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EL CIRCULO DE LAS GUARDIANAS DEL GRIAL

TERCER LIBRO

LAS REVELACIONES DE LA GUARDIANA

 

EL CIRCULO     DE LAS GUARDIANAS DEL GRIAL.

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INTRODUCCIÓN: EL MITO GRIALIANO.

PRIMER LIBRO:      LA  PORTADORA DEL SECRETO.   

PRÓLOGO

SEGUNDO LIBRO:  EL VIAJE.  INTRODUCCIÓN  Y PRÓLOGO.

TERCER  LIBRO: LAS REVELACIONES  DE LA GUARDIANA.

PRÓLOGO.

CICLOS

EL JARDÍN

LOS OTROS

LA MANSIÓN

ÍNDICE GENERAL

SINOPSIS/ PRESENTACIÓN

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VIII.  CICLO DEL JARDÍN

 

 

 

 

 

 

1. LAS CINCO ROSAS.

 

 

Olía a rosas frescas aquella soleada mañana de otoño. El delicado perfume de las rosas extendía su fragancia exquisita través del transparente aire.

- Es muy difícil intentar comprender la naturaleza del Ser Supremo que denominamos Dios. -expuse- ¿Podemos acaso los seres humanos aproximarnos a ese misterio sin caer en la trampa de las verdades reveladas? ¿Cómo nos atrevemos a pretender entender a un Dios trascendente que supuestamente existe? ¿Cómo lo definirías tú? - pregunté temerariamente a mi maravillosa e inquietante amiga.

- Dios es la parte más interna de ti mismo. -dijo con toda naturalidad- Dios es igualmente la parte más interna del universo. Dios no es una abstracción lejana y transcendente ... sino que se encuentra subyacente e inmanente en toda la Creación.

- Pero mi parte interna es únicamente mi psique. -protesté.

- Todos los seres humanos tenemos distintos niveles que componen nuestra identidad total, nuestra naturaleza absoluta, pero la mayor parte de las personas son completamente inconscientes de ello. El primer nivel es el organismo biológico o cuerpo, que es un complejo sistema químico-físico sustentado por un campo electromagnético radiante que procesa información. El segundo nivel es lo que tú denominas psique, la cual es un campo mental que a su vez se subdivide en tres niveles: los instintos, el ego y el alma. Y por último se encuentra el tercer nivel, que es el espíritu o parte divina. A su vez, cada uno de estos niveles puede tener distintos estados de salud o patología y diferentes grados de madurez.

- ¿Pero si todos poseemos una parte divina, entonces donde está el Dios tradicional que gobierna el Universo? ¿Hay de verdad un Dios Creador, o somos igualmente todos dioses?. -inquirí, pues el tema de poseer una naturaleza divina no parece solucionar para nada nuestra vida cotidiana.

- Las dos cosas son verdaderas al mismo tiempo. Realmente hay una Fuerza llamada Dios que gobierna el Universo, pero a la vez todos los humanos somos pequeños dioses co-creadores y co-gobernantes del universo, al menos potencialmente, cada uno a una escala según su grado de evolución.

Sabía que en esta conversación estábamos entrando de nuevo en el terreno de las verdades reveladas, que te las crees o no te las crees, pero a pesar de ello continué con mis pesquisas, pues me gustaba comprobar hasta donde llegaban sus especulaciones.

- Pero entonces debe haber una cierta diferencia entre un Dios Central o Principal y esa naturaleza divina interior nuestra, que debe ser individual o personal. -centré mi pregunta.

- En realidad no hay diferencia alguna. -repuso- La naturaleza divina del ser humano no es personal en su esencia, sino que es tan sólo una manifestación de lo universal a través de un ser personal o individual. La naturaleza divina es siempre Una, ajena eternamente al tiempo y al espacio, aunque simultáneamente es también múltiple e infinita en sus expresiones dentro del espacio-tiempo.

- Pero en realidad a esa divinidad interna que aseguras que todos poseemos no le resulta posible manifestarse. O al menos muy pocas veces. ¿No es así? Los seres humanos tenemos muy poco de divino y mucho de imperfección. -me parecía que mi argumento demostraba la vacuidad de poseer una supuesta naturaleza celestial.

Sonrió y contestó:

- La imperfección es un camino que utiliza Dios para evolucionar en el ser humano. La imperfección es en realidad la falta de madurez de las distintas partes que componen la entidad biológica y psíquica humana. Es necesario llevar al cuerpo, al ego, al alma y al espíritu hacia su pleno desarrollo y madurez para que la naturaleza divina interna, subyacente e inmanente, se pueda manifestar en el mundo de la carne y de la materia.

- ¿ Entonces no debemos creer en un Dios sentado en su Trono y gobernando el Universo? ¿No existe para ti ese tipo de dios patriarcal de largas barbas blancas?

- Ese Dios existe sólo para las almas inmaduras e infantiles.

- ¿Y existe el Cielo o el Paraíso?

- ¿Qué Paraíso? ¿El del cuerpo, el del ego, el del alma? El Paraíso y el Cielo son el Mundo. Si los hombres han convertido el Jardín en un erial y en un basurero, que luego cuando sus cuerpos mueran no busquen encontrar ningún cielo. La entidad psíquica humana debe retornar siempre al mundo tras la muerte.

- ¿No existe el cielo en otra dimensión?

- Sí, existen otras realidades que podemos denominar como el cielo, pero no son para los seres humanos corrientes. A ese cielo se accede con cuerpo físico, cuando la entidad biológica humana está preparada para entrar.

De pronto el perfume de las rosas aumentó considerablemente su presencia, embriagando mis sentidos con su dulce y sutil aroma. Sin embargo sólo había cinco pequeños capullos abiertos en aquel jardín.

Tras un instante de silencio continué con mis preguntas.

- ¿Dónde se encuentra esa parte divina que dices que poseemos?

- Fuera del tiempo y el espacio.

- ¿En otra dimensión?

