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Y Demás/Memorias

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JUNIO, 2010. Hay años que resultan más trepidantes que otros, con acontecimientos cuya intensidad se deja sentir por muchos años. Incuestionablemente se puede decir ello de 1968, cuando ocurrieron la invasión a Checoslovaquia, Tlatelolco y lo que serían los cimientos de las dictaduras sudamericanas con la llegada del general Velasco en Perú. Otro año con esas características, sin duda, lo fue el 2001 gracias a los hechos que todos conocemos y que afectan directamente lo que hoy sucede.

Los años trepidantes deben cubrir varias características, entre ellas que sus repercusiones sean no sólo políticas sino culturales, musicales y cinematográficas. ¿Quién puede discutir, por ejemplo, que el White Album de los Beatles, el Let It Bleed de los Stones, las pinturas de Andy Warhol, cintas como 2001, Odisea Espacial, El Bebé de Rosemary y Bonnie and Clyde --todas ellas lanzadas en 1968-- no repercutieron los decisivamente los años subsecuentes?

Otro año es el que nos ocupa en este artículo, aún reciente y que muchos lectores seguramente aún recuerdan, el año en que la música country entraba a las listas pop con hits de Kenny Rogers y Charlie Daniels, Urban Cowboy con John Travolta era estrenada y el punk tenía un curioso affaire con el reggae gracias al hit "Tide is High" de Blondie. Fue el año en el que en México entró en vigor el IVA a partir del primero de enero (¿alguien duda de las consecuencias que ha tenido?), el Censo de Población y Vivienda arrojó un total de 73,345,45 habitantes en todo el territorio --hoy somos casi 40 millones más), Pan AM se declaró en quiebra para desaparecer poco después y en el Perú un grupo subversivo llamado Sendero Luminoso hizo su aparición colgando perros muertos en las tomas de luz en las calles de Lima.

A todos esos acontecimientos hemos separado los que consideramos propios para un comentario. Qué añó fue aquél, el de 1980. Recordémoslo entonces.

                                                                The Empire Strikes Back

"Luke, yo soy tu padre..."

Esa frase ya legendaria de inmediato nos remite a The Empire Strikes Back, la segunda película de la primera trilogía de Star Wars. En una lucha con Darth Vader, éste confiesa la verdad a Luke Skywalker quien opta por arrojarse a un profundo túnel antes que unirse a su padre y juntos gobernar la galaxia "como padre e hijo". La cinta fue estrenada originalmente el 24 de mayo en Estados Unidos, Canadá, Australia y Gran Bretaña. El mundo original de Star Wars que el mundo había conocido en 1977 seguía ahí, aunque el tono de la cinta se hizo más sombrío, sin un final feliz. Esta vez George Lucas había encomendado la dirección a Irwin Kirschner, quien supo manejar mejor a sus personales y cambiarles el caricarurizado perfil que les había dado Lucas. Muchos fans y críticos coinciden en que The Empire Strikes Back es la mejor película de toda la trilogía (y con calidad muy superior a las tres "precuelas" prácticamente olvidadas hoy).

Al principio de la cinta vemos a un Luke extraviado en la tundra. Golpeado y secuestrado por un monstruo de las nieves es finalmente rescatado por Han Solo. Sin embargo su guarida es localizada por el Imperio por lo cual deberán de huir. Obi Wan Kenobi se le aparece en una visión a Luke y le dice que en el planeta Dagobah el maestro Yoda completará su entrenamiento. Los amigos de Luke huyen de las naves imperiales y se refugian primero en un asteroide para de ahí ir con Lando Calrissian, un viejo amigo de Han Solo. Pero el primero, presionado por un chantaje, los traiciona y los entrega a Darth Vader. Luke perciba el peligro por lo que interrumpe su entrenamiento y viaja al planeta de Carlrissian. Solo es hecho prisionero y congelado como regalo para el Cazarrecompensas quien a su vez --como lo veríamos en la tercera parte-- trabaja a las órdenes del repugnante Jabba the Hutt, quien conserva a Solo como parte del adorno de su guarida. Tras pelear con Vader y saber la verdad (y de perder su mano derecha) Luke tendrá como siguiente misión rescatar a Han Solo y saldar la cuenta de honor que tiene con él.

