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"Los pueblos que olvidan sus tradiciones, pierden la conciencia de sus destinos y los que se apoyan sobre sus tumbas gloriosas son los que mejor preparan el porvenir"
(Nicolás Avellaneda)
Lo que todo ARGENTINO debe saber
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La palabra
argentina proviene del latín (argentum, plata) y corresponde al término platense o
ríoplatense. Ya desde las épocas de Pedro de Mendoza para referirse a la región del
río de la Plata, se utilizaban los nombres de Gobernación del Río de la Plata y
Provincias del Río de la Plata. En 1776 el nombre del territorio se oficializa como
Virreinato del Río de la Plata. El río que da su nombre al virreinato, es el que en 1516 Juan Díaz de Solís denominó Mar Dulce, llamado también río de Santa María y río de Solís. Los portugueses lo denominaban Río da Prata a causa de los rumores que postulaban la existencia de metales preciosos, y que finalmente se impuso como río de la Plata. La latinización del nombre aparece en un atlas veneciano de 1536, y luego Martín del Barco Centenera, miembro de la expedición de Ortíz de Zárate, imitando a Ercilla con su "La Araucana", publica en 1602 un largo poema de la historia del río de la Plata y de los reinos del Perú, Tucumán y del Estado del Brasil, bajo el título "La Argentina", en el que se denomina al territorio del río de la Plata como "el Argentino". Ya en el Alto Perú se llamaba a Charcas, la Ciudad de la Plata o Ciudad de Argentina, como figura en los textos del Capítulo General de la Orden Franciscana, celebrado en Valladolid en 1565. Entre fines del siglo XVIII y comienzos del XIX el poeta Manuel José de Lavardén incluye el adjetivo "argentina" en su obra, y desde El Telégrafo Mercantil se expande el término Argentina como nombre del país, apareciendo en la obra de Vicente López y Planes "Triunfo Argentino", así como en el texto del Himno Nacional. El nombre de Argentina sin embargo, no aparece en los comienzos del Estado, figurando en cambio Provincias del Río de la Plata para la Primera Junta; Provincias Unidas del Río de la Plata en 1811 y en la Asamblea de 1813 y Provincias Unidas de Sudamérica para el Congreso de 1816. El Congreso de 1824 la denomina Provincias Unidas del Río de la Plata en Sudamérica, Nación Argentina, República Argentina y Argentina, sancionándose el 24 de Diciembre de 1826 la Constitución de la República Argentina, que por su carácter unitario nunca entró en vigor. Durante el Gobierno de Juan Manuel de Rosas, se emplearon entre otros los nombres de Confederación Argentina, Estados Unidos de la República Argentina, República de la Confederación Argentina y Federación Argentina. La Constitución de 1853 se sanciona en nombre del pueblo de la Confederación Argentina, pero la Convención Nacional de Santa Fe, modifica el texto constitucional promulgándolo el 1º de Octubre de 1860, donde se cambia el término Confederación por Nación, y Provincias Confederadas por Provincias; agregando además un nuevo artículo, el número 35, que dice: "Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a saber, Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina, Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintos para la designación del gobierno y territorio de las provincias, empleándose las palabras Nación Argentina en la formación y sanción de las Leyes". El 8 de Octubre de 1860 en la ciudad de Paraná, el presidente Derqui decreta que "siendo conveniente a este respecto establecer la uniformidad en los actos administrativos, el Gobierno ha venido a acordar que para todos estos actos se use la denominación República Argentina". Desde 1860 el General Mitre utilizó el nombre de "Presidente de la República Argentina", quedando fijado desde entonces definitivamente el nombre con el que se reconocería mundialmente a nuestro país hasta el presente. |
El Escudo Nacional
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Hasta que se
instaló la Asamblea General Constituyente el 31 de Enero de 1813, no existía un sello
para legalizar los actos gubernamentales, pues venían utilizándose los sellos de las