- No, exactamente. Significa que no se halla ubicada en lugar alguno y simultáneamente está en todas partes fuera del tiempo.

Algunas de sus explicaciones parecían juegos de adivinanza.

- ¿Y como podemos acceder a ella o hacer que se manifieste?

- Acceder en teoría es muy fácil, porque eres tú mismo. Pero lo difícil es integrarla en tu vida cotidiana.

Seguramente hablaba por ella, pues la verdad es que tener una mínima y breve experiencia que amplíe la conciencia humana y la libere más allá de la percepción común y ordinaria es bastante infrecuente. Así que acceder a esa supuesta conciencia del ser divino debe ser algo dificilísimo que muy pocos seres humano han debido experimentar.

- ¿Podemos conseguirlo mediante la meditación u otras técnicas de recogimiento interno, así como disciplinas de control mental o físico?

- Se pueden utilizar muchas herramientas físicas y psicológicas, pero lo más importante es vivir la vida en profundidad y utilizarla como una escuela para madurar y aprender.

- La mayor parte de las personas aprendemos poco sobre lo divino en nuestras vidas, por muy largas que estas seas.- protesté otra vez.

- Hay que aprender sobre nosotros mismos, sobre lo que somos, el porqué de lo que nos acontece y de lo que nos rodea, lo que ocultamos en nuestro subconsciente, lo que desconocemos y lo que poseemos latente. Y para ello se necesitan no una sino cientos de vidas humanas.

- Pero aunque sea cierta la reencarnación, ¿qué es lo que debemos aprender a lo largo de todas esas vidas? -insistí.

- Debemos comprendernos a nosotros mismos: que és nuestro cuerpo, nuestro ego, nuestra alma, nuestro espíritu y la naturaleza divina. Debemos aprender las necesidades y capacidades de cada una de esas partes e integrarlas. Eso es lo que debemos comprender conforme maduramos en nuestra evolución. Al final del camino todo se une en armonía y se alcanza un estado biológico y psíquico nuevo y distinto.

- ¿Quieres decir que la especie humana evolucionará hasta convertirse algún día en una modalidad de ser vivo superior a lo que ahora somos?

- Sí, exactamente. Eso es lo que he pretendido decir. Y eso es lo que ha ocurrido ya en muchos confines del universo, y lo que seguirá ocurriendo.

- ¿Nos han visitado ya en el pasado seres de otros mundos?

- Sí, desde la cuna de la humanidad. Fueron seres de otros mundos los que sembraron la semilla humana en este bello planeta.

- ¿Y nos siguen visitando?

- Sí, aunque no se relacionan de forma directa con los seres humanos, porque eso entorpecería la evolución de las culturas de este planeta.

- ¿Por qué?

- Porque la conciencia humana no se debe forzar. Madurará a su debido tiempo. Es igual que una planta que tiene que crecer siguiendo unas fases adecuadas para su perfecto desarrollo. O igual que un guiso que debe cocinarse a fuego lento y con mucho mimo y cuidado, para que nada estropee su exquisito sabor final.

- Pero podían facilitarnos más ayuda. La humanidad sufre con tantas injusticias, guerras y enfermedades.

- Todo forma parte de un proceso necesario e inevitable. La transmutación se ha de producir en el seno de la raza humana. No hace falta correr, ni acelerar los acontecimientos. El momento justo llegará a su debido tiempo, cuando las conciencias de la mayor parte de los seres humanos hayan despertado y madurado.-me explicó.

Pero aunque entonces ella defendió esa idea sobre la lenta maduración, fue en otra ocasión cuando me reveló que en realidad esos seres de otros mundos, que supervisan la evolución de la humanidad, no tienen ningún interés en acelerarla, sino todo lo contrario, pues prefieren ralentizar el progreso espiritual de la especie humana.

- Parece como si estuvieras hablando de un cultivo de plantas. -repuse aquel día.

- En realidad es algo así. La humanidad de este planeta es un cultivo biológico. Somos semillas altamente complejas, con un periodo de germinación y maduración de millones de años.

- ¿Habrá algún día una cosecha?

- De momento sólo la hay con cuentagotas. Pero es posible que más adelante haya una eclosión generalizada de "plantas-conciencias humanas" maduras. O también es posible que el cultivo general nunca se desarrolle e incluso se pierda.

- ¿Y qué ocurrirá tras la cosecha si llega a haberla?

- Eso todavía no estás preparado para comprenderlo.

- ¿Se convertirá la Tierra en un Paraíso? -insistí.

- Se convertirá en otra cosa diferente a lo que ahora es. Pero se trata de algo que aún no puedes concebir.

- Mi imaginación puede concebirlo todo.

- Hay demasiadas cosas que no conoces. Habrá un tiempo apropiado para hablar de ello. -repuso, mirándome con sus encantadores y profundos ojos.

Entonces el sol llegó a su cenit ese día pre-invernal. Nos tomamos de la mano e iniciamos el camino de regreso a casa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2. LOCURA O CORDURA.

 

Una de las pocas cuestiones de las que quiso convencerme Tanit (mejor sería decir de las que insistió para desafiar los conceptos de mi mente) fue la insólita idea de que Dios era una Mujer y no un Hombre (un Padre con larga barba blanca, como habitualmente es imaginado). Claro que tal vez esto sería el sumo escándalo para cristianos, judíos, musulmanes y demás religiones monoteístas; ya que el propósito principal de la existencia de estas religiones es precisamente negar eso. Pero ella sostenía vehemente que la esencia de la que nace la creación es una Energía Cósmica Femenina, Primigenia e Infinita, que actúa desdoblándose y haciendose dual (polaridad masculino-femenina) y de ahí nace el cosmos y toda realidad, tanto en los universos interiores como en los exteriores.

