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Y DEMÁS/Doble moral

La defensa de Roman Polanski: película de mal gusto

La comunidad cinematográfica tiene una curiosa perspectiva de lo que es el estupro. Si lo comete un sacerdote es un degenerado y si lo realiza un célebre director es porque le tendieron una trampa. En alusión a Orwell: todos los crímenes son deleznables, pero unos son más deleznables que otros

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OCTUBRE, 2009. La víctima sufrió un ataque de abuso sexual hace tres décadas, cuando contaba con 13 años de edad. El autor era alguien a quien se consideraba una persona respetable en la comunidad. Los años pasaron hasta que su agresor fue detenido y sometido a juicio. Varios intelectuales, gentes de la farándula y un periódico importante del área abogaron en favor de la víctima; inclusive una editorial invitaba a los lectores a denunciar más casos. Aun la cadena de TV ABC difundió una historia al respecto, lo mismo que el programa 60 Minutes, de la CBS. La persona detenida confesó sus crímenes y fue condenada a 30 años de prisión; el Jurado consideró que pese al tiempo transcurrido, lo que había hecho el pederasta, un septuagenario de nombre John Porter, no había prescrito.

Porter, por cierto, había sido un sacerdote católico asignado a la diócesis de Boston. Fue uno de los principales casos de "padres pederastas" de los 90.

Pero con la reciente detención del cineasta Roman Polanski, las convicciones de los editores de The Boston Globe, el matutino de marras, mostraron una inconmensurable incongruencia. En primer lugar, publicaron un desplegado firmado por varios directores de cine, entre ellos Pedro Almodóvar, Martin Scorcese, Woody Allen y John Landis donde exigen la "inmediata liberación" de Polanski, y aun sugieren que se trató de "una trampa". ¿Puede uno imaginar que igualmente hubieran publicado un desplegado en defensa del padre Porter pese a las evidencias en su contra?

Incluso una columnista generalmente centrada como Anne Applebaum del Washington Post entró en defensa de Polanski, más que nada "en relación a su edad". Curiosa perspectiva: ¿quiere eso decir que debe darse igual deferencia a los criminales de guerra nazis que quedan dado que la mayoría son nonagenarios? Igualmente, pues, un sacerdote que abusó de menores merecería consideración pasados los 80 años. Pero no: más bien, lo que aquí tenemos es, aparte de una doble moral que lo mínimo provoca náuseas, un caso más donde la desviación sexual de una celebridad es menos importante que su fama y su trayectoria. "¿Se estaría tratando igual a Polanski en caso de no ser famoso?", se preguntaba Applebaum. La respuesta es no, pero con resultados distintos: de ser un ciudadano ordinario, el director de El Pianista desde hace rato ya estaría en prisión. A este cineasta sus colegas lo juzgan distinto distinto porque es famoso.

Repasemos brevemente lo ocurrido. Mientras su amigo Jack Nicholson se encontraba de vacaciones, Polanski invitó a una niña de 13 años a una sesión fotográfica en casa del primero pero conforme transcurrían las horas comenzaron a beber y terminaron en la bañera. Por la noche la muchacha fue seducida. Tras varias semanas de sospechoso comportamiento ella confesó lo ocurrido por lo que se detuvo a Polanski, quien en principio se declaró inocente. Se le citó a una segunda audiencia pero nunca acudió, huyó a Francia, país con el que Estados Unidos no tiene tratado de extradición, con lo cual prácticamente estaba asumiendo su responsabilidad.

Lo increíble es que se defienda a alguien de quien no existen dudas sobre su culpabilidad. Es el principio del relativismo moral donde lo que Polanski hizo en aquel entonces no se debía a que era un desviado sexual sino a razones más profundas: ¿que acaso su madre no murió en un campo de concentración, su infancia fue desdichada y de paso su esposa no fue masacrada a manos de la familia Manson?

Hay otra razón que seguramente enarbolarían los Scorceseses, Almodóvares y demás: ellos simplemente están defendiendo a un colega tropezado en desgracia. Pero al hacerlo en un caso de pederastia comprobada --algo totalmente desligado al innegable talento cinematográfico de Polanski-- parecieran estar de acuerdo con esa clase de comportamiento. Con hipocresía absoluta, defienden en un cineasta lo que virulentamente han criticado en un sacerdote católico.

El caso de Woody Allen, uno de los firmantes, parece respaldar esta última hipótesis pues comenzó a tener relaciones con su actual esposa cuando ésta era menor de edad. Recordamos cómo también hubo quienes salieron en su defensa porque, bueno, Allen es reverenciado como uno de los mejores directores del siglo XX, como si el talento fuera una coraza o una especie de detergente que borra toda perversión sexual de las celebridades. La lista ya es bastante extensa, desde Phil Spector hasta el recientemente fallecido Michael Jackson.

Es poco probable que Polanski llegue a pisar una cárcel norteamericana. Hace tiempo la víctima retiró los cargos aunque la denuncia se persigue por oficio, esto es, ya no puede ser detenida por quien la impuso. Hay quienes señalan que con ello Polanski queda libre de culpa aunque más bien se debió a que la mujer, que ya tiene 3 hijos, ha preferido huir al acoso de la prensa pues el asunto ostenta la tentación de convertirse en show mediático ahora que el cineasta se encuentra en poder de las autoridades suizas.

La doble moral vuelve a imponerse en el asunto Roman Polanski. Hágase tu voluntad en los pederastas de tu parroquia.

© copyright, Derechos Reservados, 2009 

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2 comentarios

pepe_moreno escribe 04.10.09

Pobre Polanski, ya dejenlo en paz, total ya está viejito y su vpictima ya lo perdonó con una lana de por medio, dejenlo vivir tranquilamente sus últimos días

bathes_joseluis escribe 04.10.09

La defensa que la comunidad de directores ha hecho de Roman Polanbski me parece totalmente lógica. Cuando se detiene a un periodista sus colegas harán lo posible para lograr que lo liberen, eso no es cuestión de doble moral sino de solidaridad con gente de tu mismo gremio. ¿Acaso esperaban que Woody Allen o Scorcese aplaucieran la detención de alguien que se dedica a lo mismo que ellos? Por favor...

 

 

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