MENSAJE
DE JESÚS DE NAZARET, RECIBIDO A TRAVÉS
DE JOSÉ LUÍS MANZANO GARCÍA, EN TALAVERA (Toledo).
EL DIA 17
DE ABRIL DE 2007.
Mensaje Privado con orden a
hacerse público.
EL MAESTRO.- Paz a ti, hijo
mío. Ave María Purísima.
EL MAESTRO.- Hijo mío, cuánto aprecio tus sacrificios, porque el amor se
alimenta de sacrificio y de renunciamiento. Cómo os falta comprender el
verdadero valor del don de Dios y poder en las almas.
Quiero que sepas, que en largos lustros las armas del occidente siete veces
fueron hacia mi sepulcro buscándome. Si el éxito no coronó sus esfuerzos, no
por ello dejaron de ser gigantescas las búsquedas. Mi luz se abrió paso a
través de los nubarrones suscitados por las herejías que me ofendieron en el
siglo XVI.
Luego la guillotina revolucionaria que cercenaba la cabeza de mis
sacerdotes, heraldos de la fe y ministros de los sacramentos, fue impotente
para acabar con el prestigio y soberanía de quien ellos llamaban el infame:
YO.
Pero, ¿dónde vivo?. En el Santísimo Sacramento.
Así he venido instruyendo a mi Iglesia y por ello no es extraño que
alrededor de este sacramento de Amor gire todo el culto católico, para
glorificación de mi Padre y de Su Hijo, el Dios Hombre.
Decir que los Congresos Eucarísticos deberían ser reuniones religiosas que
se efectúan para tratar cuanto se relaciona con el culto de la Eucaristía;
ya lo saben.
Debes saber que fue una mujer la que en 1881 inició la idea y la propagó en
Francia, auxiliada poderosamente por mi Obispo Segur. Ella fue un apóstol
infatigable de la obra del culto público al Santísimo. Una mujer, como otra
mujer que fue la primera que me vio resucitado.
Los principales actos de estos Congresos son el Santo Sacrificio de la Misa
concelebrada por las altas dignidades del Clero. Las comuniones generales de
niños que ofrecen bellos espectáculos puesto que parecen blancas nubecitas
esparcidas por el valle, son como coros angélicos que revolotean junto al
Sagrario como palomas inmaculadas junto al palomar.
Las comuniones generales de hombres, que parecen aguerridos soldados
rindiendo homenaje a su Señor, a quien han brindado hospedaje en lo más
recóndito de sus almas. En estas escenas de tanta piedad se recuerda el
pasaje de la multiplicación de los panes.
Las asambleas generales, cuando renombrados oradores sagrados y
conferencistas laicos exponen magistralmente la doctrina eucarística y las
maneras de fomentar la devoción a mi Majestad, incitan poderosamente la
atención y el fervor.
Enseñad, hijos míos, hablad a los hombres de mi presencia en los Altares,
contadle de mi infinito amor y decidles cuánto se están perdiendo al no
recibir a su Dios como alimento seguro. Al mismo tiempo de desagraviarme,
los Congresos Eucarísticos reciben una lluvia de favores del alma, del
cuerpo, del tiempo, de la eternidad.
Tened cuidado, van a hacer lo imposible por suspender los Congresos. Haced
mucha oración, que se instruya en los Conventos la oración continua por el
éxito del mismo. Felices las personas que promueven este culto soberano.
Felices las personas que se afanan por darle esplendor. Felices las que
asisten al lugar de la cita y ven y sienten estas maravillas.
Den ejemplo hijos míos, evangelizad con vuestras vidas, dad
testimonio.
Para el hombre de fe, mi Forma Eucarística es un portal de Belén y allí me
adora, como los Angeles, los Pastores y los Magos de Oriente.
Para los alumbrados con los fulgores de la fe, en cada altar donde se alza
el sacrificio se yergue un nuevo Calvario en el cual se repiten con
sentimiento de adoración profunda, aquellas palabras:
"Verdaderamente, aquí está el Hijo de Dios".
El abandono de las visitas a mi Sacramento de amor, la escasez de
comuniones, el respeto humano por el cual muchos se avergüenzan de acercarse
a la mesa de los Angeles, proviene de la falta de fe. Porque si se dieran
cuenta, si les dijeran con convicción que la infinita Majestad de su Dios
con sus cortesanos excelsos reside en sus templos, estarían ansiosos los
hombres, afanados, solícitos por merecer la honra y la dicha de hablar, de
recibir, de vivir con su Señor.
¿Dónde encontrar el remedio para esta fe vacilante o tibia?.
En la misma Forma, porque ella sostiene y aumenta la fe. Es virtud infusa la
fe sobrenatural, gracia que es raíz y fundamento de la justificación. Gracia
que traen consigo los sacramentos y se aumenta con la recepción de ellos.
Sin embargo, si los fieles observan que el Sacerdote es un celebrante
rutinario, si no notan verdadero fervor y humildad en el momento de la
consagración, difícilmente van a creer que ello aumentará su fe.
Hablad del ciego de Jericó, quien no solo recibió la facultad de ver, sino
que me tuvo por primer objeto de su visión. Y en la curación de otro ciego,
haced notad que paulatinamente se le aumentaba la fuerza visiva a medida que
aumentaba su fe.
De modo parecido, a medida que el hombre comulga, Me conoce mas íntimamente
y escucha en el interior del corazón mis enseñanzas soberanas. Siendo Yo el
Maestro, aumento la luz a las mentes de quienes me reciben para que puedan
penetrar más en las profundidades de Mi doctrina.
Y esta doctrina, simiente del Cielo, puede caer como lo indiqué unas veces
en tierra fértil y producir el ciento por uno, otras en el camino pedregoso.
Otras, entre zarzales y espinas. De modo que este crecimiento de la fe unas
veces subjetivo, otras objetivo, depende en gran parte de su cooperación a
la gracia.
Felices mis apóstoles que, después de la primera comunión en el Cenáculo,
decían: "Ahora comprendemos todo lo que nos dices".
Feliz Tomás, el incrédulo, quien al contacto de mis llagas prorrumpió en un
acto de fe y amor intenso.
Felices los discípulos de Emaús, quienes me reconocieron en el peregrino que
les había encendido el corazón.
Felices, tanto pobres e ignorantes, según el mundo, que con el trato
continuo, Conmigo han aprendido la sabiduría celestial, la que comunica la
fe, avivada con la recepción del sagrado banquete.
Estos seres privilegiados no solamente tienen fe, sino que viven como
justos, prácticamente conformes con mis prescripciones. ¡Benditos sean!.
Y mucho más benditos todavía los que han visto premiada con milagros
su fe en mi Sacramento. Paz a ti, hijo mío.
Ave María Purísima. Adiós, hijo mío.
Enseñanzas,
profecías:
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/extracto-talav.html
http://es.geocities.com/aparicionesymensajes2002/talavera.html
|