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Y DEMÁS/Conjeturas

Pero aparte de Oswald, ¿quién conspiró contra JFK?

Se cumplen 50 años de uno de los magnicidios más impactantes del siglo XX y la maraña que le siguió ha dado lugar a infinitas conspiraciones, algunas con sustento, otras absolutamente ridículas. El whodunit en el caso del asesinato de John F Kennedy quizá encuentre su respuesta dentro de cinco décadas más

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NOVIEMBRE, 2013. Hace unos años Stephen King especuló en una novela sobre la posibilidad que esa mañana del 22 de noviembre de 1963 el presidente Kennedy no hubiera viajado a Dallas (lo hizo presionado por la insistencia del gobernador Conolly). Estados Unidos sería hoy un país muy distinto y la guerra de Vietnam, el trauma más duro que siguió al magnicidio, ni se hubiera prolongado de un lustro y quizá su hermano Robert se habría convertido en 1968 en el segundo presidente católico del país. Los cambios que se dieron luego de esa mañana, algo que, por cierto, King deja a criterio del lector, fueron abrumadoramente para empeorar.

Medio siglo después, y por esas curiosidades del calendario, el 22 de noviembre vuelve a caer en viernes y con él la pregunta que aún no recibe una respuesta satisfactoria: ¿quién mató a John F. Kennedy o, más específicamente, quién lo mandó matar? Los libros acerca de las conspiraciones al respecto acumulan toneladas lo mismo que los documentales televisivos, los cuales en su mayoría se basan en especulaciones.

Un axioma cuando se dan este tipo de asesinatos basados en una conspiración es ver quién salió directamente beneficiado. Oliver Stone apunta en JFK, mediante su protagonista, el fiscal Garrison, que fueron (¡novedad!) los grupos corporativos implicados con los altos mandos delejército para crear lo que Stone dijo era un virtual Coup D' Etat, el primero, y aparentemente hasta hoy el único, en la historia de Estados Unidos. Pero los generales no tomaron el poder tras el asesinato de Kennedy ni los conspiradores han podido demostrar, con pruebas incontrovertibles, cuáles fueron esos oscuros corporativos.

Los dos grandes problemas que enredaron el tema tras el magnicidio fueron el asesinato de Lee Harvey Oswald a manos de Jack Ruby, un oscuro dueño de clubes nocturnos vinculados a la mafia. El segundo, la Comisión a cargo de Earl Warren donde lo que parecía una línea clara de investigación se enredó entre el burocratismo, teorías confusas (¿la bala mágica?) y declaraciones contradictorias. Si el propósito de esa Comisión era confundir más las cosas, en tal sentido lo hizo muy bien.

¿Whodunit, según la inmortal frase de Agatha Christie? Repasemos a los posibles sospechosos.

¿LA KGB? La línea de conspiraciones lleva a esta agencia secreta soviética, que para 1962 tenía espías estratégicamente ubicados en el Departamento de Estado, el Pentágono, Hollywood y aun la misma Casa Blanca. La muerte de Marilyn habría descubierto una vasta red de agentes infiltrados en la política y el entretenimiento; Kennedy, sintiéndose fortalecido tras el ridículo de Kruschev con la crisis de los misiles, estaba decidido a "limpiar" de espías soviéticos a Estados Unidos. Como dato que respalda esta teoría, de acuerdo a sus defensores, es que en 1963 hubo una detención y deportación récord de espías rusos, según reportaba la prensa en ese entonces. ¿Optó la KGB por poner fin a esta ofensiva con la muerte del presidente? (De nuevo y curiosamente, la caza de espías a las órdenes de Moscú había bajado dramáticamente hacia 1964).

¿LA MAFIA? Durante los años de la Prohibición, Joe Kennedy amasó millones de dólares solapando el comercio y la venta ilegal de alcohol. El patriarca Kennedy, cuya vida fue cualquier cosa menos edificante y ejemplar, mantuvo así importantes vínculos con la Mafia que al ser abolida la Prohibición se dedicó a regentear prostíbulos, centros nocturnos y venta de droga. Mr. Kennedy también utilizó su influencia para que la Mafia se expandiera a Cuba e instalara casinos y centros de espectáculos a modo de implantar ahí una inmensa lavandería. Joe Kennedy sufrió un edema cerebral y su hijo John, ya investido como presidente, decide cortar toda relación de la familia con la Mafia, relación ya muy deteriorada con la llegada de Fidel Castro al poder y ante la cual la Mafia se sintió traicionada pues los Kennedy los habían dejado solos ante la diisyuntiva. La venganza llegó ese 22 de noviembre en Dallas.

¿FIDEL CASTRO? Una condición para el retiro de los misiles soviéticos de Cuba fue que Washington dejaría en paz al barbudo líder quien, ante el temor de ver disminuida su influencia y admiración ante la opinión pública latinoamericana, optó por "triangular" la búsqueda de un francotirador que de Moscú viajara a México donde recibiría "instrucciones" y cómo hacerse el tonto en caso de ser capturado. Informes manejados por el investigador Roger Stone --sin relación con el cineasta cuentero-- señalan que Kennedy tenía agendada una invasión a Cuba para deponer a Castro y que ocurriría en 1964 cuando ya tuviera asegurada la postulación para un segundo mandato donde el desembarco le arrancaría el decisivo voto cubano de la Florida, hasta entonces un bastión republicano. De hecho, días antes de ir a Dallas, Kennedy estuvo en Miami y prometió que "muy pronto" la bandera de Cuba libre volvería a ondear en la isla. "Es un compromiso que habré de cumplir", aseveró.

