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Dick Clark, despedida a una leyenda

Apenas graduado le tocó vivir como disc-jockey el nacimiento del rock and roll y más tarde condujo American Bandstand, un programa que por 30 años fue referencia obligada para quienes quisieran trascender en el negocio de la música en Estados Unidos. Con su muerte se cierra un brillante episodio de una corriente que se ha esparcido por todo el planeta

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MAYO, 2012. Difícilmente aparentaba tener 82 años cuando falleció, de manera que el apelativo de "eterno adolescente" que se le endilgó desde los años sesenta estaba lejos de ser casualidad., Richard "Dick" Clark fue, además de figura imprescindible en el desarrollo de la música pop y rock, un conductor de televisión que lo mismo abarcó programas de concurso, certámenes de Miss Universo, alguien que durante dos décadas transmitió en vivo desde Times Square la llegada del año nuevo; también estuvo a cargo de emisiones radiales que realizaban el conteo semanal de hits musicales. Pero algo por lo que Dick Clark será siempre recordado es por el programa American Bandstand del cual estuvo al frente de 1956 a 1987.

"Ser conductor de programas juveniles en televisión no fue algo que hubiera planeado", dijo Dick Clark a Rolling Stone en 1991, "simplemente alguien me llama, me dice '¿qué te parece? si no estás a gusto te damos las gracias y listo'. Así comenzó todo". Evidentemente tanto conductor como público estuvieron satisfechos con la decisión al punto que American Bandstand fue durante dos lustros uno de los programas más vistos en Estados Unidos, y aun Canada y Australia (en Japón hubo una emisión similar aunque adaptada localmente). American Bandstand fue, además, el sitio al cual los artistas llegados de fuera tenían que presentarse si deseaban ser aceptados por el lucrativo mercado estadounidense. No importaba que la mayoría de aquellos artistas utilizaran, en mayoría casi total, el playback, lo importante era llegar que el público conociera la nueva propuesta. "Tuvimos de todo, desde artistas realmente espectaculares hasta otros que no pasaron de un solo éxito, y otros realmente lamentables", dijo Clark, quien, como el cabellero que fue, se negó a dar nombres específicos.

Nacido en 1929 una familia acomodada donde abundaban los abogados, Clark estudió leyes debido a la presión paterna. Y quizá se hubiera dedicado enteramente a esa profesión si a principios de los cincuenta no se hubiera topado con el rock and roll, un sonido nuevo que retaba todo lo que había existido en la música hasta entonces. Cuando supo de un trabajo como DJ en WFIL, una pequeña estación de Filadelfia lo tomó sin imaginar que ahí tendría acceso exclusivo al desarrollo de lo que se antojaba sería una corriente., más que una moda. Al presentar las canciones de de Chuck Berry, Little Richard, Jerry Lee Lewis, Ray Charles y muchos más también él pasó a convertirse en celebridad y tuvo oportunidad de conocer y entrevistar a muchos de ellos, sobre todo a Elvis Presley, coautor de esa revolución juvenil que se estaba cocinando.

En 1956 Clark saltó a la televisión con un programa de baile llamado American Bandtstand. Poco después ABC compró los derechos y lo transmitió al resto del país. Cuando a la emisión le fueron agregadas presentaciones en vivo de esos artistas el rating se fue a los mismos cielos. Clark también dio espacio a figuras que no eran precisamente de rock and roll sino de country, entre ellas Connie Francis. Llegó un momento en que aquel abogado que no ejercía llegó a embolsarse semanalmente hasta 30 mil dólares (unos 100 mil actuales) a la semana de modo que antes de cumplir los 30 años ya podía considerarse un millonario.

En 1958 el FBI realizó una investigación en torno a la payola, esto es, el pago de "compensaciones" de las disqueras para que determinada canción se toque insistentemente en la radio y por ende se convierta en hit. La práctica había existido casi desde el nacimiento de la radio; el problema es que la payola comenzó a ser utilizada para evadir impuestos y para "limpiar" dinero ilícito procedente de la mafia. Clark fue llamado a declarar y si bien aceptó haber recibido algunos "sobres", se comprobó que los declaró al fisco y su origen era legal. La suerte de su rival Alan Freed fue distinta: se le condenó a prisión y murió en la ruina en 1965 pese a haber sido el disc jockey más cotizado de Estados Unidos. "Dick Clark diversificó sus fuentes de ingresos por lo que no se le pudo comprobar nada, si es que alguna vez hubo algo", escribió el crítico David Fricke. El asunto de la payola desagradaba tanto a Clark que en más de una ocasión "cortó" las entrevistas donde se tocaba el tema.

