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Por última vez, Peter Frampton llegará en vivo

Hace un par de semanas este legendario músico británico dio a conocer que padece una enfermedad progresiva por lo que dentro de poco ya no podrá rasgar las cuerdas de su guitarra. Durante un relampagueo de los años 70, Peter Frampton tuvo al mundo del rock a sus pies hasta que sobrevino el derrumbe. Pero adelantándose a los acontecimientos, el también compositor está por arrancar su última, definitiva gira en vivo

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MARZO, 2019. Lo primero que pensó Peter Frampton es que eran meros síntomas de la vejez cuando sentía las pantorrillas cansadas y mayor dificultad para levantarse de una silla. Durante un tiempo vio el asunto con humor hasta que durante un concierto alguien lanzó una pelota de playa al escenario, la quiso patear pero en vez de ello se desplomó y necesitó que sus compañeros del grupo le ayudaran a ponerse de pie.

"Obviamente esa debilidad en mis extremidades no se debía exclusivamente a la edad", dijo el cantante en una entrevista. "Mick Jagger es mayor que yo y sigue lleno de energía". La situación continuó por varias semanas hasta que Frampton se sometió a una serie de exámenes en el hospital John Hopkins de Baltimore. Ahí le confirmaron que padecía los principios de miositis por cuerpos de inclusión (IBM en ingles) una enfermedad degenerativa con la cual paulatinamente la fuerza de los músculos se va perdiendo y que no tiene una cura.

Conforme avanza la miositis, la persona puede terminar confinada a una silla de ruedas aunque sin perder sus facultades mentales. Para alguien que ha dedicado tres cuartas partes de su existencia a vivir de tocar una guitarra, la noticia puede sonar devastadora. "Al recibir el diagnóstico obviamente sentí algo de depresión pues mis facultades se irán minando paulatinamente", dijo Frampton en una entrevista. "Por fortuna en mi caso no parece que llegue a afectar el habla". Por esa razón Peter Frampton está a punto de embarcarse en su última gira por Estados Unidos que incluirá por lo menos 50 ciudades. Una vez concluido el compromiso, Frampton se retirará a la vida privada para enfrentar una enfermedad que, hasta el momento, es considerada incurable.

Peter recibió el diagnóstico hace 8 meses pero lo había mantenido en secreto. Fue hasta que lo consultó con su familia en que consideró adecuado dar a conocer la noticia a sus fans.

Inevitablemente, el asunto ha llevado al legendario guitarra a darle una retrospectiva a su vida. "De nada sirve lamentarse por lo ocurrió en el pasado como tampoco tiene sentido quejarse de esta enfermedad. Como siempre, hay que mirar hacia adelante, como lo he hecho casi toda mi vida", dijo Frampton en una entrevista con Rolling Stone.

"Cuando pasen 50 años la gente seguirá recordando dos cosas de mí: que lancé un disco doble en vivo y que utilizaba una caja de sonidos para hacer efectos especiales con la guitarra", dijo en otra entrevista. "O quizá seré parte de una trivia, algo así como '¿a qué edad Peter Frampton vio cambiar el color de su cabello, de rubio dorado a blanco total?'"

De hecho la cabellera dorada lo identificaba más con un personaje de Lewis Carroll, con sus caireles y una imagen angelical que llegó a confundir a muchas fans que lo veían con un teen idol y no lo que realmente era, un músico de rock que llevaba buen rato trabajando duro y con un alto nivel de exigencia personal. "Yo competía en la misma liga de Steve Winwood, de Eric Clapton, pero tras la salida del álbum se me empezó a comparar con Shawn Cassidy y con Leif Garrett. Y ese no era precisamente el reconocimiento que yo esperaba..."

Por supuesto que el álbum es Frampton Comes Alive, una recopilación de temas ejecutados en vivo de trabajos anteriores. La sorpresa del músico y de su disquera fue enorme cuando ese disco doble se convirtió en el más vendido de 1976 y que le dio a Frampton en apenas unos meses regalías cercanas a los 70 millones de dólares. De ese material salieron los sencillos "Show Me The Way", "Baby I Love Your Way" y "Do You Feel Like We Do", las cuales aún se escuchan en la radio de formato clásico.