Aquella tarde la brisa soplaba suave y acariciaba con delicadeza nuestros cuerpos. El aire nos llegaba cálido y fragante. Mi amiga me besaba maravillosamente. Sus besos eran a veces tan suaves como el roce de las alas de una mariposa, y en otras ocasiones tan ardientes como el fuego. Ella dominaba el calor y el frío, la pasión y la calma. Mordisqueó ligeramente mis labios, y yo la besé largamente.

Descansamos echados en la hierba y pronto comenzamos una conversación cuyo motivo inicial ha desaparecido de mi memoria.

- Dios es una Fuerza Femenina -dijo- que sólo utiliza su aspecto masculino complementario temporalmente. Según las circunstancias y las personas esa Fuerza Suprema puede percibirse como una divinidad hombre o mujer, pero su trasfondo básico es una Energía y una Conciencia de naturaleza femeninas.

Estuve en desacuerdo y repuse:

- Yo concibo a Dios como una Energía Abstracta, como un Principio Inteligente creador. Personalizarlo, o concretarlo como masculino o femenino, me parece una excesiva humanización. - argumenté por mi parte.

Tanit me miraba con el azul turquesa de sus iris, que brillaban como gemas engarzadas en sus largos y bellos ojos. Me escuchó atentamente pero persistió con su argumento.

- Claro que Dios, si uno quiere, puede también ser concebido o entendido como una Fuerza Abstracta o Neutra, pero en realidad es en esencia una Energía Femenina de dimensiones cósmicas.

- ¿Porqué estás tan segura? Cada religión concibe a Dios de una manera.

- Dios es una Matriz Universal de la que brota la conciencia, la energía y la materia. Esa Matriz (que es una Megaconciencia o Megainteligencia según dijo en otra ocasión) no pertenece al Espacio-Tiempo, sino que és éste el que nace de Ella. En realidad el Cosmos es un Campo Mental. -declaró como si tal cosa y completamente convencida.

En ese momento recordé que también los antiguos egipcios concebían el mundo y todo el cosmos como una gran mente, en la que habitaban tanto los dioses como los humanos. Creían también que se extendía por todas partes una fuerza espiritual mágica que podía modificar la realidad (ellos denominaban a ese poder mágico como "Heka"). Pensé que tal vez ella había leído libros que hablaban de eso.

- Existen muchas teorías y filosofías sobre el universo. -intervine, pero sólo brevemente, porque ella continuó apasionada.

- Si el ser humano percibe el Universo únicamente como materia es por un grave fallo de percepción. La materia no es más que la superficie del Cosmos. En cualquier momento esa superficie, como el fino telo de nata de la leche caliente, puede derrumbarse o licuarse, y volver al seno de la energía-mente del que procede.

Yo le rebatí:

- La ciencia ha descubierto que la materia se compone de átomos y otras partículas menores. Esa únicamente es la sustancia básica del universo. -repuse por mi parte, apartándome de la línea que ella pretendía seguir.

Mi joven amiga esbozó una leve sonrisa y continuó pacientemente.

- Un átomo de materia surge en la superficie del Cosmos por la suma y unión de partículas subatómicas no-materiales (los quarks y otras partículas aún menores), que emergen del infinito océano de mente-energía que es el Seno creador de la Matriz Divina.

Me pareció que su argumento era una idea cogida por los pelos. Es cierto que las partículas subatómicas se transmutan e incluso desaparecen antes los ojos de los físicos, pero me parecía exagerado lo del seno de la divinidad. Aunque también es posible que Tanit hablara en metáfora. Sabía que, desde su punto de vista, yo era casi como un niño. A pesar de su juventud siempre se sentía muy segura de sí misma. No la contradije porque me parecía innecesario. Cada uno tiene derecho a mantener sus propias creencias.

Ante mi silencio ella continuó.

- Esa Matriz Universal es llamada en Alquimia el Vaso Creador. Y en algunos momentos se la ha conocido como el Santo Grial.

Fue la primera vez que Tanit mencionó esa palabra. Desde entonces el misterioso grial nos acompañaría en múltiples conversaciones, visiones y otros hechos sobrenaturales. Pero eso ocurrió más adelante.

Aunque en ese momento no lo valoré lo suficiente, el argumento que ella había desarrollado no era una filosofía banal, ni el capricho intelectual juvenil y excéntrico de una muchacha gine-céntrica, ni una idea que hubiera leído en algún libro, sino la pieza central, la llave maestra, para acceder a comprender una extraña enseñanza o creencia muy antigua. Una creencia o filosofía que abría una puerta sorprendente para entender y relacionarse con la realidad del mundo desde una perspectiva completamente diferente.

Ella lo explicaba todo en función de esa creencia. Y cuando sucedía un hecho paranormal en su presencia, o brotaban seres imposibles en el aire o en la cotidianidad que nos rodea, le encontraba sencilla respuesta al fenómeno a través de esa visión del universo.

Tanit no conocía el miedo, porque poseía una fe ciega en creerse conectada en todo momento con esa misteriosa e invisible Matriz del Universo de la que hablaba. Si bien, según ella, todos tendríamos en teoría la misma potencialidad, en la práctica sólo unos pocos seres tienen activado ese poder.

Por supuesto que mi amiga creía tenerlo bien despierto y muy activo.

Si al principio esto lo juzgué como un delirio, todo lo que sucedió a continuación rompió los rígidos límites de mi segura cordura habitual, y penetré en ese sueño mágico e irracional sin yo poderlo impedir. El maravilloso mundo en el que habitaba la mente de Tanit era mitad primitivo y mitad místico. Era similar al mundo fantástico de una niña inteligente y sensitiva con enorme imaginación y un ardiente corazón. Me dejé llevar y participé de su supuesto delirio.

- No sientes la parte mágica de ti mismo ni del mundo porque no tienes despierto tu lado izquierdo.- decía en ciertas ocasiones.

Se refería a ciertas facultades escondidas en el hemisferio derecho del cerebro, que es el que rige el lado izquierdo del cuerpo, o tal vez a nuestro otro yo oculto en el inconsciente, o a nuestra alma dormida, o quien sabe qué parte misteriosa de nosotros mismos.