armas reales que se estampaban en los documentos durante el Virreinato. Ante tal necesidad, la Asamblea comenzó a utilizar un sello propio, inspirado en un modelo que compuso en 1812 el peruano Antonio Isidro de Castro por disposición de Bernardino Rivadavia y que le habla sido presentado al Primer Triunvirato. Si bien no hay ley ni decreto que establezca su uso, el mismo se utilizó por primera vez el 22 de Febrero de 1813, al estampárselo con lacre en dos cartas de ciudadanía expedidas por la Asamblea, con las firmas del presidente del cuerpo, General Carlos María de Alvear y el secretario, Don Hipólito Vieytes. |
Se estima que su orla ostentaba la leyenda "En Unión y Libertad"; la existencia de la misma es avalada por el decreto del 13 de Marzo de 1813, con el que la Asamblea General ordena al Supremo Poder Ejecutivo el uso del mismo sello, con la única diferencia de que la inscripción del círculo sea la de "Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata". El Escudo Nacional surgió de este sello, considerándose que pasó a revestir la investidura de símbolo de nacionalidad, cuando el General Belgrano lo hizo estampar en el estandarte bendecido en Jujuy el 25 de Mayo de 1812, y que luego fue depositado en el Cabildo de dicha ciudad. Su forma definitiva quedó fijada en 1900 por Estanislao S. Zeballos, en esos momentos Ministro de Estado; y su arquetipo, establecido en 1944. Posee la característica forma oval, con su campo dividido en dos cuarteles: el superior azul, representa la Justicia, la Verdad, la Lealtad y la Fraternidad; el inferior blanco, símbolo de Pureza, Fe, Hidalguía, Integridad, Firmeza y Obediencia. En el cuartel inferior dos brazos diestros desnudos, entrelazan sus manos, representando la unión fraternal de los hombres y de los pueblos, sostienen una pica símbolo de la Autoridad, el Mando, la Dignidad y la Soberanía, en cuyo extremo y ya sobre el campo superior, se ubica un gorro frigio que representa la Libertad, la Igualdad y el Sacrificio. A ambos lados del escudo, dos guías de laurel, en símbolo de Victoria y de Gloria, unidos bajo el blasón con un lazo de cinta con los colores nacionales. En la parte superior, un sol naciente, en oro, con rayos flamígeros y rectos alternados, representa la Verdad, la Majestad y la Prosperidad y posee el sentido de una nueva Nación que surge al concierto universal, plena de esplendor y de gloria, pura y radiante como el Sol, cuyo deseo es vivir luminosamente, en eterno amanecer. |
La primera fecha, aproximada, del uso de los actuales colores patrios, es la del 19 de mayo de 1810, ocasión en la que fueron utilizados por un grupo de mujeres que se entrevistaron con el Coronel Saavedra. |
El 25 de mayo de 1810 se difundió -entre los patriotas- el uso de la escarapela nacional. No apareció la decisión de usar esos colores como iniciativa de una determinada persona, sino como el producto de una actitud espontánea, adoptada sin previo acuerdo ni deliberaciones.
El 23 de marzo de 1811 la escarapela fue usada como distintivo de los opositores a la mayoría de la Junta.
El 13 de febrero de 1812 Manuel Belgrano -mediante una nota- solicitó al Triunvirato que se fije el uso de la escarapela nacional.
El 18 de febrero de 1812 el poder constituido por el Triunvirato formado por Manuel de Sarratea, Juan José Paso y Feliciano Antonio Chiclana, en el que actuaba como secretario Bernardino Rivadavia, hizo saber al Jefe del Ejército Mayor que: "el gobierno ha resuelto que se reconozca y se use por las tropas la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, que deberá componerse de dos colores, blanco y azul celeste, quedando abolida desde esta fecha la roja que antiguamente se distinguía".
El Día de la Escarapela fue instituido por el Consejo Nacional de Educación, en el año 1935, y su celebración se efectúa el 18 de mayo.La flor del Seibo o Ceibo ("Erythrina
crista-galli") ha sido declarada flor nacional. En acuerdo de ministros, el Poder Ejecutivo ha dictado un decreto declarando a la flor del seibo, flor nacional. |
La resolución del Gobierno aprueba de tal manera lo
actuado por la comisión especial designada al efecto, la que en un intenso e
interesante informe, que en su oportunidad se diera a conocer, aconsejó la
adopción en forma oficial de la flor mencionada.
La comisión, que realizó los estudios pertinentes sobre los diversos
antecedentes y proposiciones presentadas a consideración de la misma, estuvo
presidida por el doctor Ricardo Helman, oficial mayor del Ministerio de
Agricultura, integrándola, además, como vocales, los señores : profesor José
F. Molfico e Ing. Agr. Franco E. Devoto, por el Ministerio de Agricultura; Dr.
Carlos Obligado, por la Facultad de Filosofía y Letras; Ing. Agr. Emilio A.
