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La Combi como la conocimos, un adelantado obituario

Para fines de año dejará de producirse este legendario vehículo en la única planta donde se fabricaba., Aquí ofrecemos un listado de memorias hacia la Combi, nombre que seguirá existiendo, aunque ya sin este simpático vehículo como lo conocimos

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JULIO, 2013. Si en este mundo hay algo que provoque profunda tristeza, es leer una nota donde deducimos que las cosas ya no serán como antes. Como cuando el Yankee Stadium fue demolido, los cassettes dejaron de producirse o cuando aparecieron los títulos finales en Forrest Gump. Uno de esos momentos ocurrirá el próximo 31 de diciembre a eso del mediodía cuando la fábrica Volkswagen en Sao Paolo, Brasil, dejará de producir un vehículo que nos ha acompañado por más de sesenta años, que ya se había convertido en parte del panorama de nuestros países, y que está ligado a muchos episodios que todos nosotros hemos vivido.

Ese día el Kombinationsfahrzeug, o vehículo de uso combinado, dejará de fabricarse en esa planta. En ese momento la Combi seguirá los pasos al De Lorean, el Impala, el Le Baron y, más triste aun, el Volkswagen, su hermano mayor, en existencia, que no en tamaño, y el que también tenía sus buenas historias, muchas de ellas picantes, que contar.

El aviso se comunicó al público desde el pasado abril. La Combi dejó de cubrir los estándares de seguridad desde hace rato, incluidos los ecológicos y, sobre todo, el no poder incluir una bolsa de seguridad en el asiento del conductor orilló a tomar esta decisión. Asimismo, desde hace rato los consumidores ya le hacían el feo a la otrora orgullosa Combi. Ya era incosteable su producción y en Sao Paolo, su último reducto --en México dejó de fabricarse desde el 2001-- se dará prioridad a otros modelos a partir del 2014. Posteriormente la Combi se convertirá en otra pieza de museo.

Al cerrar los ojos y evocar los momentos en que la Combi nos ha acompañado. nos damos cuenta de la enorme pérdida que se avecina. Era el vehículo ideal para transportar monjitas (todas ellas, indefectiblemente, subidas en un modelo color gris, de esos que en la parte delantera se formaba un triángulo boca abajo), como camioncito escolar, utilizado por quienes repartían desde quesos hasta arreglos florales, revistas hasta artículos electrónicos, instrumentos musicales hasta envases de leche. "Todo cabe en una Combi, sabiéndolo acomodar", rezaba la publicidad allá en los años setenta. Incuestionable verdad.

Su resistencia era heroica. Aparte de su espacio, podía transportar casi cualquier cosa y dejarla intacta en su destino, claro, siempre que el conductor no fuera un párvulo o anduviera ebrio. Prueba de su aguante lo refleja el hecho de que en Estados Unidos, la Combi fue el vehículo preferido de los hippies allá en los sesenta. Si este auto soportó el olor de sus cuerpos, las cosas que fumaban y sus estrafalarias vestimentas, seguramente también podría aguantar terremotos o huracanes.

Los primeros modelos tenían dos puertas laterales en su parte trasera del lado derecho, pero más adelante hubo quejas en el sentido que con frecuencia las puertas no cerraban bien y se abrían en plena marcha o también, que con frecuencia los ladrones se ingeniaban para violar esas portezuelas. La puerta corrediza solucionó el problema, una puerta que lo mismo se incluía en los vehículos de carga qie en los de pasajeros.

También era la Combi ideal para los picnics. A título personal recuerdo como hace décadas mi tío Enrique poseía una Combi azul donde cabían sus seis hijos sin llegar a apretujarse porque con frecuencia también iban otros primos, yo incluido, además de la comida en la parte trasera, pelotas de futbol y hasta colchas para colocarlas sobre el pasto. En ocasiones íbamos hasta 12 gentes subidas en una Combi durante un día de campo, y sin protestar por un momento, el heroico vehículo subió una empinada ladera y luego, con igual tenacidad, aguantó el peso durante una bajada bastante pronunciada. La Combi gastaba poca gasolina, sus refacciones se conseguían con facilidad y, además, poseía una admirable estabilidad en carretera.

Igualmente, durante esos picnics su puerta lateral se abría y permitía que algunos nos sentáramos en el borde en espera que la carne se cocinara en el asador. Ese olor, más que el de los hules de sus asientos, es el que más recuerdo cada vez que subo a una Combi. También las había cerradas, sin ventanas, que permitían momentos de intimidad, como cuando invité a una chica a entrar, esto durante una fiesta, y el dueño me había prestado las llaves. Pero no fue con las intenciones que seguramente le están cruzando al lector, sino para declarármele a aquella muchacha. Su respuesta fue negativa, se bajó del auto y me quedé, solo, mientras la Combi, silenciosa, me acompañó en esos 15 minutos de pesadumbre.

La Combi entró al mercado norteamericano allá por 1964 --en México ya circulaba desde la década anterior-- y de inmediato fue tomada por los intelectuales, los ya mencionados hippies y demás rebeldes, como símbolo de su estatus. Quizá porque era económica, comparada con un Cadillac, pero el caso es que en aquellos años los campus universitarios se llenaron de Volkswagens y de Combis pintadas con arcoris y signos de paz. Pero su estancia en aquel país fue limitada: en 1980 y una vez que no pasaron los estándares ecológicos, ambos vehículos salieron del mercado norteamericano, lo que permitió la invasión de los autos compactos japoneses.

Todavía hoy circulan las combis por nuestras calles --hay una que se estaciona en una esquina toda la mañana donde su dueño vende lonches, sentado en parte trasera como si fuera taquilla de cine-- y seguramente las veremos por algunos años, si bien eventualmente se irán convirtiendo en chatarra.

Quien haya subido alguna vez a una Combi innegablemente tendrá sentimientos encontrados respecto al fin de la Combi. Su reinado duró más de 60 años. Auf wiedersen, Kombinationsfahrzeug.


¿Y donde hemos visto antes a una Combi?

FORREST GUMP
- Mientras Gump le escribe una carta a Jenny, vemos a unos hippies que van por ella a la casa rodante donde vivía con su abuela. Es una Combi 1972 con puertas laterles y que sería modificada en el modelo 1975.

BACK TO THE FUTURE - Los terroristas encuentran al Doctor Emmet Brown para vengarse por haberles robado el plutonio

GABRIEL QUADRI
- Realizó su campaña en el 2012 subido en una Combi azul con blanco, muy parecida, por cierto, a la que vemos en Back to the Future. En redes sociales se culpaba a Quadri de haber asesinado al Dr. Brown.

 

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