Sin embargo, también comencé a valorar a veces la posibilidad de que verdaderamente existiera, desde el inicio de los tiempos, otra realidad inimaginable que nos rodea. Una realidad inquietante y misteriosa de la que brotan los dioses, ángeles y demonios de las supersticiones religiosas; pero de la misma manera seres desconocidos de otros mundos y también luces enigmáticas que denominamos modernamente como ovnis.

Dicen algunos místicos que frente a la ordinaria racionalidad hay dos locuras: la locura oscura y sufriente de los trastornados psíquicos, y la locura luminosa de aquellos que se han atrevido a rasgar el fino velo que nos separa de una inquietante realidad inconmensurable, más allá de los límites definidos por la mente cotidiana.

Sin embargo ambas locuras a veces se confunden y parecen la misma. Hay un territorio donde las dos confluyen.

Pero en esa locura mágica y sobrenatural, más allá de la vulgar razón, yo tenía la suerte de caminar de la mano de mi amada y extravagante Tanit; y sus brillantes y bellos ojos guiaban cálidamente mis pasos, como si desde su interior se proyectara la luz de una enigmática y hermosa estrella, situada en el centro mismo de un oscuro y frío universo.

Los ojos de Tanit tenían distinta intensidad de coloración según fuera la hora del día o las características de la luz que les llegaba. Eran azul celeste cuando recibían la luminosidad directa, pero cuando no era así, el color se transformaba en un intenso azul metalizado o en un exquisito azul zafiro en ciertas ocasiones, y también otras veces se mutaban en distintas variedades de inverosímiles tonos diversos.

- El error de concebir al Ser supremo como un Hombre -continuó hablando con su suave voz- se produjo hace miles de años en la sociedad cuando los varones detentaron toda la autoridad sometiendo a la mujer. A partir de entonces sólo fue posible definir el poder último del universo como un gran Padre, a imagen y semejanza de la nueva cultura machista humana.

- Pero yo sigo pensando que de existir Dios tendría que ser una fuerza abstracta y no una Persona como lo entiendes tú. -insistí en este punto.

- Es una Fuerza Universal, pero es también una Persona Abstracta (una conciencia no localizada). Hablar de "hombre" o "mujer" es para simplificar las características complejas de esa inmensa Energía y Conciencia.

- ¿Pero no sería mejor definir a Dios como una dualidad que englobara las características y principios de la energía masculina y femenina? ¿No es acaso Dios una totalidad y una unidad?.

- Dios es el Todo efectivamente. Pero ese Todo tiene una fórmula en la que está ordenado, ya que no es un caos informe. Dios es en su profundidad una Fuerza Femenina, pero en la superficie se manifiesta dual, y puede ser por tanto también, y de hecho lo es, un principio masculino. Pero hay que tener siempre en cuenta también que esa otra parte masculina surge o nace siempre del sustrato profundo original, que es sólo femenino. -insistió en este matiz con total convicción.

- Quizá tu visión de Dios es muy feminista, propia de la mentalidad de la mujer occidental actual. -le reproché, para intentar rebatir de forma indirecta su teoría.

- Mi visión de Dios no es algo actual. -protestó con un encantador tono de voz- Te equivocas, cielo. Una expresiva forma de definir el origen de los dos principios duales de Dios son ciertas antiguas vírgenes medievales: esas señoras, negras y serias, que llevan una corona real y están sentadas en un trono, con un niño pequeño en su regazo. ¿Cuál crees tú que es su oculto significado?

- Pues tal vez eso mismo que estás diciendo. -tuve que admitir- Realmente se podría interpretar que define totalmente tu filosofía: una Fuerza Femenina divina y poderosa (sentada y coronada en el trono del poder) y de la que nace una Fuerza Divina Masculina, y por tanto secundaria. Pero no sé si verdaderamente los artistas medievales que tallaron esas arcanas y veneradas imágenes pensaban exactamente eso.

- Los que adoraban esas Vírgenes Negras adoraban al principio femenino de Dios por encima del masculino. En realidad se trataba de la antigua religión verdadera del Mundo, que intentaba sobrevivir a pesar de la misoginia y el machismo del cristianismo emergente, donde Dios es un Padre Celestial Absoluto.

Curiosamente las Vírgenes Negras a las que aludía Tanit estaba claro que eran unas Madres Divinas terrenas, y de ahí su color negro, como la oscura y profunda tierra. Aunque también podían ser negras por el inmenso seno oscuro del Cosmos.

Cambié de tercio, para no darle totalmente la razón.

- ¿Pero realmente podemos hablar de un dios invisible y filosófico en el mundo actual, donde la ciencia no ha encontrado rastro de la divinidad, y además ha demostrado que la teoría creacionista del mundo es falsa, absurda y ridícula?

Ante mi alegato cientifista Tanit reaccionó echándose a reír, como si otra vez yo hubiera dicho algo divertido. No era la primera vez que ella me sorprendía tomando en broma mis serios argumentos.

- Es estupendo -dijo al fin- que la ciencia haya desmontado la infantil teoría creacionista de la religión convencional. Pero eso no quiere decir que la teoría creacionista sea falsa. Es de Dios de quien proceden las cosas y no del azar. Los sistemas que ordenan el Cosmos están definidos previamente por la mente de Dios (una metáfora para referirse a las estructuras creadoras del universo virtual), y la materia simplemente los sigue y se crea la vida.

- ¿Crees que tiene un fondo verdadero el relato bíblico de la creación del mundo?

Tanit contempló las hojas del árbol que parcialmente nos daba su sombra. Los rayos de sol jugaban aportando brillo y color. La brisa mecía suavemente las ramas. Y lejano se oía el canto delicado de algunos pequeños pájaros.

Al fin rompió su mágico silencio, pero yo hubiera permanecido contemplando su rostro una eternidad.

