Tópicos Eclécticos
III. Arte

Flavio Cocho Gil


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- La Revolución Francesa y sus Falsificaciones
- Tópicos Eclécticos
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- La Revolución Cultural y la enseñanza e investigación en las ciencias naturales

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Publicado en Excélsior el 20 de noviembre de 2000

¡Qué impresión aquella mía viendo, en un cuchitril de París que pretendía ser cineclub, las violentas escenas del ataque de los caballeros teutones contra el pueblo ruso del siglo XIII!, escenas llenas de contrastes, la dialéctica plasmada en el séptimo arte. Era yo, muy joven, estudiante, me sacudió por dentro el Alejandro Nevski de Serghei Mijailovich Eisenstein. Pasados después muchísimos años, ya en estas eternamente sufridas tierras mexicanas nuestras, leí algunas obras de Eisenstein, allí estaba su manifiesto sobre cómo concebía el arte cinematográfico en tanto que montaje dialéctico, manifiesto famoso que era un recrear la realidad mostrando escena tras escena sus aspectos más opuestos... su síntesis podía permitir plasmar obras de arte, como lo fue su Acorazado Potemkin. Eisenstein escribía sobre cine citando a Puschkin y su poesía, a la que consideraba ideario de sus obras cinematográficas... ¡Puschkin, casi nadie al aparato!, es escribir conciso sin que nada falte pero tampoco sobre, porque la ampulosidad sólo es caricatura de la literatura, sin dejar por ello de enfrentar los contrastes que siempre yacen en toda realidad. Pero para escribir así, o hacer el cine de Serghei Mijailovich, hay que tener algo que expresar, llevarlo dentro, vivir eso que se lleva dentro como un universo propio que nada tiene que ver con los protocolos y formalismos, siempre socialmente interesados, del mundo externo, ¡el artista no es un "funcionario" del sistema social imperante!

Pero vuelvo a ese pasado de estudiante parisino que fui antaño. Conocí, lamento muchísimo no recordar hoy su nombre, a un gran artista catalán, huido del franquismo, habitaba un apartamentín destartalado "cuarto redondo" que lo era todo, desde dormitorio, cocina, recibidor, hasta taller artístico, por los rumbos de la cuesta de Montmatre andaba aquello. Me mostró su obra; en el dibujo a tinta china y pluma suelta era impresionante, una revolución artística, había creado "la línea fundamental". Era una manera insólita y creativa de dibujar consistente con lo que yo diría "sacarle la raíz cuadrada a la realidad". Intentaré explicarme: con 5 o 6 trazos, ni uno más ni uno menos, representaba una escena fundamental de las andanzas de Don Quijote y Sancho, ¡la escena tenía vida propia, parecía salirse del papel! Era como haber plasmado de manera escueta, insólita, "el alma" ya no de Don Quijote y Sancho sino de Cervantes y de manera figurativa, impresionaba. Aquel gran artista catalán en su arte se había liberado del mundo externo creando otro, muy sensible, que en pocas líneas era suprarreal, más real que la realidad misma pues al fondo de ella iba. ¡Eso es ser un artista! Sé que se hizo famoso, pero ello jamás le importaba.

Han pasado muchos años desde aquello y tengo que volverme a hacer cargo del momento de hoy, fue ayer mi cumpleaños y alguien me regaló una edición lujosa y monumental de Don Quijote. Está llena de láminas ilustrando escenas que escribiera Cervantes... son láminas de Gustavo Doré. ¡Gustavo Doré!, un francesito de Estrasburgo de tiempos de la belle époque del siglo XIX, imaginación fértil que en el dibujo continuó el romanticismo de aquellos días... ¡la antítesis de "la línea fundamental"!, la precisión absoluta y muy detallada pluma en mano, sin perder detalle alguno, de la realidad plasmada en un dibujo... tengo para mí que ha sido el mejor dibujante de todos los tiempos. ¿He dicho "la realidad plasmada en un dibujo"? Sí, pero como la imaginaba Doré... Kant decía que existe lo bello y lo sublime, bellas pueden ser en el arte muchas obras, sublimes muy pocas, las excepciones, y la realidad que plasmaba en sus dibujos Doré corresponden a esta última categoría, era dibujar "algo más que la realidad engrandeciéndola" y en ese sentido es arte creador. Claro, hay un gran contraste entre "la línea fundamental" del pintor catalán y los dibujos exaltantes de Doré... pero ambas son creaciones porque éstas no se someten a reglas ni a catecismos fijos. No se crea "por decreto". Al crear así el artista es libre al sumergirse en su propia obra y, para los demás, es un ejemplo de sensibilidad con lo que a otros la comunica. El arte, si hay que decirlo en una frase corta, es creación, práctica de la libertad y maestro de la sensibilidad... lo que no parece rezar hoy con la pragmática e individualista civilización que vivimos, "no cotiza en la Bolsa".

¿Sólo el arte puede ser creativo, práctica de la libertad y maestro de la sensibilidad? No, porque puede serlo incluso la crítica al arte... Oscar Wilde decía que, en los tres sentidos anteriores, la crítica artística puede incluso superar a su objetivo de análisis que sólo le sirvió como pretexto. Pondré un ejemplo, no es santo de mi devoción política e ideológica Mario Vargas Llosa pero considero que su mejor obra no son sus novelas sino el ensayo crítico que hizo de Madame Bovary de Flaubert... literalmente reinventó esa novela, con motivo de la que escribió Flaubert, creó otra obra de arte.

