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CINE

La boda cuchi cuchi

Esta nueva versión de una película rodada hace dos décadas trae es una comedia romántica que no busca el discurso social ni empoderamiento, solo entretener por un rato con una historia bien adaptada, buena edición y actuaciones pasables. Vaya a verla a menos que sufra amargura y odie las historias ligeras en el cine

Versión impresión

La boda de mi mejor amigo
Ana Serradilla, Miguel Ángel Silvestre, Carlos Ferro, Natasha Dupeyrón
Dirigida por Celso R. García
Zamora Films-Alameda Films/2019

FEBRERO, 2019. Debido a décadas y décadas de haber soportado cine mexicano de pésima calidad con ficheras, narcotraficantes (éstos ya emigraron a Netflix), tragedias e historias tan trochas como deprimentes, a las que se debe agregar las mediocres actuaciones y una edición hecha con las patas, se nos olvida que en algún momento el género de comedia fue un filón bastante lucrativo. En algún momento, quizá debido a Mecánica Nacional (1970) y que quiso ser algo que podríamos definir como comedia concientizadora, el género se fue por el resumidero una vez que el gobierno echeverrista secuestró al cine nacional donde con el fin de convertirlo en elemento de "denuncia social", terminó transformándolo en basura pretenciosa.

El cine trágico y deprimente sigue muy campante, y para ello tenemos Roma, de Cuarón. Pero se ven saludables intentos por traer de vuelta al cine mexicano el género de comedia romántica, descuidado durantes tanto años, y para el efecto los productores se han valido de un remake de una película rodada en 1997, con Julia Roberts en el papel principal. Pero eso no parece caído muy bien a la página web de Cinepremiere, donde critican a La Boda de Mi Mejor Amigo, en especial la caricaturización de las dos primas fresas, como una "connotación dañina en una época donde pululan los feminicidios y la violencia de género" ¡Por Dios, cómo se puede ser tan aguafiestas, esta es una comedia romántica y así se le debe ver! ¿Por qué esa necedad --la cual, por cierto, está matando la creatividad de la industria-- de que todo argumento fílmico tenga que apegarse a los estándares del mundo real?

Otro aspecto interesante es que, a diferencia del cine mexicano de otrora, populachero y al cual la clase media y media alta lo veía como repelente, La Boda de Mi Mejor Amigo va dirigida a ese sector que sabe de o vio la versión original, un estrato social con poder adquisitivo fuerte, que viaja con frecuencia a los sitios turísticos, conectado a las redes sociales y con progenitores que son importantes empresarios exitosos.

A diferencia de otros remakes, éste se apega casi en su totalidad a la versión original, incluidos los diálogos, si bien en la escena más light de la película Dionne Warwick es sustituida por Miguel Bosé. Julia (Ana Serradilla) trabaja en una página web como crítica gastronómica. En la adolescencia se hizo novia de Manuel, a quien todos conocen como Manu (Carlos Fierro) quien tiene un empleo mal pagado en un restaurante. Y aunque la relación no funcionó ambos quedaron como buenos amigos que de repente tienen relaciones sin buscar amarrarse a un compromiso mayor.

Lo dos se ponen a buscar otra pareja, sin mucha suerte, por lo que llegan a un acuerdo: si a los 35 años ninguno conoce a alguien que le "lata", se casarán entre ellos.

Así pasan los años hasta que cierta tarda Manu le llama a Julia para darle la noticia, no tanto de que se acerca el plazo acordado, sino para anunciarle su próximo matrimonio con Pamela (Natasha Dupeyrón)una bella tapatía ojiverde e hija del dueño del equipo de futbol más importante de Guadalajara (vemos toda la parafernalia del equipo, incluso sus instalaciones y el campo de juego; curiosamente nunca nadie menciona el nombre de Chivas) de quien, dice, quedó prendado y ama profundamente pese a tener poco de conocerla. Es entonces cuando Julia --el nombre de la protagonista se explica por sí mismo-- se da cuenta que Manu es el hombre de su vida y que una "arribista" como Pamela no podrá arrebatárselo de su vida.

Cuando ambas se conocen Pamela la trata con inusual familiaridad y además le pide que sea su dama de compañía en la boda. Y aunque Pamela es una chica desenvuelta, dice que abandonará su carrera en cuanto se case con Manu, además de mostrar varias inseguridades: en una escena donde ella y Julia se quedan a solas en un elevador, los diálogos de Pamela denotan una personalidad psicótica, aunque el guión ya no abunda más en este hilo.

Julia le cuenta la situación a Jorge (Miguel Ángel Silvestre), un gay que además de ser su jefe ha pasado a ser una especie de confidente suyo. Éste le recomienda que haga lo que mande su corazón pero que sí siente que realmente ama a Manu deberá hacer todo lo posible por ganárselo. Así pues y con el fin de causarle celos a Manu, Julia se lo presenta como su novio aunque ella le había dado referencias de que su jefe era gay; "ya ves, es una estrategia que funciona", dice Jorge cuando los tres viajan en la parte trasera de un auto mientras abraza con cariño a Julia y Manu apenas puede contener los celos.

Y mientras comienzan los preparativos para la boda, Julia comienza a sabotear la relación, incluido el envío de un mail comprometedor y un recorrido por la parte más moderna de Guadalajara que luego contrasta con el bello sector de Tonalá. Durante el último segmento de la película la decisión parece inclinarse del lado de Julia, luego de Pamela, igual que la indecisión de Manu, quien en cierto momento admite que no tiene intención de casarse.

La Boda de Mi Mejor Amigo está muy bien hecha, con tomas y enfoques ahora sí elaborados profesionalmente, además de superar un problema sempiterno del cine nacional, el lograr que los diálogos sean audibles, sobre todo en escenas rodadas adentro de un ruidoso bar. Y si bien la historia es harto conocida, nos abstendremos de contar el final en caso que usted no haya visto la original.

Pero algo sí hay que enfatizar: esta es una película hecha enteramente para entretener y para olvidar un rato de nuestros problemas cotidianos. Ello no debería extrañarnos pues su guión pertenece a un tiempo "anacrónico" (como dice quien escribió la "crítica" en Cinepremiere) que al mismo tiempo manejaba amenamente un género escapista por definición como el de la comedia romántica.

Vaya a ver esta versión mexicana de La boda de mi mejor amigo. Es divertida, entretenida y con actuaciones convincentes, quizá con excepción de las primeras fresas, sobre todo una de ellas que se nota bastante fingida. Fuera de eso, se lo recomendamos como opción en taquilla, tan patética como no se había visto en mucho tiempo.


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