ABRIL, 2008. En 1985 un tal Buster Poindexter lograba tener un hit con "Hot Hot Hot" sazonada con sabor latino. La imagen era la de un tipo decadente, de frac y, es indiscutible decirlo, con talento muy limitado. En realidad tras la imagen se escondía David Johanssen. ex miembro de The New York Dolls.

¿Y quiénes eran The New York Dolls? Un quinteto cuyo estilo glamour rock, al mejor estilo de David Bowie, Iggy Pop y Sweet, tenía al trasvestismo como elemento central. En lo absoluto eran buenos; solamente la crítica, impresionada por esa indumentaria tras la cual se escondía una "insondable denuncia social" --en Nueva York toda extravagancia es interpretada así-- alabar a este grupo. Pero las porras sirvieron de poco: The New York Dolls desapareció poco después mientras los críticos no volverían a reciclar sus alabanzas hasta que llegaron los Sex Pistols.

El contraste aquí indicaba que Johanssen dejaba atrás una imagen que, a mitad de los ochenta, regresada con furia reivindicadora. La similitud más obvia era el talento, pero en el mundo del rock, el manejo del shock y la controversia suelen ocultar una imaginación muy escasa por parte del artista. Pero su los New York Dolls habían buscado nutrirse del punk, los nuevos músicos se inclinaban por el rock más comercial.

Uno de los primeros en explorar este terreno en los ochenta fue Bon Jovi. El grupo había competido abiertamente con Aldo Nova (casi un clon suyo) pero tras la salida del sencillo "Runaway" eb 1982 Bon Jovi quedaba sin competencia seria. Bon Jovi era conformado por John Bonjiovi, hermano del productor Tommy, presente en casi todos los trabajos de The Talking Heads. Oriundo de Nueva Jersey, Bon Jovi hizo migas con Tico Torres y Richie Sambora, miembros de la comunidad cubana establecida en ese estado. El estilo original de Bob Jovi iba más hacia las influencias de Led Zeppelin y Aerosmith pero tras "Runaway" las prioridades cambiaron; además Mercury Recprds notó con beneplácito cómo buena parte de quienes compraban los discos de Bon Jovi eran chicas adolescentes infatuadas con su imagen. Esto llevó a la ambigüedad sexual que presentaba el grupo y con lo cual, sobra mencionarlo, las ventas subieron todavía más.

En 1985 aparece Slippery When Wet, uno de los álbumes más exitosos de los ochenta. De él salieron "(Wanted) Dead or Alive", "You Give Love a Bad Name" y "Livin' on a Prayer", un récord bastante bueno para un grupo que, en 1983, muchos consideraban desahuciado. Otros que iban en la misma dirección --aunque sin habérselo propuesto directamente-- eran Def Leppard. Desde su High and Dry (1982) que contenía la extraordinaria "Bringin' on the Heartbreak" se apartaron de ese rock pesado que, a principios de los 80 parecía anegarse. Fue su Pyromania (1983) el que terminó por lanzarlos a las Ligas Mayores del rock-pop, y aunque su imagen era acompañada con toneladas de maquillaje, abrieron el camino a muchos otros que sí explotaron la modalidad.

El make up, por otra parte, se había vuelto más indispensable tras la aparición de MTV donde muchas veces éste era capaz de esconder perfectamente a los talentos pequeños. La estrategia había funcionado maravillas a Duran Duran y a los nuevos románticos que habían hecho suyo MTV. ¿Por qué no exportar este membrete a un rock urgido de nuevas audiencias?

Rápido podía detectarse que el recurso no era nuevo. Kiss y Alice Cooper, además de los ya rfeeridos New York Dolls lo consideraban parte intrínseca de su actividad. Lo que sucedía era que en los ochenta, y en parafraseo macluhiano, el medio (MTV) y las imágenes eran el mensaje. Dicho de otro modo; sin el canal de videos el glamour metal seguramente jamás habría salido del cascarón.

A diferencia de Bon Jovi, Mötley Crue acudió al maquillaje con un rock más pesado. El grupo había salido de la escena angelina tras firmar un contrato con Elektra Records. Su campaña publicitaria fue abundante y vertiginosa pero cuando Shout at the Devil salió a la venta en 1984 quedaba claro que el rock iba tomando un cariz inusual.

Casi al mismo tiempo, y también desde Los Ángeles, Twisted Sister agregaba el elemento metal a la moda. Su tema "We're Not Gonna Take It" se convirtió en uno de los hits más importantes de 1984. Su líder Dee Snider había militado por varias corrientes --durante un tiempo se le consideró rival serio para David Lee Roth-- hasta que se puso maquillaje por demás chillante. Y aunque parecía que Twisted Sister llevaría la batuta de esta nueva ocrriente, en realidad ya no pudo repetir el impacto del "We're Not Gonna Take It". Snider, por su parte, que tanto había escandalizado a muchos padres de familia, escribió Teenager's Survival Kit, (Guía de supervivencia adolescente) un libro entre sicológico-pedagógico dirigido a adolescentes descarriados; en él se advertía contra la "falsa alternativa" del suicidio y, a manera de autoejemplo, señalaba cómo de "cosa rara" en su escuela pasó a ser una de las figuas más preponderantes del rock angelino a mediados de los ochenta.

