes de emprender también la marcha hacia el origen de lo que generaba la densa luz azul y blanca.

Desaparecieron en apenas un instante tras el poderoso resplandor que procedía del corazón del bosque. La luminosidad a continuación empezó lentamente a retroceder, como una niebla que se retira hacia el foco invisible del que nace. Me percaté entonces de que esa luz parecía pesar, como si gravitara, pues múltiples jirones de ella quedaron rezagados, disolviéndose en el aire unos segundos después. Parecía algún tipo de materia, una sustancia lumínica que rozaba lo sobrenatural o al menos así nos debía parecer a los que habitamos este mundo.

De pronto escuché un sordo zumbido, semejante al aleteo vigoroso de un gigantesco enjambre de millones de abejas. Se iluminaron las copas de los árboles y una nube esplendorosa, con destellos rosáceos y dorados, emergió por encima de la arboleda. Sabía sin dudar que Tanit y sus acompañantes ya no se encontraban en el bosque. Entre las verdes hojas de la floresta que me cubría pude distinguir la masa de luz elevándose hacia el cielo. Me pareció ver que muy deprisa la nube se volvía más compacta y redonda. Debió de empequeñecerse porque en un instante la perdí de mi ángulo de visión. Corrí veloz hacia la gran zona despejada donde antes nos hallábamos y escruté el horizonte cenital. El extraño ruido cesó por completo. Retornó el silencio. En lo alto había un grupo de nubes algodonosas blancas y grises, iluminadas por el sol de la tarde, un sol oculto ya tras el horizonte que las pintaba con reflejos plateados y rojizos.

Entonces me sorprendió un destello muy brillante, que similar a un relámpago cruzó veloz el cielo. Distinguí con nitidez una pequeña y nívea bola sumamente luminosa recorrer la bóveda celeste, y perderse en tan sólo un par de segundos en la línea del horizonte. Los rayos del sol colorearon de rojo aún más intenso el paisaje de nacaradas nubes sobre mi cabeza.

Lug y Sansón ladraban frenéticamente. Se movían nerviosos dando vueltas muy próximos. Parecían celebrar algo o tal vez también expresaban su desconcierto. Fue la primera vez que vi a Tanit marcharse en compañía de otros seres como ella. ¿A donde irían? ¿Cuál sería su destino? ¿Otro universo? ¿De donde procedían? ¿Podría ir también con ellos alguna vez?

Miré de nuevo el bosque que había recobrado su habitual coloración. Las plantas y las flores ya no presentaban su bello aspecto de luces radiantes. Incluso el tímido canto de los pájaros regresó progresivamente hasta inundar la arboleda. Nadie podría pensar que hace unos minutos había acontecido allí algo sobrenatural. Sin embargo yo aún sentía escalofríos. No quise volver para explorar el interior de la foresta en busca de algún rastro de la presencia de aquellos seres. No deseaba conocer ni encontrar prueba alguna. Sólo me afectaba mi inesperada soledad. Decidí marcharme pues no tenía nada que hacer allí. Me sentía otra vez abandonado sin que mediara explicación alguna. Aquellos seres habían pretendido que yo fuera testigo de algo. O bien Tanit deseaba que yo contemplara a quienes son como ella: viajeros de otra realidad ajena al mundo cotidiano. ¿Procedían del futuro? Más bien su origen era probablemente un universo con parámetros de espacio-tiempo diferentes al nuestro.

Los perros y yo nos fuimos corriendo de aquel lugar. Seguramente Tanit tardaría en regresar esta vez. Era verdad que no estaba sola cuando visitaba nuestro mundo.

 

 

(1): En esta conversación se menciona a veces nuestro mundo como tridimensional, pero se trata de una simplificación del diálogo. Obviamente es sólo tridimensional hablando espacialmente. El tiempo es siempre necesario y hay que entenderlo incluido tácitamente.

El tiempo:

El parámetro o dimensión tiempo es la argamasa que sostiene todas las dimensiones espaciales del universo. No obstante el tiempo no es exactamente tal como lo percibimos, pues debido a la deficiente educación de la cultura humana entendemos el tiempo como una única dimensión y una única línea recta fija, común y universal para todos los seres. Esto es un error. Concebimos el tiempo como concebiríamos un mundo de una sola dimensión, es decir como una línea recta. Y al igual que el espacio tiene múltiples líneas que van en todas las direcciones, también el tiempo es una estructura holográfica.

Existe un tiempo hacia adelante y otro hacia detrás, hacia la derecha y hacia la izquierda, hacia arriba y hacia abajo. Existen tiempos que fluyen a distintas velocidades. Existe un tiempo para cada individuo, para cada átomo, y un tiempo colectivo que une conjuntos mayores. Existe un tiempo y también múltiples tiempos para un mismo individuo. Como una rama de un árbol que se divide también el tiempo puede abrirse, bifurcarse en el espacio, para luego volver a unirse y reintegrarse. Esto último se denomina bilocación. Un sujeto se halla en dos lugares del espacio simultáneamente.

Dominar las dimensiones del tiempo es la cualidad principal que diferencia a los humanos de lo que en la antigüedad denominaban "dioses". Las plantas y los animales mueren después de seguir un ciclo predeterminado. También nos ocurre lo mismo a los seres humanos, pues nuestro organismo agota el tiempo que parece tiene asignado. Sin embargo los "dioses", según refería Tanit, manipulan el tiempo de sus células y alcanzan la inmortalidad. Esto lo consiguen alimentándolas con un tipo de luz que es la esencia de la materia y el universo y también del tiempo. Es la luz primigenia y eterna que existe antes del tiempo y el espacio. Los seres humanos nos diferenciamos de los animales precisamente en esto. Poseemos una mente capaz de atraer la luz primigenia y transformar la materia de nuestro cuerpo. Pero por supuesto esto es sólo una capacidad potencial que el género humano posee, pero que permanece dormida y no sabemos utilizar. El proceso para lograr esto se denomina "alquimia". El legendario "santo grial" se alcanza cuando alguien se transmuta a sí mismo y se convierte en un recipiente biológico de esa luz prístina eterna.

Los seres que llegan a realizar la obra alquímica consiguen un cuerpo de materia inmortal, se convierten en "athánatos", inmortales. Una vez le pregunté a Tanit si era una "athánatos". Ella respondió que los athánatos no son seres eternos aunque sí inmortales biológicamente. Pero el proceso se puede revertir pues pueden degenerar por corrupción de su campo mental, y asimismo pueden morir por agresión lo suficientemente importante. Visto así ella era una athánatos, un ser inmortal temporal. La verdadera eternidad real es imposible salvo para la mente universal, el espíritu universal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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