Tras salir "limpio" de la investigación, Clarke se centró en sus programas de radio y en American Bandstand, el cual vio pasar no solo a la invasión inglesa de los Beatles, los Stones, los Kinks y decenas más sino que presenció el nacimiento y muerte del hippismo, los ritmos bailables, la música disco y la segunda invasión británica de los primeros ochenta.

Barry Manilow, quien antes de ser cantante profesional escribió decenas de jingles para anuncios televisivos, comenzó a escribir una canción poco después de ver American Bandtsand. La presentó a los productores del programa y para su sorpresa, la aceptaron. En 1976 esa canción se convirtió en la oficial del programa y lo fue hasta la última edición.

Los episodios viejos de American Bandstand y que VH1 transmitió hace algunos años, nos demuestran cómo la moda y la música son una montaña rusa donde se llega al máximo de imaginación y le sigue una ola de ridículos. Los cabellos largos de los sesenta cedieron a los pantalones acampanados de los setenta, el pelo afro y los medallones que a su vez dieron paso a las vestimentas ochenteras, todas ellas absurdas. "Hubo alguien que llevó unos zapatos de tacón con un pez vivo adentro; por supuesto que hoy se consideraría ello un atentado ecológico pero ese era el espíritu de los tiempos", dijo Clark.

En American Bandstand hizo su debut Madonna, hasta entonces una oscura bailarina y corista de muchas canciones hoy olvidadas. Dos semanas después la canción que presentó, llamada "Everybody", estaba a la cima de las listas. Asimismo, la primera vez que el mundo escuhó el primer sencillo del Thriller de Michael Jackson fue en American Bandstand; tras dejas a The Commodores en 1982, Lionel Richie necesitaba ser reconocido como solista. Su actuación en el programa logró ese propósito. Y así hay decenas de casos, cientos quizá, de lo importante que llegó a ser American Bandstand en el entretenimiento norteamericano. Ni siquiera MTV logró mermar esa importancia.

"Nunca fuimos competencia de MTV, primero porque American Bandstand era semanal y ese canal estaba las 24 horas y segundo, ellos ofrecían videos y nosotros presentaciones en vivo", dijo Clark, Sin embargo hubo un momento en que MTV quiso comerse todo el pastel y lanzó al aire Club MTV. Aquello provocó la reacción de la Dick Clark Productions que demandó al canal por "plagio de idea". MTV tuvo que cambiar el concepto y al poco tiempo la emisión fue retirada.

Paradójicamente, American Banstand para entonces ya iba en caída libre y tenía muy pocos anunciantes. Clark aparecía con menos frecuencia hasta que en 1987 se decidió por terminar con un programa que había durado más de tres décadas al aire.

Dick siguió trabajando en radio y algunos programas de concurso hasta el 2006 cuando sufrió un ataque cardiaco que por poco termina con su vida. ". Pero pese a la recomendación médica siguió adelante hasta completar varios proyectos, entre ellos una autobiografía completa. Al día siguiente que murió, el 19 de abril, se había sometido a una cirugía para cáncer de próstata.

"Dick Clark consiguió derribar las barreras raciales que existían en la música, esto en un momento que mucha gente valoraba más a alguien por el color de su piel que por su talento", escribió el periodista Fricke. Y aunque durante a lo largo de American Bandstand recibió y habló con más de 3 mil artistas, estaba lejos de ser un experto en rock and roll y prefería escuchar a los clásicos y el jazz cuando estaba en casa. "Siempre fui un presentador, más que un experto", dijo.

Descanse en paz Dick Clark. Lo recordaremos todo el tiempo que en este planeta se sigan escuchando la música de los artistas que él ayudó a promocionar.

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