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Los celebri-hackers

Todos ellos pasan por una etapa donde se consideran invencibles, luego enfrentan asuntos judiciales y terminan contratados por grandes empresas de computación. El australiano Julian Assange aún no termina ese episodio, aunque antes de él ya hubo celebridades que pusieron en aprietos a consorcios que se consideraban a sí mismos intocables

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ENERO, 2011. Por lo visto se acabaron los tiempos aquellos en que los hackers tenían cierta ética, cuando lo suyo se limitaba a entrar a los sistemas como un reto anticorporativo pero que al final se ingresaba sin alterar la información interna. También los ha habido quienes realizan fraudes bancarios, o monetarios, pero hasta hace poco se había mantenido un cierto código de no revelar secretos que pudieran perjudicar a terceros; se pensaba que ya habíamos tenido suficiente con la guerra fría, cuando el espionaje cibernético se limitaba a traficar con diskettes dado que el Internet estaba muy lejos de ser el gigante que conocemos hoy.

Y si bien Julian Assange puso punto final a esa ética hacker, lo que él hizo está lejos de resultar una novedad. Al igual que otros celebri-hackers, Assange comenzó desde la adolescencia a utilizar computadoras y a entrar ilegalmente en sitios considerados "seguros". Desde la tranquila Sydney, Assange descubrió la facilidad con la que se podía ingresar a las redes internas de gobiernos que gastaban millones de dólares en métodos de seguridad, algo que al final resultaba inútil. Cuando en el 2004 fundó Wikileaks no imaginaba las repercusiones que tendría el copy-and-paste en su vida, mucho menos que seis años después se convertiría en enemigo público uno de Estados Unidos, que firmaría un jugoso contrato para escribir sus memorias o que los diarios más poderosos del mundo hicieran un trato con él ni tampoco, claro, que dos mujeres suecas lo acusaran de presunta violación. De cualquier manera, Assange es el celebri-hacker del momento alguien que, si bien es odiado, decenas de compañías de computación--incluida la fundada por cierto anteojudo nerd-- se pelearían por sus servicios.

En suma, Julian Assange es un hacker sin escrúpulo alguno, un mutante de los hackers que hasta entonces habíamos conocido. Sin embargo entre todos hay una constante: el creerse invencibles, factor que contribuirá a su caída, un encuentro con la ley donde salen perdiendo, líos judiciales ahsta que finalmente son asimilados.

Antes de Assange ha habido una enorme lista de celebrihackers. De ellos rescatamos, con una historia breve, a tres de ellos:

Kevin Mitnick

Criado en una familia desintegrada, Mitnick fue de los primeros hackers desde mucho antes que este término fuera conocido mundialmente. Adquirió celebridad por ingresar a sistemas como IBM y Motorola así como varias tiendas donde robó números de tarjetas de crédito con los que logró adquirir más de 25 mil dólares en artículos diversos. Mitnick era un nerd solitario quien, confesó más tarde, "al meterme ilegalmente a un sistema comenzó como un reto pero después se transformó en adicción". El FBI lo detuvo por primera vez en 1992, prometió regenerarse pero dos años después ya estaba de vuelta como intruso cibernético. En esa segunda ocasión fue más difícil atraparlo pues había conseguido falsificar su número de identidad en la red.

Su exceso de autoconfianza hizo que Mitnick cometiera el error de ingresar al sistema de Tsutomu Shimonura, un experto en seguridad cibernética quien inició una persecución en su contra, respaldado por el FBI. Shimonura finalmente logró atraparlo en 1995 con lo cual Mitnick fue enviado a prisión, a lo que el juez agregó la prohibición de que durante su encierro no tocaría una computadora. Al salir y en apariencia regenerado, Mitnick fue contratado como consultor en sistemas de seguridad.

Shawn Fanning

Antes de Assange, Shawn Fanning era el hacker más famoso de la historia cibernética que pone en serios problemas a gigantes que manejaban millones de dólares. Nacido en Massassuchetts en 1980, Fawning se hizo adicto a las computadoras desde que su tío le regaló una cuando tenía apenas nueve años. El futuro hacker creció junto con el boom del Internet, y aunque al principio se dedicó a meterse en sistemas ajenos, Fawning tuvo la idea de crear un software para intercambiar archivos musicales con sus compañeros de universidad para más tarde lanzar su propio sitio, llamado Napster, el cual era además su apodo. Cuando Napster alcanzó la cifra de 30 millones de usuarios, las compañías disqueras se escandalizaron y demandaron al sitio por violación de derechos de autor. La opinión de varios artistas y cantantes de dividió: por un lado había quienes estaban en contra, como el cantante de Metallica James Hetfield, y otros que estaban a favor, como Tom Petty.

Finalmente en el 2002 una Corte falló a favor de las disqueras y los artistas con lo que Napster fue obligada a salir de la red. La empresa fue luego adquirida por uno de sus demandantes y se convirtió en un servidor de música en línea pagada. Por su parte a Fawning se le prohibió volver a utilizar públicamente su apodo y luego respaldó varios proyectos en línea, entre ellos Facebook.

                                                                   Albert Rodríguez 

Recientemente este hacker hijo de un inmigrante cubano recibió una condena de 15 años de prisión, la cual se espera le sea conmutada pues hay empresar de seguridad que se pelearían por emplearlo.

A Rodríguez se le detuvo por primera vez en el 2003 cuando había sacaba dinero de cuentas ajenas de un cajero automático. Aunque su historial era corto, también era considerable: un fraude superior a los 25 mil dólares que incluía a tiendas como Macy's y JC Penney. Rodríguez prometió rehabilitarse y entregar información a cambio de su libertad e incluso un agente del FBI vivió con él con lo cual se convirtió en "informante secreto". Sin embargo siguió ingresando ilícitamente a varios sitios para realizar fraudes cibernéticos y a entrar a páginas del gobierno norteamericano. Finalmente se le detuvo mediante la operación Firewall. En el 2007 fue sometido a juicio. Es difícil que salga pronto dado que faltó a su compromiso cuando era informante del FBI.

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1 comentarios

lic_ruben_estrada escribe 14.01.11

Hay varias inexactitudes en torno a su texto sobre los celebrihackers. La más importante es que Julian Assange no robó directamente la información sobre las embajadas de Estados Unidos sino que se la hicieron llegar, entre ellos el exsoldado que le hizo llegar el USB con los documentos confidenciales. A Assange se le persigue porque su sitio es el que ha difundido los documentos y porque tiene una gran red de informantes, muchos de ellos dentro de los gobiernos y a quienes el FBI exige revele sus identidades. Assange es más que un hacker, es un cracker especializado en ingresar ilegalmente a sistemas para robar información, la diferencia con el hacker es que éste entra a los sistemas como un reto a quienes piensan ser expertos en informática y rara vez roba información, es el caso de Kevin Mitnick a quien también mencionan en su texto, pero como entrar ilegalmente a los sistemas es tan delito como robar información es que se confunde frecuentemente a ambos términos.

Por lo demás los hackers nacieron junto con el Internet e indirectamente han servido para detectar fallas que luego permiten reforzar los antivirus por ello quienes los crean empezaron como hackers, muchos no lo hacen porque consideran una traición "venderse" a las corporaciones, por lo demás siempre existirán mientras exista en la red información que muchos quieran mantener en secreto, todo dentro de su concepto de que la red debe ser un campo abierto para todos.

 

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