- La mente de Dios predefine y guía la vida, pero desde luego no en siete días. El error es creer que la creación tiene un principio. No hubo semana creadora (que curioso que dividir el tiempo en semanas siga rigiendo en nuestros días y sea algo quizá universal), como dicen los religiosos, ni tampoco ningún único Big-Bang (moderna teoría físico-astronómica en vigor sobre el origen de la materia y el universo), como dicen los científicos. La materia del Cosmos no estaba concentrada en ninguna densa bola (argumento angular de la anterior teoría), sencillamente porque no había ninguna materia, ni tampoco tiempo ni espacio.

Su rebelde argumento tenía un fondo que me inquietó. Si verdaderamente el universo estaba concentrado en esa primigenia bola ¿qué había entonces fuera de ella? ¿y si no había nada fuera como podemos hablar de una bola de hipermateria? ¿Y si igualmente no había espacio cómo podía estar la bola en algún lugar? ¿Y si tampoco había tiempo cómo podía estallar? ¿Y si estalló cuál fue el factor o agente creador desencadenante? Tanit podía estar encantadoramente loca, pero su fantasía desafiaba los más sesudos principios teóricos. Ahora era la hipótesis científica la que me parecía cogida por los pelos. Comencé a dudar.

Aún así utilicé de nuevo lo único en lo que podía apoyarme frente al pensamiento seudomágico de mi amiga: el pensamiento materialista cartesiano.

- La ciencia ha progresado muchísimo basándose en una concepción material de la vida, y eso prueba la validez de la actual teoría científica vigente. -mi argumento me pareció sólido e indemolible.

Pero Tanit, imperturbable, contestó:

- La ciencia se volvió materialista para liberarse de la opresión tiránica del dogma religioso medieval. Pero la prodigiosa ciencia moderna ha tenido una limitación hasta el presente, y és que sólo cree y trabaja con la materia visible del universo.

De pronto surgieron dos coloridas mariposas revoloteando ante nuestros ojos.

- Sin embargo -concluyó alegre Tanit- en su mayor parte la materia del universo es materia invisible e indetectable. Y además el cosmos virtual, la esencia de los universos, más allá de toda dimensión de espacio-tiempo, es literalmente infinito.

No le respondí, porque sabía que la Física subatómica y la Astronomía actual ya estaban en la linde de esa frontera.

Ciertamente, la materia invisible del universo constituye un enorme enigma. ¿Es un magma energético caótico o está dotada de orden como la materia visible? ¿Esconde mundos inimaginables o un oscuro y profundo vacío? ¿Existe alguna realidad fuera de los parámetros dimensionales?

La chica que tenía delante de mí, con sus limpios ojos azules como el cielo, me llegó a decir un día que ella en realidad venía del otro lado de la frontera de nuestro espacio-tiempo. Según ella había más realidades espacio-temporales que constituyen otros universos, había innumerables universos. La clave oculta para comprenderlo estaba en nuestro interior, pues más allá de nuestra identidad y personalidad humana se esconde el mayor misterio de todos cuantos podamos imaginar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3. EL CAZADOR ESPIRITUAL.

- El ser humano se compone de tres partes- me dijo Tanit mientras permanecíamos en la cama y el sol filtraba sus primeros rayos a través de la cortina-: el yo instintivo, el ego personal y el ser espiritual, éste último únicamente potencial en la mayor parte de las personas.

- ¿Y el cuerpo? ¿No tienes en cuenta nuestro cuerpo? - le pregunté extrañado porque omitiera el aspecto básico de nuestra identidad perceptiva.

- El cuerpo que vemos es tan sólo la proyección en el espacio-tiempo de la realidad auténtica del ser humano, que es la que te he mencionado.

- Pero sin el cuerpo no podemos existir, Tanit.- le insistí en el aspecto material que para mí y la ciencia oficial es básico e incluso determinante.

- El cuerpo es la percepción exterior -me aclaró indiferente y sin inmutarse-, una plasmación o una traslación de lo que somos en una delicada entidad energética fisico-química, pero la verdadera identidad humana no se percibe directamente por los sentidos en las personas con una percepción ordinaria. Y sin embargo las tres partes que nos constituyen a nivel interno son en realidad mucho más "reales" y son las que mueven y determinan nuestro cuerpo y las circunstancias que vivimos y que nos rodean.

- ¿Quieres decir que así como sean esas partes será el mundo que viviremos? - le pregunté con interés.

- Efectivamente -me dijo mientras me miraba con sus bellos y profundos ojos azules-, las tres partes que nos constituyen crean la realidad que vivimos y que percibimos. Cambiando o modificando éstas, se modifica también nuestra percepción y entonces nuestro mundo se transforma.

- Me resulta complicado comprender todo eso. Explícame más cuales son esas tres partes que mencionas, pues no sé si estaremos entendiendo lo mismo.

Tanit se sonrió y continuo hablando bajito.

- La primera parte, el yo instintivo, es nuestra parte más primitiva, más material. Se trata de las fuerzas primarias de la vida, que luchan ciegamente por existir siguiendo unas pautas comunes con todas las formas vivientes. E incluso esa misma fuerza circula por la misma tierra siguiendo unos canales energéticos gigantescos que se manifiestan en puntos especiales. Se trata de un poder en bruto que se si no se le domina nos arrastra, nos consume e incluso nos destruye finalmente. Rige la vida y la muerte de todas las cosas materiales. Pero también es la materia prima energética que permite cristalizarse a las otras dos fuerzas.

- ¿Se trataría del famoso cerebro reptiliano?- le argumenté tratando de concretar lo que ella me exponía y que en su explicación me parecía muy abstracto.

- Sí, pero también es mucho más. - me respondió subiendo ligeramente el timbre de su suave voz y al mismo tiempo deslizando su pequeña mano hacia la parte más baja de mi abdomen.

- ¿Que haces?- le pregunté sin saber que pretendía. Y ella continuo hablando y acariciando sin responder mi pregunta.