Aquél fue un salto cuántico luego que Frampton lanzaba un acetato tras otro sin ver resultado alguno. "La idea del disco en vivo fue en realidad un acto de desesperación pues nuestros conciertos tenían buenas entradas pero a nadie parecía interesarse en comprar los discos grabados en estudio. Entonces la compañía disquera dice 'si esa son las señales de los fans, habrá que darles gusto', les entregó las cintas, aparece el álbum, y mi vida cambia radicalmente. Aun hoy veo cómo todo ocurrió frenéticamente, si tiempo para darte cuenta cabal de lo que estaba pasando..."

Por necesidad, su siguiente material tenía que ser de estudio. Pero Frampton sufrió un accidente de tránsito y estuvo inhabilitado por unas semanas; perdió la cinta con sus demos por lo que tuvo que grabar contracorriente para completar un disco cuya fecha de aparición era inaplazable. Cuando finalmente el disco, titulado I'm In You, salió a la venta rápidamente vendió millón y medio de copias pero en las siguientes semanas se fue deslizando de las listas del Billboard hasta que salió en definitiva menos de tres meses después.

"Los fans sabían que algo andaba mal y por ello se abstuvieron de recomendar ese disco a sus amigos", dijo Frampton. Y con el fin de levantar su alicaída carrera, el cantante apareció junto con los Bee Gees en la versión fílmica del Sgt. Pepper, producida por Robert Stigwood. Desde el rodaje mismo ya se percibía el desastre: el ego de los hermanos Gibb chocó de frente con el de Frampton al punto en que pusieron como condición aparecer juntos en fila en todo momento frente a las cámaras, ni un paso adelante ni uno atrás.

"Es una sensación extraña, saber que ya han pasado muchas décadas pero al mismo tiempo creas que todo sucedió hace algunas semanas", dijo Frampton en torno a sus años de megafama. "Es una etapa que sigo viendo con ambigüedad..."

Irónicamente, los Bee Gees eran quienes se encontraban en la cúspide de popularidad al momento del rodaje, mientras que Frampton iba ya en caída libre. "Hoy veo ese comportamiento como una muestra de mi frustración, de sentir cómo la fama se escapaba de mis manos y no podía hacer nada para impedirlo", dijo Frampton. También hubo otro factor, agrega: "El público de ellos y el mío eran muy diferentes... otra razón más de entre cientos para explicar el fracaso de esa película".

Para finales de esa década Peter Frampton ya no tenía contrato discográfico; su reputación como músico serio estaba por los suelos y, para colmo, terminó su relación con su novia Penny McCall y con su representante Dee Anthony, a quien luego acusó por malversación de fondos. "Un día me dice el contador que tengo más de 50 millones de dólares en el banco y cuando revisó mi cuenta apenas y encuentro medio millón", dijo el cantante, molesto, durante una entrevista con Rolling Stone en 1982. "Es una situación que duele, sobre todo porque implica a gente en quien has depositado toda tu confianza". (Las dos partes llegaron a un acuerdo, que incluye no hablar el público sobre los términos legales conciliatorios).

Frampton siguió grabando discos durante los 80 pero ninguno igualó, ni remotamente, las marcas del álbum doble en vivo. A mediados del 86 David Bowie lo invitó a colaborar en Never Let Me Down, material que saldría a la venta el año siguiente. Poca gente sabe que Frampton y Bowie fueron muy amigos durante la infancia y que conservaron su amistad hasta que el Duke blanco falleció de cáncer en el 2016. "Fue un place trabajar con David en un disco completo y más tarde irnos de gira", dijo Frampton.

Luego de la (quizá inevitable) salida de la segunda parte del Frampton Comes Alive en 1997 y convencerse que la fama que llegó a tener se había evaporado para siempre, el guitarra se dedicó a realizar giras de conciertos --se nacionalizó estadounidense en 1999-- y lleva algunos años trabajando en su biografía. "He leído algunos libros que narran lo que ocurría en aquellos años y me parecen muy inexactos. Me han pedido que escriba mi historia con la versión definitiva. Estoy pensado seriamente en hacerlo, pero primero tengo el compromiso con los fans..."

La última gira de Peter Frampton está programa para ofrecer 50 conciertos, pero quizá pueda extenderse... o reducirse dependiendo de la condición física de este músico inglés. "No pienso forzar más a mi cuerpo, sería algo excesivo y peligroso. Estar frente a un escenario es algo inigualable, peor igual lo es disfrutar el tiempo que puede seguir moviendo mis extremidades y disfrutar ese tiempo con mi familia", concluyó.

 


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