En América del Sur existen distintos lugares que por sus ideales condiciones climáticas y meteorológicas son excelentes para la observación astronómica. Varios de esos sitios se encuentran en nuestro territorio nacional, en la República Argentina, en uno de estos lugares esta ubicado el Complejo Astronómico El Leoncito, al sur oeste de la provincia de San Juan.  
Hacia fines del siglo pasado comienza el gran avance de las ciencias astronómicas en el hemisferio sur, hacia 1871, Sarmiento funda el Observatorio Astronómico de Córdoba, hacia 1883, se crea el Observatorio Astronómico de La Plata, durante el
    

 

principio de este siglo, nuestro país hace grandes avances y estudios sobre cielo austral, hasta 1941, solamente existían dos importantes observatorios, Córdoba y La Plata, en 1941, la Argentina inaugura en Bosque Alegre, en Alta Gracia, el gran telescopio reflector de 1.54 metros de diámetro. 
   

  

La comunidad científica internacional, tanto los astrónomos como los físicos, que necesitaban de grandes instrumentos para explorar los cielos vírgenes del sur, tuvieron la iniciativa de colocar, en América del Sur, un instrumento grande, semejante a los mas modernos del hemisferio norte. 
Científicos de nuestro país de la talla del Dr. Gaviola, en una conferencia dictada en  
 

 

1954 en la Universidad de Buenos Aires, ante los directores de los Observatorios de Santiago, Córdoba, La Plata y Montevideo, apoyan la iniciativa de instalar en algún lugar de Chile Chico, Mendoza o San Juan en Argentina, un gran Observatorio latinoamericano.  
   

Lamentablemente para los gobiernos latinoamericanos ese proyecto del Dr. Gaviola, cayó en saco roto, no así para los gobiernos de Estados Unidos y Europa, quienes han instalado, en el lugar predicho por el Dr Gaviola, precisamente en el país hermano, en Chile, los mas grandes observatorios del hemisferio sur.  
  

Si bien la instalación de los grandes observatorios que se concretarían en el futuro en Chile, iban a ser de importancia para el hemisferio austral, nuestro país vuelve nuevamente sobre el gran proyecto del telescopio Argentino hacia 1958 y 1959. Por ese entonces, en 1959, en una reunión latinoamericana que se desarrolla entre La Plata y Córdoba, en la que participan astrónomos de distintas partes del mundo, surge la iniciativa por parte de astrónomos norteamericanos, de que los colegas argentinos tengan lo mas rápido posible, un gran observatorio en su territorio.  
En 1959, el Dr Sahade, mentor de este gran proyecto, viaja a EEUU y se pone en contacto con las grandes empresas que se dedican a la construcción y desarrollo de tecnología de avanzada para la construcción de grandes telescopios astronómicos. 
 

     

El Dr. Sahade, hace contacto con técnicos en electrónica y óptica, y sobre todo con los grandes astrónomos que en esos momentos estaban estudiando a través de los   
   

   

3 grandes observatorios que en 1960 se encuentran instalados en el hemisferio norte, el de Monte Palomar, el de Monte Hamilton y el que en aquellos momentos ya se estaba terminando, el observatorio de 2.15 metros de Kitt Peak. 
 

    

Precisamente, fue este instrumento el que sirvió de base para nuestro telescopio, es decir que el telescopio astronómico El Leoncito es gemelo al de Kitt Peak. 
 

  

Es asi que hacia 1960 y principios de 1961, nuestro país decide la adquisición de un instrumento grande para el hemisferio sur, que figuraría en ese entonces, como el tercero del mundo en su tamaño y su calidad, siendo gemelo al que se estaba instalando en los EEUU.  
   

  

En Argentina se venía desarrollando desde el año 1940, una avanzada tecnología óptica, numerosos científicos y técnicos se habían perfeccionado en el extranjero y por ese entonces, existía en el país una eminencia, el Dr. Ricardo Platzec, quien  
   

 

fuera consultado para la adquisición de las piezas ópticas de este instrumento. Recordemos que la óptica de este telescopio es una óptica reflectora, utiliza espejos, no utiliza lentes y por sus dimensiones, la calidad ha de ser casi perfecta.  
Es así que el Dr. Platzec, eminencia en óptica instrumental, es consultado para conseguir poder realizar en Argentina, estos vidrios, la óptica de este telescopio y construir íntegramente en nuestro país el telescopio de 2.15 metros. En 1962 los discos se compran, y se traen en bruto, discos de vidrio Pirex, super livianos, puesto que tienen nervaduras, principalmente el espejo primario en su parte trasera.  
 