- Nuestro yo instintivo es la individuación de una fuerza de la que somos inconscientes y que se extiende por toda la Tierra. Es la fuerza ciega y poderosa de la vida. Un poder gigantesco y eterno que en los arquetipos de la mitología universal se le ha denominado comúnmente como El Dragón. Ese monstruo temible, ese poder de la tierra, de la vida y de toda materia, vive también dentro de cada uno de nosotros y a veces incluso puede devorarnos. La parte instintiva del yo individual o personal siempre permanece conectada, en un nivel profundo, con la Fuerza Universal del Dragón. Y ahí hay un gran misterio. -concluyó mientras guardaba silencio tratando de dar suspense a su explicación, pero sin dejar de acariciarme.

Un calor dulce me fue encendiendo y comencé a besarla. La acaricié suavemente al principio y luego de forma cada vez más apasionada. Pronto la deseé y entonces ella comenzó a hablar de nuevo.

- ¿Ves? -dijo- he hecho que esa fuerza que circula por la Tierra llegara hasta tu cuerpo a través de tu instinto y te impulse a manifestarla. Pero ahora detente. - me ordenó con seriedad.

La miré sorprendido, pues mi pensamiento estaba desconcertado. No sabía que pretendía. - ¿Es esto un juego?- la interrogué.

- No. Es una cacería.

- ¿Que dices? - Me reí.

- Quiero que te conviertas en un cazador.

- ¿Un cazador? Sabes que a mí no me gusta cazar Tanit.

- Se trata de un tipo de cazador muy especial. No un cazador de pobres e indefensos animales, sino un cazador espiritual.

- ¿Que es un cazador espiritual? - le pregunté con manifiesta sorpresa.

- Un cazador que llama a su espíritu para cazar. Un cazador que adiestra y se hace amigo de su yo instintivo. Un cazador que caza las manifestaciones negativas de su ego personal para que mueran y ese ego sirva al espíritu.

- ¿Y donde voy a cazar eso tan abstracto? ¿Donde está ese campo de caza? ¿En la imaginación?- le pregunté con una estúpida sonrisa.

- Ese campo de caza es el universo.-me aseguró mirándome profundamente-. Ese campo de caza eres tú mismo, cuando comprendas que el universo y tú sois una misma cosa.- me respondió sin inmutarse.

- ¿Una misma cosa? ¿Eso me suena a filosofía oriental? ¿Puedes explicármelo mejor?.

- Desde luego- dijo saliendo de un brinco de entre las sábanas, que arrastró dejándome al descubierto-, si me preparas un buen desayuno. Yo voy a darme una ducha. ¿Vale?.

- Yo también quiero ducharme.- le reclamé sintiéndome abandonado.

- Pues será cuando acabe yo. ¿Porqué no vas preparando un té o saludas a los perros?

Me resigné a quedarme solo durante un rato, así que me puse un pantaloncito y abrí la puerta del jardín. Lug y Sansón enseguida se apercibieron y vinieron trotando alegremente desde los árboles donde se encontraban. Ansiosos me saludaron y les dí los buenos días frotando enérgicamente su piel y pronunciando algunas palabras cariñosas. Después fui a la cocina y puse agua a calentar. Cuando hirvió apagué el fuego y tras unos segundos añadí las hojas de té verde.

Esperé que Tanit terminara y me duché luego a continuación. Cuando acabé mi aseo, el desayuno estaba preparado en la mesa de la terraza: té, fruta, tostadas, aceite, huevos revueltos, bacon, mermelada, miel y queso fresco. Les puse a Sansón y Lug su ración de pienso matutino en sus correspondientes comederos de perro tamaño superior, me lavé las manos y me senté frente a Tanit. El sol era suave y el aire fragante y fresco.

Mientras me deleitaba con el desayuno y la inmejorable compañía, le pregunté a mi joven amiga: -¿Me vas a terminar de explicar lo que decías antes de la caza? Has conseguido que me intrigue ese tema.

- Ahora no.-se excusó-. El desayuno está delicioso. Cuando acabemos.

Nuestro amigos caninos limpiaron pronto sus platos y acudieron a sentarse a nuestro lado, mirándonos contentos de hallarse en nuestra compañía. O quizás especialmente en la de Tanit, pensaba ligeramente celoso. Observaba a la muchacha y disfrutaba del hermoso amanecer de finales de la primavera.

- Cielo, - me dijo por fin Tanit- ¿por qué no recogemos la mesa y paseamos después un rato entre los árboles? .

Cinco minutos más tarde, caminábamos cogidos de la mano y acompañados de Lug y Sansón por entre la pequeña arboleda. La tierra estaba aún fresca y olorosa del rocío de la noche. Nos sentamos en un pequeño banquito.

- Un cazador -comenzó- necesita varias cosas para cazar.- me hablaba como a un niño- Precisa tener un cuerpo en condiciones físicas optimas, un arma en perfecto estado, unas técnicas para buscar y capturar sus presas, un campo de caza y por último y sobre todo,-dijo deteniendose para crear un pequeño suspense-, sobre todo debe saber que es lo que quiere cazar, cuales serán sus presas.- Yo la miraba con interés. Quería saber por donde me iba a salir, pues aún me hallaba desorientado. Continuó.

- Nuestra atención es la que determina nuestra percepción y ésta es la que directamente selecciona la banda energética que crea nuestra realidad.- Me miró en silencio y yo continuaba perdido. Sinceramente no entendía nada.

- Puedo suponer a qué te estás refiriendo, pero de verdad que todo me parece muy abstracto e inaprensible. ¿Por qué no intentas explicármelo con más sencillez? -le insistí.

- Observa a Sansón. -me dijo como una maestra que enseña a un niño pequeño- ¿Que está haciendo? .

- Mira a ese pajarillo que está sobre la hierba. -le respondí a lo que me pareció una fácil pregunta.

