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Top Gun Maverick
Tom Cruise, Jennifer Conelly, Miles Teller, Val Kilmer
Dirigida por Joseph Kosinski
Paramount Pictures/2022

JUNIO, 2022. Se podría aducir que el poder de una buena historia sigue teniendo un gran efecto aunque la película haya sido estrenada décadas atrás. Sin embargo hay otra razón que ha hecho de Top Gun Maverick el imbatible éxito cinematográfico del 2022 al punto que podemos asegurar que ninguna otra cinta le arrebatará ese título lo que resta le año, mucho menos con historias pseudo doctrinarias que a nadie interesa ver.

Sin embargo lo que aquí tenemos es una película cuyo éxito se explica por una razón más sencilla: respeta la esencia original de Top Gun, estrenada en 1986. Cierto, el elenco hoy es más multicultural y tenemos mujeres piloto, aspectos que nada tienen de criticables, además de encajar perfectamente en la historia; nada de trasgéneros, hades madrines ni loas forzadas a Black Lives Matter; lo que aquí tenemos es una cinta dedicada exclusivamente a entretener, y el público (ese que se decía ya no iba a regresar a las salas, asustado por el Covid) está recompensando generosamente a todos quienes intervinieron en al hechura de esta cinta.

Es incomprensible que los estudios de cine sigan empeñados en perder millones de dólares con propuestas woke que repudian los amantes del cine, desdeñando la máxima que hasta hace poco imperaba en una economía de mercado: dale al cliente lo que pida. La fórmula para hacer dinero en Hollywood no ha cambiado, pero sí la forma en que el producto es ofrecido, y al público no le gusta. Top Gun: Maverick lo está demostrando con creces.

Lo interesante alrededor de esta propuesta es que atraerá igualmente a los fans de la historia original que aquellos que ni idea tienen de qué se trata este filme. (Y por cierto, amigo lector, no espere usted ver aquí un cameo de Kelly McGillis, la rubia que lo acompañó en la primera aventura: su aspecto actual es, para decirlo con elegancia, más que lamentable).

Retirado como piloto de la Fuerza Aérea por varios años, el capitán Pete "Maverick" Mitchel (Cruise, naturalmente), si bien no ha dejado de volar, con frecuencia se le invita a ofrecer vuelos de demostración hasta que el almirante "Chester" Cain (el veterano Ed Harris) le anuncia que ya no podrá hacerlo debido a que habrá recorte de gastos en la escuela de pilotos. Ello no detiene a Maverick quien aborda una nave y al tratar de romper la barrera del sonido otra vez tras tras hacerlo en diez ocasiones, el aparato falla y él logra salvarse saltando en paracaídas, pero en vez de un castigo Maverick recibe la encomienda de la academia por parte de su amigo ex enemigo "Iceman" Kazanky (Kilmer, a quien se le proporciona voz artificial dedido a que el terrible cáncer de garganta que padece lo dejó sin voz). Iceman lo pone al tanto de la misión: destruir un planta donde se procesa uranio en un país que, aunque nunca se le menciona, hay pistas suficientes para suponer que es Irán.

Y es precisamente en un bar donde Maverick se reúne con Penny (la siempre bella Jennifer Connely), una ex novia con la que piensa reencender la llama, así como a la "nueva generación", unos millenials sobrados de sí mismos, entre ellos "Hangman" Serein (Glenn Powell), quien se considera el líder de la nueva camada, así como las piloto Phoenix Trace (Mónica Barbaro), "Bob" Floyd (Lewis Pullman, hijo del legendario Bill Pullman) y "Fanboy" García (Danny Ramírez) y sobre todo "Rooster" Bradshaw, hijo de Goose, el mejor amigo de Maverick y quien, como se sabe, falleció trágicamente en la primera película, una carga emocional que Maverick ha soportado desde entonces.

Una enorme paradoja entre los novatos de la academia y Maverick se da cuando los primeros no solo consideran a éste un adorno jurásico, un vejestorio misógino sin asumir por un momento que la experiencia y el valor cuentan más que sus prejuicios, la mayoría de ellos francamente idiotas (en este punto debemos acotar que el argumento incluye unos leves toques woke, sobre todo cuando una de las pilotos se avienta un discursito denunciando la misoginia de la academia, pero nada como para alterar la esencia central de la historia).

La historia transcurre entre el romance de Maverick con Jenny que a a ratos parece no arrancar, los encontronazos con Rooster, las envidias y hasta un posible saboteo son parte da la entretenida trama que tenemos aquí, así como el plus de las escenas de vuelo, la mayoría de ellas realizadas con aviones reales y con un sonido increíble, por lo que le recomendamos vea la película en una sala bien acondicionada para disfrutar de esa experiencia.

Y como parte de su predecible guión, autoridades del gobierno chino protestaron por el "patriotismo" que en según ellos exuda Top Gun Maverick. ¿Y eso qué, acaso China no produce sus propias películas patrioteras? Da gusto que ese régimen totalitario haga sus corajes con esta película, y con la inmensa recaudación que esta cinta ha tenido en el mundo desde su estreno, ciertamente los estudios de Hollywood en lo absoluto necesitan la opinión del sátrapa con cara de Winnie Pooh.

Tom Cruise pasa ser la figura indiscutible del cine de acción en Hollywood, quien a diferencia de Bruce Willis, forzosamente retirado, está por cumplir los 60 años de edad y aún le queda cuerda al señor. El actor tendrá sus ideas raras fuera del set, pero pese a los rumores de que se había negado a participar en las segunda parte, ha hecho un increíble trabajo.

Así pues, corra y vaya a ver Top Gun Maverick en cuanto pueda: al hacerlo restregará su mediocridad a las demás propuestas woke que siguen fracasando en la pantalla. Los amantes del cine debemos hacer valer nuestro poder a través del bolsillo para repudiar la presencia de más hades madrines que están matando a Hollywood. La batalla para echar del cine a esa peste está lejos de estar perdida.

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