  

Es así que el taller de óptica comienza a ser construido hacia fines de 1963/64, mientras tanto, los vidrios, la parte en bruto de esos vidrios Pirex, se encuentran ya en Argentina. 
En 1964 se llega a la conclusión, de tener que enviar a un técnico argentino a la fábrica Perkin-Elmer en los Estados Unidos, la empresa mas grande del mundo, en se entonces en construcción de grandes instrumentos. Este técnico se iba a perfeccionar en la construcción de la óptica del telescopio de 2.15, pero tentado por ofertas y especialización en los Estados Unidos, nunca regreso a la Argentina. 
Hacia 1966 las obras de construcción del Departamento de Optica del Observatorio de La Plata, estaban prácticamente detenidas, debido a problemas económicos y políticos de nuestro país, cayendo nuevamente el proyecto en un verdadero pozo. Es así que el Dr. Ricardo Platzec decide a través de unas notas enviadas al Rector de la Universidad de La Plata, se envíen los discos en bruto a la Perkin-Elmer y que toda la parte óptica se realice también en los Estados Unidos. Esta fue una gran oportunidad perdida para nuestro país de poder alcanzar una alta tecnología en lo referido a óptica instrumental. 
A pesar de la oportunidad perdida en 1966, el Departamento de Optica, en los años siguientes, continuó construyéndose, siendo asi que la Universidad Nacional de La Plata, hacia 1969 y 1970, envía al Dr. Platzec a los Estados Unidos, para que él  
   

  

mismo supervisara la óptica del 2.15, los cinco espejos que el nuevo telescopio iba a tener, cabe recordar que toda la ótica es de reflexión, es decir se utilizan espejos y no lentes. 
 

  

El espejo primario de 2.15 metros de diámetro y aproximadamente 300 kg de peso y con un espesor del orden de los 35 cm, vidrio Pirex. La estructura propiamente dicha, esta ensamblada de tal forma que configura un sistema de reflexión llamado Cassegrain, con dos espejos, el primario y el secundario. Los tres sistemas restantes conforman un modernísimo sistema óptico llamado Coudé, este sistema utiliza tres  
   

    

espejos planos que permiten que la imagen llegue a una habitación, llamada espectrógrafo Coudé. Si bien este sistema de espectrógrafo es antiguo en su diseño y función, éste espectrógrafo, por su diseño óptico es muy moderno.  
Paralelamente a la construcción del departamento de óptica, la Universidad Nacional de La Plata, comienza a realizar la búsqueda de sitio, en los distintos lugares de la precordillera de los Andes, aptos para la instalación del gran telescopio de 215 cm. Es así que varias comisiones, en ese entonces de la UNLP, del Observatorio de La Plata, apoyados por comisiones de Córdoba y San Juan, comienzan a hacer exploraciones en determinados sectores del territorio Argentino, algunas de ellas en Sierra de la 
   

  

Ventana, en la Provincia de Buenos Aires, otras hacia el sur oeste de la provincia de Córdoba, algunas en Mendoza y en San Juan, pero la zona ideal para la instalación del instrumento, fue hacia el sur oeste de la Provincia de San Juan, fronterizo con Mendoza en la localidad llamada El Leoncito, Barrial del Leoncito, en el valle de Calingasta.  
   

 

En este lugar existe uno de los puntos astronómicos mas importantes del mundo, puesto que las condiciones meteorológicas, climáticas y de baja humedad a lo largo del año, lo hacen apto para la instalación de telescopios. Los 310 días al año ideales para hacer astronomía observacional, permiten decir que el lugar será en el futuro, un gran centro astronómico Nacional. 
El lugar elegido como mas importante fue el Cerro Negro de la Tina, este cerro de  
   

     

2800 metros de altura aproximada, es sumamente complicado en su elevación y forma para poder instalar allí una infraestructura de construcción apta para el telescopio, por lo tanto se optó por un segundo punto, llamado La Ciénaga y ubicado a unos 3 km del Cerro Negro de La Tina, siendo también este un punto climáticamente muy apto, tenía la desventaja de contar con un sedimento muy malo para instalar allí una construcción de tamaña envergadura. El tercer lugar ubicado en un cerro próximo y cercano, fue el que en definitiva quedó como lugar para albergar el telescopio de 215 cm.  
Hacia 1968 llegan las piezas mecánicas al puerto de Buenos Aires, todas las piezas que conformaban la estructura de motores, la horquilla, el pie, el pilar.