– Sí, efectivamente. Está percibiendo aquello en lo que ha puesto su atención, que a su vez está determinada por su yo instintivo y su pequeño ego personal. Eso es lo que crea su realidad, su mundo, que es distinto a lo que estamos atentos tú y yo en este momento. A él no le interesa ahora el brillo de las hojas de los árboles o el significado de nuestras palabras, sino ese pequeño pajarillo que juguetea y picotea entre las ramillas de hierba. Aunque comparte este espacio-tiempo con nosotros su realidad vital es diferente.

- ¿Y como podemos aplicar eso a lo que estamos hablando?

- Un ser humano ordinario tiene que convertirse en un cazador espiritual si quiere transformar su identidad interior que es a su vez la que crea su mundo. El mundo es subjetivamente distinto para cada ser viviente, pero esa subjetividad individual influye y transforma todo el universo objetivo, ya que cada uno de nosotros es un individuo y a la vez el centro del universo.

- Muy interesante, pero quizás muy utópico.-le dije escéptico.- Me recuerda las teorías de la moderna física subatómica, que pueden ser verdad pero que difícilmente podemos aplicar en nuestra realidad física cotidiana.

- Cuando tu conciencia se abre al espíritu y te conviertes en un cazador espiritual, tu atención es un arma de caza que captura y doma al dragón, lo hace su amigo y lo subordina a él, como Sansón y Lug son tus amigos, se te someten y se te subordinan. Pero en ese proceso has de transformar completamente tu ego personal. Si este no se vacía y se limpia de contenidos erróneos, entonces no se puede someter y domar al dragón y las fuerzas que este representa.

- ¿Y que gano o consigo en todo ese proceso? - le pregunté de nuevo escéptico.

- Ganas la libertad de tu conciencia espiritual, la libertad como individuo en el cosmos y la pervivencia como conciencia libre e individualizada.

- ¿Eres tú eso?

- Algo así. ¿Te interesaría entonces convertirte en un cazador? - me preguntó con una velada y enigmática sonrisa a través de sus ojos transparentes y azules.

- Apenas comienzo a comprender lo que me estás explicando, pero empieza a interesarme. Detállamelo más, por favor.

- ¿De verdad quieres conocer al dragón y a tu ego personal? ¿Quieres ser consciente y convertirte en un cazador espiritual? ¿Quieres ver el mundo como un campo inmenso de múltiples energías y al ser humano como un misterio que viaja a través de su conciencia por un universo infinito?.

- Si y especialmente si tú me lo explicas.

- Pues entonces has de besarme hasta que te diga que me he cansado.

Y en ese instante unos pájaros intercambiaban sus trinos en las ramas de los árboles, mientras nuestros amigos de cuatro patas corrían y jugaban disfrutando de su realidad personal. No pude negar a Tanit lo que me pedía, pues mi ansia de conocimiento era mucha.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4. LOS JARDINEROS.

El origen de la vida en el Universo es un misterio. Algunos científicos sostienen que surge por sí misma fruto de determinadas condiciones químicas. Otros creen que un dios supremo una vez tuvo un arrebato creador y por motivos difíciles de entender emprendió la tarea de crear la vida. En cualquier caso la vida es una compleja relación de creación y destrucción, de orden y caos, de depredación y cooperación, de dolor y placer, de expansión y extinción. 

¿Cuanto tiempo hace que surgió la vida? ¿Cuanto tiempo desde que existe el universo? ¿Que es el tiempo? ¿Que es la vida? ¿Para qué la vida? ¿Tiene algún propósito? Para los que creen en una única entidad suprema creadora todo comporta un significado teológico o moral, un fin condicionado a la voluntad del supuesto creador. 

¿Hubo un momento en el que no existió la vida? Creyentes y científicos oficiales coinciden en ese punto, para ambos grupos hubo una génesis original, anterior a la cual nada existía, nada inteligible. Para mi encantadora amiga Tanit nunca hubo un antes del tiempo. El no-tiempo era otro tiempo, y tiempos hay infinitos. Un día cualquiera ella me explicó una de sus coloridas historias sobre el origen de la vida en este planeta. Aunque yo nunca terminaba de tomarla del todo en serio, pues había advertido que de vez en cuando ella se contradecía. Pero no obstante siempre me seducía con sus imaginativas afirmaciones y con su filosofía tan profunda y simultáneamente algo infantil.

Un fragmento de aquella conversación fue más o menos esta:

 

 

- Hace mucho tiempo seres procedentes de otro mundo crearon la actual raza humana mediante una serie de hibridaciones y mutaciones genéticas propiciadas y dirigidas. De esa manera, en un periodo relativamente breve, se produjo el salto evolutivo por el que surgió el ser humano en este planeta. - me explicó Tanit.

- ¿Y sin esa intervención no hubiera aparecido nunca la raza humana en la Tierra?

- No tal como la conoces. Sí que habría llegado un momento que la vida primitiva alcanzara por sí misma formas inteligentes superiores, pero a través de un tiempo diez o veinte o cien veces mayor. Además el aspecto del ser humano en este planeta podría ser diferente, ya que la actual estructura física de la especie es fruto de un diseño ya probado y perfeccionado en otros mundos antes que éste.

- ¿Quieres decir que los seres de otros planetas son iguales a nosotros?

- Muy parecidos. ¿Por qué te sorprendes? El ADN y los fondos genéticos o códigos de la vida son universales. No son propiedad exclusiva de este pequeño mundo. La vida es el resultado de una siembra y cada planeta es como un aislado jardín. Por el espacio viajan al azar las semillas de la vida, pero también existen Jardineros, sembradores inteligentes que crean jardines donde puede florecer la diversidad biológica y la inteligencia superior.

- ¿Quieres decir que la Tierra es como un experimento biológico propiciado por extraterrestres de mundos lejanos?