¿LA MASONERÍA? En la red abundan las teorías acerca de los Illuminati, un grupo que supuestamente maneja y dirige a la industria del entretenimiento hacia la consecución de un gobierno mundial. Los illuminati, desde era teoría, están al servicio de la masonería, que se encarga de la conducción política. Los grandes periódicos norteamericanos, que también sirven a los Illuminati, habrían creado un ambiente hostil al mandatario a quien tenían sometido a chantajes por sus escapadas amorosas que afectarían irremediablemente su imagen pública (según esa teoría, Marilyn Monroe pertenecía a los Illuminati). ¿Y cuál era el motivo? Kennedy era el primer presidente católico de Estados Unidos, lo que ponía fin a una tradición de mandatarios masones que incluía a Washington, Jefferson, Ulises Grant, Teddy y Franklin Roosevelt y Harry Truman, Un católico en la Presidencia --y más aún, con altas posibilidades de releegirse-- era un peligro para los objetivos de la masonería. Quienes refrendan esta teoría señalan que el ser católico también la costó la vida a Robert Kennedy una vez que destapó sus aspiraciones presidenciales.

¿LYNDON JOHNSON? El presidente y su vicepresidente nunca se llevaron bien (al primero se le frustró tener como compañero de fórmula a su hermano Robert). Jamás se frecuentaban ni departían y se trataban con frialdad. Los teoristas afirman que, en rara coincidencia, Kennedy se había impuesto a Johnson en las primarias y el segundo era íntimo amigo de Conolly, el gobernador de Texas, de donde el vicepresidente también era originario, y quien a su vez era adversario político de Kennedy. ¿Cómo se armó la conspiración? La CIA, al buscar y contratar a un ex Marine fanatizado por la revolución soviética como Lee Harvey Oswald, casado con una rusa. La estrategia era de varias carambolas; una, la investigación sería desviada hacia un "fanático comunista" y terminaría hasta la lejana Moscú; dos, se absolvería de toda implicación a Conolly y, en consecuencia, al vicepresidente Johnson. Tercera, se evitaría el retiro de Estados Unidos de Vietnam, algo que Kennedy ya tenía contemplado al considerar que era un asunto "ajeno a los intereses de Estados Unidos", según el historiador Roger Stone. Recordemos que Johnson ya había triplicado las tropas para 1966 y, cuarta, se habría quitado de enmedio a un presidente católico y en su lugar quedaría --otra increíble coincidencia-- Lyndon Johnson, un masón grado 33. Fue él, concluyen quienes siguen la hebra conspiratoria, quien resultó directamente beneficiado con el magnicidio: la conspiración estaba tan bien preparada de antemano que Johnson tomó posesión a bordo de un avión y no frente los senadores y los representantes como marca la Constitución, y únicamente con la presencia de Earl Warren, presidente de la Suprema Corte quien, claro, también era un Illuminati. El capítulo se habría cerrado con el acallamiento de Oswald, presenciado en vivo por millones de personas en TV --manejada por los Iluminati-- para dejar constancia de que, efectivamente, Oswald habría muerto y no era rehén ni estaba sometido por el gobierno norteamericano, es decir, Johnson.

¿OSWALD? Esta es la conclusión de la Comisión Warren. Obviamente, él fue en asesino material de Kennedy y para muchos teoristas, también el asesino intelectual, un tipo que compra un rifle y decide matar al presidente por considerarlo una amenaza contra la paz mundial --recordemos que en esos tiempos, los soviéticos se decían "promotores de la paz"-- y quien temía ver frustrada la "liberación" de América Latina si Castro finalmente era removido en una invasión. En suma, Oswald hizo todo por "la causa" sin contactarse jamás con los Illuminati, Castro, el Pentágono, el ejército, la mafia ni otros sospechosos comunes, y habría actuado por su cuenta. Su visita a México, aluden los teoristas, habría sido un mero convencionalismo para evitar los interrogatorios de Migración en torno a su vida en la URSS, trámite que se ahorraría si llegara procedente de un avión desde un país vecino.

La situación sigue complicándose cuando, por ejemplo, se asume que Kennedy fue asesinado por oponerse al envío de más tropas a Vietnam pues ello perjudicaría a los comerciantes de armas (esta tesis, por cierto, es la que maneja Oliver Stone, alguien no muy fiel a la historia). Sin embargo en el 2003 se desclasificaron varios documentos y en ellos no quedan dudas de que el presidente estaba decidido a mantener le presencia norteamericana en Vietnam; tan solo en 1963 envío 100 mil efectivos a la región.

Como se ve, esas teorías, junto a la del "segundo tirador" que no abordaremos aquí, parecen llevarnos a todos y al mismo tiempo hacia ningún lado. Lo incuestionable, a medio siglo de distancia, es que la mayoría de sus repercusiones son negativas. John F. Kennedy pudo haber sido un lujurioso incontrolable y un personaje poco escrupuloso sin embargo como presidente tenía el respaldo popular. Pero como escribió el columnista Watt Welch respecto a lo que ocurrió con John F. Kennedy: "Si pisas callos no te sacarán los ojos pero sí una amenazada o algo peor".

 

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1 opiniones

pedro_diaz escribe 22.11.13 

Al igual que el caso Colosio en México, a todos nos cuesta trabajo pensar en la tesis del asesino solitario pero tampoco de descartable, quiza sabremos la verdad, bueno la sabran nuestros nietos, cuando en el 2063 se cumplan 10 años del asesinato de Kennedy

 

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