|
||||
Otros textos de Cine El estruendoso fracaso de Michael Moore con su nueva película solo para masoquistas
|
CINE/Obituario
Obituario 2018: Milos Forman Mundialmente conocido por haber dirigido Amadeus, este cineasta de origen checo es especializó en abordar la vida de personajes desadaptados y con un comportamiento difícil de definir. En ocasiones la fórmula le funcionó, otras veces no tanto. Recordamos a Milos Forman, director de alta estatura donde los haya
Ahí tenemos el caso de The People vs Larry Flynt, la historia sobre el conocido editor de la revista pornográfica Hustler, quien solía acudir a las audiencias en defensa de la libertad de expresión con la bandera de la URSS en su regazo (la cual indicaría, una de dos, que Flynt era un cínico superlativo o un auténtico pendejo). Por supuesto, a Forman lo recordamos más como quien estuvo detrás de las cámaras en Amadeus (1984) la cual ganaría el Óscar a Mejor Película el año siguiente. En muchos sentidos Amadeus es una obra maestra, con un score musical de primerísimo nivel (no podría ser de otro modo, ciertamente) así como una ambientación inmejorable y un protagonista que, contra lo que se suele creer, no es tanto el celebérrimo compositor austriaco sino la lucha interna de Leopoldo Salieri (F. Murray Abraham) contra su propia mediocridad que queda al descubierto cuando Mozart (Tom Hulce) lo deja en ridículo frente al Emperador... grazie, Signore... Esa misma fórmula la vimos con Atrapados son Salida (1975) donde el protagonista R.P. McMurphy (Jack Nicholson) logra convencer al juez de que padece desórdenes mentales y por ello se le envía a un hospital siquiátrico. Mucho mejor que una prisión ¿cierto? No precisamente pues ahí McMurphy descubrirá --algo por lo cual se considera que esta cinta tiene un mensaje claramente subversivo--- que los verdaderos "locos" son quienes ostentan el poder y los que se oponen a ésta pasan a ser amenazas a las que primero se les acusa de "locos" y posteriormente se les encierra, aunque queda una interrogante en el aire: McMurphy era un delincuente. ¿Quiere esto decir que todos quienes inflingen la ley son, a final de cuentas, individuos reprimidos por la sociedad a la que han agredido? El argumento volvería a emplearse en Hair, el musical que Forman dirigió en 1979 y donde McMurphy se ha transformado en George Berger (Treat Williams) donde él y otros hippies se rebelan y rehúsan ser enviados a Vietnam por lo que pasan a ser los "locos", aunque al final su Berger es llevado al frente en Vietnam donde presumiblemente muere. Hubo otros tropiezos dentro de la máxima de Forman aparte de la historia de Larry Flynt, como cuando dirigió Man on the Moon, cinta que refiere la vida del comediante (?) Andy Kaufman y que fue estelarizada por Jim Carrey. Carrey. El (?) tiene un porqué: después de su trabajo en una serie televisiva llamada Taxi, Kaufman retomó el camino de la comedia áspera, rayana en el mal gusto y que otros como Lenny Bruce ya habían explotado. Ante el fracaso fílmico de Man on the Moon, Forman arguyó que "el público no había captado el mensaje, aunque tal vez lo haya captado bastante bien; Kaufman, quien murió de cáncer de pulmón en 1984, era la muestra de que su antihumor, reflejo de la vida que llevó, era material altamente radiactivo para la taquilla. Pero al final todo ello venía s ser un destello que dejaba entrever cómo Milos Forman r aun cineasta indomable, de ahí su ríspida relación con los grandes estudios y si filmografía relativamente corta en Hollywood. Pero eso ya le venía de atrás: cuando a mediados de los sesenta inicia la Primavera de Praga, Forman toma la palabra al gobierno y comienza a desarrollar sus pininos con películas que criticaban tibiamente al régimen comunista, situación insólita dentro de los países miembros del entonces Pacto de Varsovia. Sin embargo en 1968 las tropas soviéticas invaden Praga, hartas de tanta "apertura" que amenazaba con crecer cuando el premier Alexandr Dubcek se empeñó en respaldarla y pasan a someter a la población, eventualmente obligando a Dubcek a su renuncia. Con ello todos los simpatizantes de la "apertura" súbitamente vieron sus vidas en peligro, entre ellos Forman quien sale de la entonces Checoslovaquia rumbo a Estados Unidos y solo se le permitiría regresar décadas después para dirigir Amadeus, entre otras razones para promover el turismo y las divisas que el gobierno títere en es epaís requería con urgencia ante la quiebra total de sus finanzas públicas. Cuando finalmente cayó el Muro de Berlín en 1989. Forman, un anticomunista que sin embargo se consideraba a sí mismo progresista, comentó: "El comunismo se desmoronó por su propia incompetencia, no tanto por la superioridad del capitalismo, que en mi opinión no existe. Tendremos que buscar otra alternativa o muy pronto el comunismo empezará a seducir a la gente de nuevo". En cierto sentido aquella declaración evidencia el momento que vivimos a finales del 2018. Pero Forman prefería que sus películas promovieran el debate de ideas, lo que típicamente sucede cuando los espectadores va van de regreso a casa, pero siempre creando una obra entretenida. "Yo, que viví en un país comunista, sé mejor que nadie como una película que además de aburrida trata de sermonearte, terminarás detestando el mensaje que se te quiere transmitir", dijo Forman en una entrevista. Un consejo que el Hollywood actual parece ya haber olvidado completamente. Como sea,
extrañaremos a Milos Forman. Fue un gran cineasta
quien, como Stanley Kubrick, Sam Peckinpah y Robert
Altman, solían jugar con sus propias reglas dentro
de la industria, para enojo de los megaestudios. Textos relacionados
¿Desea opinar sobre este texto? 1 opiniones gustatrack_34 escribió 17.12.18 AMADEUS ES UNA PELICULA QUE HE VISTO UNAS 100 VECES ME ENCANTA LA AMBIENTACION, LA HISTORIA Y LA MUSICA DE MOZART, APENAS TENIA IDEA DE QUIEN ERA MILOS FORMAN PERO CON ESTE ARTICULO YA ME INFORME MAS SOBRE EL QUE LASTIMA QUE ESTE AÑO NOS DEJO |