CINE: La Momia, una trama que ya huele a viejo

Visitar a las Momias de Guanajuato y comerse una charamusca sale más provechoso que entrar a ver esta película exclusivamente diseñada para darle lucimiento a Tom Cruise con retazos de Indiana Jones y Misión Imposible. The Mummy es un churro caro; evítela hasta donde pueda

The Mummy
Tom Cruise, Russell Crowe, Sofia Boutella, Jake Johnson
Dirigida por Alex Kurtzman
Universal/2017

JUNIO, 2017. Cuando el arqueólogo inglés Howard Carter localizó la tumba de Tutankamon hace 95 años, se habló mucho sobre la supuesta maldición que caería sobre todos aquellos que atrevieron a violar un recinto lleno de tesoros ("cosas maravillosas", exclamó Carter) y una máscara mortuoria hecha de oro puro perteneciente al joven faraón. En los meses siguientes, en efecto, ocurrieron hechos inexplicables: el curador del museo de El Cairo murió atropellado a los pocos minutos de firmar y autorizar la salida del sarcófago rumbo a Londres y Lord Carnavon, el multimillonario que financió la expedición, falleció por la picadura de un mosquito en su residencia en Gran Bretaña. Curiosamente, el arqueólogo Carter, quien nunca creyó en la maldición aunque era el principal candidato para recibirla, murió tranquilamente en su casa años después.

Esta historia, combinada con la leyenda, dio origen a la primera versión de La Momia, la cual posteriormente fue llevada al cine infinidad de veces. La versión más reciente la tuvimos a fines del siglo pasado estelarizada por Brendan Frazier y Rachel Weisz; luego vendrían dos películas más y un spin-off de calidad un poco menor. En este año Universal decidió realizar otra versión como parte de una franquicia llamada Dark Universe, pero a juzgar por los pésimos resultados en taquilla que ha tenido esta Mummy, quizá esa intención tendrá que esperar.

Ojalá: lo que aquí tenemos es un menjurje oportunista, carente en lo absoluto de originalidad y con argumento que, hasta los créditos finales, no deja de sorprendernos por su inagotable ridiculez. Cualquier cosa mala que hayas hecho, Brendan Frazier, te perdonamos.

Para el efecto los productores no solo se han hecho acompañar de Tom Cruise, un actor de acción que ya va en picada libre, sino también de Rusell Crowe, quien desde la magnífica El Luchador nos ha quedado a deber con su talento, también han cambiado el ambiente de los años 30 para sustituirlo en los años inmediatos a la invasión a Irak a principios de la década pasada. Asimismo tendremos una momia femenina, mucha acción, muchos efectos especiales (todos ellos clichés: ¡ya basta de arañas gigantes y el escapar por milisegundos de un sitio que estalla en llamas!)

Repasemos la historia. Cruise caracteriza a Nick Morton, un trotamundos cazador de tesoros que roba a su amante un mapa que conduce a un tesoro oculto en alguna parte de Irak y que supuestamente contiene riquezas fabulosas. Para lo que se supone será una extraordinaria aventura, Morton se hará acompañar de Chris Vail (la bella pero desangelada Jake Johnson). Inesperadamente Morton se topará en su búsqueda con un grupo de insurgentes iraquíes que están encapuchados, no vaya a ser que alguien proteste por andarlos estereotipando. Así pues y luego de un intercambio de disparos viene un bombardeo aéreo del ejército norteamericano a los rebeldes... hay que recordar este momento para deducir que los productores, de acuerdo a como se desarrolla el resto de la historia, querían aquí denunciar la invasión a Irak del 2003.

Lo que nadie sabe es que al encontrar ese sitio lleno de tesoros se desatará una maldición que resucitará a Ahmanet (Boutella), una mujer que hace 2 mil años fue quemada viva y puesta en un sarcófago pero que ahora regresa para reclamar el trono del que alguna vez, como hija de un faraón, cree tener derecho. También Ahmanet busca una pareja que la ayude a conseguir sus propósitos. Lo que vendrá después fue diseñado expresamente para darle lucimiento a Cruise --en contraste, su acompañante apenas y sirve de parapeto a lo largo de la película-- con descarados retazos de Misión Imposible e Indiana Jones.

El principal problema de The Mummy es que su propuesta ya despierta poco interés luego de haber visto tantas películas de zombies, de tormentas de arena, peleas bajo el agua y seres de ultratumba buscando venganza. Lo único diferente (y ridículo, agregaríamos) es que el argumento se toma la libertad de insinuar que lo que estamos viendo es un desquite por todos los saqueos y abusos que Occidente a realizado en Medio Oriente... es ahí donde comprendemos el porqué de la escena inicial en la que aparecen unos caballeros templarios recién llegados de las Cruzadas y quienes guardan bajo tierra un objeto que luego resultará clave en la cinta.

No existía necesidad alguna de andar exhumando a La Momia, sobre todo luego del éxito de la versión de 1999, redonda y entretenida aunque inevitablemente terminó por desgastar el argumento central. Por ello es fácil detectar, aun cuando falta buen rato para que concluya el filme, que se trata de un churro caro.

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