Coni, por la Academia de la Historia; Ing. Agr. Lorenzo R. Parodi, en
representación del Museo de La Plata; Ing. Agr. Arturo Burkart, por el
Instituto Darwinion; Dr. Horacio C. Descole, por el Instituto Lillo (Tucumán),
e Ing. Agr. Alberto V. Oitavén.
El decreto del Poder Ejecutivo es el siguiente:
El Poder Ejecutivo Nacional, Buenos Aires, diciembre 2 de 1942
Visto el informe presentado por la comisión especial designada por el
Ministerio de Agricultura para proponer la flor que pudiera ser consagrada flor
nacional argentina y de cuyas actuaciones se desprende: a) Que la flor del seibo
ha merecido la preferencia de gran número de habitantes de distintas zonas del
país, en las diversas encuestas populares promovidas por órganos del
periodismo y entidades culturales y científicas,
b) que estas circunstancias han determinado el conocimiento de la flor del seibo
en casi todos los países de Europa y América, donde ya figura, en virtud de
dichos antecedentes, como representante floral de la República Argentina,
c) que la flor del seibo, cuya difusión abarca extensas zonas del país, ha
sido evocada en leyendas aborígenes y cantada por poetas, sirviendo también de
motivo para trozos musicales que han enriquecido nuestro folklore, con
expresiones artísticas de hondo arraigo popular y típicamente autóctonas.
d) que el color del seibo figura entre los que ostenta nuestro escudo, expresión
de argentinidad y emblema de nuestra patria.
e) que además de poseer el árbol del seibo, por su madera, aplicaciones
industriales, su extraordinaria resistencia al medio y su fácil multiplicación
han contribuido a la formación geológica del delta mesopotámico, orgullo del
país y admiración del mundo.
f) que diversas instituciones oficiales, civiles y militares, han establecido la
plantación del seibo al pie del mástil que sustenta nuestra bandera, asignándole
así un carácter simbólico y tradicionalista,
g) que por otra parte no existe en la República una flor que encierre características
botánicas, fitogeográficas, artísticas o históricas que hayan merecido la
unanimidad de las opiniones para asignarle jerarquía de flor nacional, por lo
que las predilecciones, como se ha puesto de manifiesto en las encuestas y
concursos llevados a cabo,
h) que además no existe la posibilidad de que una determinada planta abarque
sin solución de continuidad toda la extensión del país por la diversidad de
sus condiciones climáticas y ecológicas,
i) que la opinión de la mayoría de los miembros de la mencionada comisión
especial, después de analizar en sus distintos aspectos la cuestión, se ha
pronunciado en el sentido de que sea el seibo el exponente floral de la República
Argentina.
Por todo ello,
El Presidente de la Nación Argentina, en acuerdo general de ministros,
DECRETA :
Art.1°. - Declárese flor nacional argentina la flor del seibo.
Art.2°. - El Ministerio de Agricultura adoptará las medidas necesarias para
que en los locales de la primera Exposición Forestal Argentina a inaugurarse el
24 del corriente mes en esta capital, estén representados el árbol y la flor
del seibo.
Art.3°. - Comuníquese, archivesé y dese a conocer.
DECRETO N° 138474/42
Descripción botánica. Erythrina crista-galli.
Arbol con la edad corpulento, de 5-10 m. de alto (a veces arbustivo) de madera
blanca, blanda; tronco hasta 70 cm de diámetro.
Y más, corteza suberosa resquebraja, persistente ; ramas arqueadas, glabras con
ápice delgado que suele secarse, aguijones raros recurvos, dispersos, similares
a los de una rosa, también 1 ó 3 en la cara inferior del pecíolo y hasta en
el nervio principal del folíolo. Follaje caduco de invierno.
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Idioma
El idioma oficial de la República
Argentina es el castellano, aunque en algunas zonas, si bien en un número bajo se
conservan las lenguas aborígenes. Entre las principales encontramos el guaraní al
noreste, el quechua al noroeste o el mapuche en el sur.
El castellano hablado en Argentina presenta
diferencias con respecto al hablado en España o en los demás países hispanoamericanos.
La principal diferencia es el uso del voceo en la forma corriente, es decir el reemplazo
del pronombre "tu" por el "vos", con lo que las formas verbales se ven
afectadas. Ejemplo: - "Tu puedes ir" (Castellano de España) - "Vos podés
ir" (Castellano de Argentina) En el estilo formal en donde el pronombre
"tu" es reemplazado por "usted" no existen diferencias.