The Empire Strikes Back es una película que cambió radicalmente el modo en que se hacían películas en Hollywood. Las segundas partes hasta entonces habían sido esporádicas pero a partir de esta película se convirtieron en apuestas necesarias; incrementaron la venta de artículos y aun firmaron contratos de promoción con las cadenas más importantes de comida rápida, Menos de dos años después se estrenaría la tercera parte, que decepcionó en muchos aspectos pues Lucas despojó mucho del espíritu psicológico que Kirchner había dado a sus personajes para enfocarlo en protagonistas molestos-pero-que-encantarán-a-los-niños como eran los ewoks. "El principal problema que yo encuentro con Lucas es que no sabe distinguir entre el cine juvenil de aventuras y el cine hecho para niños. Kirchner sí lo sabía y por eso su película es la única que alcanza el nivel de obra de arte de todas las que conforman Star Wars", escribió el crítico Owen Glieberman.

Vetos olímpicos y confrontaciones

Desde que un grupo guerrillero palestino secuestró a 11 atletas israelíes en los Juegos de Munich, la politización con fi9nes ideológicos, que se creía erradicada desde los años de Berlín, se había agudizado. Ocho años después fue el gobierno de Jimmy Carter el que propuso boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú debido a la intervención soviética en Afganistán. Originalmente se había dado un plazo de dos meses antes de los juegos para que las tropas se retiraran, y al no ocurrir nada, la Casa Blanca convocó al boicot, el primero en la historia moderna de este acontecimiento.

El llamado norteamericano tuvo eco principalmente en Europa Occidental: Por supuesto, Gran Bretaña encabezaba la lista, también seAustria, Alemania del Oeste, Holanda, Luxemburgo, Suecia, Finlandia, Bélgica, Suiza, España y, sorpresivamente, Francia, donde en 1980 gobernaba un partido socialista. Solamente Noruega mandó delegación a Moscú, lo mismo que Italia, cuyo gobierno dijo no encontrar sentido al boicot. Tampoco fueron Australia ni Japón y Canadá. De América latina únicamente Honduras y Panamá se abstuvieron de enviar delegaciones. Previsiblemente y sin sus tradicionales enemigos, las delegaciones del bloque oriental recogieron medallas a borbotones, (Por cierto, la delegación mexicana sufrió dos claros despojos: uno, del marchista Miguel Canto y otra del clavadista Carlos Girón).

Extrañamente, la URSS sí asistió a los Juegos Olímpicos invernales efectuados en Lake Placid, donde ocurrió uno de partidos de hockey entre norteamericanos y rusos más emocionantes de la historia, pero Moscú sí boicoteó los juegos de Los Ángeles los cuales, por cierto, han resultado los mejores para los atletas mexicanos, que se llevaron cuatro de oro.

Pac Man

Un ingeniero en electrónica japonés dedicado a inventar juegos de video llamado Toru Iwatani mandó pedir una pizza a domicilio. Cuando iba en la segunda rebanada imaginó una figura redonda con la boca abierta. Durante los días siguientes diseñó lo que luego pasaría a convertirse en el juego de video más popular en toda la historia., con lo que de paso convirtió en obsoletos a los juegos de Electropoing y pondría en la lona a Mattel, que por entonces llevaba la batuta en ese campo.

Iwatani vendió el producto a Atari Inc. que en junio de 1990 lo comercializó en Estados Unidos, donde el éxito fue inmediato al punto que para fines de año se habían vendido más de 5 millones de consolas e igual número de cartuchos."Posiblemente el Pac Man se vea hoy obsoleto si lo comparamos con la tecnología que tenemos hoy", refiere el ingeniero Tomás Romero, quien era fanático del juego en sus años de secundaria. "Lo que sucede es que al Pac Man hay que verlo más como un fenómeno cultural que revolucionó el concepto que se tenía de los videojuegos. También nos habla de una era en que estos juegos eran más inocentes, menos sangrientos que los que tenemos hoy. Me siento afortunado por haber nacido al mismo tiempo que el Pac Man se hizo popular".

La Pacmanía fue tal que en 1981 un grupo efímero llamado Buckner & Garcia pusieron en las listas el tema "Pac Man Fever" y era posible encontrar consolas con ese juego en miles de centros de videojuego en buena parte del mundo. Sin embargo a fines de 1983 la moda había pasado al punto que el número de consolas pedidas para Navidad había disminuido drásticamente; tampoco ayudó que aparecieran nuevos juegos y la tecnología dejara fuera de lugar a Atari, que se declaró en quiebra cinco años después. Como sea el Pac Man sobrevivió y, actualizado a los tiempos, es posible conseguirlo en versiones modernas. Durante unos días el buscador Google puso un minijuego de Pacman en su página principal como homenaje al trigésimo aniversario de su creación.

