La instalaci�n de Jos� de San Mart�n en Cuyo, el apoyo de la poblaci�n local y el auspicio no oficial de Gran Breta�a a los movimientos de emancipaci�n americanos dieron fuerza a las tendencias independentistas. A pesar de la situaci�n imperante (el fracaso de las campa�as del Alto Per�, los realistas preparando una invasi�n por el norte y la amenaza de los portugueses a la Banda Oriental), se logr� declarar la Independencia.

Antecedentes a�o por a�o

1776
La Independencia de Estados Unidos
El 4 de julio las colonias inglesas proclamaron "Estados libres".

1789
La Revoluci�n Francesa
El 14 de julio el pueblo de Par�s tom� la Bastilla y expuls� a la monarqu�a. Las ideas revolucionarias provocaron en Buenos Aires la formaci�n de grupos como la "Sociedad de los Siete", que so�aban con una rep�blica basada en los principios de "Libertad, Igualdad y Fraternidad". La Revoluci�n Francesa marc� la confluencia entre las tendencias m�s radicales y las m�s moderadas.

1806 - 1807
1806: La Revoluci�n Industrial (Gran Breta�a)
Esta Revoluci�n dio el primer paso para que nuevas tecnolog�as permitieran un incremento notorio de la producci�n.
1806-1807: Invasiones Inglesas
Con la Revoluci�n Industrial y en respuesta al bloqueo napole�nico, Gran Breta�a busc� nuevos mercados e intent� conquistar el Plata.
1807: Cabildo Abierto en Buenos Aires
La participaci�n de los criollos en la derrota de las Invasiones Inglesas y el temor ante un nuevo intento brit�nico llevaron a que el Cabildo Abierto del 14 de agosto decidiera la organizaci�n militar del pueblo de Buenos Aires. M�s tarde, los nuevos cuerpos milicanos se convertir�an en una de las bases decisivas para el posterior accionar

1808
Invasi�n a Espa�a
Tras decretar el boicot a Inglaterra, Napole�n invadi� Espa�a y apres� a Carlos IV y a Fernando VII. Se formaron Juntas de Gobierno.

1810
Revoluci�n de Mayo
El 22 de mayo los patriotas, igual que en Espa�a, formaron una Junta presidida por el virrey Cisneros. Pero enseguida el virrey fue destituido y naci� la Primera Junta, presidida por Cornelio Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios, y con Mariano Moreno como secretario, quien encarn� la tendencia m�s radical. As�, morenistas y saavedristas encarnaron las dos l�neas de la Revoluci�n de Mayo: la primera, de tendencia pol�tica profunda; la segunda, con la idea de un proceso de cambio gradual y ordenado. La Logia Lautaro y la Sociedad Patri�tica, a las que pertenec�a San Mart�n, continuaban la l�nea morenista y animaban un proyecto de emancipaci�n continental.
Primera Campa�a del Alto Per�
Las milicias partieron de Buenos Aires en julio: vencieron a Liniers en C�rdoba y triunfaron en Suipacha (primera victoria patriota), pero sufrieron la derrota en Huaqui.

1811
Junta Grande

Renunci� Moreno y se incorporaron los delegados del interior. Se impuso una l�nea m�s moderada.
Primer Triunvirato
La derrota de Huaqui y la presi�n morenista llevaron a instaurar un nuevo tipo de gobierno.

Campa�as de Sim�n Bol�var
Bol�var, siguiendo el camino abierto por Francisco de Miranda, inici� la lucha por la liberaci�n de Hispanoam�rica.

1812
Segundo Triunvirato
Tras la intervenci�n de la Logia Lautaro, se impuso un gobierno de car�cter m�s radical.

1813
Asamblea de 1813
Organizada por los simpatizantes de la Revoluci�n Francesa, esta asamblea expres� las tendencias m�s avanzadas de la Revoluci�n de Mayo: suprimi� los t�tulos de nobleza, la inquisici�n y la tortura, aboli� la encomienda, cre� el Escudo Nacional y aprob� el Himno Nacional, pero concluy� sin declarar la Independencia y sin adoptar una Constituci�n.

1814
Fernando VII vuelve al trono espa�ol
Tras la derrota de Napole�n en Espa�a, Fernando VII hizo frente a la rebeli�n de las colonias americanas. Los �xitos de los ej�rcitos realistas dejaron al R�o de la Plata como la �nica regi�n libre del dominio espa�ol.

1814-1816
Directorios
Para dar mayor firmeza al gobierno, la Asamblea decidi� concentrar todo el poder en una sola persona: cre� el cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas del R�o de la Plata.