Creatividad, libertad propia, sensibilidad propia y difundida a otros, ¿sólo el arte y la crítica artística pueden poseerlas? ¡No! Puede anidar incluso en las aparentemente más deshumanizadas disciplinas culturales, en las llamadas "ciencias duras" por ejemplo... para empezar en esa catedral de la abstracción que son las matemáticas, a nivel de sus estructuras fundamentales. Cuando se pronuncia o se escribe una frase como la anterior a muchos, la inmensa mayoría sin conocimiento de causa, pues poseer una cultura científica no es una virtud de nuestros tiempos, les viene un nombre a la lengua, Kurt Gödel... "en toda teoría matemática, por objetiva, general y abstracta que se pretenda, hay contradicciones de tal suerte que lo subjetivo externo a ella (el ser humano) no es posible hacerlo a un lado". Es una expresión popular, "poco formal", pero en lo básico muy certera, ¡se pueden llenar pizarrones de símbolos matemáticos para avalar lo anterior!.. pero lo que aquí importa es la creatividad que exhibió Gödel en sus afirmaciones, ¡la contradicción y el subjetivismo no es eliminable ni en matemáticas!, lo que no hubiera podido hacer de no sumergirse en su universo matemático y allí sentirse libre. Y en cuanto a sensibilidad allí están sus repercusiones que ni aún se pueden medir de lo grandes que han sido... sé de personas antes religiosas, que se dijeron "dios es una contradicción puesto que siendo omnipotente no puede crear a alguien superior a él, ¡dejaría de ser omnipotente!, por tanto no existe", y entonces, primero, se volvieron agnósticos y después ateos a ras de tierra. Lograr eso es un arte y los verdaderos matemáticos son artistas que se sienten muy realizados con serlo... otros más cuyas realizaciones "no se cotizan en la Bolsa".

Pero a nivel de las matemáticas elementales, "más pedestres", también puede existir el arte. Conozco un caso muy reciente: ¿qué se puede hacer conociendo un poquito de estadística y no mucho más de álgebra? Bueno, ser gerente de un banco si además se chapurrea el inglés... pero a lo que me refiero es a cierto estudiante de ecología que, en su tesis de licenciatura y con las modestas herramientas matemáticas anteriores, logró determinar la relación precisa que existe entre ciertos genes muy bien identificados y las características externas, morfológicas, de ciertas plantas vegetales... los que saben biología se harán cargo de la tremenda importancia de lo anterior. ¡Un simple estudiante!, pero que creyó en él y entonces creó, se sintió libre en su estudio y seguramente muy sensible. Seguramente nunca será gerente de un banco.

Las experiencias que vivimos y las impresiones que recibimos cuando somos niños conforman, en lo fundamental, una concienciá que nos durará toda la vida, los juguetes infantiles, por ejemplo, cumplen esa función. Pero hay de juguetes a juguetes, hay esos que invaden en masa los grandes almacenes, carísimos, de plástico y llenos de chimrimbolos eléctricos fabricados en serie y exaltantes de las deformaciones de la civilización actual monstruos, armamentos... en EU acaba de salir "al mercado" un juguetito que simula la ejecución de un reo en la silla eléctrica. No hay creación y fomentan la insensibilidad, eso sí, dan dinero... aun cuando, de vez en cuando, algún adolescente americano enloquecido un día dispare a mansalva a sus compañeros de "college" y los asesine junto con la maestra. Pero hay otro tipo de juguetes, que el mercado soslaya pues al no excitar bajas pasiones y violencias "no tienen buena venta", son los maravillosos juguetes llenos de ingenio que fabrican las comunidades indígenas, sus artistas... simples pero muy originales en los que se nota que el artista se sintió libre al crearlos, la libertad social que no tiene la plasma en su obra... y hacen feliz a un niño sin deformar su conciencia, por tanto despiertan su sensibilidad. La artesanía popular está llena de esas características humanísticas, aun si es maltratada socialmente, "lo popular no se cotiza en la Bolsa".

Todo este discurso escrito que ya llevo, ecléctico de solemnidad, a cuento viene de mostrar que toda actividad humana puede, ¡si la dejan!, ser un arte -creativa, práctica de la libertad y maestra de sensibilidades- y en esa medida aspecto fundamental del humanismo. Pero vegetamos en una civilización deshumanizada, con el lema existencial básico de "porque Tengo es que Puedo y entonces Soy", y así el arte no florece... excepto que, por perversión del lenguaje, arte se llame a las exhibiciones de mafias de élite y a las pomposas ceremonias protocolarias de mutuo bombo que rodean a los poderosos... para estos poderosos los "artistas" que les sirven, al ver halagada su vanidad, son "los bufones de la Corte".

Algo hay que hacer para cambiar ese infierno, el obvio programa máximo es cambiar de civilización... pero, en tanto algún día alcanzamos tal meta, ¿qué empezar a hacer desde ahora? Yo diría que, al menos, buscar que los centros académicos y universidades se orienten bastante menos a formar tecnócratas "del inglés y el manejo de los programas de Microsoft" y más a dar una cultura humanística y universal, uno de cuyos pilares es la formación artística... aun si "no cotiza en la Bolsa ni engorda las variables macroeconómicas".


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oximoron, noviembre 2005
seminario autónomo
[teoría de redes y sistemas complejos]

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