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Los Piratas hartaron ya...

Los bucaneros ahora se juntan con los zombies en esta caótica nueva entrega que refleja el desastre que había en el set al momento del rodaje. Es hora de dejar de nuevo en alta mar a estos piratas que únicamente regresan para exprimir lo poco de rentable que le quedaba a esta franquicia

Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales
Johnny Depp, Javier Bardem, Geoffrey Rush, Brenton Thwaites, Kaya Scodelario
Dirigida por Joachim Ronning, Espen Sandberg
Walt Disney Pictures

MAYO, 2017. Cuando parecía que los Piratas del Caribe se habían perdido en alta mar, los estudios Disney anunciaron una quinta parte, algo que no debería sorprendernos dado que la casa que Mickey Mouse construyó no las ha tenido todas consigo en sus últimos estrenos. Para el efecto, qué mejor que traer de vuelta a una de sus franquicias más rentables pese a que el número de fans que esperaban una quinta parte no eran precisamente abrumadores; después de todo ya transcurrieron casi siete años de la última entrega la cual, fue para decirlo con elegancia, decepcionante.

Detrás de cámaras tenemos esta vez a dos directores, y quizá a ello se deba que casi desde el inicio los espectadores percibamos el caos que se sentía al momento de la filmación. Sencillamente, no hay química, los personajes nunca logran compenetrarse y, peor aún, en momentos Depp parece que no se despojó del rol del Sombrerero Loco o, peor aún, de Willy Wonka. Urgido también de un hit cinematográfico --la revista Fortune lo incluyó recientemente entre los actores menos rentables de Hollywood-- Depp desperdicia aquí una oportunidad para reivindicarse... lástima, si recordamos que se trata de un gran actor.

Para los fans curtidos no habrá decepciones pues en la película hay apariciones, algunas bastante breves, de personajes legendarios, entre ellos Barbarrosa (Jeffrey Rush) y algunos otros fantasmas, así como la presencia ya-está-aquí-ya-se-fue del ex beatle Paul McCartney. Sin embargo también lo que aquí se repite es el anteponer los efectos especiales a un guión bastante malito y predecible, al punto que ésta viene a ser no quizá la peor cinta de la saga --la primera es inmejorable-- pero sí igual de mediocre apenas atrás de On Higher Tides, es decir, la última vez que supimos de estos bucaneros caribeños.

En aquella ocasión recordamos cómo los amantes Will (Bloom) y Elizabeth (Knightley) dejaron un hueco que esta vez es cubierto por otra pareja. Henry (Thwaites) y Carina (Scodelario), una mujer (¿listos para la sorpresa?) feminista cuyos conocimientos en geometría y astronomía la han hecho que reciba acusaciones de practicar la brujería. La pareja, que por cierto tiene química rayana en los cero grados, tendrá como misión encontrar el Tridente de Poseidón, el cual controla los poderes de todos los océanos.

Resulta que el villano en esta ocasión es el capitán Armando Salazar (Bardem) cuya tripulación y él mismo son (¿sorpresa?) un grupo de zombies, provenientes del Triángulo de las Bermudas, empeñados en perseguir y atrapar a Will y a Carina para que no consigan su propósito, además que Salazar viene también a cobrarle cuentas pendientes al Capitán Jack Sparrow (Depp) quien por fin revelará porqué le dieron el apellido de un pajarraco. Pero antes de todo eso Sparrow se empecina en robar un banco y eso, hace, literalmente, con todo y cimientos pues necesita financiar y conformar una nueva tripulación que incluiría a Will y a Carina.

Entre los peligros que enfrentarán no solo se encuentra Salazar sino una alga marina que disuelve la piel al solo contacto y solo deja el hueso y el cartílago. Y estos son apenas los aspectos, un tanto creíbles que presenta la película. Lo demás es un caos argumental donde los actores hacen lo que se les pega al gana y los dos directores son incapaces de imponer orden.

Lo reiteramos: si dejamos de lado la tontería argumental, los efectos especiales en esta nueva entrega de los Piratas es inmejorable. Pero lo absurdo de la historia deja en claro que el único objetivo para filmar esta cinta fue el dinero rápido, el sacarle todo lo que le queda de lucrativa a esta franquicia que, se ve, cada vez es más débil.

Los estudios Disney apostaban al éxito de esta cinta para lanzar (esperamos que no) la sexta y última parte de los Piratas del Caribe. Eso sería lo ideal. En suma, esta fue una de las peores actuaciones de Depp, lo cual hace aún más lastimoso su declive.

 

 


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