1815
Congreso de Viena
En Viena, las potencias vencedoras de Napole�n decidieron propiciar la restauraci�n del r�gimen absolutista en toda Europa.

Revoluci�n de 1815
La revoluci�n del 15 de abril depuso a Alvear y disolvi� la Asamblea del A�o XIII. A partir de estos hechos, se exigi� realizar un Congreso General.
Carta de Jamaica
El 6 de septiembre Sim�n Bol�var escribi� su famosa Carta de Jamaica, donde llam� a la unidad pol�tica sudamericana.

 
Despu�s del 9 de julio  

El d�a despu�s: 10 de julio

Se realizaron desfiles militares y por la noche se celebr� una gran fiesta a la que concurrieron los congresales, el general Manuel Belgrano y numerosas damas y caballeros tucumanos. Entre todas las mujeres presentes se eligi� una reina. La corona le toc� a la hermosa rubia Luc�a Ar�oz, a la que todos comenzaron a llamar "la rubia de la patria".

 

19 de julio: El Acta se modifica

Una vez declarada la independencia de los reyes de Espa�a, circulaba el rumor de que los congresales, influidos por Belgrano y Pueyrred�n, estar�an dispuestos a crear una monarqu�a para luego ceder la corona a la casa real portuguesa. Los congresales advirtieron que, de ese modo, se pondr�a en riesgo la precaria unidad lograda con la declaraci�n de la Independencia. Por eso el 19 de julio, reunidos en sesi�n secreta, decidieron modificar el Acta aprobada el 9, agregando al texto original ("una naci�n libre e independiente de los reyes de Espa�a y su metr�poli"), la frase: "y de toda otra dominaci�n extranjera".

21 de julio: Jura del Acta

El 21 de julio la Independencia fue jurada por los diputados en presencia del gobernador de Tucum�n, funcionarios eclesi�sticos, militares e invitados especiales. La f�rmula de juramento fue la siguiente:

�Jur�is por Dios Nuestro Se�or y esta se�al de cruz, promover y defender la libertad de las provincias unidas en Sud Am�rica, y su independencia del Rey de Espa�a, Fernando VII, sus sucesores y metr�poli, y toda otra dominaci�n extranjera? �Jur�is a Dios Nuestro Se�or y promet�is a la patria, el sost�n de estos derechos hasta con la vida, haberes y fama? Si as� lo hiciereis Dios os ayude, y si no, El y la Patria os hagan cargo.

1817-1825

En 1817 el Congreso se traslad� a Buenos Aires y concluy� su labor en 1820. El 3 de diciembre de 1817 el Congreso sancion� un Reglamento Provisorio que ordenaba el flamante Estado con el pre�mbulo de la Constituci�n de 1819. En 1819, aprob� la Constituci�n, que, si bien no establec�a una monarqu�a, era bastante conservadora. Establec�a un Ejecutivo a cargo de un Director Supremo que durar�a cinco a�os en el cargo y que ser�a nombrado en forma indirecta por el Poder Legislativo. Pero su car�cter conservador, sumado a la privaci�n de la calidad soberana a las provincias mediante el sistema unitario, motiv� su repudio, la disoluci�n del Congreso y la ca�da del Directorio. As�, las provincias quedaron como Estados soberanos hasta una nueva y tambi�n fugaz tentativa de organizaci�n constitucional, hacia 1825.



Reglamento provisorio

 

 
Constituci�n de las Provincias Unidas en Sud Am�rica, 1819

La P�gina del Conocimiento
1819: Constituci�n de las Provincias Unidas de Sudam�rica.

1825 - 1853

En 1825 la ley fundamental cambi� el nombre de Provincias Unidas de Am�rica del Sur por el de Provincias Unidas del R�o de la Plata; y por fin, la Constituci�n de 1826 convirti� a las provincias unidas en la Naci�n Argentina. En ese mismo momento se produc�a el desmembramiento de los territorios que hab�an sido parte del Virreinato del R�o de la Plata, este proceso se hizo evidente con la sublevaci�n de la Banda Oriental y su posterior entrega a Brasil. El federalismo logr� en parte sus objetivos con la Constituci�n de 1853 que, si bien instaur� este sistema, no pudo terminar con los enfrentamientos entre Buenos Aires y las provincias. Lo cierto es que el poder de Buenos Aires como ciudad puerto y llave maestra de las exportaciones agropecuarias, base de la econom�a argentina, condicionar�a la historia del pa�s.

