Tópicos Eclécticos
VII. Tópicos Eclécticos y Ficción científica:
Siembra Vientos
i. La Conferencia

Flavio Cocho Gil


Presentación

Libros

* Metapocatástasis de Civilización
- La Revolución Francesa y sus Falsificaciones
- Tópicos Eclécticos
- Crítica a los Críticos
- Biografía de un Psicópata

Artículos

- La Revolución Cultural y la enseñanza e investigación en las ciencias naturales

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Publicado en Excélsior el 5 de mayo de 2000

Dedicado a los que como Bill Gates
y Carlos Slim Helú pretenden crear
una "nueva civilización cibernética",
una nueva oscura Edad Media.


A veces, lector, un relato literario que habla de ficciones y de irreales pesadillas que no quisiéramos que acontecieran, quita más rápidamente que mil ensayos racionales la venda de los ojos, que muchos humanos llevan y que suele estar hecha de prejuicios e ideas estereotipadas, impresas convulsivamente por la civilización de amos que sufrimos. El recurrir a las ficciones literarias puede pues contribuir a liberarnos y a aprender a pensar por nosotros mismos sin ser manipulados por nadie, y esto es porque la obra literaria habla a los sentimientos, a la sensibilidad del ser humano, sin la cual no seríamos dignos de ese nombre. Por esta razón, esta serie de ensayos que he llamado “Tópicos Eclécticos” termina en una secta y última parte con un cuento de ficción científica... que retrata una pesadilla que pudiera hacer realidad la civilización egoísta en la que estamos sumergidos. El cuento se llama “Sembravientos...” y, de una manera u otra, maneja casi todos los elemenots sobre los que hemos reflexionado en los cinco ensayos anteriores: la superconductividad, redes, manipulación de la información, y así... Y ahora, lector, aquí viene el cuento anunciado:

SIEMBRA VIENTOS...

I. La Conferencia

– Las operaciones aritméticas recurren a lo sucedido para seguir adelante, son recursivas: 1 más 1 es 2, y como ya conozco el 2, sumándole otra unidad, tengo 3, y así; pero si, en cambio, le resto 1, vuelvo al 1. Así son los famosos axiomas de Peano, y hasta en la vida pasa: si me caso tengo un hijo; si me abandona mi mujer, me quedo en 1. Y como las multiplicaciones y divisiones son sumas y restas abreviadas, toda la aritmética viene reduciéndose a esas reglitas.

Pasa en la vida cotidiana. ¿Queremos multiplicar a nuestros amigos y dividir a nuestros enemigos? Hay que quitarles a los primeros sus preocupaciones y añadírselas a los segundos. Cuestión de sumas y restas.

– El conocimiento matemático es mucho más que la aritmética –una voz joven del público.

– Sí –el conferenciante– pero todo el edificio matemático reposa sobre la aritmética. Por ello las computadoras saben hacer tantas cosas; cualquier problema que enfrentan, si es matemático, lo reducen a sumas y restas. Y como pueden sumar y restar a gran velocidad almacenando muchos datos, son muy eficientes.

– Por veloces que sean y gran memoria que tengan, si sólo saben sumar y restar, son máquinas idiotas –otra voz del público.

– Hasta hoy día sí –el conferenciante– pero quizá mañana no... llegará el día en que las máquinas tengan intuición, creatividad, ¡piensen!, incluso hasta se emocionen... ¿dentro de un milenio?, un instante para lo que lleva la vida biológica evolucionando en nuestro planeta.

[El conferenciante le ha puesto una etiqueta a la vida, "biológica", ¿es que hay vidas no biológicas?, alguien nota ese matiz.]

– ¿Existe la "vida no biológica"? –una voz del público.

– En el universo no sé, debe de existir siendo tan grande. En nuestro planeta no, pero llegará el día en que aparezca.

– ¡Piensa usted como el doctor Frankenstein!, ¡volver a las máquinas seres pensantes y hasta con emociones! -alguien del público. Y, ¡faltaría más!, allí se armó la de "Dios es Cristo", docenas de argumentos encontrados y vociferantes, conferencia suspendida. Mi buen amigo Motyar, el conferenciante, salió de aquella batahola como pudo. Lo localicé en el cafetín donde, de cuando en cuando, nos veíamos.

– Motyar ... por poco te vas de la lengua y sacas lo de tus virus. ¡La Corporación te hubiera fusilado! Sabes que no le gusta la publicidad sobre investigaciones escabrosas y si te quedas sin presupuesto... ¿qué haces?

– No sé... pero mis virus van adelante.

¡Sus 'virus'! Se refería a virus electrónicos. ¿Qué es un virus electrónico? Von Neumann los definió como pequeños programas recursivos que pueden reproducirse a sí mismos y, además, capaces de entrar en matrimonio con otros programas que les sirvan de anfitriones, de 'huéspedes', alterándolos totalmente... por eso joroban nuestras computadoras cuando se infiltran. La idea de Motyar es simple: un virus se reproduce y cambia a su huésped, el entorno, con lo que de hecho cambia él mismo y se reproduce; cambia, entonces, el entorno. Son propiedades de la vida e incluso de la evolución. Sueña entonces mi amigo que la red intrincada de computadoras, compleja y sofisticada que le proporciona la Corporación, sirve de nicho ecológico al virus introducido en ella. El virus juega entonces el papel de semilla de vida introducida desde el exterior del entorno a la red, que a su vez jugará el papel de seleccionador natural. Es análogo a lo que también ahora se está empezando a decir en biología y que la semilla de vida vino a la Tierra desde el exterior y ya dentro evolucionó. ¿Y cómo sabemos si esa inyección externa no nos la provocaron otros artificialmente? El caso es que mi amigo piensa crear la "vida cibernética artificial", y ¡vaya sueño calenturiento! La vida costó en nuestro planeta millones de años de evolución, y Motyar quiere crearla en unas cuantas computadoras en dos o tres años, algo así. Por supuesto, eso que dijo en la conferencia de que además podría crearse artificialmente la intuición, el pensamiento inteligente y hasta las emociones fue un farol, una fanfarronada... es imposible, él lo sabe. Me dijo muchas veces: "Mira, yo no pretendo crear jirafas ni cocodrilos, sólo un conato de vida elemental". La Corporación es fría y astuta comerciante, y si BIM lo apoya con presupuestos, es porque habría contratos millonarios, sobre todo con el Exágono; le interesan las propiedades emergentes comercializables del proyecto. BIM no cree en esa monserga de vida cibernética artificial, pero es astuta comerciante.

Y vino el 'pero'. "Siembra vientos y cosecharás tempestades", con la tempestad vino la luz y con la luz las tinieblas que hoy vivimos. Escribo esto como puedo, en malas hojas de antiguos periódicos que encontré aquí y allá y con un lápiz que a mi abuelo le hubiera parecido decimonónico. ¿Servirá para algo? No sé... pero hay que dejar testimonio de cómo la especie humana se hizo el harakiri. Quizá esa lección sirva a las cucarachas que nos hereden.


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oximoron, noviembre 2005
seminario autónomo
[teoría de redes y sistemas complejos]

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