En la forma oral el castellano de Argentina tiene como
principal diferencia (además del acento, o los acentos, ya que este varía según las
regiones) la indiferenciación en el uso de la "Y" y la "LL" con un
mismo sonido parecido al "SH", que se convierte en característico del idioma
nacional argentino.
El idioma argentino en su forma vulgar a tenido la
influencia de las distintas olas inmigratorias, sobre todo la de italianos (con sus
características idiomáticas regionales), que dieron origen junto con distintos argots a
la jerga que se conoce como lunfardo. Su desarrollo tuvo lugar en las ciudades portuarias
y especialmente en Buenos Aires, siendo utilizado tanto en el habla familiar como (y en
especial) en las letras de tango.
Religión
Si bien existe libertad de cultos, más del 90% de la población profesa la religión católica, siendo entre otros cultos de importancia el judío y el protestante. Se pueden hallar templos de estas religiones en casi todas las localidades del país.
La reforma constitucional de 1994 dejo sin efecto la norma por la cual el presidente de la República debía profesar el culto católico abriendo la posibilidad para los cultores de otras religiones .
Sociedad y Costumbres
SOCIEDAD Y COSTUMBRES
La muy baja presencia de habitantes aborígenes, así como las grandes olas
inmigratorias que desde finales del siglo XIX han arribado al país (en especial
italianos y españoles), han constituído un perfil social fuertemente europeo y
en especial mediterráneo en las costumbres. A la cultura hispánica heredada de
la colonia y junto a este aporte inmigratorio, se ha sumado una fuerte
influencia de la cultura francesa que se puede apreciar en la educación, en el
arte y en la arquitectura de las grandes ciudades.
En aquellas regiones, sobre todo interiores, donde el elemento mestizo y rural
tiene una presencia considerable, el culto a las tradiciones y al folclore
(sobre todo la música), se mantiene intacto, poniéndose de manifiesto en
distintos festivales que revitalizan el espíritu folclórico.
MUSICA POPULAR
Junto a los distintos ritmos folclóricos (entre los más difundidos, la zamba,
la chacarera, la milonga, el gato, etc.), la música que identifica al país es
el tango. Este ritmo nacido de los barrios bajos de las ciudades portuarias,
especialmente Buenos Aires, se ha popularizado mundialmente por el estilo
armonioso y sensual de su danza. Si las letras del folclore nos hablan en su
mayoría de las vivencias de las clases humildes rurales, el tango hará lo
mismo pero desde una perspectiva urbana.
El instrumento central en el tango es el bandoneón, especie de acordeón de
origen alemán de sonido profundo y melancólico. Las orquestas y conjuntos de
tango además de bandoneón suelen contar con piano, violín, contrabajo y según
el caso, guitarras.
En los ritmos folclóricos de las distintas regiones prima la guitarra como
instrumento central, la cual es acompañada por instrumentos de percusión como
el bombo. En la música del altiplano en el noroeste aparecen instrumentos de
cuerda como el charango (pequeña guitarra cuya caja suele estar echa de caparazón
de mulita) o de viento como la quena o la zamponia.
El jazz, el rock, la canción o los ritmos tropicales, son otros estilos
populares ampliamente difundidos entre los argentinos.
COMIDAS Y BEBIDAS
Entre las características más extendidas de los argentinos está el tomar
mate. El mate es una infusión preparada con yeba mate, cultivo propio de la
región, el cual es ingerido mediante una bombilla (especie de sorbete). El mate
es practicamente un rito que no tiene horarios, pudiéndose tomar solo o en
grupo.
Los argentinos poseen uno de los consumos de carne vacuna per cápita más altos
del mundo. Una de las formas características de preparar la carne es asada a la
parrilla en donde no hay parte del animal que se deje de lado. La gran cantidad
de cabezas de ganado, asi como su calidad, han favorecido este hábito
ampliamente difundido a lo largo de todo el territorio nacional.
Junto al consumo de carne existen otro platos de gran arraigo. Heredado de la
tradición italiana instalada por los inmigrantes, es común el consumo por
ejemplo de pastas o pizza. Entre las primeras son comunes los spaghettis,
ravioles o ñoquis, los cuales es costumbre comer los días 29 de cada mes.
Entre los platos típicos están las empanadas, especie de pequeños pasteles
generalmente rellenos de carne, o el locro, un guiso hecho a base de legumbres,
trozos de cerdo y embutido. Si bien pueden comerse en cualquier época del año,
suelen prepararse los días de fiestas cívicas.