No tardó en aparecer un pirata en la escena. Así como Adam Ant lucía como bunaero dentro de los nuevos románticos, Steven Pearcy hizo lo suyo con Ratt, también originario de Los Ángeles. Cuando en 1983 salió Out of the Cellar, los críticos y fans coincideron en que este grupo no tenía desperdicio: no sólo su estilo era potente y rítmico, su presencia emanaba carisma, algo poco común dentro del glam-metal. Cuando MTV programó su video de "Round and Round" las ventas del álbum se dispararon; el siguiente hit, llamado "Lay it Down" terminó por posicionarlos. El peso de Ratt fue tan significativo --las disqueras dejaron de temerle al hard rock-- que sin ellos quiuzá Guns 'N Roses jamás habrían salido del circuito angelino.

A partir de ese momento el rock y el maquillaje tuvieron una relación más profunda. El rock alcanzaba, por primera vez, semejante glamour gracias a otros factores, entre ellos MTV: los grupos necesitaban imagen y el maquillaje dio oportunidad aun a los rostros menos agraciados.

A Mötley Crue le siguió una horda entre los cuales destaca Poison, comandado por Bret Michaels. El maquillaje había convertido a estos cuatro jóvenes enemigos de la educación secundaria. Luego de su "Talk Dirty on Me" el grupo provocó una pequeña controversia por la portada de su álbum Look What the Cat Dragged In y que incluso algunos fundamentalistas tacharon de "diabólica" aunque lo más apropiado sería de mal gusto. Le siguieron varios hits más aunque cuando "Every Rose Has Its Torn" los lanzó al Top Ten el género ya había perdido todas sus pretensiones iniciales, resumidas con el título de una de sus canciones "Nothing But a Good Time" (Sólo importa pasarla bien).

Para entonces una de las figuras más importantes del movimiento era Bon Jovi aunque su imagen como heartbreaker entre las adolescentes ya lo ubicaba más como un David Cassidy o un Leif Garrett versión ochentas o, más aún, un Peter Frampton. En varias entrevistas el cantante quería establecer varios puntos: a) Bon Jovi era el nombre del grupo; b) su música y sus canciones eran "serias", no para consumo desechable; c) planeaba iniciar una carrera en el cine ya que "como músico ha conseguido más de lo que esperaba" y d) lo que la crítica pensara de él no le quitaba el sueño. La suerte continuó de su lado: poco después apareció el film Young Guns donde, por supuesto, participaba en el soundtrack. Como sea y vista a la distancia, la carrera de Bon Jovi aportó buenas cosas al género.

Y aunque los veteranos eran pocos dentro de la moda, casi como excepción David Coverdale selló y aprovechó el momento. Coverdale, recordamos, provenía de Deep Purple pero una vez separado fundó Whitesnake, grupo de alcances muy limitados. Pero una vez que sus ex compañeros resuitaron con Perfect Strangers en 1984, Coverdale comprendió también que su momento había llegado. Reclutó a nuevos elementos en Whitesnake de modo que para 1987 MTV lo promovía sin cesar (hay que agregar que mucho ayudó la presencia de la bella modelo Tawny Kitaen en sus videos, y quien luego sería su esposa) y con estilos diferentes salidos de su álbum: Por ejemplo "In the Heat of the Night" tenía un riff potente aunque muy similar al "Black Dog" de Led Zeppelin. Robert Plant llegó a afirmar que Whitesnake era "un clon" de Zeppelin, algo que irritó profundamente a Coverdale. (El tiempo le dio la razón a Plant: una vez disuelto Whitesnake, Coverdale grabó un dúo con Jimmy Page con un sonido de Led Zeppelin inconfundible).

Mötley Crue había pasado de imitador a imitado. Entre los más conocidos estaban Great White, cuyo tema "Once Bitten Twice Shy" fue un hit mediano gracias a MTV (1), White Lion y el regreso de Lita Ford, ex Runaway quien era, junto con Vixen, el lado femenino del glam-metal (y que luego darían lugar a otra corriente, las riot grrls. Otros que se apuntaban en la línea eran Dokken, Ron Keel, Giuffria y muchos más.

Para finales de los 80 el glamour rock y el rap eran las corrientes dominantes. Sin embargo la balanza se fue inclinando más hacia el segundo género sobre todo por la incursión de Vanilla Ice, un rappero poco talentoso que tenía la particularidad de ser blanco.

De tal modo, los años 90-91 fueron prácticamente invisibles para el rock. Como había sucedido con la música disco, las disqueras se alejaban del glamour-rock como si portara la lepra. La tendencia provocó que publicaciones como Entertainment Weekly publicara un artículo donde preguntaba "¿Ha muerto el rock?" La respuesta comenzó a darse en octubre de 1991 cuando el Nevermind de Nirvana salió a la venta.