  Curiosidades


 

Sill�n que ocup� el presidente del Congreso, Francisco Narciso de Laprida

 Sillones y mesa del Congreso de Tucum�n


Sello de lacre utilizado en distintos documentos firmados durante el tiempo en que sesion� el Congreso de Tucum�n


Cruz perteneciente a fray Cayetano Jos� Rodr�guez, que trabaj� en "El redactor de la Asamblea", �rgano de la Asamblea de 1813, diputado por Buenos Aires en Tucum�n y cronista del Congreso.



Tintero usado por los diputados para firmar el Acta de la Independencia


Llave original de la Casa de Tucum�n que abri� las puertas a la Independencia

Medios de Transporte

Hace muchos, pero muchos a�os, en la �poca en que los caminos no se hab�an construido, en que la gente viajaba en carretas tiradas por mulas o en diligencias, porque los autos y los aviones todav�a no se hab�an inventado, algunos hombres que quer�an gobernar nuestro pa�s, decidieron reunirse en un lugar que se llama Tucum�n, para hablar sobre nuestra patria. �Cu�nto tiempo creen ustedes que tardaban en llegar a Tucum�n? No un d�a ni dos, sino a veces muchas semanas. Llegaban sucios, con hambre, cansados, pero todos sab�an que ten�an que ir para hablar de un tema muy importante. Ellos quer�an crear nuestro pa�s y ten�an que decidirlo entre todos. Y gracias a esos se�ores que se reunieron en Tucum�n hace tantos a�os, nosotros hoy podemos decir con mucho orgullo que somos argentinos... (Nora Haas).

Los medios de transporte de la Independencia
Para llegar al Congreso, los diputados tuvieron que recorrer largos caminos en galeras y sopandas. El viaje de Buenos Aires a Tucum�n, por ejemplo, duraba entre 25 y 50 d�as.

La Galera
La galera fue el medio de transporte m�s r�pido utilizado por los diputados para viajar a Tucum�n. Hac�a el camino de Buenos Aires a Tucum�n en 25 � 30 d�as. Transportaba hasta 10 pasajeros, pero no llevaba mercader�as. Ten�a cuatro ruedas y era tirada por cuatro caballos que manejaba el postill�n, sentado en el pescante. Estaba acolchada por dentro y ten�a numerosos bolsillos para guardar los objetos personales de los viajeros.

La Sopanda
La Sopanda ten�a suspensi�n, lograda por medio de correas de cuero que, como el�sticos, amortiguaban los saltos del camino.

Carretas

Las carretas, esos grandes carros de madera, transportaban mercader�as y pasajeros del interior a todas las ciudades, eran tiradas por una o m�s yuntas de bueyes y generalmente iban en caravana. Tardaban 40 � 50 d�as en recorrer el trayecto entre Buenos Aires y Tucum�n.



 


 


ACTA DE LA DECLARACI�N DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA

9 de julio de 1816

En la benem�rita y muy digna Ciudad de san Miguel de Tucum�n a nueve d�as del mes de Julio de mil ochocientos diez y seis. Terminada la sesi�n ordinaria el Congreso de la Provincias Unidas continu� sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto, y sagrado objeto de la independencia de los Pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su emancipaci�n solemne del poder desp�tico de los reyes de Espa�a; los Representantes, sin embargo consagraron a tan arduo toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e inter�s que demanda la sanci�n de la suerte suya, la de los Pueblos representados y la de toda la posteridad. A su t�rmino fueron preguntados: Si quer�an que las Provincias de la Uni�n fuesen una Naci�n libre e independiente de los Reyes de Espa�a y su Metr�poli Aclamaron primero llenos del santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraban sucesivamente su un�nime y espont�neo decidido voto por la independencia del Pa�s, fijando en su virtud la determinaci�n siguiente:

Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud Am�rica, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo, la justicia que regla nuestros votos: Declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad un�nime e indudable de estas Provincias romper los violentos v�nculos que las ligaban a los Reyes de Espa�a, recuperar los derechos que fueron despojadas, e investirse del alto car�cter de una Naci�n libre e independiente del Rey Fernando VII sus sucesores y Metr�poli quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el c�mulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas as� lo publican, declaran y ratifican, comprometi�ndose por nuestro medio al cumplimiento y sost�n de esta su voluntad, bajo el seguro y garant�a de sus vidas haberes y fama. Comun�quese a quienes corresponda para su publicaci�n, y en obsequio del respeto que se debe a la Naciones, det�llense en un Manifiesto los grav�simos fundamentos impulsivos de esta solemne declaraci�n.

Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados Secretarios.

 

 

 

VOLVER a Argentina mi pa�s

VOLVER a p�gina principal

Hosted by www.Geocities.ws

1