Festividades y Feriados
Cada ciudad suele festejar su día que coincide generalmente con su fundación o el aniversario de su patrono. Son muy difundidas además las fiestas regionales en torno a algún acontecimiento (la vendimia en Mendoza, los carnavales de Humahuaca, Jujuy) o de tipo folclórico (Cosquín o Jesús María, Córdoba), que duran varios días.
Los feriados nacionales son los
siguientes:
- 1 de enero - Año nuevo
- Abril (el día varíos) - Viernes Santo - Pascuas
- 1 de mayo - Día del trabajador
- 25 de mayo - Aniversario de la Revolucióón de 1810
- 10 de junio - Día de las Islas Malvinas<
- 20 de junio - Día de la bandera
- 9 de julio - Aniversario de la independeencia
- 17 de agosto - Aniversario del fallecimiiento del General San Martín
- 12 de octubre - Día de la raza
- 25 de diciembre - Navidad
Horarios Generales
El horario oficial de la Argentina corresponde a +3 con respecto al Meridiano de Greenwich. En época estival suele adelantarse en una hora, en beneficio de un ahorro energético.
Los horarios habituales en la
mayoría de los lugares son los siguientes:
- Bancos y casas de cambio: 10 a 15 hs.
- Comercios en general: entre las 8 y las 20 hs. con interrupciones (según el
caso) entre 12.30 y 15.30 hs.
- Reparticiones públicas: 8 a 15 hs.
- Horarios de comidas: a partir de las 12 hs. en el almuerzo y de las 20 en la
cena pudiéndose extender estos en varias horas.
- Los horarios de las actividades nocturnaas (pubs, confiterías, discos), suelen
extenderse hasta el amanecer, no empezando el movimiento sino hasta después de
pasada la medianoche.
Manifestaciones
Artísticas
Los tres aportes genuinamente argentinos al mundo
del arte son el tango, el sainete criollo y la literatura gauchesca. La música,
el teatro y la literatura lograron expresar una auténtica simbiosis entre el
hombre argentino y su circunstancia. Sin lugar a duda es el Tango el arte más
elaborado y el de más trascendencia, no sólo por su inagotable riqueza
musical, sino también por el elevado nivel poético de sus letras, y su
admirable y sugestiva danza. La ética y la estética del tango fue una fuerza
de inspiración artística que influyó en otras disciplinas del arte, como el
teatro, la pintura y el cine.
LITERATURA
En el arte literario, tal vez la caracteriza principal de la literatura
argentina con respecto al restos de los países latinoamericanos, es la ausencia
de influencias indígenas. Entre todos los géneros de la literatura argentina
surgen nombres que supieron estampar su estilo trascendiendo en el tiempo y
dejando su influencia en las generaciones posteriores:
En literatura gauchesca: José Hernadez (Martín Fierro) / Hilario Ascasubi
(Santos Vega)
En ensayos, cuentos y novelas: Domingo F. Sarmiento (Facundo) / Jorge Luis
Borges (Aleph, Historia de la Infamia) / Julio Cortázar (Rayuela, Historia de
Cronopios y de Famas) / Leopoldo Marechal (Adán Buenosaires, Megafón o la
Guerra) / Ernesto Sábato (Sobre Héroes y Tumbas) / Adolfo Bioy Casares (El Sueño
de los Héroes) / Roberto Arlt (Los Siete Locos)
En poesía: Enrique Banchs (La Urna) / Almafuerte (Evangélicas) / Oliverio
Girondo (El Espantapájaros)
En dramaturgia: Gregorio Laferrére (Las de Barranco) / Florencio Sanchez (
M'hijo el Doctor) / Armando y Enrique Discépolo ( Mateo, Don Stéfano ) /
Armando Vacarezza (El Conventillo de la Paloma), etc.
PLÁSTICA
El arte plástico argentino encuentra a partir de la década del '20 su período
de modernización en cuanto al lenguaje. Acontecimientos como el regreso al país
de Emilio Petorutti, el Grupo de París, Antonio Berni y Alfredo Guttero, la
pintura de Xul Solar, los Artistas del Pueblo, el Grupo de la Boca y otras
individualidades, marcan la época de oro de la pintura argentina.
Además de los citados, pintores de trascendencia e influencia en generaciones
posteriores han sido: Benito Quinquela Martín, Fernando Fader, Raúl Soldi,
Lino Spilimbergo, Juan Carlos Castagnino, Lucio Fontana, Leónidas Gambartes,
Luis Felipe Noé, Antonio Seguí, Juan Grela y Ricardo Carpani, entre otros.
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