¿Quién disparó a J.R.?

En 1980 Dallas era la serie televisiva más vista en el planeta, transmitida en más de 105 países --incluidos algunos del entonces bloque socialista-- y con una teleaudiencia estimada en más de 700 millones de personas. Cuando los productores percibieran una baja en los ratings tuvieron una idea que en lo futuro haría que la televisión fuera vista de otra manera: idearon la frase "Who shot J.R.?" (¿Quién disparó a J.R.?) para el anuncio de su nueva temporada. ¿Sería su hermano, harto de sus desplantes, su esposa, enamorada de otro, o algún enemigo poderoso que desea quitarlo del camino? La NBC, que transmitía la serie, refrendó el hecho que tenía en sus manos el producto más lucrativo que la TV había ofrecido en años (Dynasty, que era difundida por su rival ABC, nunca equiparó la influencia que Dallas tenía en el colectivo popular norteamericano.

El capítulo jamás insinuó si ese disparó marcaría el final de J.R. y por ende, de la serie. De hecho, se grabaron tres episodios distintos para que ni siquiera los actores supieran cual sería transmitido finalmente. Los productores obligaron a sus empleados a firmar un "código de silencio" con el cual no podrían revelar la identidad ni a sus familiares. Los videos de ese episodio estuvieron guardados en una caja fuerte hasta horas antes de su transmisión en la Unión Americana, el 24 de junio de 1980, y a las pocas horas también fue difundido en Gran Bretaña y Australia. En aquellos tiempos sin Internet ni redes sociales, el resto del mundo donde no se hablaba inglés tuvo que esperar varios meses para saber quién había disparado al magnate petrolero. La responsabilidad cayó en su cuñada, caracterizada por Kathie Lee Crosby, hija del legendario Bing Crosby. (Y no, J.R. no murió: pasó una temporada en silla de ruedas, algo que le provocó una amargura que lo hizo aun más detestable entre los ávidos televidentes de la serie).

Dallas siguió transmitiéndose hasta 1991, cuando gran parte del elenco original había sido reemplazado. Y pese a los intentos de los productores, el fenómeno Who Shot J.R.? no pudo ser duplicado. La familia Ewing, el rancho Pitchfork y el avaricioso jefe del clan, personificado por Larry Hagman, son ampliamente recordados tres décadas después que un cuarto de la población mundial de entonces estaba al tanto de sus andanzas. Las alturas conseguidas por semejante fenómeno no han sido igualadas por otras series; únicamente la entrega anual de los Óscares y el Mundial de futbol han sido capaces de lograr semejante rating.

John Lennon es asesinado

El 8 de diciembre de 1980 el ex beatles John Lennon regresaba a su departamento en Nueva York tras una sesión de grabación. Cuando escuchó que le llamaban se volteó y recibió cinco tiros, dos de los cuales fueron fatales, aunque Lennon falleció camino al hospital. Horas después el mundo entero recibía como huracán la noticia de que el fundador del grupo musical más importante de la historia había sido liquidado por Mark David Chapman, un fanático a quien horas antes había autografiado un disco.

El reciente shock por la muerte de Michael Jackson el año pasado no se compara, en lo mínimo, con el experimentado en los días siguientes al asesinato de John Lennon. Como era lunes por la noche, la nota fue difundida por los comentaristas que narraban un partido de futbol americano al punto que el encuentro pasó a segundo término e incluso uno de ellos sollozó frente al micrófono. "Es una de esas fechas, como el 11 de septiembre, en la que recuerdas exactamente dónde estabas a ese hora, con quién, qué hacías y dónde escuchaste la noticia", comenta el beatlemaniaco René Moreno. "En aquel entonces tenía yo apenas 14 años pero entendía perfectamente lo que representaba para el mundo la pérdida de John Lennon". Chapman esperó pacientemente en la acera del edificio Dakota a que llegara la policía y lo detuviera. El jurado lo declaró enfermó mental y se le condenó a 25 años de prisión, mismos que cumplió en el 2005 aunque sus abogados optaron por mantenerlo encerrado. "Es comprensible, el día que Chapman salga de prisión será aprovechado por alguien que quiera ganar notoriedad y también le pegará un tiro. Lo irónico de este asunto es que Chapman está más seguro en prisión que afuera", añade Moreno.

El generalmente diplomático McCartney no matiza el asunto: "Mató a uno de mis mejores amigos, a un colega irremplazable, a una gran persona. Mi deseo es que se pudra en esas cuatro paredes".

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