- La civilización primitiva de este planeta creyó durante mucho tiempo que este mundo era el centro del Universo. Luego se aceptó el hecho de que se trata de un pequeño planeta flotando en un rincón de una Galaxia cualquiera. El siguiente reto es asumir que la Vida no se reduce a este lugar, el Tercer planeta de la estrella denominada el Sol, sino que es un fenómeno común en el Universo. Y después quedará aún reconocer que la vida no evolucionó aquí surgiendo heroicamente de la materia muerta por sí sola. En realidad existe una Inteligencia en el Universo que siembra la Vida en la materia por todas partes. El sistema es similar a como lo haría un jardinero en un jardín: Seleccionaría especies, efectuaría hibridaciones para crear variedades nuevas, traería semillas de otras regiones para comprobar si pueden adaptarse a este clima y tierra, etc. También observaría luego como todo esto evoluciona y las plantas se enfrenta a los elementos y compiten o cooperan entre ellas. Algunas flores se extenderían y otras morirían o menguarían. Algunas semillas las traería el aire y otras las traerían los jardineros. Todo se combinaría para crear un nuevo hábitat.

- Todo esto que me relatas tiene un punto que para mí es dudoso. Pues si la vida no surgió en la Tierra por sí misma entonces procede de otro lugar. Y al final habríamos de encontrar un origen inicial desde donde todo proviene. En algún momento la vida surgió en algún planeta únicamente desde la materia muerta.

- La Vida es como un Río que fluye por el Universo. Siempre ha existido ese Río. Nunca hubo un universo muerto o sin vida.

- Pero al principio del universo no se daban aún las condiciones para que existiera la vida. Tuvieron que pasar millones de años para que nacieran los primeros planetas aptos para engendrar las condiciones necesarias para la vida.

- Tú piensas en un origen. ¿Y si no hubo origen para el universo?

- Todo tiene su principio, los seres vivos y los planetas y las estrellas. Nada es eterno.

- El universo es eterno.

- Me resulta difícil aceptar que no hubo un Big- Bang inicial desde donde la energía se organizó hasta estructurar la materia de las estrellas y los planetas.

- ¿Y de donde crees que procedía la energía del Big-Bang?

- No lo sé. Creo que nadie lo sabe.

- ¿Entonces por qué me contradices tanto y no crees las cosas que te cuento?

No pude sino reírme al escucharla, pues su cara de enfado me resultaba tremendamente graciosa y atractiva.

- Es difícil creer que seres extraterrestres viajan por el espacio sembrando la vida aquí y allá. Es más lógico creer que la vida surge por sí misma.

- No sé por qué va a ser más lógico.

- ¿Y por qué y como hacen eso?

- ¿Por qué siembra flores un jardinero?

- Para crear un espacio bello.

- Los jardineros de los que yo te hablo también aman la belleza.

- ¿Y como lo hacen? ¿Vienen con avanzadas naves a través de los espacios interestelares?

- No se desplazan a través del espacio si es lo que me estás preguntando. Eso es una forma primitiva de viajar que entraña muchos riesgos además de ser muy lenta.

- Es la única forma que existe.

- La única que conoce esta civilización ... más bien. En el pasado se viajaba a pie o a caballo...

- Hasta que se inventaron los aviones. -intervine.

- Exacto. Asimismo los jardineros de los que te hablo dominan una forma de viajar por el universo que no precisa propulsión ni desplazamiento tal como normalmente se entiende.

- Imagino ya lo que insinúas. ¿Pretendes decir que abren puertas en la estructura del espacio-tiempo y conectan directamente unos mundos con otros?

- ¿Pues si lo sabes y siempre lo has sabido ... por qué eres tan escéptico?

- ¿Y que energía utilizan cuando llegan aquí y necesitan desplazarse dentro del espacio-tiempo de este planeta?

- A ver si lo adivinas ... Ha habido ya varias ocasiones en las que hemos hablado de todo eso.

- No utilizan combustible alguno para propulsarse.

- Bien.

- Viajan dentro de naves que controlan la fuerza magnética y la fuerza gravitatoria. (1)

- Veo que tienes buena memoria.

Sonreí y proseguí animado.

- No viajan por el espacio interestelar para llegar a sus destinos sino que se trasladan de mundo a mundo a través de nexos cuánticos en las estructuras de espacio-tiempo.

- Estás espabilando.

- Pero tengo muchas preguntas para las que no sé respuesta.

- Te concedo tres preguntas, cielo, pues ya me siento cansada hoy.

- ¿Son seres parecidos a los humanos?

- Los humanos son seres parecidos a ellos. Otra pregunta.

- ¿Pueden respirar nuestro aire?.

- Desde luego. Ellos crearon la atmósfera de la Tierra. ¿Y por último ... ?

Tenía en esos momentos unas veinte preguntas en la mente y no sabía cuál elegir. Para no tardar demasiado escogí una cualquiera.

- ¿Por qué no contactan con algún gobierno de las naciones de este planeta?

- A los jardineros no les interesan las relaciones diplomáticas. No les interesa la economía ni los gobiernos ni el poder. Ellos no son responsables de su creación. Ni siquiera les pertenece. Sembraron la vida y ahora apenas vienen por su jardín.

- ¿Pero entonces quienes son los que nos visitan?

- Cariño, sólo eran tres preguntas ... recuerda. Ya seguiremos otro día. ¿Vale? Estoy cansada de hablar hoy.

Y dicho esto bostezó encantadoramente. Me miró con ojos brillantes, la abracé y nos marchamos.

 

 

(1): Posteriormente descubrí que esos seres utilizan como energía el hiperelectromagnetismo, que es la microenergía creadora de la materia, la gravedad y los distintos espacio-tiempos. Es una energía infinita y omnipresente que sostiene todos los universos paralelos. Dominándola pueden crear túneles en el tejido del espacio -tiempo y desplazarse entre los distintos mundos y realidades del cosmos. Cada vehículo que se sirve de esta energía posee su campo gravitatorio, electromagnético y espacio-temporal propio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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