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Se siente tediosa... y definitivamente lo es Otra película sobre una chica con baja autoestima, resentida hacia esas mujeres cuero que parecen conseguirlo todo... Si busca usted originalidad en I Feel Pretty de una vez ahórrese el chasco. Hoy que ya hasta tenemos supermodelos llenitas, el mensaje aquí incluido suena redundante. Pero bueno, si su tarde está de plano harta aburrida, vaya a ver esta comedia antes que se evapore de cartelera
I Feel Pretty MAYO, 2018.
Difícilmente es un secreto que con el salto a la
fama de supermodelos como Ashley Graham, el concepto
de belleza femenil está cambiando radicalmente en el
mundo; las "llenitas" reclaman su lugar y los
caballeros parecen estar aceptando con gusto la
propuesta tras décadas en que las mujeres de
pasarela y las que posaban en revistas sufrían
hambres y sacrificios para no ganarse un kilito
extra que pudiera arruinar sus carreras. Así pues,
enhorabuena: sea de la etnia que sea, y sin importar
el peso corporal que llegue a tener, por el solo
hecho de ser mujer ya se es bella. Al día siguiente en
el gimnasio René cae y recibe un fuerte golpe en la
cabeza. Pero cuando vuelve en sí se ve al espejo y
descubre que ha ocurrida en ella un cambio total en
su apariencia y hoy luce despampanante. "¡Soy
hermosaaaa!", grita entusiasmada ante la mirada
confundida de su instructora quien la ve igual que
siempre. Igualmente Renee conocerá mientras hace fila en una tintorería a Ethan (Rory Scovel) con quien iniciará una relación sentimental donde él se sorprende de la tremenda seguridad que Renee carga consigo sin que le importe el qué dirán, sobre todo cuando asisten a una sesión de karaoke y ninguna de las otras bellas chicas sobre el escenario se atreve a decir nada, quizá porque la toman como una destrampada o una loca. De ninguna manera revelamos spoiler alguno al decir que Renee finalmente se enterará de la verdad y descubrirá que su físico nunca ha cambiado, que sigue siendo la misma chica con sobrepeso de siempre y que solo se trató de una ilusión o una alucinación, según se quiera ver. Pero Renee también se ha dado cuenta (oooh, clichés, que haría Hollywood sin vosotros) que la belleza exterior no es tan importante como la belleza interior; en vez de dejarla, Ethan reforzará su amor hacia ella y además se reencontrará con sus amigas para dejarles en claro que, si Renee pudo, ellas también podrán hacerlo. Hay escenas totalmente innecesarias, como es el vómito cuando Renee conoce a Ethan o la cómo alguien le dice que la noche anterior se estuvo masturbando (también hay referencias sutiles a una relación gay). La historia no es tan mala, aunque lo innegable es que nos encontramos ante una película que se adora o se odia. Y es que aparte de Quisiera ser Grande, la cinta que estelarizó Tom Hanks, Schummer también busca ser la sucesora de Bridget Jones, otra chica con autoestima baja en búsqueda del amor perfecto. El problema es el poco carisma de Schummer en pantalla: cuando le cambia la suerte a Renee comenzamos a experimentar simpatía por ella pero más tarde los excesos en que se hunde la historia hacen que nos caiga mal y esperemos con ansia el momento en que se rompa el encanto y se le bajen los humos a la protagonista. Pero pudo haber sido peor si en vez de Schummer hubiéramos tenido a Lena Dunham. I Feel Pretty no parece haber sido el hit fílmico que se esperaba, y razones debe haber. Cinta que recomendamos para ver en una tarde aburrida y si su autoestima anda más baja que la reputación de Hillary Clinton.
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