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Cuando Whitney Houston y el cine se hablaron de tu...
Más conocida por sus hits en la radio, la fallecida cantante también incursionó en el cine y lo hizo de una manera prometedora aunque sus aspiraciones terminaron en seco. Como sea y si tiene que pasarse un domingo lluvioso encerrado en casa, estos tres DVDs satisfarán a quienes no llenan de Whitney Houston
The Bodyguard
Kevin Costner, Whitney Houston, Gary Kemp
Dirigida por Mick Jackson
Warner/1992
Waiting to Exhale
Whitney Houston, Angela Bassett, Gregory Hines
Dirigida por Forest Whitaker
Twentienth Century Fox Video/1996
The Preacher's Wife
Denzel Washington, Whitney Houston, Courtney B. Vance
Dirigida por Penny Marshall
Samuel Goldwyn Entertainment/1995
MAYO, 2012. Con frecuencia se olvida que Whitney Houston inició como actriz en telenovelas antes de grabar discos. Fue su madre Cissy Houston, famosa intérprete de góspel en los sesenta, quien insistió en que grabara demos y los
presentara a las compañías disqueras (Arista de Clive Davis la firmó y con ello obtuvo uno de los contratos más lucrativos de los ochenta). Sin embargo ya establecida y dispuesta a mantenerse como actriz, Houston combinó el cine con la música
y el resultado fue explosivo: junto con My Fair Lady y Saturday Night Fever, el
soundtrack de The Bodyguard se mantiene entre los más vendidos, con 21 millones de copias, una de las cuales se acumuló en las horas posteriores a su muerte el pasado febrero.
Por supuesto que si hablamos de Whitney en el cine necesariamente nos referimos a
The Bodyguard, película cuyo tema musical debe ya competir con el "My
Heart Will Go On" de Celine Dion entre las canciones que más agruras nos producen al escucharlas. Houston lanzó varios DVDs de conciertos, la mayoría malos, pero apareció en tres películas para cine y una más para televisión. ¿Cómo le fue en estas aventuras?
Dirigida por Mick Jackson, lo cual soltó el falso rumor de que se trataba de Michael Jackson,
The Bodyguard se rodó en el mejor momento de sus protagonistas. Kevin Costner había inaugurado el cine políticamente correcto con Danza con Lobos mientras que Houston ya había dado varias campanadas al
Top Ten y recién terminaba una exitosa gira de conciertos. La idea de la cinta estaba lejos de ser algo novedosa --su guión fue rechazado un total de 67 veces por los estudios-- hasta que finalmente se aprobó su rodaje. La historia es sumamente sencilla: un guardaespaldas atormentado por no haber impedido que el presidente Reagan fuera lesionado en un atentado es contratado para proteger a Rachel Marron (Houston, quién más) la estrella mundial del pop y quien ha recibido varias amenazas de muerte, Sin embargo la relación se va a ir profundizando hasta llegar al romance. Es una película llena de clichés y diseñada exclusivamente para dar lucimiento al ego de los dos protagonistas pero funcionó en taquillas y entre el público.
Sin embargo tuvieron que pasar cuatro años para que Houston regresara a las pantallas. En ese lapso ocurrieron varias cosas que marcarían su posterior declive: conoció a Bobby Brown, precisamente en la
premiere de esta película y comenzó a beber en demasía y a consumir drogas (el alcoholismo, por cierto, corre en su familia; la legendaria Dionne Warmick, prima suya, también le entraba duro al trago) de modo que si usted ve
The Bodyguard y enseguida se asoma a Waiting to Exhale, filmada cuatro años después, verá a una W hitney Houston con el rostro más
áspero, más duro. De cualquier manera esta cinta, dirigida por el también actor Forest Whitaker, representó una sorpresa porque presenta un ángulo que Hollywood, especialista en estereotipos, rara vez ofrece al público, el de los afroamericanos con buenos ingreso económicos que no viven en ghettos sino en lujosos apartamentos,
juegan al golf y llevan una existencia bastante desahogada.
Esta película presenta la historia de varias amigas que buscan al hombre perfecto y no lo hallan, ya sea por la puesta de cuernos, por una serie de mentiras para llevarlas a la alcoba o por los prejuicios que han cargado por generaciones. El papel de Houston es el de una bebedora social que finalmente enfrenta a su novio en una escena memorable. Hay quienes dicen que al cantante bebía
durante la filmación y que por eso su papel le salió tan natural... vaya uno a saber.
Meses después Houston apareció junto con Denzel Washington en The Preacher's Wife, dirigida por Penny Marshall, con un guión débil que si logró salvarse fue por el gran Washington. Es la historia de un predicador que ve cómo la relación con su esposa se deteriora cuando ésta se convierte en activista de la comunidad. Si hay que rentarla por curiosidad es por la aparición de Lionel Richie, quien ya aparecido en otros proyectos cinematográficos desde los setenta, entre ellos la hoy ya olvidada
Gracias a Dios es Viernes.
Así pues y para quienes ya se cansaron se escuchar los discos de Whitney Houston, estas tres películas son buena opción para una tarde en que esté lloviendo y no haya otra que hacer. Ninguna de ellas es un clásico pero tampoco son tan malas, al menos no tanto como las que Costner dirigiría y produciría los siguientes años.
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