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La original Jumanji: ¿un éxito irrepetible? Así parece ser

Lo inevitable ocurrió, y una de las cintas más divertidas de los 90 ha sido objeto de un remake, es decir, la lamentable intención de Hollywood por seguir explotando y defraudando la nostalgia de los espectadores. Sin haber visto la película, y sin un Robin Williams de por medio, podemos predecirlo: Jumanji Welcome top the Jungle huele a fiasco. Lamentablemente los estudios seguirán negándose a aprender la lección

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DICIEMBRE, 2017. Hace 23 años México atravesaba por una profunda crisis económica. A todos se nos obligó a pagar la pendejada de diciembre del año anterior con un incremento del IVA del 10 al 15 por ciento, al tiempo que Hollywood estrenó una de las mejores películas de esa década. Con Joe Johnston en la silla del director y con el profundamente extrañado Robin Williams en el rol estelar, Jumanji llegó a los cines y de inmediato se convirtió en un clásico, algo inevitable si recordamos que está llena de acción, entretenimiento, con un buen guión y efectos especiales que en su momento se encontraron entre los mejores.

Muchos de nosotros no quedamos satisfechos con ver Jumanji únicamente en el cine. Innumerables veces la rentamos en los videoclubes, más tarde adquirimos una copia en VHS y posteriormente la compramos al aparecer en DVD. Jumanji era por igual una cinta atractiva para adolescentes que para adultos donde veíamos a una todavía púber Kirsten Dunst, quien luego se convertiría en Mary Jane en las películas de Spiderman, así como a Bonnie Hunt, actriz de comedias ligeras de los años 90, lo mismo que el sensacional actor australiano Jonathan Hyde quien lo mismo hace el papel del padre del protagonista que a Van Pelt, el desquiciado cazador. Por supuesto que la principal fuerza motora de Jumanji fue Williams, con es aura de niño-adulto que supo manejar magistralmente en muchas de sus películas.

Si realizamos una breve síntesis, Alan Parrish es un niño que sufre bullying en el Connecticut de 1969. Su padre, un self-made man dueño de una fábrica de zapatos, apenas y le presta atención al hijo cuando éste va y se queja de que fue agredido y le dejaron un ojo morado. Entre los empleados se encuentra Carl (Alan Grier), un joven obsesionado con diseñar una línea de zapatos bastante parecidos a los Converse, pero en un descuido el prototipo queda atorado en una de las máquinas, lo que causa su despido.

Deprimido, el niño Parrish encuentra cerca de una construcción una caja que produce extraño sonidos de tambor. Al llevarla a su casa descubre que es un antiguo juego de mesa. Cuando Alan trata de jugarlo con Sarah Whittle (Hunt) y tira los dados es absorbido por el juego por lo que Sarah corre despavorida ante el ataque de unos murciélagos.

26 años después llegan a habitar la casa los huérfanos de un matrimonio fallecido en un accidente. Por casualidad encuentran el juego y deciden arrojar los dados, lo que libera a Alan, ya convertido en un adulto, de un encierro que duró un cuarto de siglo. El juego debe continuar con la presencia de la actual Sarah quien es llevada a la fuerza para que juegue su turno.

Lo que viene es la aparición del cazador, monos enloquecidos, leones en una recámara, pelícanos cleptómanos, estampidas, hiedras venenosas, mosquitos y arañas gigantes, monzones y arenas movedizas. De todas las películas en las que participó Williams por aquellos años, Jumanji ostenta un indiscutible primer lugar como la más entretenida. (Aquel empleado, hoy convertido en policía, y la fábrica de zapatos convertida en un abandonado muladar habitado por un vagabundo, parecieran poner de ejemplo cómo el American Dream de los años 60 terminó aplastado por la estampida de un progreso desbocado que arruinó a las empresas pequeñas y familiares, como la del padre de Alan).

Y al igual que otras películas de esa década como The Mask, Titanic y esa maravilla llamada Hechizo en el Tiempo pero cuyo título más certero es Día de Marmota, Jumanji ha envejecido bastante bien. Al verla de nuevo se siente fresca, con humor inteligente y lista para proporcionar aventuras a quien se lo solicite (por cierto, cuando el cazador visita una tienda de armas, la música de fondo que se escucha es el Himno Nacional mexicano aunque cuando se exhibió en las salas locales la música fue discretamente suprimida, si bien es perceptible en la edición DVD).

Por lo anterior, es obligatorio incluir a Jumanji entre las cintas perfectas realizadas por Hollywood el último medio siglo. Entonces, preguntamos ¿qué necesidad había de hacer un remake?

Hollywood agotó en nuevas versiones casi todas las películas de los 80, ya fueran Footloose, Ghostbusters, Top Gun y Karate Kid, entre decenas más. Y si no hubo remakes de Regreso al Futuro, ET o Gremlins es porque el señor Spielberg está de por medio, sirviendo de valladar. Y ahora que se acabó esa veta, naturalmente que el hambre de reciclaje se va sobre los años 90 con la ya referida The Mask como irresistible bocadillo. ¿Se incluirá en este lamentable bufet una nueva versión de la cuasi perfecta Forrest Gump? Roguemos de que no sea así.

Aún no hemos visto el remake de Jumanji y ya se percibe la decepción, el echar al fondo del océano las memorias de una película tan recordada y apreciada. Porque intuimos que quienes asistan con nostalgia a ver la nueva Jumanji saldrán más defraudados que quienes le entran a esas pirámides que prometen miles de pesos con minúsculas inversiones. Por principio de cuentas, en este mundo políticamente correcto ya ni los animales se portan mal y entre los villanos se incluyen narcotraficantes sudamericanos (?) y --adivina, adivinador-- mercaderes sin escrúpulos. La verdad, ¿quién necesita eso? Y, sobre todo ¿cómo piensa Hollywood que un actor, así sea Dwayne "The Rock" Johnson, sin duda talentoso, pudiera reemplazar al genio y carisma de Robin Williams?

Habrá que ver la película para abundar en ella. Pero no exageremos de optimistas: la mayoría de las críticas en torno a esta versión de Jumanji --a la que se le añadió el "Welcome to the Jungle", el título de una canción de Guns N' Roses, en caso que lo hubiéramos olvidado-- han sido desastrosas al punto que uno se inclina a pensar que se tratará de otro fiasco de los estudios que no parecen haber aprendido con la nueva Blade Runner, una de las pocas cintas ochenteras que les faltaba exprimir nuevamente... y de Baywatch, otro bodrio basado en una serie de los 90 y que también tronó como chinampiña este 2017.

Esta nueva Jumanji, nos tenemos, se perderá en la jungla del olvido dentro de unas semanas.


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