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Rebelión en el
área de salchichonería
Un adjetivo idóneo para
esta película sería alucinada. Con todo y con la advertencia que
está lejos de ser una película infantil, Sausage Party
entretiene, divierte dando voz y opinión a la comida que vemos en el
supermercado
Sausage
Party
Voces en inglés de Alistair Abell, James Franco, Seth Rogen, Michael
Dobson
Dirigida por Greg Tiernan y Conrad Vernon
Annapurna, Columbia Pictures/2016
DICIEMBRE, 2016. Aunque
por lo general las advertencias suelen ir al final de las críticas
que hacemos en fasenlinea, aquí vamos a ponerla por adelantado:
Sausage Party NO es una película para niños. Si es usted
padre de familia y tiene pequeños en casa, llévelos siempre y cuando
esté consciente que por la noche van a tener pesadillas. Y no tanto
por las escenas de terror, aunque aquí las hay, así sean un poco
suavizadas; ni tampoco por la violencia desbocada, si bien se
percibe en buena parte del argumento.
Lo innegable es que nos encontramos ante una, si no es que la más,
alucinada película animada de este falleciente 2016, algo que no
debería extrañarnos al detectar que detrás del proyecto se
encuentran Seth Rogen y el director Vernon, quien cuenta entre sus
trabajos previos la tercera parte de Madagascar. También es una
cinta (¿lo recalcamos?) anticorporativa y pro vegeteraniana, aunque
debe agradecerse que en ningún momento cae en el sermoneo barato de,
digamos, The Lomax.
Lo que es indudable también es Sausage Party entretiene una
barbaridad, se carcajea en la cara de la etiqueta políticamente
correcta y es irreverente hasta el punto que para algunos pudiera
resultar molesta, incluso ofensiva. De ahí la advertencia de que
estamos frente a una producción de la que conviene estar al tanto de
qué se trata en vez de entrar a la sala de cine a ciegas.
Lo que veremos al principio de la película, una clara burla a La
Bella y la Bestia, marca el principio del alucine. Después las
escenas nos llevarán al área de alimentos de un moderno
supermercado, Ahí conviven alegremente las salchichas, los bollos,
los panecillos, el guacamole, el pan de caja, todos ellos felices
conviviendo y en espera de ser escogidos los "dioses", es decir, los
humanos, ya que aparentemente les aguarda una especie de paraíso a
todos aquellos alimentos que son escogidos. Frank (Rogen) es una
salchicha que quiere alcanzar ese glorioso destino con su novia
Berneda Wug (un bollo).
Alcanzar ese destino no será tan fácil, pues las salchichas y los
demás alimentos deberán ser escogidos antes que los alcance el
"señor de la oscuridad" que se encarga de recoger aquella comida que
ya ha expirado, muchas veces sin importar que la comida insista en
que aún se encuentra en perfecta condición. Esto dará inicio a una
especie de "rebelión en el supermercado" donde los alimentos
iniciarán una batalla contra los dioses.
La historia se llena de reflexiones, alucinaciones y anécdotas, pero
lo curioso es que el resultado es divertido. Lo reiteramos, no es
una película fácil para quienes no se encuentran dispuestos a
aceptar el humor de Seth Rogen. Una de los momentos más divertidos
lo tenemos al final, el cual obviamente evitaremos abundar aquí.
¿Divertida? Sin duda. Sin embargo nos tememos que Sausage Party
tiene, como muchos otros alimentos, una fecha de caducidad. Con
todo, recuerde que en la sala de cine venden hot-dogs y que
si compra uno se estará comiendo a los protagonistas de esta
alucinante película.
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